01
Hogwarts; 21 de Enero, 1976.
—¡YA APURATE BLACK! ¡Llegaremos tarde por tu culpa!
Regulus rodó los ojos y abrió la puerta del baño, saliendo y cerrando la puerta de golpe. Miró a su amigo de mala gana.
—¡No me vuelvas a apurar Crouch! —decía mientras agarrabas su mochila donde tenía las cosas para las clases que tenía ese día—, tú siempre te despiertas tarde y nunca te recriminó nada...
—Mentira —Barty le apuntó con el dedo mientras que con su otra mano abría la puerta, empezaron a caminar en las escaleras—. Siempre me apuras con esa cara de viejo amargado que tienes.
—... Y ahora que yo me tardo unos minutos de más en el baño soy la razón por la que llegamos tarde cuando tu no te lográs despertar hasta una hora después —exclamó molesto.
Iban a cruzar la salida de la sala común hasta que a lo lejos pudieron escuchar la voz de su amiga llamándolos, pararon su pequeña discusión y la esperaron.
—¡Hola, buenos días! ¿Cómo amanecieron? —les preguntó Pandora, ahí empezaron a caminar de vuelta saliendo de la sala común con su amiga rubia siguiéndolos.
—Este idiota se atreve a apurarme para salir —el Black apuntó al castaño, Barty lo miró mal.
—¡Estabas tardando mucho! ¿Querías que llegáramos tarde? —Barty arqueo una ceja.
—Si alguien tiene que apurarme ese no eres tú —le apuntó con el dedo mientras caminaban por los pasillos de Hogwarts—, siempre te duermes tarde haciendo que te despiertes tarde y lleguemos tarde.
—Bueno... Reggie tiene razón Barty —dijo Pandora, sonriéndole—. Siempre te tardas para llegar a clase, y aparte todavía es temprano, no era tan necesario que lo apuraras.
Regulus suspiró ante su apodo. Solo dejaba que su amiga rubia la llamará así, porque detestaba qué lo llamarán Reggie, de niños su hermano solía llamarlo así para molestarlo y desde ahí empezó a odiar el apodo.
—¿Ósea que estás de su lado? Si, ya entendí Pandy, lo quieres más a él —Barty empezó con su drama. Regulus resopló.
—Y después me llamas a mi dramático —dijo Regulus—. La palabra hipócrita te queda perfecto en este momento.
Barty lo miró indignado y lo iba a contradecir pero por no fijarse por donde iba, choco con alguien, cayendo los dos al suelo.
—¡Lo siento! ¡Lo siento! —se disculpaba la persona, era una chica pelirroja que estaba de espaldas, se paró de golpe y le extendió una mano a Barty—. Siempre me pasa, soy distraída lo lamento ¿estás bien?
—Me di cuenta de eso —murmuró Barty, le acepto la mano y con su ayuda se levantó—. No te preocupes, estoy bien.
La chica se seguía disculpando pero Regulus notó que había desparramado sus libros al suelo, se dio cuenta que eran de ella porque Barty tenía mochila. Como la chica no se daba cuenta, Regulus agarró sus libros para dárselos.
—Oye —la pelirroja volteó y Regulus parpadeó dos veces.
¿Cómo no había reconocido su voz? Era la chica pelirroja no una pelirroja cualquiera. Era Faith. La chica que tanto la había cautivado en el tren.
Sí, el joven Black todavía se acordaba de eso, recordaba cada pequeña interacción qué tuvieron estos años. No eran muchas, la Scamander al ser tan sociable ni siquiera debería de acordarse de como se llama él.
—¿Si? —dijo Faith, antes de que pudiera entrar en trance al verla.
—Tus libros —Regulus casi se traba al hablar, le extendió los objetos.
Faith soltó un insulto que el chico no logró escuchar—¡Gracias! Ya me los olvidaba —rió distraídamente y llevo sus libros a su pecho.
Ella no tenía idea del efecto qué su risa le causaba. Logró qué su rostro serio –no tan serio desde que la reconoció– sonriera.
—¡Léa! —se escuchó un grito de una chica, la pelirroja volteó y Regulus miró a su dirección, la reconoció enseguida, Juliette.
—¡Ya voy, Lettie! —gritó la Scamander en su dirección y volteó a verlo—. Adiós, que tengan un buen día.
El Slytherin vio como la Hufflepuff se acercaba a su amiga, hubiera visto el como hablaban si no hubiera sido porque Barty le dio un codazo qué hizo que lo mirará.
Ya hasta se había olvidado que sus amigos estaban allí.
—Vamos idiota, entremos al comedor que después llegamos tarde porque te quedaste observando como estúpido a una chica —se burló Barty. Empezó a prácticamente arrastrarlo. Regulus sacó la mano de su hombro en un golpe.
