CAPÍTULO 26: OUR ACTIONS DECIDE OUR HISTORY
—— OUR ACTIONS DECIDE OUR HISTORY ——
—Me niego en redondo.— Aseguró Klaus al ver que Astrid le estaba ofreciendo una gorra para que pudiera camuflarse con mayor facilidad.
—Tienes que camuflarte, empieza por deshacerte del abrigo de mil dólares.— Sugirió la híbrida sabiendo que si querían pasar desapercibidos debían de mantener un perfil bajo, y Klaus no era precisamente la clara definición de pasar desapercibido.
—Recuérdame por qué recorremos en coche la tierra de la anfetamina y no obligamos al piloto de un avión privado que nos lleve a un lugar remoto.— Quiso saber el híbrido al no comprender como es que se había dejado engañar por la híbrida para seguir en el mismo continente en el que se encontraban todos aquellos que querían verle muerto.
—Mira, no es a mi a quien busca un ejército de vampiros cabreados.— Alegó la rubia sabiendo que debían de hacer las cosas de la misma forma que ella siempre las había hecho, por qué eso les permitiría seguir con vida. —¿Me das las llaves?— Preguntó sabiendo que la siguiente parada de aquella huida la iba a decidir ella, principalmente por qué a donde iban no era, precisamente un lugar en el que Klaus o cualquier miembro de la familia Original se detendría para entrar y pedir ayuda.
—En una escala del uno al diez, ¿cuanto me voy a arrepentir de seguir este plan tuyo?— Quiso saber Klaus, por supuesto confiaba en todo aquello que Astrid tuviera en mente, pero sí era cierto que todo aquello de huir y mantener un perfil bajo no era, precisamente, algo que se le diera bien.
—Yo diría que un ocho y medio.— Sonrió la rubia mientras cogía las llaves y le ponía la gorra, para a continuación subirse en el coche sabiendo que debían de retomar su camino de forma inmediata.
—Pues que bien.— Respondió Klaus sarcásticamente para después subirse en el coche.
✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶
—Ahora entiendo por que querías venir aquí, ya me siento más seguro.— Comentó Klaus mientras se sentaba en una de las sillas del viejo bar, haciendo que Astrid ignorase su comentario, principalmente por qué aquel lugar había sido uno de los tantos en los que se había escondido, pero de los pocos a los que, de alguna forma, podía decir que la había hecho sentir como si estuviera en casa.
—Esta cerrado.— Dijo el hombre al saber que ambos eran vampiros.
—No parece estar cerrado.— Comentó Klaus viendo que en el había gente, por lo que aquello no era del todo creíble.
—Para vosotros sí.— Sentenció con firmeza, haciéndoles ver que allí no eran bienvenidos, pero lo que aquel hombre no sabía es que Astrid era bastante querida y respetada allí como para tener la puerta de cualquier lugar abierta para ella.
—A lo mejor no has visto la gorra.— Comentó el híbrido sarcásticamente, sin entender todavía porque habían ido allí.
—Yo quiero un bourbon, a menos que Hollys siga sirviendo ese licor suyo casero.— Intervino en ese momento Astrid mientras se apoyaba en la barra.
—Que ven mis ojos.— Intervino una cuarta voz acercándose a donde estaban los dos hibridos. —Yo me ocupo.— Le dijo al camarero mientras se ponía delante de ambos. —Hace mucho que no bailas encima de mí barra, Astrid.— Puntualizó sonriendo, haciendo que la rubia sonreirá al darse cuenta de que las cosas habían cambiado muchísimo, ella había cambiado, pero aunque todo aquello había sido hacía unos años parecía tan lejano como si hubieran pasado siglos.
—Hace mucho que no bailo encima de ninguna barra, últimamente me he metido en otra clase de líos. Hollys te presento a Hope.— Resumió la híbrida sabiendo que era mejor omitir toda la información que no fuera relevante, principalmente por qué eso podría traerle problemas a Hollys, y eso era lo último que Astrid quería.
—Ay, que cosita.— Sonrió enternecido al ver a la niña. —Un chico de ciudad, quien lo hubiera dicho.— Comentó sin saber que la historia era mucho más larga y complicado de lo que podía llegar a imaginar.
