𝟎𝟏𝟎. closer to you.
೯ ִ ۫ 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐀 !
𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 DIEZ. ᥫ᭡
❛ 010. MÁS CERCA DE TI. ❜
SEGUIDO DE QUE SUHO LE PIDIERA A NARI QUE NO SE MARCHASE, ESTE NO HABÍA hecho más que decir cosas sobre el clima y fenómenos naturales, dejándola completamente desconcertada, no obstante rió por los leves balbuceos del mayor y añorando que estuviera nervioso por su causa, se quedó en silencio para empezar a caminar seguida de él a su salón.
Una vez allí, buscó a Ju Kyung con la mirada y al no encontrarla, se sentó en su lugar para esperar a que llegara.
-Ten esto. ¿Por qué me lo diste?- dijo extendiéndole el llavero a Han Seojun, al este pasar a su lado.
-Así no usaré la motocicleta. Porque sólo te estoy escuchando a partir de ahora.- respondió causando revuelo en el alumnado.
La joven se quejó mentalmente por los murmullos de los estudiantes y tomó las esquinas de la chaqueta de Han para acercarlo.
-Sé que te estás vengando por la foto y porque subí a tu espalda.- susurró en su oído.
-Entre otras cosas, monito.- dijo de igual forma reincorporándose y mirándola con una sonrisa, al mismo tiempo que dejaba un jugo de limón en la mesa.
-Lo encontré en el camino. Disfrútalo.- mencionó alejándose y yendo a su asiento.
-Prefiero el jugo de uva.- reprochó haciendo un leve puchero.
-Nani. ¿Me esperabas?- Lim llamó la atención de la más bajita.
-Uh, quería decirte...- empezó para luego arrepentirse.- No importa. ¿Te gusta el jugo de limón?- cuestionó y Ju Kyung negó.
-Me gustan las fresas.
-¿Lo ves, Han Seojun? A nadie le gusta este jugo.- exclamó sacándole la lengua, causando una mueca de molestia en el joven de argollas.
Provocando la risa de su amiga y la de los demás, se dirigió a su lugar junto a Lee a quien le sonrió antes de sentarse, pues lo había visto más serio de lo normal.
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-¿Cuándo puso esto otra vez?- se preguntó sacando el llavero perteneciente a Han de su bolsillo, extrañada ya que se lo había devuelto entre murmullos sugerentes de los amigos del adolescente.
Al caminar dentro del salón de Química, su chaqueta fue sujetada desde atrás obligándola a detenerse y volteó a ver al responsable de aquella acción, Lee Suho había interrumpido su paso una vez más.
-Siéntate aquí, si quieres.
El joven movió con su mano la pequeña silla junto a él mostrándole que estaba disponible, seguido de eso regresó su vista a su cuaderno.
-De acuerdo, gracias.- sonrió levemente sintiendo la emoción crecer de nuevo, se posicionó a su lado y colocó su jugo y cuadernos en la mesa frente a ella.
-Pensé que no ibas a beberlo.- murmuró Lee dirigiendo su mirada a la bebida y luego a Yoo.
-No quiero tirarlo a la basura.
Suho tomó el envase extendiéndoselo a Hyun Gyu, quien pasaba casualmente cerca de él, este le dijo un rápido gracias y volvió a sentarse en su respectiva mesa.
Nari lo observó sorprendida durante varios segundos, hasta que la maestra entró a la clase empezando a tomar lista y haciéndola girar de dirección.
-Para ti.
La pequeña castaña volteó una vez más y notó un envase de jugo de uva junto a su cuaderno, posó su mirada en Suho dándole una cálida sonrisa mientras su corazón latía rápidamente y sus mejillas eran iguales a dos tomates.
Tiempo después de que la clase comenzó, por primera vez sintió no prestar atención en absoluto, pues sus ojos siempre se detenían en la botella entre sus manos y los átomos de los que hablaba la profesora se convertían en corazones dentro de su cabeza.
Inconscientemente dirigió su mirada por enésima vez a Lee, el cual escribía cosas en su libreta, apreció cada detalle en su rostro y sonrió ampliamente sin poder disimularlo, por último, pasó su dedo por la pequeña botella, casi admirándola.
«¿Me compró esto porque dije que me gusta?» pensó con ilusión.
Al mismo tiempo, Suho miraba en dirección a la fémina, ambos intercambiando contacto visual.
Nari tomó la mano del pelinegro y tomando su bolígrafo, dibujó un corazón en la palma del muchacho, guiñó un ojo tiernamente y soltó una risita dándole la espalda.
¿Eso era un coqueteo? ¿Lo hizo bien? No lo sabía con certeza.
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NARI Y JU KYUNG SE APROXIMABAN A SU VECINDARIO mientras conversaban entre risas sobre como Lim escupió su arroz en el rostro de Han, ya que la menor se había escondido en el baño toda esa hora y al pelinegro no le había quedado más que molestar a Lim en su lugar.
Al llegar, pasaron primero por la casa de Nari, debido a que tenía que llegar rápido para cambiarse e ir al trabajo, allí observaron a un chico sobre una motocicleta, que Yoo supo al instante que era de Han.
