ꕥChapter 2.4: Máscara.
Por más que lo intentara, detener el tiempo era imposible. Los días avanzaban con su curso normal, y Taehyung se sentía cada vez más agotado, corriendo sin descanso para mantenerse al ritmo de la vida. Se preguntaba cuánto más tendría que esperar para que todo encontrara su lugar, para que su mundo dejara de tambalearse. ¿Cuánto más podría soportar este peso abrumador que parecía crecer con cada paso? La incertidumbre se cernía sobre él, y la esperanza de hallar un respiro se desvanecía con cada latido de su cansado corazón.
Jamás se imaginó que llegaría el día en que se convertiría en Kim máscara encantadora Taehyung. Bien dicen que nunca hay que hablar antes de tiempo, porque uno nunca sabe cuándo podría encontrarse en la misma situación. Estaba convencido de que había algo malo en él, porque no es que sus compañeros fueran difíciles de tratar, el problema residía en sus propias inseguridades. Sentía que su incapacidad para abrirse y ser auténtico con los demás lo aislaba. Era como si estuviera atrapado en una prisión invisible, creada por sus propios miedos y dudas.
Cada día, esa sensación de tristeza se hacía más pesada en su pecho, especialmente al ver que sus compañeros le tenían aprecio. Ese reconocimiento y estima que le brindaban solo aumentaban su angustia, pues temía no ser capaz de corresponder a esos sentimientos de manera genuina. La lucha interna por superar sus inseguridades y derribar las barreras que él mismo había construido se volvía más intensa con cada sonrisa falsa y cada palabra dicha sin convicción.
Wooshik era la persona con la que más tiempo pasaba. Desde el principio, el castaño había hecho un gran esfuerzo por hacerse un espacio en su vida, y aunque Taehyung debía admitir que le tenía cierto cariño por todo su esfuerzo, no podía engañarse a sí mismo. Era evidente que el vínculo entre ellos no era tan especial como él había esperado que fuera luego de todo este tiempo.
—Acaban de informar que el profesor de biología tuvo que retirarse por motivos personales, así que la clase se cancela —anunció uno de sus compañeros. La noticia provocó una oleada de júbilo entre todos, que celebraron entusiasmados por el inesperado tiempo libre.
Taehyung no compartió el entusiasmo de los demás; a diferencia de ellos, él lamentaba perderse una clase. Suspiró suavemente y sacó su celular para responder los mensajes de su novio, aprovechando también para informarle que tenía un periodo libre. Una vez terminó, guardó el móvil y se puso de pie, llamando la atención de Wooshik.
—Voy a ir por un jugo, ahora regreso —dijo, esbozando una suave sonrisa, esperando que el otro solamente asintiera y lo ignorara. Sin embargo, para su sorpresa, Wooshik se levantó de inmediato.
—Te acompaño.
No tuvo más opción que aceptar, ya que no se le ocurrió una excusa válida para negarse. De todas maneras, estar con Wooshik siempre era más sencillo que tener que lidiar con todos los demás. Al menos sabía que Choi solo se pondría a hablar como de costumbre, y él solo tendría que escuchar.
Después de informar a sus compañeros que regresarían en un momento, ambos chicos salieron del aula.
—¿A dónde vamos? —preguntó Wooshik, caminando al lado de Taehyung.
—La máquina expendedora de la entrada es la única que vende jugo verde.
Wooshik asintió, volviendo a dirigir su mirada hacia adelante.
—Me sorprende mucho el compromiso que tienes de ser vegano. Una vez intenté convertirme en vegetariano, pero no me había percatado lo mucho que me encantaba la carne hasta que me privé de ella —declaró abochornado, logrando arrancar una sonrisa en Taehyung—. A veces me siento un poco mal, porque amo mucho la naturaleza y quiero hacer todo lo que esté en mis manos para cuidarla, pero... no puedo dejar de comer animalitos.
El comentario de Wooshik conmovió a Taehyung profundamente, pues percibió la sinceridad en sus palabras y el auténtico pesar que expresaba.
—Entiendo que muchas veces pueda resultar difícil entrelazar el amor por la naturaleza con las decisiones que tomamos sobre nuestra alimentación. Estás en un viaje único hacia un estilo de vida más consciente y sostenible. Cada pequeño cambio que haces importa, ya sea reduciendo el consumo de carne, eligiendo opciones más éticas o apoyando prácticas de vida más sostenibles. Es un proceso que lleva tiempo y no hay una única manera correcta de hacerlo. Lo importante es que estás aquí, siendo consciente de tu impacto y buscando maneras de hacer una diferencia. Eso es algo digno de admirar y apoyar, así que no deberías ser tan duro contigo mismo.
Wooshik se mostró sorprendido, un destello de alegría iluminando sus ojos antes de que estos desaparecieran cuando su sonrisa se ensanchó. Ver esa reacción en él generó un sentimiento de calma en Taehyung, algo que no había experimentado en semanas. Tal vez él también debería dejar de ser tan crítico consigo mismo y confiar en que, eventualmente, podría establecer una conexión genuina con su compañero.
—Gracias, eso me hace sentir mejor. Déjame invitarte el jugo como agradecimiento —expresó con alegría cuando llegaron a la máquina. Taehyung intentó negarse, pero como era habitual, Wooshik no le dio oportunidad y él se resignó—. Aquí tienes, compré uno para mí también. Tal vez no logre dejar la carne por completo, pero me aseguraré de comer lo más saludable posible. Aprenderé mucho de ti.
—Está bien —aceptó Taehyung con una sonrisa, abriendo su jugo y dando un sorbo.
En lugar de regresar al aula, Taehyung se dejó llevar por Wooshik, quien sugirió dar un paseo por la facultad. No le pareció una mala idea, pues anhelaba disfrutar de un momento de tranquilidad antes de enfrentarse nuevamente al abrumador peso de la socialización. Durante el paseo, escuchó atentamente todo lo que Wooshik compartía, limitándose a asentir con la cabeza o dar respuestas breves antes de que él retomara la conversación, impidiéndole decir algo más.
—¿Cuándo vas a almorzar con nosotros? Siempre nos dejas por tu novio; todos estamos curiosos por conocerlo. Deberías invitarlo.
Genuina sorpresa se reflejó en el rostro de Taehyung, ya que no esperaba que sus compañeros mostraran tanto interés en él como para querer conocer a Jungkook. Esto le generó una sensación de pesar en el corazón, pues anhelaba poder sentir el mismo interés por ellos, pero hasta ese momento le había resultado difícil.
—Lo comentaré con él para que pueda presentárselos —dijo con una suave sonrisa, porque pensar en su novio siempre le levantaba el ánimo.
—¡Excelente! —exclamó el otro con emoción, pasando su brazo por los hombros de Taehyung para seguir caminando juntos—. ¿Llevan mucho tiempo juntos?
—Tres años.
—¡Wow! Eso es mucho tiempo, se nota que lo quieres bastante. Tu semblante cambia cuando hablas de él. Ahora estoy más emocionado de conocer a la persona que logra poner esa expresión en ti.
Taehyung se sintió un poco abochornado, pero al mismo tiempo feliz de que su amor por Jungkook pudiera reflejarse en su expresión. Durante mucho tiempo se había sentido abrumado por no poder corresponder al cariño de su novio de la misma manera. Sin embargo, gracias a Jungkook había comprendido que su forma de expresar el amor no tenía por qué ser idéntica para ser igualmente válida y profunda.
—Sí, lo quiero muchísimo —murmuró para sí mismo, manteniendo esa sonrisa y sonrojo en su rostro.
Continuaron su paseo, regresando a la entrada del edificio para volver al aula. Sin embargo, antes de poder entrar, se detuvieron al encontrarse con cierto azabache que apareció frente a ellos. La expresión de Taehyung se iluminó inmediatamente con una amplia sonrisa al ver a Jungkook. Sin embargo, su alegría se desvaneció al notar la seriedad en el rostro de su novio, lo que le hizo fruncir el ceño confundido.
La mirada de Jungkook fue primero hacia su novio, luego al chico a su lado y al brazo que rodeaba con firmeza los hombros de Taehyung. Inconscientemente, su lengua presionó el interior de su mejilla, reflejando su molestia.
—¿Qué haces aquí? ¿Está todo bien? —preguntó Taehyung con preocupación, sorprendido por la presencia de su novio ahí.
Pensó que quizás Jungkook había venido a verlo, pero la seriedad en su mirada le hizo dudar al respecto. Se acercó a él y acarició su mejilla, notando cómo la tensión en su rostro se disipaba al instante. Jungkook negó con la cabeza suavemente, luego se inclinó para besar los labios de su desconcertado novio, sonriéndole con ternura porque lo amaba demasiado.
—Solo quería verte. Salí antes de clases y vi tu mensaje, así que quise sorprenderte. ¿Estabas ocupado? —preguntó, tomando un mechón del castaño cabello de Taehyung para colocarlo detrás de su oreja, mientras su mirada se desviaba hacia el chico que había permanecido detrás de ellos.
—Oh, no. Solo salimos a caminar un poco. Ven, te presentaré —dijo con una sonrisa, tomando la mano de este y llevándolo hacia donde Wooshik estaba—. Este es mi... amigo, Wooshik —dijo, señalando al mencionado, quien asintió con una sonrisa—. Y él es mi novio, Jungkook —añadió con alegría, mirando al azabache a su lado.
—Justo estábamos hablando de ti. Taehyung siempre sonríe mucho y sus ojos brillan cuando te menciona. Me estaba contando lo mucho que te quiere.
La declaración sorprendió a Jungkook, quien volteó rápidamente hacia su novio y lo encontró completamente sonrojado por haber sido descubierto. Esta adorable imagen lo hizo sentirse completamente relajado. Con una sonrisa, suavemente acarició la mejilla de Taehyung con una mano.
—Yo también lo quiero mucho —murmuró con cariño—. Es un placer conocerte, Wooshik. Tae me ha hablado también de ti; gracias por cuidar de él.
—Para nada, Taehyung es un chico increíble. He aprendido mucho de él estos días y estoy agradecido de haber encontrado un buen amigo.
Taehyung luchó por mantener una sonrisa en su rostro, aunque el pesar y la culpa llenaban su corazón al darse cuenta de cómo su compañero lo percibía. De reojo, observó a su novio, y la mirada de orgullo que recibió de su parte solo intensificó su malestar. Hizo un esfuerzo por ocultar la incomodidad que sentía en ese momento, no queriendo que Jungkook notara que estaba ocurriendo algo.
—Me iré primero —escuchó a Wooshik decir, lo que generó un profundo alivio en su interior—. Nos vemos en el salón. Ha sido un placer conocerte, Jungkook —se despidió con una sonrisa, que Jungkook devolvió cortésmente.
—Igualmente.
Sintió cómo la tensión abandonaba su cuerpo cuando Wooshik desapareció en el interior del edificio. Dirigió la mirada hacia su novio, quien ya lo observaba de vuelta.
—¿Pasa algo? No parecías bien cuando llegaste —inquirió Taehyung con preocupación, llevando su mano hasta la mejilla del otro para acariciarla con suavidad, sin olvidar la expresión que Jungkook tenía cuando lo encontró.
—No es nada, solo quería verte —prometió, cerrando los ojos para recargarse en el tacto contrario—. Tu amigo no tiene aspecto de hippie, me sorprendió.
El comentario le hizo poner los ojos en blanco y bufar ligeramente. Quiso dar un paso hacia atrás, pero Jungkook lo sostuvo firmemente, impidiéndole alejarse de él, mientras era inmediatamente aprisionado por sus brazos.
—Te dije que solo porque estudiemos una carrera ambientalista no significa que seamos hippies. ¡Yo ni siquiera soy uno! —exclamó con frustración, negando con la cabeza resignadamente al escuchar la risa de su novio, sabiendo que no tenía sentido seguir corrigiéndolo cuando después de tres años juntos no había servido de nada hacerlo—. ¿No deberías volver a clase? —preguntó en cambio, logrando que Jungkook se apartara un poco para mirarlo a los ojos.
—Sí, solo quería venir a verte un momento. Te extrañaba —dijo con tanto amor en su voz y en sus ojos que Taehyung sintió cómo el mundo a su alrededor se desvanecía, quedando solo el calor de ese sentimiento. Si su novio no lo estuviera sosteniendo, podría haberse derretido en ese instante.
Lo miró con una mezcla de sorpresa y ternura, su corazón acelerándose ante la intensidad de sus palabras. Una sonrisa se dibujó en su rostro, mientras un leve rubor coloreaba sus mejillas.
—Nos vimos esta mañana —respondió suavemente, incapaz de ocultar la felicidad que Jungkook le provocaba.
—Ah, sí. Suena a una eternidad.
Jungkook solía ser así de dramático, pero Taehyung debía admitir que eso era una de las cosas que más le encantaban de él. La sinceridad y el profundo amor en las palabras de Jungkook se percibían claramente, generando una calidez intensa que recorría cada rincón de su ser. Estaba profundamente enamorado de este chico, y ese sentimiento lo llenaba de una dicha incomparable.
Se inclinó hacia él y lo besó. Cuando sus emociones se volvían abrumadoras y las palabras no eran suficientes para expresarse, rogaba a la madre naturaleza que le permitiera transmitir todo su amor en ese simple gesto. Jungkook lo sostuvo con firmeza, correspondiendo al beso con igual pasión. A ninguno de los dos les importaba el lugar en donde se encontraban; en ese momento, el mundo exterior desaparecía y solo existía el anhelo de permanecer en los brazos del otro.
Sin embargo, Taehyung sabía que si no detenía a su novio pronto, no tendría tiempo de regresar a clases. Con un pesar indescriptible, se obligó a separarse, sus labios dejando un último rastro de ternura en los de Jungkook. Ambos respiraron profundamente, sintiendo aún la calidez del otro mientras intentaban regresar a la realidad.
—Tienes que volver, te veré a la salida —declaró con suavidad, soltando una leve risa al ver el puchero que Jungkook formó. Siempre le resultaba adorable que, a pesar de su apariencia de chico rudo, podía mostrarse así de tierno.
—Está bien, vendré por ti más tarde —asintió con pesar, inclinándose para depositar un beso en la frente del castaño y luego otro más en sus labios—. Te amo.
Taehyung le sonrió ampliamente, sus ojos brillando con un amor inmenso.
—Yo también te amo.
El resto del día fue más llevadero gracias a la energía que la presencia de su novio le había proporcionado. La convivencia con sus compañeros también resultó más agradable, quizás porque estuvieron hablando de Jungkook, lo que le permitió relajarse. Al parecer, Wooshik les había contado que se lo había presentado, y ahora todos estaban curiosos y emocionados por conocerlo también.
Aunque le alegraba el interés que mostraban, tenía que admitir que un ligero pesar oprimía su corazón. No se sentía listo para presentar a su novio, no porque no quisiera, sino porque sabía que, al hacerlo, Jungkook sin duda notaría la incomodidad que él sentía con sus compañeros. Si fingir frente a Wooshik fue complicado, estaba seguro de que hacerlo entre todos sus compañeros le resultaría imposible.
Le dolió haber mentido al decirles que se pondría de acuerdo con su novio para almorzar juntos; realmente deseaba entender qué estaba mal en él. Todos habían sido tan amables durante este tiempo, pero él no lograba superar sus jodidas inseguridades.
Cuando las clases terminaron, se despidió de todos y salió apresuradamente del salón. Todo lo que deseaba era encontrarse con su novio y fundirse en sus brazos. Por eso, al salir de la facultad y ver a Jungkook recargado en su motocicleta, Taehyung corrió hacia él y se abrazó a su cuello con fuerza. La acción tomó por sorpresa al azabache, pero rápidamente colocó sus manos en la cintura de su novio, correspondiendo al abrazo mientras aspiraba su aroma a avena.
—Te extrañé —murmuró Taehyung contra su cuello, obteniendo una sonrisa de su novio, quien lo abrazó con más fuerza.
—No tanto como yo —respondió Jungkook, separándose ligeramente para depositar un beso en el pequeño lunar que estaba en la punta de la nariz de Taehyung—. ¿Nos vamos? Quiero llevarte a un sitio.
El menor asintió y dio un paso atrás, esperando. Jungkook sonrió con ternura y se giró para tomar el casco de Taehyung, que ya estaba en el asiento, y se lo colocó. Este gesto siempre le recordaba cuando se conocieron por primera vez; siempre le había costado colocarse el casco, por lo que siempre le ayudaba. Pero en realidad, Jungkook amaba hacerlo; porque incluso después de conseguirle un casco más fácil de abrochar, continuó haciéndolo por él. Se había convertido en una especie de costumbre entre ambos.
Una vez listos, subieron a la motocicleta y emprendieron camino. Taehyung se sintió emocionado; siempre le fascinaban los lugares a los que Jungkook lo llevaba. Además de que, más allá del destino, simplemente ser capaz de pasar tiempo con él era suficiente para hacerlo feliz.
Después de veinte minutos, finalmente llegaron a un lugar que Taehyung reconoció de inmediato. Era un mirador desde el cual se podía observar toda la ciudad. En las ocasiones anteriores que Jungkook lo había llevado, siempre había sido de noche, pero ahora, ver el paisaje pintado por el atardecer fue una experiencia completamente diferente y fascinante para Taehyung.
Se bajó de la motocicleta, y con ayuda de su novio, se quitó el casco. Caminaron hacia al borde de la baranda para observar mejor el paisaje.
—Es hermoso —murmuró Taehyung, fascinado por los tonos naranjas y rojos del cielo al atardecer. El sol descendía lentamente hacia el horizonte, tiñendo las nubes dispersas de dorado y rosa. Las luces de la ciudad empezaban a encenderse, creando un contraste mágico con el cielo en llamas y las siluetas oscuras de los edificios.
—Sí, muy hermoso —respondió Jungkook con la misma fascinación, con la diferencia de que su mirada estaba posada en él.
—Es la primera vez que venimos en este horario, la última vez que venimos también era de noche. ¿Fue antes de empezar las clases, cierto?
—Sí, fue cuando estabas desanimado porque te separarías de Yoongi.
Durante toda su vida, Taehyung y Yoongi habían compartido cada etapa juntos. La presencia del otro se había vuelto fundamental y natural para ellos. Sin embargo, cuando llegó el momento de ingresar a la universidad, ambos sintieron una profunda tristeza al darse cuenta de que no podrían seguir juntos. Sus sueños y metas para el futuro eran diferentes, lo que hizo inevitable la separación.
Estaban siendo muy dramáticos, eso seguro. Porque incluso aunque ya no fueran capaces de verse en la escuela, siempre podrían pasar tiempo juntos después de clases; al fin y al cabo, vivían muy cerca el uno del otro.
—Me había hecho la idea de que estaríamos siempre juntos. Nuestras madres son mejores amigas, así que estaban encantadas con la idea de que nosotros pudiéramos forjar un vínculo como el suyo, y siempre se aseguraron de que estuviéramos juntos.
—Ya, pero igual las cosas no cambiaron demasiado. Después de todo, incluso en el instituto ya no podían pasar tanto tiempo juntos debido a sus horarios.
—Es cierto, pero irnos juntos al instituto, almorzar juntos y regresar juntos a casa eran momentos que valoraba mucho y a los que ya me había acostumbrado. Aunque incluso ahora, hay días en los que al bajar a desayunar lo encuentro sentado en la isla de la cocina, disfrutando de su desayuno. Otras veces, al volver a casa, lo veo ayudando a mi madre a preparar la cena o durmiendo en mi cama —recordó con una sonrisa—. Creo que solo tenía miedo de que las cosas cambiaran; los cambios... pueden ser aterradores.
Sus palabras resonaron con un ligero pesar, revelando un trasfondo profundo y complejo en ellas. Para Taehyung, los cambios siempre habían sido una fuente de temor. La necesidad de adaptarse a nuevas circunstancias le imponía una carga abrumadora, como si cada transición añadiera un peso invisible pero palpable sobre sus hombros. Cada nueva situación requería un ajuste emocional y mental que lo dejaba exhausto, y esa resistencia al cambio no era simplemente una cuestión de incomodidad, sino una batalla constante contra la incertidumbre y el miedo a lo desconocido.
—Entiendo que pueda ser difícil, pero como te dije en esa ocasión, estoy seguro que el vínculo que hay entre ambos no es algo que pueda romperse o cambiar con facilidad. Independientemente de si el tiempo que pasan juntos se reduce, eso no cambiará el hecho de que los momentos que pasan juntos sean menos especiales.
Escuchar eso hizo sonreír a Taehyung, porque ahora era consciente de ello. Sabía que sin importar de las dificultades que atravesaran, la amistad que había forjado con Yoongi sería algo imposible de romper.
