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El pene de Tzuyu estaba erecto, era muy placentero sentir la mano de Sana masturbarla, se sentía tan bien después de tanto, que estaba segura de que no podría aguantar mucho tiempo si Sana continuaba acariándola de esa manera.
Se sentía cerca del orgasmo, después de algunos minutos de matener ese ritmo suave, sentía que estaba por venirse, pero sabía que Sana estaba jugando con ella, alternaba la velocidad de su mano haciendo que el orgasmo de Tzuyu tardara más en llegar y Tzuyu sabía porqué la menor hacía eso, ella quería provocarla y realmente estaba funcionando. Tanto que Tzuyu sintió la necesidad de estar dentro de Sana nuevamente, comenzó a imaginar lo cálido y apretado que se sentiría follarla, sin duda iba a disfrutarlo.
Una vez más sintió la velocidad de la mano de Sana aumentar, definitivamente su orgasmo estaba a punto de estallar.
Tenía las manos pegadas a la cama y la cabeza hacia atrás mientras permanecía con los ojos cerrados disfrutando del tacto de la menor en su miembro.
Ese sentimiento de atracción le gustaba y seguía queriéndolo sin saberlo, era tan caliente, Sana lo hacía tan bien que Tzuyu quería llevarla al final y hacerla gritar toda la noche.
Sin poder retener más su orgasmo, Tzuyu dejó salir todos sus fluidos espesos y calientes en la mano de Sana. Fue un desastre para la menor intentar recolectar la muestra de espermas por la que inició todo, sin embargo, con esfuerzo lo consiguió.
Así que tomó la tapa del frasquito y lo cerró para dejarlo sobre la mesita de noche y apagar la luz sin esperar a que Tzuyu la tomara de las mejillas y plantara un beso desesperado en sus labios, Sana sonrió, al parecer lo había conseguido.
El beso que ambas compartían era bastante necesitado, pero a pesar del calor del momento, Tzuyu sabía que debía ser cuidadosa con su... Bueno, Sana no era su novia y hacían demasiado para ser simples amigas, no sabía como llamarle así que solo la llamaría su Sana, sí, ella debía ser cuidadosa con su Sana y con su bebé.
Así que la ayudó a acostarse de forma cómoda en la cama y se posicionó entre sus piernas frotando su miembro por encima del pantalón de pijama de Sana arrancándole un pequeño gemido, continuó frotándose de esa manera, ella también iba a jugar como Sana lo había hecho primero.
Era tan delicioso para la menor sentir el frote de ese duro miembro entre sus piernas, la quería dentro, lo necesitaba, porque llevaba días anhelando que eso sucediera, sentía su centro palpitar necesitado ante las caricias de Tzuyu y sus bragas se mojaban más a cada segundo que pasaba.
No podía aguantarlo más, Tzuyu solamente se frotaba por sobre su ropa y eso no era suficiente.
Así que decidió protestar.
—Ya no juegues— Jadeó la menor.
Y Tzuyu solamente sonrió deteniendo sus movimientos.
Sana iba a protestar de nuevo, no sabía porqué Tzuyu se detenía, sin embargo, entendió lo que pasaba cuando sintió sus pantalones de pijama ser retirados junto a sus bragas y posteriormente a Tzuyu volver a frotarse contra ella.
Era tan rico sentir sus pliegues ser separados con el duro miembro de Tzuyu, era delicioso como la mayor tentaba su entrada y presionaba su clítoris, tan fascinante sentir como finalmente Tzuyu se hundía en ella y la hacía delirar con sus suaves embestidas.
Realmente lo necesitaba.
Tzuyu era increíble, sabía complacerla muy bien.
Sus embestidas eran suaves, pero firmes, era demasiado exitante sentir a Tzuyu hundirse en ella.
Tzuyu se deshizo del resto de ropa de ambas y suavemente jugó con los pechos de la contraria, estaban más rellenitos a causa del embarazo y sus pezones erectos por la exitación.
El orgasmo de la nipona estaba cerca y eso podría convertirse en su nueva adicción, la forma tan fácil en la que Tzuyu la llevaba a esos extremos la volvía loca, la taiwanesa era realmente muy buena, definitivamente sabía lo que hacía cuando comenzó a moverse de forma circular hasta tocar el punto más sensible de Sana y hacerla venir sin previo aviso.
Y algo que Tzuyu no pudo evitar fue correrse junto a Sana mezclando sus fluidos con los suyos mientras la seguía embistiendo para ayudar a ambas a manejar el orgasmo que experimentaban, ese delicioso orgasmo que le arrancó un profundo grito a la más joven.
Sana estaba satisfecha, había deseado tanto este momento hasta que finalmente pudo conseguir que la mayor se lo diera.
Esto apenas iniciaba, Tzuyu había caído y Sana sabía que lo seguiría haciendo.
Se sentía bien a su lado, era cálido y cómodo dormir con ella de esa manera, así que tomando las sábanas Tzuyu cubrió a ambas para finalmente ceder al sueño al lado de su Sana.
Y tal como Sana lo quería, Tzuyu se encargó de complacerla a lo largo de varios días y semanas que posteriormente se convirtieron en meses, en los cuales, necesitó ser aún más cuidadosa con el embarazo de ambas para asegurarse de que todo fluyera de forma correcta, ella debía cuidar a su bebé, era su responsabilidad.
Sin embargo, no todo era color de rosas, ya que aunque entre ellas las cosas estaban yendo bien, WooShik por su parte continuaba poniendo nuevas excusas para no firmar, Tzuyu sabía que pronto perdería la paciencia, porque ese hombre estaba jugando con fuego al estarse negando a dar su firma aún después de varios meses, ella realmente quería ir en persona y obligarlo a firmar aquella acta que tanto necesitaba para al fin casarse con Sana. Porque Tzuyu no compartía, ella quería a Sana solo para ella, era su Sana y llevaba a su bebé en el vientre, odiaba saber que ella seguía legalmente casada con un hombre que no la merecía.
Sin embargo, Sana insistió en darle un poco más de tiempo, ella afirmaba que WooShik firmaría, solamente era cuestión de esperar, pero Tzuyu no quería esperar, ella no soportaba ni siquiera escuchar el nombre de ese tipo, pero WooShik realmente tenía suerte de que Sana le hubiese dado más tiempo, porque si por Tzuyu fuese, ese hombre ya estaría en la cárcel, justo donde se merecía pasar el resto de sus días.
Debería de hacer maratón?
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