—No subestimes el encanto del agua corriente.— Comentó Klaus sarcásticamente llevándose una mala mirada por parte de la rubia, al comprender que sus palabras iban con un doble significado.
—Hollys, él es Klaus el padre de mi hija, es una larga historia.— Resumió la híbrida sin querer entrar en detalles, no tenían tiempo para ello. —Necesitamos un sitio para escondernos.— Añadió esperando que él pudiera ayudarles a esconderse, por lo menos hasta que la última bala de roble blanco apareciera o los enemigos de Klaus fueran destruidos, lo que sucediera antes.
—Nos has pillado en muy mal momento, mucha gente está abandonando la manada.— Explicó Hollys sabiendo que a pesar de los problemas, no podían dejar en la estacada a alguien que había hecho siempre todo lo posible para poder ayudarles. —Pero, para la actual campeona de dardos y de beber chupitos de tequila del lago Vilobi... Ojalá hubiera más gente para recibirte como te mereces.— Añadió haciendo sonreír a Astrid, al saber que Hollys iba a hacer todo lo posible para poder ayudarles. —Venga, poneros cómodos, os servire mi licor casero. La nena no paga.— Les animo mientras les servía en dos vasos un líquido semi traslúcido que se asemejaba más a un tono blanquecino.
—¿Algo que se te haya olvidado mencionar, lobita?— Comentó Klaus viendo que Astrid se había guardado para si misma muchos detalles de todos aquellos años que vivió por su cuenta haciéndose pasar por una vampira común o en algunos casos por una mujer lobo.
—¿Lo de la manada cuando tenias aspiraciones a hacer híbridos? No voy a condenar a quienes me acogieron y ayudaron.— Se limitó a decir sabiendo que no le iba a dar ninguna clase de explicación a Klaus, ella había vivido su vida tal y como quería, y no por ello se avergonzaba o intentaba ocultarlo, simplemente a nadie le interesaba lo que había estado haciendo, menos aún en las fiestas que había tenido a lo largo de quinientos años.
—Seguro que no han lavado este vaso desde hace una década, lo que le convierte en la cosa más limpia de este local.— Comentó viendo el vaso, mientras Astrid se bebía el licor como si nada. Eran vampiros no iban a morir, previamente por un vaso que no había sido lavado, además de que aquello era más limpio que en la época en la que eran humanos.
—Y ya has cumplido el cupo de quejas por hoy. Enhorabuena, oficialmente eres lo peor.— Comentó Astrid con una expresión de pocos amigos, ya que no podía creerse que a pesar de que le estuvieran ayudando Klaus estuviera poniendo pegas por absolutamente todo.
—Te recuerdo que fuiste tu la que se ofreció a acompañarme en este viaje, nadie te obligó.— La recordó Klaus aunque agradecía el simple hecho de que ella hubiera decidido irse y ayudarle, sí era cierto que aquella no era precisamente su idea de esconderse hasta que la tormenta de enemigos cesará.
—Asumi que con tu encanto y tu don de gentes no serias capaz de pasar desapercibido ni una semana. Y creo recordar que yo soy una experta en ello.— Recordó Astrid mientras mantenía la mirada en el frente, sabiendo perfectamente que si ella había sabido esconderse había sido porque había sabido adaptarse a cualquier situación y posición social, cosa que para Klaus o cualquier miembro de la familia Original era algo más complicado, todos estaban acostumbrados a tener el poder por lo que cuando le perdían las cosas para ellos y para el resto no iban tan bien como querían.
—Astrid, si queréis pasar desapercibidos bajar el volumen de la pelea de enamorados.— La pidió Hollys haciendo que Astrid le mirase fijamente dándose cuenta de que algo había pasado.
—¿Va todo bien?— Preguntó preocupada ya que su cara mostraba que nada iba bien, o por lo menos no tan bien como debiera.
—Alguien intento robar en la gasolinera de la autopista, Kayla estaba allí. Me han dicho que el ladrón no ha salido bien parado.— Explicó el hombre haciendo que la rubia reconociera perfectamente aquel nombre, y a su mente viajará el recuerdo de aquella niña a la que había cuidado hasta que su estancia allí no fue segura.
