೯ ִ ۫ 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐀 !
𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 DOCE. ᥫ᭡

❛ 012. TRISTE CORAZÓN. ❜

—Nari-ah. ¿Por qué tardaste tanto? Ven aquí.— llamó Sooah a la castaña, quien entraba al gimnasio disfrazada de una linda fresa gigante y con las mejillas rojizas por su reciente llanto.

—¿Qué está mal?— preguntó Soojin acercándose a Nari y tomando su rostro. —¿Por qué tus mejillas están rojas?— cuestionó con preocupación.

Al mismo tiempo de su pregunta, la puerta se abrió mostrando a Lee Suho con su uniforme de los Devils, por inercia la joven volteó a mirarlo y al instante negó con la cabeza.

—Debe ser por el calor, estoy bien, Kang Soo.— garantizó la fémina tomando la mano de la pelinegra y sintiendo una resequedad en esta.

Ju Kyung entró con su botarga de cerdito y abrazó a Nari como saludo, contándole que había ayudado a Go Woon con el maquillaje que ella le había recomendado.

El partido comenzó sin más entre gritos de los amigos de Seojun vestidos de porristas y los ánimos de Sooah y Soojin al equipo de Lee, Nari sólo aplaudía y gritaba en las canastas de ambos equipos, puesto que ahora no tenía a nadie a quien alentar de verdad.

Después del tiempo de juego, el marcador final dio como resultado que el equipo de Suho y Taehoon había ganado, el primero se acercó a Han quien suspiraba con cansancio.

—Como dijiste, todo fue mi culpa...— empezó llamando la atención del otro joven. —...Así que saca tu ira contra mí, estoy dispuesto a aceptarlo. Pero no metas a Nari en esto, no te dejaré hacerlo.

El de uniforme blanco salió de la cancha y Seojun por instinto volteó a ver a Nari hablando con Ju Kyung, esta al sentir su mirada, lo observó igualmente y alzó sus pulgares hacia él con una pequeña sonrisa.

En efecto, era muy amable, en eso no mentía.

Desde haberle dado galletas cuando apenas se conocieron hasta sonriéndole aunque la hubiese estado molestando los últimos días, y no pudo evitar sentirse mal por haber escuchado el momento en que la herían y por haberla visto llorar.

Era una buena chica y ahora también se arrepentía de inmiscuirla en asuntos que no tenían nada que ver con ella.

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—No te atrevas a decir que ya te vas, ¡quédate un momento!— pidió Sooah tomando el brazo de Nari impidiendo que se alejara.

—¡Vamos, nani! Quédate a ver el programa con nosotras.— Ju Kyung hizo una mueca triste para convencerla al igual que Soojin.

—Bien, pero sólo un momento, quiero ir a casa y dormir.— condicionó la joven a sus amigas.

—¡Si quieres apóyate en mi!— dijo Choi felizmente llevándolas a los asientos frente al escenario donde cantaba un chico rubio, allí sentó a Nari a su lado y puso la cabeza de ésta sobre su hombro.

—Esta canción no es muy conocida, pero es una del difunto Jeong Seyeon, del cual soy admirador. Les traigo esta pieza en su memoria por el primer año de su muerte.— dijo el joven antes de cantar.

—Es el que se suicidó.— murmuraron dos adolescentes cercanas.

—¿Por qué tenía que ser esa canción? Han Seojun volverá a pelear con Suho.— murmuró Soojin con molestia.

—¿Debido a qué? ¿Existe una historia entre ellos?— preguntó Sooah curiosamente.

—Eran cercanos, Suho, Seojun y Seyeon. ¿No lo sabían?— cuestionó Kang, aunque la pregunta era mas directamente a Yoo, puesto que notó su cercanía a Lee desde su grupo de estudio.

«El cantante del que tanto habla mamá, ¿es el mismo amigo por el que discuten Suho y Seojun? ¿Por qué no me di cuenta de que era la misma persona?»

Park Eunha, la madre de Nari, le había hablado en sus noches libres sobre el proyecto que realizaba junto a Lim Hee Kyung, el cual sería para conmemorar la muerte de un idol de Move Entertainment.

Sin embargo, no había notado de que era el mismo nombre que escuchó en las reclamaciones de Han a Lee el día de su pelea, ni mucho menos que cometió suicidio, como escuchó de varios alumnos en ese momento, ya que su madre omitió decirle esa parte.

—Debo irme. Las quiero.— se despidió agitando su mano, pues la canción había revuelto sus emociones y amenazaba con llorar ahí mismo.

Mientras la linda pero triste melodía avanzaba, Yoo volteó su mirada encontrándose con Suho mirando fijamente al cantante con una expresión que nunca había visto en él, de pronto apoyó las manos en sus rodillas sin poder enderezarse, pese a lo que sucedió entre ambos, corrió hacia él.

—Lee Suho.— lo llamó con preocupación.

El joven siguió tambaleándose por el lugar sin poder controlar sus pasos, asustando a la chica.

—¿Estás bien?— preguntó poniendo sus pequeñas manos sobre los hombros del mayor.

—Vete. ¡Déjame!— exclamó como pudo y salió del lugar sin ver atrás.

Todo lo que pasaba cada vez la desconcertaba y la lastimaba más, deseaba llegar a su hogar y dejar de preocuparse por Suho.

Caminó fuera de la escuela con rapidez, con un Seojun preocupado y pesaroso tras ella, nuevamente había observado el grosero trato de Lee a la joven.

La castaña evitó llorar durante todo el camino, los pensamientos no la dejaban tranquila y quería preguntarle todo a su madre.

Una vez llegó a su residencia, sacó las llaves de su pequeña bolsa y abrió la puerta principal con cansancio, rumbo a la segunda puerta que daba a su sala de estar, notó que había un par de zapatos extra, por lo que frunció el ceño y con la vista en estos tiró del pestillo para pasar.

—¡Mamá! ¿Por qué hay unos zapatos...— gritó pero su pregunta fue dejada al aire al levantar su vista.

Una linda pelirroja se asomaba desde la sala y aparecía en el centro de su campo de visión, parpadeó en repetidas ocasiones asegurándose de ver correctamente, Soo estaba ahí, como siempre cuando la necesitaba, Cha Soo había escuchado la alarma en su triste corazón.

—¡Soo!— exclamó con sus ojos llenándose de lágrimas, la lluvia de emociones hizo su efecto en ella, y no le importaba derrumbarse delante de su otra mitad.

—¡Nani!— dijo de igual manera la de cabellos rojizos extendiendo sus brazos para recibir a la castaña.

Nari tiró la bolsa al piso y corrió hacia su amiga sin dudarlo, aferrándose a ella con todas sus fuerzas mientras lloraba sin cesar.

—Mi rayito de sol. ¿Por qué lloras?— preguntó Soo con emoción y a la vez preocupación, conocía a su amiga y no lloraría en absoluto.

—Te he extrañado tanto, rojita.— comentó entre sollozos y un nudo atravesó su garganta por el apodo, que hace mucho no escuchaba.

—También te extrañe, nani.— tomó el rostro de Nari y secó las lágrimas con sus pulgares. —Pensé que gritarías, no esperaba que lloraras. ¿Sucedió algo?— preguntó intranquila, pues sabía que algo no estaba bien.

—Han pasado tantas cosas, no puedo creer que estés aquí.— musitó sin intención de salir del cariñoso abrazo de la más alta.

—Llora tranquila, es una forma de limpiar tu corazón.— aconsejó acariciando su cabello para ir tranquilizándola.

Ambas chicas continuaron en su abrazo mientras la de cabellos oscuros se recuperaba de su llanto, entretanto, escucharon un sonido de fotografía, exactamente del celular de la madre de Yoo.

—¡Mis niñas! Son tan tiernas, no quiero interrumpirlas tanto, pero vengan a cenar.— llamó una Eunha sonriente atravesando el pasillo desde la cocina y observando su dispositivo con alegría, la sorpresa la conmovió más de lo que esperaba.

—Mamá, necesito preguntarte algunas cosas.— dijo Nari secándose las lágrimas y acercándose a su madre junto a Soo.

—Debes contarme que sucedió.— susurró la pelirroja a su oído.

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—El chico tenía su misma edad cuando murió, se suicidó en ese edificio, no quise decirte porque es duro de explicar.— murmuró la mujer con una mueca. —Lo acusaron de cometer abuso escolar.

—¿Qué? No creo que haya sido así, no se veía como una mala persona.— replicó la castaña viendo la foto del chico en el portafolio de Eunha.

—Eso pensamos Lim Hee Kyung y yo, tal vez fue un encubrimiento en el momento.— acarició sus sienes. —Por eso queríamos hacer el memorial...— pasó la mano por el cabello de su hija.

—...si ese chico que conoces fue su amigo, tuvo que ser muy duro, deberías darle tu apoyo.— aconsejó Park.

—Gracias por decirme, mamá.— agradeció y ella subió a su habitación dejándolas comer a ambas en la pequeña mesa.

—El chico que te gusta fue amigo del idol que falleció, ¿por eso se comportó mal hoy?— le cuestionó a Nari y esta asintió.

—Es una de las razones, supongo, además, Han Seojun, debe estar muy dolido y por eso lo culpa.— recordó lo que escuchó en el gimnasio hace semanas.

—...Contaba contigo y fue a verte pero no ocurrió nada bueno. Así que nunca digas su nombre de nuevo.— advirtió Han.

Antes de que Nari o Soo pudieran decir algo más, el celular de la primera sonó alertándola y contestó la llamada al instante.

—¿Hola? ¿Nari?— escuchó la voz de Ju Kyung algo alterada.

—Lim Ju. ¿Qué sucede? ¿Pasa algo?— preguntó con una creciente preocupación.

—Es Lee Suho, estaba caminando a casa y lo vi yendo al edificio donde yo...— abruptamente dejó de hablar.

—¿Dónde tú qué, Lim Ju Kyung? Me estás asustando.— musitó con desespero.

—Yo no importo ahora, pero fue al edificio donde murió Jeong Seyeon, si yo voy, no dejará que lo ayude, sé que tú eres cercana a él...

«Creo que al menos lo era.» pensó tristemente.

—...Es mejor que tú vayas, te envié la dirección por mensaje, tú eres la única que puede hacer algo por él, cuídate, nani.— dijo antes de colgar.

—Soo debo irme, dile a mamá que fue una emergencia, lo siento por dejarte sola, seré toda tuya estos días.— dijo rápidamente tomando su bolsa y viendo la dirección.

—¿Qué? Pero a dónde vas. ¿Es por el niño cómic?— preguntó alarmada.

—Debo ir a verlo, estoy asustada.— respondió besando su mejilla y saliendo de la casa a zancadas y corriendo lo más rápido que pudo.

«Tonto esquimal, si te veo alguna vez, te patearé el trasero.» pensó Soo, nunca había visto a Nari tan preocupada o triste por un chico.

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YOO CORRÍA POR LAS CALLES DE SEÚL CON DESASOSIEGO, pues a pesar de ya vivir un tiempo allí, no conocía todos los lugares de la gran ciudad.

Llegó a un gran edificio con azotea, en la dirección que le había dado Lim, suponiendo que era el mismo que mencionó ella y su madre.

Subió al último piso con la poca fuerza que le quedaba, la tristeza que nunca sentía y el cansancio la habían agotado demasiado.

«¿Ju Kyung quería hacer lo mismo que Jeong Seyeon?» se preguntó mentalmente con los ojos picándole al mirar por el precipicio.

Escuchó varios sollozos desde el otro lado de la azotea y temerosa caminó hacia estos haciéndose más audibles.

Divisó a Suho sentado en el suelo con el rostro tapado por sus brazos y rodillas, dejando su miedo a un lado, se agachó colocándose a la misma altura y tomando sus mejillas con ambas manos.

El chico la vio con ojos llorosos y sorprendidos, no esperaba a nadie, mucho menos a ella después de todo lo que le dijo en la mañana.

—Aquí es donde...— sollozó con la respiración agitada. —Seyeonie.

—Lo sé, lo sé todo.— respondió con las lágrimas saliendo de sus ojos sin poder contenerlas.

Lo abrazó cálidamente mientras ambos lloraban, posó su mano sobre la espalda del mayor dando leves golpecitos para calmarlo, esperando que no la alejara y que la dejara consolarlo.

No voy a dejarte solo, Suho.

Holi!! Que les pareció?

Se habían olvidado de soo? Estaba esperando para hacer su aparición especial!

rehice ese meme y son ustedes viendo a nani lol

hoy tuvimos un capítulo algo sentimental y serio u.u

quiero dedicárselo a mi esposita tearscss  te adoro, bebé. Gracias por todo tu amor y apoyo desde siempre! ♡

vi que de 900 a mil personas leen pero no votan quede ¿? me gustaría que llegáramos a los 200 votitos en los capítulos, uwu eso me motiva mucho!

abracito virtual, los adoro. ♡

-Lia.