—Se amable Barty —dijo Pandora—. Es la chica por la que Reggie está enamorado.
—¡Oh, cállense los dos! —exclamó molesto, se sentó en su lugar habitual en la mesa de Slytherin al igual que sus amigos, Pandora a su lado y Barty frente suyo, al lado de Evan que ya estaba allí desde hace rato.
—Hasta que llegan —les reprochó el Rosier—. ¿Barty otra vez los retrasó?
—¡Oye! Yo no los retrasó —Crouch se cruzó de hombros.
Los tres del grupo le miraron con una ceja alzada.
Barty resopló y empezó a servirse su desayuno. Nunca lo admitiría, su orgullo era más grande.
—¿Qué los hizo tardar? —preguntó otra vez Evan, mirando a su hermana. Regulus y Pandora se estaban sirviendo su desayuno.
—Lo que paso hermanito fue que chocamos con la chica que Reggie está enamorado y se quedó mirándola—dijo Pandora con diversión.
Regulus puso los ojos en blanco, Evan rió.
—¿la chica Scamander? —preguntó Evan.
—Sí, pero no estoy enamorado de ella —aclaró Regulus—. Sólo se me hace bonita, ni siquiera la conozco lo suficiente, apenas y tenemos conversaciones... Apenas y sabe que existo.
—Regulus ¿se te olvida que eres de la familia Black? —Pandora le habló con extrañeza—. Quién sea del mundo mágico y no te conozca vivió bajo una piedra.
—Al meno... debe de sabe... tu nombre, algo es algo... —Barty habló con la boca llena.
—Gran consuelo —dijo Regulus con sarcasmo—. Mejor hablen de otra cosa.
Pandora inició otro tema de conversación donde hablaba con Evan y Barty, Regulus sin embargo, no se interesó en integrarse, estaba bastante aburrido.
Claro hasta que notó a la pelirroja Scamander entrar. Estaba juntó con Juliette Malfoy. Ambas se sentaron en la mesa de Hufflepuff. Si bien, la Malfoy era Ravenclaw se sentaba seguido o en la mesa de los tejones o en la de Gryffindor, donde estaban sus demás amigos. Aunque lo último no lo había hecho desde que regresaron de las vacaciones de Navidad.
Ciertamente, había sido sorprendente que un Malfoy no fuera Slytherin. Juliette había sido la primera mujer Malfoy en generaciones y también en ir a otra casa diferente que no sea la de las serpientes. Al menos, para su família, era la segunda casa más "aceptable" así que por esa se la dejaron pasar.
Observó a la Hufflepuff, ella hablaba con su mejor amiga, Regulus pasaba el tiempo observándola en el comedor que era el único lugar dónde la podía observar sin que nadie le prestará atención.
¿Por qué lo hacía? Ni siquiera él lo sabía, pero ella sin duda tenía algo que le interesaba. Tal vez era su cabello ardiente cabello rojizo, sus bonitos ojos marrones, Regulus había escuchado por la gente que ese era un color más sencillo para los ojos y para nada llamativo pero podría desmentir eso con tal solo ver a esa chica, ella hacía que todo le quedará bien y perfecto. Tal vez fue su voz animada, su manera de ser, sus labios...
Regulus se daba cuenta de que a Faith le gustaba arreglarse, y sabía su labial favorito, lo sabía porque notaba que siempre tenía el mismo. Era uno rojo fuerte, siempre que sonreía se le notaba sus labios rojos...
Mientras la seguía mirando se dio cuenta de que nunca la había visto sin maquillaje. Incluso a los once años se pintaba un poco. Regulus sentía curiosidad de verla siendo solamente ella, claro no pensaba que arreglarse ni pintarse era algo malo, su amiga Pandora no se pintaba mucho y aún así era linda. Simplemente tenía curiosidad.
—Cuidado qué por poco se te cae la baba —se burló Barty, Regulus pestañeo y lo miró mal. Él junto con Evan rieron y Pandora intentó ocultar su risita.
—Qué graciosos —Black puso los ojos en blanco—. Recuérdenme el porque me juntó con ustedes.
—Porqué nos quieres —le apuntó Pandora.
—Tus padres dicen que somos buena influencia —le recordó Evan. Hasta él mismo se quiso reír de lo que dijo.
—Y porqué eres tremendo antisocial —finalizó Barty—, si no estuvieras con nosotros estarías todo el día solo.
—Nunca es tarde para hacer eso —murmuró Regulus—. Cualquiera querría estar solo antes que aguantarlos a ustedes.
No le hicieron caso y siguieron en lo suyo, antes de que Regulus pudiera seguir observando a la chica interesante, las lechuzas se adentraron al Gran Comedor.
—¿Un poco tarde, no? —dijo Evan, mirando a las lechuzas con extrañeza—. Suelen llegar más temprano.