—Kayla Mclnnis.— Recordó sabiendo que algo debía de haber pasado, y seguramente ese algo debía de ser que ella había hecho algo que había desencadenado lo que todos los hombres lobo querían y aborrecian en partes iguales.
—Ha sido su primera muerte.— Explicó Hollys sorprendiendo a Astrid con su revelación.
—¿Pero no tiene nueve años?— Preguntó confundida al no entender como una niña tan pequeña podía haber roto tan pronto su maldición.
—Tiene quince.— La recordó Hollys, haciéndola ver a Astrid que habían pasado muchos años desde la última vez que había estado allí.
—Una chica a la que solía cuidar, la última vez que la vi aún jugaba con muñecas.— Le explicó a Klaus al ver su cara de confusión al no comprender de quien estaban hablando. —Ahora a matado alguien y ha activado la maldición.— Asumió con frustración al saber que la joven debía de estar completamente asustada por todo lo que iba a suceder. —¿Dónde está?— Preguntó mostrándo su intención de querer ir a ayudarla.
—Han dejado que se vaya, vive en la caravana que hay junto al arroyo.— Respondió el hombre para después marcharse, haciendo que Klaus detuviera a la rubia al comprender su intención de querer ir a ayudar a aquella chica.
—¿A donde crees que vas?— Preguntó confundido.
—Klaus, recuerdo cuando activé mi maldición,y ahora Kayla esta pasando por la mismo.— Alegó esperando que en él existiera el más mínimo sentimiento de compasión por lo demás, pero en su rostro podía verse que eso no era así.
—¿Y por qué es problema tuyo?— Quiso saber sin entender cómo es que estaba tan empeñada en ayudar a unas personas que seguramente la darían la espalda en cuanto supieran que era la híbrida original.
—Cuidaba de Kayla cuando su madre bebía, seguramente necesita hablar con alguien.— Respondió con obviedad sabiendo que debía de hacer todo lo posible para ayudarla, a fin de cuentas Kayla confiaba en ella.
—Intentamos pasar desapercibidos, no es buen momento para hacer de consejera juvenil de un montón de lobos confundidos.— Respondió el híbrido sarcásticamente haciendo que la rubia le mirase con una expresión de pocos amigos.
—Esta aquí al lado.— Insistió esperando poder convencerle, pero le gustará o no tanto Klaus como ella sabían que se acabaría saliendo con la suya, siempre lo hacía.
—De hecho creo que este pequeño experimento ha acabado, espero que hayas disfrutado el viaje por el mundo de los recuerdos. Pero mi vida y la vida de nuestra hija tienen preferencia, hecho que parece que no has entendido.— Comentó Klaus mientras se acercaba al carrito en el que Hope estaba sentada. —Haremos las cosas a mi manera.— Sentenció para después marcharse. —Vayamonos de aquí, ¿vale?— La dijo, para después coger a Hope y sentarla en la silla del coche, mostrando la intención que tenía por irse.
—Esa chica esta asustada y no puedo darla la espalda.— Insistió Astrid esperando que Klaus comprendiera aquella situación, ambos habían pasado por una transformación en la que estaban solos y confundidos.
—Por trágico que sea no es mi problema, ni tampoco el tuyo. Sube al coche, nos vamos.— Sentenció con firmeza mientras abría la puerta del coche.
—No vamos a ninguna parte.— Sentenció la rubia mientras cerraba la puerta, manteniendo su postura con respecto al simple hecho de querer ayudar a Kayla.
—He imagino que me vas a detener. A lo mejor ese paleto y sus amigos malolientes te echan una mano.— Comentó sarcásticamente haciendo que Astrid se cruzará de brazos mientras le miraba de mala forma, molesta por la forma que había usado para referirse a aquellas personas.
—Esos amigos nos están ayudando Klaus, sin hacer preguntas. A pesar de que tienen sus propios problemas y lo único que has hecho ha sido insultarles.— Alegó Astrid sorprendida que tras todo lo que había sucedido su actitud no hubiera cambiado en absoluto. —No lo entiendes, ¿verdad? Esta es la razón por la que estamos aquí, sino hubieras sido un capullo con todo el mundo no tendríamos que huir.— Le recordó haciéndole ver que aquello era su culpa, todos eran quienes construían su propia historia, y a lo largo de la suya Klaus Mikaelson había construido una historia en la que era el villano para muchos.
