𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 - 04
Vivir en una nación como lo era América podría ser una verdadera experiencia para aquellos turistas que iban al país para ver cómo era la vida cotidiana de las personas en un imperio continental. Tal vez no era la gran cosa, solo era un país más del montón, pero aún así generaba el morbo suficiente como para tener al menos más de veinte millones de turistas en los primeros trimestres de cada año, sin importar la época o la estación climática. Visitar el extenso Rio Hudson, o las cataratas del Niágara e incluso las ruinas del primer palacio imperial destruído después de las conquistas europeas en América. E incluso visitar el palacio Imperial en Washington D.C., un edificio enorme que se alza majestuoso a las laderas de una montaña y sobre las costas del lago Miyawaki. Un espectáculo para recordar.
Algunos visitantes corrían con la suerte de encontrarsen con alguna estrella de cine en las calles de la capital, o con algún deportista e incluso con miembros de la familia imperial, pero nadie, absolutamente nadie de las personas que estaban allí esperaban ver a la mismísima emperatriz T/n sentada en un puesto de comida callejera, comiendo una especie de rollo con arroz y verduras bañado en queso de origen Coreano, sola, sin su equipo de seguridad y con su mirada perdida en la jarra de jugo anaranjado frente a ella.
¿Qué tan normal era encontrarse con la misma emperatriz un día cualquiera?
Tal vez por eso el lugar estaba en completo silencio, con todas las miradas nerviosas sobre su espalda.
Tras un rato de estar masticando su bocado y de haber tomado un sorbo del líquido la azabache notó las miradas sobre ella, y con un gesto de sorpresa miró a las pocas personas allí, las cuales como una reverencia y una sonrisa apenada siguieron con lo suyo. T/n devolvió el gesto y luego miró el plato a casi acabar sobre la mesa.
¿Por qué estaba allí?
Tal vez después de haber escuchado semejante noticia por parte de Soojin la habían puesto pensativa, una visita diplomática, que para nada estaba establecida cómo se debía -legalmente- llegaría a su país en pocas horas. T/n estaba acostumbrada a recibir mandatarios extranjeros todo el tiempo, presidentes, secretarios, primeros ministros y embajadores de todo el mundo iban y venían en su agenda como los días de la semana, líderes religiosos e incluso un emperador -que ya no lo era y que había sido reducido a un mero símbolo nacional sin poder alguno- había estado en sus apocentos tan solo unos dos meses atrás. Entonces, ¿Cuál era la diferencia entre ellos y lo que se venía cuesta arriba?
Ninguna, de hecho era básicamente lo mismo, pero había una cosa que diferenciaba a Tzuyu del resto.
Qué, en resumidas palabras, era su ex novia.
T/n tragó el último rollo y dejó los palillos a un lado del plato, poniendo sus manos bajo su barbilla y los codos sobre la mesa, ignorando olímpicamente cualquier signó de etiqueta y educación a la hora de sentarse en la mesa. La azabache suspiró profundamente, llevando sus manos a los costados de su cabeza unos cuantos segundos después.
Sip, estaba estresada, ansiosa, y frustrada.
T/n no había visto a Tzuyu en ocho años, y por si fuera poco, la última vez que la vió las cosas entre ellas no habían terminado de la mejor manera, gritos, insultos y otras cosas más. La situación no era la mejor, y si en ocho años no había habido comunicación de ningún tipo entonces las cosas no estarían mejor que antes.
Pero si Tzuyu había dejado su silencio y aislamiento a un lado significaba que algo había sucedido y que necesitaba de ella.
Seguramente sería muy, muy incómodo.
Todos sus pensamientos quedaron de lado cuando su teléfono comenzó a sonar con su característico tono de llamada -que era una canción de su grupo kpop favorito- y lo contestó, llevándolo a su oído pocos segundos después.
—¿En dónde estás? -esa era Soojin notablemente preocupada por su repentina desaparición- Pusiste a todo el mundo de cabeza. El equipo de seguridad está a punto de cometer un suicidio colectivo.