—Lo sé —aceptó el castaño, sonriendo con suavidad hacia Jungkook. Sin embargo, había algo extraño en la mirada de su novio que pudo percibir, por lo cual su ceño se frunció con confusión—. ¿Ocurre algo?
El mayor permaneció en silencio por un momento antes de esbozar una pequeña sonrisa. Le encantaba que su novio lo conociera tan bien, hasta el punto de percibir con solo mirarlo que algo no estaba bien.
—Te traje aquí porque quería decirte algo... —murmuró con pesar, soltando un profundo suspiro mientras su mirada se desviaba momentáneamente hacia el suelo antes de volver a encontrarse con los ojos de su novio—. La verdad es que hoy, cuando fui a verte durante tu hora libre y te vi con tu amigo, yo... me sentí celoso.
La sorpresa se reflejó claramente en la mirada de Taehyung, mientras una mezcla de incredulidad y confusión comenzaba a iluminar su rostro. Sus ojos se agrandaron y sus cejas se alzaron ligeramente, como si no pudiera procesar completamente lo que acababa de escuchar. La incertidumbre se dibujó en la curva de sus labios, y por un momento, pareció perdido en sus pensamientos, tratando de encontrar sentido a la confesión inesperada.
—¿Ah?
—Es la primera vez que me siento así. Nunca te había visto tan cercano a alguien más, aparte de Yoongi. Fue... impactante.
—Creo que te he demostrado lo mucho que te amo como para que te sientas de esa manera —respondió Taehyung con firmeza, acercándose a su novio para acunar su rostro con cariño—. Mis ojos están en ti.
Una enorme sonrisa iluminó el rostro del azabache. Con ternura, llevó sus manos para colocarlas sobre las de su novio, acariciándolas con suavidad.
—Lo sé, bebé. Yo también me sorprendí, y sentí que tenía que contarte esto porque quería decirte lo hermoso que eres... —La declaración sorprendió a Taehyung, quien optó por guardar silencio, dándole espacio a su novio para expresarse—. Sé que habrá muchas personas más que lo notarán, y por eso me siento honrado de que sigas eligiéndome cada día. Sentir celos fue extraño, pero me hizo darme cuenta de cuánto quiero esforzarme por demostrarte todo mi amor y por seguir a tu lado.
Si había algo que a Taehyung le encantaba, era la manera en que Jungkook era capaz de utilizar las experiencias negativas para mejorar. Había comprendido que la cuestión de los celos no es algo de lo que debiera preocuparse, que si su novio se lo estaba contando era solamente para reafirmar el intenso amor que le tiene. Al final de cuentas, conocía la madurez de Jungkook y confiaba en que era consciente de que su corazón solo podía pertenecerle a él.
—Eres un chico hermoso e increíble, que es capaz de superar sus dificultades con valentía. Estoy feliz de saber que encontraste a más personas que se percatan de eso. Le estuve rogando a la madre naturaleza que pudieras rodearte de personas buenas. Estoy feliz de que me haya escuchado.
La percepción que Jungkook tenía sobre él llenó su corazón de una intensa calidez. Aunque al mismo tiempo, se sintió mal porque sentía que él no estaba correspondiendo a eso, puesto que todavía había muchas inseguridades que no le permitían enfrentar la situación con valentía. No obstante, intentó enfocarse en los aspectos positivos y sonrió ampliamente porque le causaba ternura que Jungkook le rogara a la madre naturaleza.
—No hay nada que temer —murmuró Taehyung, juntando su frente con la del otro y cerrando sus ojos—. Eres todo lo que quiero, y yo también quiero esforzarme todos los días para que sientas que no hay nadie más en mi vida que pueda ocupar el espacio que tienes en mi corazón. Porque solo te pertenece a ti.
—¿Solo a mí?
—Solamente a ti.
Aquí estoy, perdón la demora. Mi día fue muy inestable.😅 Pero aquí tienen el capítulo de hoy, espero que les guste. Por favor, cuentenme que les pareció ver a Kook celoso por primera vez.😳 Sigo creyendo que es un encanto.💕
Hemos llegado a la mitad de la historia, les dije que sería cortita. Así que pronto vendrá la cuesta abajo asdfghjklñ. Bueno, volveré mañana, trataré de hacerlo tempranito. Hasta entonces, manténganse sanos. Besitos MUAAAA.🌷🫶🏻
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