—Todo lo que he hecho ha sido para proteger a nuestra familia de sus enemigos, y no pido disculpas por mis métodos.— Sentenció defendiendo con firmeza su posición aunque sabia que Astrid tenía razón, sino hubiera sido cruel con muchas personas en aquellos momentos no habría tantos que estuvieran codiciando ser quien le llevara a la muerte.
—¿Pero tu te escuchas cuando hablas, Klaus?— Preguntó sorprendida por lo que había dicho. —Eres incapaz de fingir si quiera ser buena persona, y puedes justificarlo todo lo que quieras con estrategias y el nosotros contra ellos, pero al fin y al cabo los enemigos que tienes son los que hiciste.— Le recordó mientras le miraba enfadada por todo lo que había dicho puede que fuera para proteger a la familia pero al fin y al cabo eso no justificaba sus acciones. —¿Es lo que quieres para nuestra hija? ¿Así es como quieres que vea el mundo? No me quedare de brazos cruzados viendo como la crías para que sea como tu, Klaus.— Añadió sabiendo que lo que menos les convenía a ellos y a la humanidad es que Hope se acabará pareciendo a su padre, porque entonces nadie detendría a una criatura tan poderosa como era ella.
—Si tu impulso es, confiar en la bondad de aquellos ajenos a nuestra familia, con mayor razón necesitas mi protección.— Aseguró Klaus, creyendo ciegamente que aquella confianza que siempre ponía Astrid en las personas era lo que podría traerla su destrucción.
—Voy a hablar con esa chica por que necesita mi ayuda, y tu te vas a quedar aquí y te vas a callar.— Sentenció casanda de estar siempre haciendo frente a los problemas familiares, otras personas también importantes para ella tenían problemas, y aunque no podía ayudar a todos, sí podía ayudar a Kayla. —Me he ganado eso.— Añadió con firmeza.
—Astrid, escúchame.— La pidió Klaus esperando que por una vez fuera consciente del peligro que había, del peligro al que todos estaban expuestos.
—Cabe la posibilidad de que algún día nuestra hija pase por lo que esta pasando Kayla ahora, y si ese día llega espero que haya alguien que se encargue de ayudarla.— Dijo Astrid sabiendo que era muy posible que Hope rompiera la maldición, sobretodo teniendo en cuenta todos los problemas que siempre tenían. —Ser bueno no te hace débil, Klaus.— Le recordó la híbrida justamente antes de marchase a velocidad vampirica con el objetivo de ayudar a Kayla.
★★★
Hay que admitir que Klaus se ganó a pulso el cabreo de Astrid, pero también os confirmo que disfrute de una sobremanera escribiendo este capítulo.
Se que esta muy basado en el episodio, es algo imposible, pero sí que es cierto que me encanta ese punto de humor al principio. También es cierto, que me encantó hacer a Klaus dudar de los métodos de Astrid, pero eso confirma lo bien que se escondió de él.
Por otro lado, me encantó ver más sobre la manada, y creo que salve bien la situación que tuvo lugar en la temporada 2 de TVD, aún así es cierto que la actitud de Klaus en la escena deja ver porque hay tanta gente que le odia.
Por otra parte, la intervención de Holly..., es que le amo. No se puede decir más. Es lo mejor del episodio y el que piense lo contrario no tiene gusto.
Con respecto a la escena del aparcamiento, de verdad que ame hacer esa escena, donde Astrid quiere ir a ayudar a la chica, ya no por cariño hacia ella, o porque entiende el miedo que es al pasar tu primera luna llena sola (recordemos que Klaus estaba siendo perseguido por un fantasma) así que el hecho que usará ña baza de Hope... es que sin duda me pareció hermoso.
Dicho esto, solo me queda decir dos cosas.
La primera es que lamento que se centre tanto en el episodio.
Y la segunda, es que en el próximo capítulo hay flashback.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro