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Saturno había quedado completamente traumatizada. Después del horrible final del último semestre, fue muy difícil recuperarse.

La habían dejado dentro de una celda con esposas mágicas durante más de seis semanas. En todas esas semanas no se le permitió ver a nadie. La única persona que vio fue el guardia que le traería la comida.

Rosalind no vino ni una sola vez. Y Plutón tampoco, Saturno no esperaba que lo hiciera pero seguía siendo su hermano. Pero aparentemente ya no tenía la decencia humana de visitar a su hermana que se estaba pudriendo de dolor.

Después de las seis largas y solitarias semanas, Rosalind entró junto con Pluto y otros dos guardias. Los dos guardias se dirigieron inmediatamente a la celda de Saturno y la liberaron de las esposas que se habían abierto camino en sus muñecas.

Cuando le soltaron las esposas, las muñecas de Saturno sangraron inmediatamente. Entonces supo que se verá obligada a tener esas marcas en su cuerpo para siempre. Estará agobiada por el trauma cada vez que pose sus ojos en esas tediosas cicatrices.

Y ella tenia razon. Habían sido meses después que las clases habían comenzado de nuevo. Y esas marcas todavía estaban grabadas en la carne de su piel, enrojeciéndola y resaltándola de inmediato. Entonces ella usaba mangas largas, todo el tiempo. Incluso cuando hacía mucho calor afuera y todos vestían ropa ligera y corta, Saturno usaba mangas largas.

No es como si ella quisiera. Tenía que hacerlo, por dos razones. El primero fue todo el mirar. Un día caluroso, fue lo suficientemente audaz y confiada como para usar una camiseta. Cuando Saturno y Sky estaban dando un paseo por los terrenos de la escuela, todos miraban. Al principio pensó que era porque eran una nueva pareja. Pero luego se dio cuenta de que era por las cicatrices.

La segunda razón fue por ella misma. Cada vez que Saturno lo miró se vio obligado a revivir esos momentos traumatizantes. Momentos de estar sola y en constante dolor. Ya no podía mirar sus brazos. Cada vez que lo hacia se disgustaba.

Sky notó su comportamiento y la ayudó y apoyó en todo lo que pudo. Incluso le había dado algunos de sus viejos chalecos y suéteres que ya no usaba.

Saturno apreció increíblemente su ayuda. Ella siempre había estado ahí para los demás. Pero después de esos seis traumatizantes semanas, ella misma necesitaba ayuda. Y Sky y las otras chicas habían estado ahí para ella cuando las necesitaban.

Esta mañana había sido una de las más duras. Algunos serían normales como lo serían antes. Pero algunos eran simplemente horribles. Despertarse de una pesadilla hiperventilando y sudando y luego teniendo un ataque de pánico total debido a la pesadilla.

Pero las chicas estaban ahí para ella una vez más y lograron tener a Saturno lista a tiempo para su primera clase del nuevo semestre.

Estaba afuera en el circulo de piedra. Rosalind elegiría a algunos estudiantes para realizar magia defensiva mientras uno de sus hombres les lanzaría magia. Por suerte para Saturno, no la eligieron del grupo.

Se habló mucho de Bloom y Saturno estos días. Eso fue porque ambas habían usado tanta magia luchando contra los Quemados que se habían transformado. Lo cual era algo que no le había sucedido a nadie durante cientos de años. Y luego dos estudiantes que lo hicieron de la nada fue muy notable.

Bloom fue uno de los desafortunados que Rosalind usó para mostrar su poder en esta escuela.

El soldado estaba disparando sus poderes a Bloom con mucha dureza. Y Bloom simplemente se vio obligada a manejarlos.

Saturno estaba parada alrededor del espacio abierto junto con los demás en su clase. Observando cómo Bloom estaba fallando en el uso de la magia defensiva y siendo lastimada por uno de los hombres de Rosalind.

El hombre siguió usando sus poderes sobre ella, lastimando a Bloom cada vez más. Entonces empezó a frustrarse. Tal como quería Rosalind. Pero justo cuando todos pensaban que iba a perder el control, se calmó y se unió a Saturno y los demás fuera del círculo.

Bloom todavía luchaba por controlarse después de todo el fiasco con los Burned Ones. Saturno no lo hizo. Pero eso no fue porque de repente logró controlar sus poderes, no, fue porque rara vez los usaba. Cada vez que lo hacía, le recordaba cuánto le dolieron esas seis semanas.

Después de que terminaron las clases, llamaron a Bloom a la oficina de Rosalind. También se le pidió a Saturno que asistiera. Entonces, con los latidos de su corazón en su punto más alto, ella y Bloom caminaron por los pasillos con dos guardias acompañándolos.

Cuando los dos estudiantes llegaron a la oficina, los guardias volvieron a sus puestos. Rosalind los había oído llegar y abrió la puerta justo cuando Bloom se iba a sí misma.

—— Bueno, adelante chicas, tenemos mucho de qué hablar. —— Dijo Rosalind mientras les hacía un gesto para que entraran.

Saturno no pudo evitar mirar hacia abajo a sus brazos que estaban metidos en las mangas largas del suéter de gran tamaño de Sky.

—— Últimamente he estado evaluando a los estudiantes y ustedes dos no lo están haciendo tan bien como esperaba. Bloom, aterrizas justo en el medio. Y Saturno, tus calificaciones te llevan al final de todos los estudiantes. ¿Cuál es tu excusa?, ¿Para eso?  —— Rosalind habló con dureza.

Saturno apretó las manos con fuerza para evitar que le rasparan las muñecas.

—— Realmente no tengo una excusa. Estoy tratando de volver a mi antiguo ritmo, pero ha sido muy difícil.

Rosalind negó con la cabeza, sin creerse la excusa.

—— Has tenido mucho tiempo para volver a tu horario. Empiezo a sentir que no te estás esforzando lo suficiente.

Rosalind no tenía idea de cuán fuerte golpearon a Saturno esas palabras, pero de todos modos no es como si le preocupara. Pero sí preocupaba a Bloom, quien miró a su amiga preocupada. Pero Saturno solo asintió, tratando de convencer a Bloom de que estaba bien. Cuando en realidad ni siquiera podía convencerse a sí misma.

Rosalind negó con la cabeza ante la falta de respuesta de la princesa uleriana.

—— Puedes despedirte Saturno, necesito hablar con Bloom.

Saturno solo asintió con la cabeza a su directora y se giró para alejarse. Intentó mantenerse fuerte pero no pudo. Justo cuando cerraba la puerta de la oficina, rompió a llorar.

Pero Saturno no quería que nadie la viera así. Así que caminó por los pasillos a paso rápido, evitando las miradas de todos. Llegó a la habitación a la que iba y llamó a la puerta, tratando de secarse las lágrimas pero seguían saliendo.

La puerta se abrió para revelar a Sky con su cabello rubio y desordenado. Mientras miraba el estado en el que se encontraba Saturno, frunció el ceño.

Saturno habló antes de que pudiera hacerlo.

—— Lo hizo de nuevo. Siempre me habla con tal rudeza y odio. Y al principio pensé que podría soportarlo, pero realmente no puedo, no ahora. —— Explicó entre lágrimas.

Sky solo suspiró y tiró de ella en un abrazo. Tirando suavemente de su cintura para llevarla dentro de su habitación, lejos de las miradas indiscretas.

—— Shhh, estás bien. Estás conmigo. Puedes dejarlo todo. —— Murmuró Sky suaves palabras en su oído mientras sus manos acariciaban suavemente la parte baja de su espalda y su cabello.

Saturno sollozó todo. Odiaba sentirse así. Débil. Estar dependiente de otros. Últimamente sentía que no podía soportarlo más y necesitaba constantemente a sus amigos. Siempre decían que no les importaba, pero Saturno no podía evitar sentirse necesitada.

Mientras las manos de Saturno estaban en la cintura de Sky, pudo sentirlo estremecerse, así que separó su cuerpo del suyo.

—— ¿Por qué te estremeciste?.

Sky suspiró, recordando el entrenamiento con su padre. A quien empezó a desagradar cada vez más.

—— Me lastimé en el entrenamiento. Andreas quería que nos sacaran sangre. Yo no quería y perdí. Es solo un pequeño corte, no hay de qué preocuparse.

Saturno asintió ante su explicación. Después de sus seis semanas de aislamiento, lo único que había ido mejor en su vida era su relación con Sky. Sabía que ella necesitaba a alguien en quien pudiera confiar, por lo que había estado con ella cada vez que lo necesitaba. Y eso realmente ayudó a que su vínculo se hizo más fuerte.

Aunque Sky a veces todavía luchaba con el compromiso y con la apertura, todavía se sentía más cómodo que cuando estaba con Stella.

—— Sabes, Sky, esto va a sonar raro, pero me recuerdas mucho a un golden retriever. —— Declaró Saturno al azar.

En estos días, era raro que ella viniera con este tipo de comentarios, por lo que Sky aprendió a apreciarlos cuando tenía uno.

Sky sonrió felizmente a la morena parada frente a él.

—— ¿Y por qué es eso, hermosa? —— Preguntó mientras tomaba suavemente sus manos entre las suyas, frotando sus pulgares sobre sus palmas.

Saturno sonrió levemente ante el nuevo apodo.

—— Bueno, para empezar, realmente te ves como uno. Y eres muy leal, escuché que es un rasgo que también tienen los golden retriever.

Sky solo negó con la cabeza, su sonrisa aún brillante en su rostro.

—— Si alguien más dijera esto, estaría muy asustado o simplemente molesto. Pero de alguna manera contigo no me importa.

Saturn sacó sus manos de las de él y las deslizó sobre sus brazos para pasar las suyas alrededor de su cuello.

—— Ese es mi encanto. Realmente difícil de resistir. —— Ella bromeó ligeramente.

Sky deslizó sus brazos alrededor de su cintura.

—— Ese maldito encanto tuyo. Podría hacer que me maten algún día, hermosa.

Saturno negó con la cabeza.

—— No, nunca dejaré que eso suceda. No puedes morir en mí, nunca. —— Y en ese momento ella presionó ligeramente sus labios contra los de él, disfrutando del calor de su cuerpo.