-¿Qué hace esa cosa en mi casa? ¿Y por qué un niño está reciclando frases de un drama?- preguntó Nari con confusión al recordar diálogos de la serie que vio con su mejor amiga, Soo.
-¡Cierto! Han Seojun mencionó algo de estacionar su moto en el vecindario y ese niño es mi hermano.- susurró Ju Kyung apenada y sonrojándose.
-¡Lim Ju Young! ¡Vándalo!- vociferó la hermana del chico golpeándolo en la espalda.
-¡Oye! ¿Quieres romperme la columna?- se quejó como un pequeño, pero al ver a Nari se reincorporó.
-Hola, ¿Quién eres?- dijo Ju Young en un tono seductor que sólo hizo reír a la joven.
-Soy Nari. Vivo aquí.- respondió entre risas señalando su casa.
La mayor de los Lim sacó el casco de la cabeza de su hermano y lo arrastró fuera del vehículo llevándolo lejos.
-¡Lo siento, nani! No volverá a aparecerse por aquí.- gritó a varios metros mientras el castaño se quejaba.
-Descuida. ¡Nos vemos mañana! ¡Adiós, Ju Young, fue un gusto conocerte!- se despidió Yoo con una sonrisa.
-¡Adiós, chica bonita!- gritó el menor agitando su mano. Nari hizo lo mismo y antes de entrar a su casa observó la motocicleta.
-¿Por qué la estacionó aquí? ¿Qué quiere de mí?- lloriqueó entrando a su hogar.
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HORAS DESPUÉS DE EMPEZAR A TRABAJAR, el jefe de Nari la había dejado a cargo del cierre de la tienda y de dos infantes que no se marchaban todavía, el niño le pedía varios cómics a la castaña mientras que a la niña sentada en su regazo le hacía un lindo peinado.
De pronto escuchó su tono de llamada alertándola pero debido a que sujetaba a la pequeña no pudo contestar.
-¿Quién es? ¿Eres un chico?- escuchó la voz de Soobin, el pequeño había contestado la llamada luego de sacar el celular del bolsillo de la mayor.
-¿No es este el teléfono de Yoo Nari?- preguntaron confusamente.
-Nari noona está buscando unos cómics para mí.- respondió Soobin. -¡Y unnie me está peinando!- murmuró Na-eun riendo tiernamente.
-Soobin, cariño. Devuélveme el celular. ¿Na-eun? Princesa, puedes bajarte por favor.- preguntó con dulzura.
-Hablamos con un chico. ¿Es tu novio, noona? ¿Te gusta? ¡Yo quiero ser tu novio! ¡Quiero tu broche, unnie!- dijeron los niños gritando, Yoo se desconcertó por las respuestas de los menores.
-¿Novio? ¿De qué hablan...- logró tomar su teléfono una vez Na-eun bajó de su espalda y abrió sus ojos con sorpresa al ver el nombre de contacto. El principe de hielo la había llamado.
De inmediato cortó la llamada ruborizándose y dejando a un Lee Suho enternecido del otro lado de la línea.
-¡Ay no! No es mi novio, Soobin. ¿Que haré ahora?- se preguntó incómoda y los niños rieron, suspiró un par de veces y le devolvió la llamada.
-Hola.- escuchó la voz de Suho.
-Hola, lo siento. Colgué por error.- mintió negando con la cabeza.
-¿Y esos niños?- preguntó Lee con curiosidad.
-Los estoy cuidando. De hecho su mamá acaba de llegar.- miró a los niños quienes se despedían agitando su mano y su madre los abrazaba.
-¿Puedes salir un momento?- pidió el pelinegro.
-¿Ahora?
-Necesito mi chaqueta.- al oírlo Nari recordó que en el día lluvioso donde se encontraron, ella había ido a casa puesta la prenda del joven, y no se la entregó.
«Tonta, ¿por qué olvidaste dársela?» pensó queriendo golpearse.
-Ah, tu chaqueta. Te la entregaré, si. Nos vemos en el parque.- dijo rápidamente colgando la llamada.
Tomó las llaves de la tienda y cerró con seguro esta, corrió a su casa y subió las escaleras casi chocándose con su madre.
-Mi linda flor, ¿por qué vas tan apurada?- pregunto Eunha.
-¿Recuerdas la chaqueta enorme? ¿Sabes donde está?- interrogó la adolescente mientras que en su camino se ponía una gorra negra.
-Si, cariño. Está en tu armario.
-¡Gracias! ¡Te amo!- exclamó yendo a su habitación y buscando entre su ropa, al encontrarla la puso en una bolsa.
-¡Ya regreso! ¡No tardo!- aseguró la castaña a su madre, dejando un beso en su frente.
-¡Ve con cuidado!- pidió la mujer observando a su hija irse, deseando que llegara el día de la sorpresa que le tenía, de seguro se pondría feliz y pasaría más tiempo en casa.
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-¿Esperaste mucho?- preguntó Nari agachándose junto a Suho, quien veía al gatito que ella alimentaba en su camino luego del trabajo recientemente.
-No.
-Hola, pequeñito.- saludó al gato, el cual ronroneó y se acostó por las caricias de la fémina.
-El gato se acerca a ti. Conmigo fue desagradable.- comentó el mayor.
-Es serio con las personas, pero conmigo no. Suelo alimentarlo después del trabajo. Así que me quiere.- sonrió siguiendo con sus caricias al felino.
-¿Incluso eres buena con los gatos? También con todas las personas.
-Me sentí mal porque el gatito estaba solo y se comportaba a la defensiva.- se encogió de hombros.
-El gato es como yo.- musitó levantándose y la pequeña imitó su acción.
-Supongo que sabes que eres indiferente con las personas...- rió bajito y tomó su mano observando como aún no se borraba el corazón que le había dibujado.
-...Al menos tienes familia, pero ese gatito...- quiso continuar pero Lee habló antes.
-No tengo familia.
-¿Vives solo?- preguntó atónita, ahora entendía porqué había pasado su cumpleaños en la tienda con ella.
-Lo siento, no debería preguntar.- se arrepintió mordiendo su labio inferior algo nerviosa y soltando su mano.
-Está bien. ¿Porque llevas una gorra?- cuestionó mirando la prenda sobre su cabeza.
-Ah, si. Na-eun enredó mi cabello, supongo que me queda raro.- subió su mano con la intención de quitársela pero Suho la detuvo.
-No es raro, te queda bien.
Yoo sonrió apenada acomodando su cabello, de repente recordó la razón de su encuentro.
-Ten tu chaqueta y discúlpame por quedármela, la olvidé por completo.- le extendió la bolsa.
El mayor vio el contenido, recordando su excusa y luego cruzó su mirada con la de la chica, ignorando el ofrecimiento, puesto que aún no quería marcharse.
-Mira, hay una pelota de baloncesto.- dijo aproximándose al objeto, al tomarlo hizo varios trucos con esta, Nari abrió su boca en señal de sorpresa murmurando un wow.
-Eso no es nada.
-Esto es inesperado, pensé que sólo sabías estudiar.- dejó la bolsa en la banqueta a su lado y se acercó a él. -¿Puedes hacer una canasta?- preguntó emocionada.
Después de varios intentos, el balón estaba en poder de Nari ya que Suho no había podido encestar.
-Está desinflado, es por eso.- se excusó el adolescente.
-¿De verdad?- Yoo tomó impulso y lanzó el balón encestando con facilidad. -Increíble. ¡Pude hacerlo y soy más pequeña que tú!- exclamó felizmente.
-Fui capitán del equipo de baloncesto hasta el año pasado.
-¿Por qué ya no? ¿Te echaron porque no puedes encestar?- cuestionó la chica con diversión y carcajeó.
-Te desmayarías si me vieras jugar baloncesto.- alardeó el chico con superioridad intentando encestar nuevamente sin poder lograrlo.
El balón cayó del otro lado cerca de Nari, por lo que empezó a botearlo contra el piso, no obstante perdió el control de este y corrió para alcanzarlo, chocando con Suho al instante.
El chico la sostuvo entre sus brazos, y tal como aquel día en el autobús se unieron en un inesperado abrazo, la más bajita levantó su rostro para observarlo, y este volvió a acercarla, sin embargo, luego de unos segundos se separaron con nerviosismo.
-¿Cómo estuvo?- preguntó Lee en voz baja.
-¿Qué?
-El olor. Tengo un detergente nuevo.- mintió.
-Oh, si. Olía bien.- asintió sin creerle ni una sola palabra.
Después del momento, demasiado tierno para Nari, Suho la acompañó a casa, pues ya era tarde y su mamá la esperaba.
-Debería cuidar por ti la motocicleta. La devolveré.- se ofreció.
-¡No! No quiero que se peleen.- respondió algo temerosa.
-No pasará, descuida.
Nari le entregó las llaves y con una pequeña despedida entró a casa cerrando la puerta tras ella soltando un suspiro, ahora ya no tenía dudas.
Le gustaba Lee Suho, le gustaba su fría personalidad y que fuera bueno en la escuela, le gustaba que pareciera salido de un cómic y que los leyera con ella, le gustaban sus pequeñas sonrisas, sus pésimas mentiras y le gustaba que sólo fuera tierno y atento a su lado.
«Me gustas, Lee Suho. Me gustas mucho.»
HOLAAA, QUE LES PARECIÓ?
Cuál creen que es la sorpresa que le tiene la mamá de nari?
Mi nani ya aceptó sus sentimientos lloro, muchos momentos #suri re soft para que se preparen para los siguientes :').
este capítulo está dedicado a bbluedragon_ , gracias por todo tu apoyo y comentarios tqm. ♡
puse nuevos gráficos en los primeros apartados! y me encantaron jsjzj por si quieren ir a verlos u.u
+150 votitos para el próximo bebés, no se olviden de comentar tmb pq amo responderles, los adoro y gracias por las
+12k leídas y +2k votos, nos vemos!♡
-Lia.
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