MARATÓN 1/3

Dedicado a ElizaHernandez662 pituuu26 jiminxkooky senyekk heyy_itsv 314jimmin KOOKIMIN05 kfn6851lol

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Las sedosas hebras del cabello rojizo de aquella beta concubina se hallaban apresadas en el puño de la mano del rey, siendo tiradas bruscamente con cada embestida. Con desasosiego el gobernante descargaba su furia en el placer de la lujuria, su falo se enterraba en ella con facilidad. Era la tercera vez que la follaba en el día, la mejor puta de toda la corte, lástima que él ya estaba aburrido de ella y de su coño. 

Entre las cortesanas circulaban rumores, era bien sabido lo difícil que era complacer al rey, pero una vez ya habías recibido su pañuelo estabas condenada a abrirte de piernas sin rechistar, sí no debías mirarlo a los ojos y tenías que mantener tu vista clavada en el suelo mientras estabas junto a él, no se permitían gemidos o muestras de placer de tu parte, solo había un propósito y ese era complacer a su excelencia. Un trabajo difícil, pero la recompensa y los privilegios lo valían. 

Joyas, vestidos, oro, una posición beneficiosa y los lujos de ricos asegurados de por vida. Sí, no era tan malo cerrar los ojos y morderte la lengua mientras la bestia se desquitaba con tu cuerpo y te destruía el alma. 

— ¡Maldición! — tres estocadas más y su liberación nunca llegaba. 

Salió de ella dejándole un gran vacío, las rozaduras de sus pliegues por el sexo salvaje podrían llegar a hacerla sangrar probablemente y después de todo una beta nunca lubricaba lo suficiente. Era estúpido que lo siguiera intentando después de tantos años y tantos fracasos, de nada servía su harem de veinte mujeres si no lograban satisfacerlo.

Su cuerpo y mente debían de estar en paz y equilibrio con su lobo, pero esto no sería posible hasta que encontrara a su mate, solo con ella podría llevar a cabo ese deseo, solo con ella podría cumplir su deber, solo con ella podría tener herederos. 

— Largo beta.

La chica al fin pudo volver a respirar, apoyando sus codos en la mesa de cedro le fue difícil intentar ponerse de pie, pero debía marcharse antes de que su enojo fuera volcado de lleno en ella, recogió los retazos de lo que quedaba de su antiguo vestido destrozado por el rey, mantuvo su vista en las baldosas negras de la oficina real, podía asegurar que hoy estaba más de mal humor que de costumbre. 

La puerta fue tocada por tres golpes consecutivos y Jeon solo maldijo por tener que soportar a quien estuviese afuera, se dirigió a su reserva de whisky privada, esto merecía un trago para poder ser tan hipócrita como cortés. La beta concubina se largó como perro con el rabo entre las patas. 

Su fiel consejero hizo acto de presencia como siempre impecable, con su traje bien planchado y sin una arruga o pelusa en él, esta vez con un acompañante a su costado. Jungkook llevó el líquido ámbar a sus labios dejándose llevar por su familiar sabor, necesitaba como diez botellas más de estas para lidiar con todo. 

— Mi rey — aun de espaldas pudo deducir que su consejero estaba haciendo una de esas estúpidas reverencias de protocolo. 

— ¿Noticias? — eso era justo lo que lo tenía con el mal humor por las nubes, aún no sabía nada de su paradero ¿Había nacido ya incluso o simplemente estaba maldito?

— ¡Las mejores mi rey! 

Eso sí que le llamaba la atención, esperaba deleitar sus oídos con buenas nuevas. Se volteó viendo a Nam junto a la doctora Kwan, eso era un buen indicio. Esta rindió respeto ante él como le era de costumbre, él solo le respondió con asentimiento de cabeza. 

— ¿La encontraron? — sus palabras arrastraban una carga de emociones que no se permitía interpretar.

— Es mejor que lo vea usted mismo mi rey — hablo por fin Kwan. 

Sin decir más sus pies volaron prácticamente por los pasillos del castillo hasta llegar a un invernadero enorme con cúpula de cristal con diversas especies de plantas, pero la más importante se encontraba justo en el centro con sus hermosos pétalos violetas abiertos después de veintiséis largos años. 

— Ha florecido — la yema de sus dedos tocaron los pétalos aún húmedos con pequeñas gotas de sangre.

Se llevó los dedos a su boca probando por primera vez el sabor de lo prohibido, si eso sería su mayor prohibición y anhelo, no pasaría lo mismo de nuevo, la historia no pensaba repetirla. 

— ¡¿Quién es y por qué no está aquí justo ahora?! — bramó entre dientes.

— De eso vine a hablarle mi señor. 

— Habla de una vez Kwan, no tengo todo el puto día a diferencia de otros. 

— Preferiría hacerlo en privado, es un asunto delicado. 

Jeon suspiro con pesadez, lo que tenía que soportar, hasta lo más sencillo se le complicaba ante él.

— Está bien, regresemos a mi despacho. Namjoon ve alistando los preparativos. 

Cuando las puertas se cerraron, Kwan tomó asiento y Jungkook tomó su quinto trago de whisky, la conversación se puso en marcha. 

— Usted dirá.

— En efecto, la hemos encontrado, su muestra de sangre y la de usted fueron las únicas que hicieron la floración. Ella es una omega esclava, traje su expediente conmigo, de cierta forma nada más de verla intuí que era ella, se encuentra en la casa del Edén. 

— Buen trabajo — Jeon hizo el ademán de tomar el expediente de sus manos; sin embargo, esta lo retiro de su alcance. 

— ¿Qué más deseas?, sabes que saldrás bien parada de esto y que ya he sido muy generoso al olvidarme la falta que cometió tu hermano.

— Sé que ha sido usted muy generoso, su bondad no tiene precedentes — solo falacias lanzadas en el calor del momento — Lo que deseo no es gran cosa; sin embargo, tampoco es simple si fuera así, no se lo pidiera...

— Habla ya, me mareas con tanta palabrería y sé muy bien cuando me están haciendo la pelota.

— Yo también he tenido suerte con mi búsqueda gracias a la madre Luna, lo he encontrado, es un omega, un omega esclavo.

— Está prohibido, lo sabes. Es una regla impuesta desde hace siglos. Un omega y un alfa jamás serán pareja. Debes rechazarlo.

— ¡No lo haré!, ¡¿Acaso tú rechazarás a tu mate solo por ser omega?!

— Es lo correcto y yo siempre hago lo correcto y que no se te olvide a quién te diriges, soy tu maldito rey.

— No te daré la información mientras no me des lo que pido, ahora mismo ella ha de estar siendo obligada a abrirse de piernas para un alfa o varios, puede que para cuando la encuentres venga con premio cargado y tus planes retorcidos se te vayan a la mierda.

La sangre del rey hirvió por dentro ¡¿Cómo se atrevía esa insolente a amenazarlo?!

— Bien, solo puedes tenerlo de esclavo, que decidas follártelo es cosa tuya, pero debes casarte para mantener apariencias de preferencia con alguien de tu nivel. Te daré la autorización, pero él será eso, solo eso, tu esclavo. 

Ella dejó el expediente sobre la mesa para marcharse de esa habitación tirando la puerta con enojo. Ese no era su plan, pero todo había salido mal, quería ayudar, ayudarla a ella y a todos, pero no podía. Ella era su jodida mate, ni metiéndose bajo las piedras ocultaría ese hecho, y él, él era su mate, ese que amaba con una posesión que la hacía capaz de hacer cualquier cosa, incluso dar una vida por otra.

Continuará...

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