Abrí un poco la puerta de mi setup para tener una vista clara de Karchez, él estaba en el sofá sentado, parecía perdido en sus pensamientos.

Suspiré recargandome en la pared, ¿Qué debía hacer ahora?, me había besado por su maldito jueguito y lo peor es que fué inevitable no sentir las famosas mariposas en el estómago, sabía que muy en el fondo quería seguir creyendo que él no estaba jugando conmigo

—¿Psique?.— escuché su voz fuera de mi setup —La tormenta bajó, creo que es mejor que me vaya.—

Salí y lo miré, tenía una mueca un tanto triste que hizo que mi corazón se encogiera

—Perdón por las molestias, fuí totalmente abusivo y me excedí.— dijo apenado —Realmente lo siento Psique, no quería hacerte sentir incomoda.—

Yo no dije nada, solo bajé un poco la mirada, él solo suspiro

—Está bien, solo me tomó por sorpresa.— exclamé mirándolo

Le ofrecí mi mano y Karchez la tomó de inmediato

—No estoy acostumbrada a ese tipo de muestras de cariño.— justifiqué mi actitud —Además es raro ser besada por un amigo.—

Él sonrió un poco así que por inercia también lo hice

—Tengamos una cita.— ofreció y lo miré sin entender —Ya sabes, no solo como amigos.—

Mi sonrisa se borró, él iba cada vez más rápido con su estúpido plan, debía aprovechar esta oportunidad

—Está bien.— accedí volviendo a sonreír —¿Mañana?.—

—No, en este momento.— corrigió

—Estamos en mi casa y hay una lluvia horrible afuera.— recordé y él rió

—La lluvia ya no es tan intensa.— dijo

—¿Y cuál es tu plan?.— pregunté intrigada

—Hagamos algo para cenar.— exclamó —Y después nos sentamos a ver una película o a jugar videojuegos.—

—¿Eso es una cita para ti?.— cuestioné riendo y él asintió —Hagamoslo entonces.—

Caminamos aún con nuestras manos juntas y fuimos directamente a la cocina

—No tienes casi nada.— se burló cuando abrió el refrigerador

—Es que a mí no me hace las compras mi mamá.— me defendí y escuché una carcajada de su parte —Si no te gusta puedes comprarme mi despensa.—

Con lo que tenía empezamos a cocinar, aún no éramos los mejores haciéndolo pero estaba siendo bastante divertido

—Tienes algo en la cara.— dijo mirándome

—¿Dónde?.— pregunté

Se acercó y besó mi mejilla, yo sentía como me empezaba a sonrojar. No quería que él tuviera tanto control sobre mis emociones pero inevitablemente pasaba

—Tu también tienes algo en la cara.— dije y pude ver como acercó su rostro

Rápidamente tomé un poco de harina y se la embarré en toda la cara

—¡____!.— se quejó limpiándose y yo no podía parar de reír

—Luces bien así.— dije riendo aún

Él tomó harina y me la tiró en el cabello

—¡Oye! Ahora tendré que bañarme y hace frío.— me quejé y él empezó a reír

—Le hice un bien al mundo, gracias a mi conocerás la ducha.— se burló

Tomé un huevo que habia cerca y se lo estrellé en la cabeza, él se quedó inmóvil

—Por si te faltaban huevos.— esto ya era personal

Karchez tomó todo lo que quedaba de la bolsa de harina y me la tiró encima

—No se me ocurrió una buena frase pero te mereces eso.— dijo burlón

—Dijiste que casi no tenía comida y desperdiciamos en esto.— recordé y él rió —No es gracioso.—

—¿Y si pedimos algo?.— preguntó y me crucé de brazos —Tu eliges.—

Lo pensé un poco, supongo que era justo por como me tiró la harina encima

—Aunque tu hayas iniciado esto.— murmuró y lo golpeé levemente

Cuando me movía un poco sentía la harina en todo mi cuerpo, esto era incómodo

—Iré a bañarme.— avisé —Pide pizza hawaiana, sin piña.—

—Como órdenes.— sonrió —Pero será con piña.—

Lo miré mal y él solo rió, sabía que solo quería molestar. Caminé directamente al baño para empezar a ducharme.

Pasaron varios minutos y yo ya estaba lista, quería tardarme lo menos posible para no dejar a aquel chico solo

Cuando salí ya con mi pijama puesta pude verlo en el sofá jugando con su celular

—Ya pedí la pizza.— contó al verme y se levantó para acercarse —Necesito lavar mi cabello, siento que se pondrá asqueroso por el huevo.—

—Vamos, te enseñaré dónde.— dije y él asintió

Fuimos directo al baño, él simplemente me miró

—Solo me lavaré el cabello, me duché antes de venir.— avisó —Además no traigo más ropa y no creo que la tuya me quede.—

Asentí, sabía que tenía razón.

—¿Me ayudas?.— preguntó y lo miré sin entender —¿No has visto como los lavan en las peluquerías?.—

—Si pero no creo que pueda hacerlo bien.— reí nerviosa —Imagina que el shampoo te entra a los ojos y te duele.—

—Hazlo, no me importa.— pidió de nuevo

Se sentó y por su altura le daba un alcance perfecto al lavabo, se recostó ahí y yo reí

—Te pondré una toalla para no mojarte la ropa.— indiqué y accedió mientras yo tomaba la toalla para acomodarla sobre él

Tomé un poco de agua para empezar a calentarla y lavar su cabello, esto empezaba a ser divertido al ver sus caras, tenía los ojos cerrados mientras yo lo limpiaba.

Por un momento olvidé todo, Karchez siempre parecía ser tan transparente conmigo, ya le había tomado cariño.

Unos minutos después ya había terminado, él se levantó y le pasé otra toalla para que se secara su cabello, él solo sonrió.

El timbre sonó

—Iré a abrir, seguramente es la pizza.— dije y él asintió mientras secaba su cabello con la toalla

Salí de ahí y fuí directamente a abrir, miré sorprendida a aquel chico con gafas que estaba parado ahí

—Perdón por la hora Psique, estaba cerca y pensé en pasar a visitarte.— sonrió, estaba mojado por la lluvia

Sentí que alguien puso su mano sobre mi hombro, miré de reojo y estaba Karchez

—¿Qué haces aquí tan tarde Axozer?.— cuestionó

—¿Por qué están mojados ambos?.— cuestionó sin entender —Un momento, ¿qué está pasando?.—

Ambos me miraron y por alguna razón sentía que si no pensaba en algo las cosas saldrían mal