T/n rió. —Diles que estoy bien, solo salí a caminar y comer algo del puesto que está cerca del palacio -dijo, luego escuchó como Soojin comunicaba su estado y posición a otra persona- ¿Pueden venir a buscarme? No quiero caminar~
—Un auto irá por ti en diez minutos, no te muevas de ahí por favor -pidió, luego rió- ¿Por qué te fuiste sin decirle a nadie?
—Necesitaba un poco de tranquilidad, y estar sola -respondió- Es una ciudad muy segura, por eso salí sola.
—Comprendo -habló la pelirroja- Te espero aquí, tu madre llegó de Seúl hace algunas horas, está ansiosa de verte.
T/n se sorprendió por la visita repentina de su madre. Y estaba a punto de responder algo pero los gritos de la pelirroja la interrumpieron, luego hubo silencio y seguida de una disculpa que terminó con la finalización de la llamada.
La azabache miró la pantalla de su teléfono oscurecerse lentamente.
—¿Qué mierda? -susurró está en español para que nadie la escuchará hablar semejantes cosas, luego una pequeña figura se puso junto a ella.
—Disculpe, majestad -la pequeña figura era una niña, de no más de nueve años de edad, la cual tenía las manos tras su espalda mientras se balanceaba de adelante hacia atrás nerviosa, T/n sonrió y se agachó al nivel de la niña- ¿Puedo pedirle un favor?
—Claro -dijo está- ¿Qué necesitas?
—¿Podría tomarse una fotografía conmigo? -pidió, señalando hacía atrás donde estaba una señora, muy seguramente su madre, con una cámara en sus manos, sonriendo apenada hacía T/n- Es que usted es muy bonita... Y yo... Yo quiero ser una princesa muy hermosa como usted -dijo.
T/n se sorprendió por las palabras de esta, pero aún así sonrió.
—El honor sería mío, pequeña princesa -respondió esta, luego se bajó de la silla y se agachó en el suelo para quedar a la misma estatura de la niña, luego la madre de esta subió la cámara y tomo la fotografía- ¿Te parece si posamos un poco?
Y tras muchas fotografías y varias poses un poco graciosas la pequeña sesión terminó.
—Cuando seas adulta y hayas estudiado con mucho esfuerzo, ve al palacio -al decir esto T/n le entregó su anillo, el cual tanto la niña como su madre observaron con sorpresa- Con esto sabré qué eres tú, entonces te nombrare una princesa pero más oficial, ¿Está bien?
—Esta bien -dijo la niña, luego abrazo a T/n repentinamente- ¡Muchas gracias majestad!
—El gusto es mío....
—Yuna, Shin Yuna -respondió esta.
—Entonces te veré en algunos años, princesa Yuna.
Luego cuando madre e hija se fueron, T/n notó que una pequeña multitud se había formado a su alrededor, todos ellos sonreían ante la tierna escena entre la niña y la azabache, algunos de ellos con sus ojos llorosos y otros con sus teléfonos en mano, grabando la interacción entre el par. T/n sonrió y luego miró su pequeño reloj de mano.
—Aún tengo cinco minutos antes de que vengan por mí -esta dijo mirando hacia la multitud mientras sonreía- ¿Alguien más quiere una foto?
Sobra decir que todo el mundo quiso una fotografía, incluso las chicas que atendían el puesto de comida aprovecharon la oportunidad.
Definitivamente T/n era una emperatriz muy genial.
Tan solo veinte minutos después T/n ya había llegado hasta su residencia personal, allí los guardas de seguridad que custodiaban la puerta de entrada le sonrieron a la azabache que con el mismo gesto devolvió el saludo. Esta camino por los pasillos del lugar en busca de ciertas personas especiales, y está, ya casi cuando estaba llegando a la cocina escuchó voces en el living principal, tras dar un par de toques en la puerta la abrió, encontrándose con una imagen bastante linda ante sus ojos, su madre, junto a su esposa y su hermana pequeña estaban jugando lo que parecía ser una partida de Monopoly.
—¿Hay lugar para mí? -dijo está recién entró.
—¡T/n!