—¿Evan, tú sabes el viento qué hay allá afuera? —le dijo Pandora en un tono de obviedad y reproche—. Las pobres lechuzas tienen que estar volando en medio del viento, es obvio que se iban a retrasar.
—De acuerdo, bien —alzó ambas manos—. No dije nada.
Los hermanos Rosier eran mellizos, pero no podían ser más diferentes. Aún así, se lograban llevar bien.
Una lechuza dejó frente suyo una carta, lo tomo en sus manos y reconoció el sello de su familia.
—¿De quién es? —preguntó Barty.
—Seguro es de mi madre —dijo, su padre casi nunca le enviaba cartas, si le tenía que decir algo su madre se lo comunicaba en su lugar o se lo decían juntos, sus primas casi nunca le escribían porque no tenía razones de hacerlo.
Una carta de Walburga Black podía significar cualquier cosa. No supo el porque pero tuvo el impulso de mirar otra vez a la mesa donde estaba Faith, y pudo ver que Juliette también había recibido una carta, que estaba leyendo juntó a la pelirroja.
Sin un buen presentimiento al respecto, Regulus abrió la carta y empezó a leerlo.
Regulus parpadeó, sin siquiera creer lo que había leído. Más bien, no quería creerlo.
—¿Qué dice? —preguntó Barty al ver la cara de su amigo.
—¡Regulus! —Pandora le chasqueo los dedos frente a su cara.
—Tiene que ser una maldita broma —se dijo a si mismo en voz alta. Ninguno de sus amigos lo entendió.
Pero su madre no hacía bromas, pensó, ella las detestaba. Walburga lo dijo enserio. Finalmente, le consiguieron una prometida.
Si bien, sabía que tarde o temprano le consiguirian una. Si no encontraba una chica sangre pura que le interese, sus padres se encargarían de conseguirla, todo para mantener la pureza de sangre y que el legado Black siga.
Sin embargo, nunca se imaginó que Juliette Malfoy sea la elegida por sus padres, pero ahora que se daba cuenta, tenía sentido. Se conocían, tenían la misma edad y venía de una familia respetable. Aparte, los Black y Malfoy se habían unido anteriormente con Narcissa y Lucius.
Salió de su trance cuando Evan le arrancó la hoja de su mano y empezó a leerla con Barty.
—¡Oigan! Métanse en sus asuntos, chismosos —arrugó el ceño.
Barty abrió la boca impresionado—¿Te comprometieron con la Malfoy menor?
—No, con Lucius —Regulus puso los ojos en blanco.
—¿Qué hicieron que? —indagó Pandora sorprendida, le arrebató la carta a Barty, este se quejó.
Cuando el azabache miró a su ahora prometida ella se dirigía a su mesa con los demás Ravenclaw mientras que Faith se dirigía a la de Gryffindor, sentándose con su hermano.
Se había olvidado de la Malfoy enseguida para mirar –una vez más– a Faith, charlando con Sirius. En algún momento de su primer año, se habían hecho amigos y con el tiempo se volvieron amigos cercanos. Si bien todos en Hogwarts sabían de la amistad entre los Merodeadores, también sabían sobre la bonita amistad que tenía la Hufflepuff con el Gryffindor.
Otra de las cosas que Regulus envidiaba de su hermano. Él podría hablar con Faith cuando quisiera y juntarse con ella cuando quisiera, hablar con ella era una costumbre de todos los días para él. Regulus también quería hablarle y abrazarle a Faith con naturalidad sin que se mirará raro. También quería estar con ella.
La diferencia entre los hermanos Black es que a Sirius no le importaba lo que su família pensará, no estaba interesado en seguir sus ideologías, no le importaba ser la decepción de su familia, no le importaba ser considerado traidor por juntarse con "gente indebida". Por eso había escapado de casa esa Navidad, regresando de las vacaciones con los Potter, su verdadera familia.
Pero a Regulus si, a él si le importaba lo que su familia y su madre pensarán de él, quería ser su orgullo, siguiendo todo lo que le decían sin cuestionar, porque eso era lo correcto para él. Siempre supo que lo prometerían con alguien y no negaba ante eso, así que no estaba enojado ni sorprendido, ya sabía que tarde o temprano le conseguirían alguna chica para que sea su esposa.
Era más fácil encontrar alguna por él mismo, tal vez una Slytherin de su año de familia respetable pero él no era sociable, la única chica que pensaba de ese tipo era Pandora, pero ella era su mejor amiga. Ni en milenios se casaría con ella, y estaba muy centrado en Faith por seis años para tomarse el tiempo para conocer a alguien. A pesar de notar que algunas chicas estaban interesadas en él, no les daba importancia.
Él suspiró pensando en todo y solo se centró en la conversación que tenían sus amigos en el desayuno, preparado para las clases que tendría ese día.
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