ep.25
Dos días habían pasado desde aquel anuncio y como era de esperarse la mayoría de las opiniones en las redes apoyaban a Biyin
—¡Por favor Psique!.— pidió Karchez
Había venido de sorpresa a mi casa, hoy era domingo así que ninguno de los dos tenía planes de prender directo
—Ya te dije que no iré a comer a tu casa.— respondí por quinta vez
Él se cruzó de brazos, aún seguía con la idea de querer llevarme a comer con su madre, eso me pondría en una situación incómoda
—Si vas te mandaré las capturas de mis conversaciones con Biyin.— condicionó y lo miré mal —Creo que yo debo ganar algo a cambio.—
—Por dios, no estás en condición de pedirme nada.— discutí
—Yo acepté porque pensé que si lo hacía me perdonarías pero ahora tengo mis dudas.— explicó —Así que decidí que por cada prueba que te dé tendrás que hacer algo.—
Negué rápidamente, eso no era parte de nuestro trato y se me hacía totalmente sucio
—Entonces me voy, suerte con todo.— caminó directamente hacia la puerta
—Espera.— me resigné —Iré por mis cosas y nos iremos.—
Karchez sonrió triunfador mientras yo solo suspiraba y me dirigía a mi habitación para tomar mi bolso, mi celular y mis llaves.
—Le diré a tu madre todo lo que me hiciste.— amenacé cuando regresé hasta donde estaba
—Deja de querer acusarme con mi mamá, ya estamos bastante grandecitos para eso.— suspiró quitandome mi bolso para ayudarme a cargarlo
Salimos de mi casa y empezamos nuestro viaje a su casa, decidimos tomar un taxi para no tardar tanto en llegar
—Llevarme a tu casa te costará más que solo unas capturas.— dije y él rió
—¿Qué más quieres?.— cuestionó sonriendo burlón
Lo pensé un poco, ¿qué más podría conseguir?
—Una grabación.— pedí y su sonrisa desapareció
—¿Crees que esto es una película de espionaje o algo así?.— preguntó —¿Me pondrás un micrófono oculto y me enviarás a hablar con ella?.—
—Eso no sería mala idea.— murmuré
Hubo un pequeño silencio, debía formular mejor mi idea
—Me refería a que la puedes llamar e intentar sacarle un poco de información mientras yo grabo.— expliqué mejor y él suspiró como si estuviera aliviado
—Eso suena más fácil que todo lo que me había imaginado.— exclamó y reímos
El resto del camino pasó solo con el sonido de la radio de aquel taxista, era como si hubiera algo que nos impidiera hablar, o al menos eso me pasaba a mí
Cuando llegamos simplemente bajamos, él pagó y caminamos para entrar a su casa.
—Antes de entrar.— me detuvo —Mamá quizás piensa que entre tú y yo pasa algo.—
—¿Y eso qué?.— pregunté sin entender
—Es la primera vez que la veo tan entusiasmada por alguien.— sonrió un poco —Posiblemente me odies en este momento y está bien pero frente a ella.. ¿podrías fingir que todo está bien?.—
Al ver su expresión me dí cuenta que realmente quería que su madre pensara que teníamos algo
—¿No te sentirías mal mintiendole a tu propia madre?.— pregunté
—Me sentiría peor si pensara que arruiné las cosas con la única chica que ella se puso feliz de conocer.— respondió
Lo pensé un poco y por fin entendí porque traerme era tan importante, por mucho que quisiera evitarlo debía ayudarlo esta vez
—Está bien, prometo no acusarte.— dije
—Gracias.— sonrió —No será tan difícil, solo será fingir como cuando estamos en directo.—
Asentí dandole a entender que estaba bien, de tanto fingir que las cosas estaban bien terminaría creyéndolo.
Ví que sacó sus llaves y abrió, ambos entramos.
—¡Pensé que tardarían más!.— la voz de la madre de Karchez retumbó —Estoy en la cocina.—
Sonreí algo nerviosa por todo, me sentía como si me estuviera presentando como su novia y por eso tenía bastantes sentimientos encontrados, imaginarme esto al principio hubiera sido increíble pero ahora era una mentira horrible
—¿Vamos?.— me sacó de mis pensamientos, asentí firmemente
Caminamos los pocos metros hasta la cocina, ahí estaba ella cocinando
—No sabía que preparar para ti así que hice lo primero que vino a mi mente.— dijo limpiando sus manos y abrazándome en forma de saludo
—No se preocupe, eso se vé delicioso.— halagué —Seguramente lo amaré.—
Ella sonrió y miró a Karchez
—Te dije que esta chica es una dulzura.— le dijo y él simplemente rió —Ahora tú irás por unas botanas mientras ella y yo nos ponemos al corriente.—
—Pero Psique es mi invitada, es mejor que me acompañe.— dijo
Negué rápidamente y ambos me miraron extrañados
—Obedece a tu madre.— exclamé y ella rió
—Ya la oíste, apúrate para que vuelvas rápido.— ordenó
Karchez bufó, sabía que no le quedaba otra opción así que se fué dejándonos totalmente solas. Estaba bastante nerviosa pero quería quedarme con ella para preguntarle algo
—¿Cómo te ha ido?.— cuestionó mientras se dirigía a apagar la comida que aún seguía en la estufa
—Bien afortunadamente.— respondí —Solo que he estado llena de proyectos.—
—Me alegra.— se sentó frente a una mesita así que hice lo mismo —Me preguntaba porque no salías tanto con mi hijo como antes, ví que ahora solo estaban juntos cuando hacían directo y me preocupé.—
Sonreí un poco, me hacía sentir totalmente aceptada
—Quisiera hacerle una pregunta.— cambié de tema y me miró atenta —La otra vez que vine, usted me dijo que Karchez era capaz de hacer cualquier cosa para conseguir sus metas mientras Carlos tenía valores y...—
—¿Te hizo algo?.— me interrumpió y negué de inmediato —Yo sé que contigo intenta dar su mejor versión, lo he notado.—
—Lo sé pero aún me quedó la duda; ¿a qué se refería cuando dijo eso?.— pregunté por fin
Ella rió un poco y yo solo esperaba su respuesta atenta
—Mi hijo no ha tomado buenas decisiones cuando se trata de su trabajo.— explicó —Nunca me gustaron algunas de sus amistades y cuando lo cuestionaba él solo decía que "se juntaba con ellos por sus números", no creo que eso sea de buena moral, uno no elige amigos por conveniencia y menos gente que su madre sabe que son tóxicos para él.—
¿Entonces solo se refería a eso? Cómo no lo explicó en esa ocasión dejé que mi mente conspirara con todo lo que estaba ocurriendo
—Tu dijiste que habías conocido a Carlos, la mejor versión de mi hijo.— recordó —Y yo no tengo dudas de eso.—
Ella lo veía con buenos ojos simplemente por ser la madre, si supiera en todo lo que estaba envuelto probablemente le daría una paliza
—Mi hijo te quiere.— siguió hablando —Lo noté por como se comporta cuando estás cerca, por como habla de ti y por lo tanto que se esfuerza por buscarte, él es muy flojo como para pensar en levantarse de la cama para ir a buscar a alguien sin embargo lo hace contigo.—
Ambas reímos, yo sabía cómo era Karchez respecto a sus horas de sueño, le gustaba dormir bastante
—Es impuntual para todo menos para lo que se relacione contigo.— aseguró —Una madre siempre hablará bien de su hijo pero esta vez lo hago porque siento que él se merece una buena niña como tú.—
Su sonrisa era totalmente sincera, eso me hacía feliz
—¡Volví!.— gritó Karchez y de inmediato apareció en la cocina —Fuí a la tienda más cercana, sabía que estarían hablando de mí.—
—Que egocéntrico.— murmuré —No eres el centro del universo.—
Su madre rió de nuevo y él fingió estar dolido, sin duda convivir con ambos en esta comida sería interesante
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