Un par de saludos después...
—¿Por qué no me avisaron que iban a regresar antes? -preguntó está, mirando con reproche a su madre y a su madrastra- Y tú, Chaeyeon, te dejaré de llamar mamá por esto. Esto es traición.
Las dos nombradas rieron, alzando sus manos desentendidas.
—Le dije a Sakura que deberíamos de haberte avisado, pero ella insistió que no lo hiciera -respondió Chaeyeon- Y la verdad es que estaba demasiado cansada como para iniciar una discusión con tu madre sobre si sería buena idea o no el decirte que hoy regresábamos de nuestras vacaciones.
—Tampoco hiciste mucho esfuerzo en contradecirme -Sakura se defendió al acusar a su esposa, T/n rió y tiró los dados sobre el tablero, todo bajo la atenta mirada de la pequeña Charyeon- Le dió igual.
—Le dió miedo decirte algo -pero T/n salió en defensa de su madrastra, la cual agradeció con una sonrisa mientras sostenía las cartas del Monopoly- Si la regañas a ella como lo hacías conmigo entiendo el por qué mamá no puso algún inconveniente.
Luego, mientras su madrastra y su hermana jugaban, T/n miró a su madre mayor con un disimulado rostro de preocupación, Sakura notó la mirada de su hija, y con un pequeño asentimiento y una promesa de volver más tarde para seguir jugando está salió junto a su hija al pasillo, mirando hacía todas partes antes de hablar.
—Usualmente optas por guardar esas emociones solo para ti, pero suponiendo que me miraste así es por qué algo esta sucediendo y no sabes que hacer, ¿Verdad? -esta preguntó, T/n asintió- Entiendo, ¿Qué es lo que te preocupa, cariño?
T/n suspiró.
—Cuando... Cuando te fuiste... -esta comenzó- ¿Cómo actuaste cuando tuviste que volver a ver a mi padre después de tanto tiempo?
Sakura se sorprendió un poco.
—Pues... Trate de actuar lo más madura y responsable que podía fingir -respondió esta, T/n nuevamente suspiró- Si hay algo que caracteriza a la familia Miyawaki es la capacidad de actuar de una manera muy indiferente ante los problemas, lo mejor que puedes hacer es actuar con madurez, olvidar lo que sucedió con el pasado y demostrarle a "aquella persona" que sí pudiste vivir felíz y que saliste adelante e invicta.
T/n asintió, comprendiendo las palabras de su madre.
—Entonces dices que... ¿Lo mejor es ignorar lo qué sucedió en el pasado e iniciar de cero? -preguntó, Sakura asintió.
—De eso se trata la madurez, T/n, por supuesto que el dolor y los recuerdos perdurarán en ti hasta el último día, pero es cuestión tuya su decidir vivir con ese dolor eternamente o iniciar de cero -respondió ella- Cuando ví a tu padre morir olvidé que era un completo idiota, lo apoye y acompañe hasta que ya no pudo más. El simplemente se disculpó por todo lo que había hecho, y en ese momento, cuando le concedí ese perdón pude estar tranquila, y como no, iniciar otra vez.
Perdonar...
—Gracias por el consejo mamá -esta dijo, Sakura sonrió y le dió un corto abrazo, T/n correspondió el gesto con gusto- Trataré de dar lo mejor de mí para hacerte sentir orgullosa.
—No hay necesidad de que hagas eso cariño -respondió Sakura rápidamente- Tú ya me haces sentir orgullosa.
Luego del lindo momento T/n entró a la habitación, se despidió de su hermana y de Chaeyeon y salió de ahí.
—¿Qué harás ahora? Te noto algo tensa, incluso preocupada -preguntó la mayor. T/n sonrió con amargura.
—Debo de ir a hablar con mi chófer para que vaya al aeropuerto a recibir a alguien especial -respondió la azabache mirando hacía el suelo, luego alzó la mirada para ver el rostro confuso de su madre- Mañana tendremos a una visitante muy importante en el palacio.
—¿A quién?
—A la emperatriz de China.
Chaekura mis mamis 🛐
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro