Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

«Capítulo 11»

Creo que me quedé en shock por unos segundos mientras la mujer-serpiente emitía quejidos ahogados por la sangre que había comenzado a salir de su boca. Por otro lado, la mano que la había atravesado dejó de emitir esos rayos dorados y se retiró, dejando que el cuerpo de la criatura cayera inerte a mi lado en un sonido mudo que me saco de mi shock.

Estaba asustado por lo que miraba pero lo que me llamó aún más la atención fue ver que Amber estaba justo delante de mí. Me miraba con despreció mientras sacudía su mano para quitarse la sangre que tenía encima.

──Te lo había dicho, ¿no? ──dijo al mismo tiempo que los rayos dorados que habían emanado de su mano comenzaban a desaparecer──. Levántate y vámonos.

No puse ninguna objeción pero al intentar hacerlo todas mis fuerzas fueron mermadas por el dolor punzante en mi abdomen.

Amber me miró con molestia. Casi parecía que una herida como esa fuera cosa de nada y que yo fuera un quejica. Se acercó y de forma delicada comenzó a examinar mi herida.

Permaneció en silencio por varios segundos, como si estuviera pensando en abandonarme hasta que nuevamente habló:

──Dame ese trapo que tienes ahí ──dijo, señalando mi sudadera llena de lodo.

Asentí, extendiéndola. Amber la tomó y se fue directo a los árboles. Por un instante pensé que me dejaría ahí tirado pero al cabo de unos minutos regresó con algo verde entre las manos.

──Es un ungüento ──mencionó como si hubiera leído mis pensamientos──. Mi madre me enseñó a hacerlo en caso de heridas un poco profundas.

──¿Puedo saber de qué está hecho? ──pregunté, obteniendo una mala mirada por su parte──. Lo que sucede es que tengo un poco de alergia por...

──Escucha, la naturaleza está dentro de ti ──me dió una mirada severa──. Te protege otorgándote uno de sus elementos. ¿De verdad crees que ella te dañaría después de lo que te ha dado?

──Por si no te habías dado cuenta una de esas “criaturas de la naturaleza” intento matarme hace nada ──espeté, señalando con mi mano a la mujer-serpiente que seguía a mi lado. No lo había notado pero ya estaba comenzando a apestar.

──Esa cosa no es de la naturaleza ──dijo, comenzando a untar el ungüento en mi herida. Ardía──. Las úrsulas son... son sólo elementales que cometieron errores y fueron castigadas.

Miré a Amber con curiosidad. La úrsula que me había atacado fue alguien como yo que cometió un error, uno que debió de haber sido muy grave como para terminar convertida en... esa cosa tan horrible.

──Arde...

──Obviamente ──respondió, comenzando a pasar mi sudadera alrededor de mi abdomen──. Eso quiere decir que sí está haciendo efecto.

Amber comenzó a atar las mantas, apretándolas con fuerza para que no se desataran. Eso dolió un poco.

Ambos nos quedamos ahí por un buen rato. Ella me había dicho que teníamos que esperar a que hiciera un poco de efecto y, de esa forma, podría soportar un poco más el dolor.

El silencio era incómodo y lo era aún más teniendo a la úrsula muerta a mi derecha.

──Amber... ──ella me dió un pequeño sonido para que siguiera hablando──. ¿Por qué veniste? ¿No habías dicho que no era tu problema?

Sonaba tonto pero debía de haber una buena razón como para que haya venido por mí, además, solo había sido ella, no había rastro alguno de Evan o Adriel.

──No te lo tomes personal. Solo vine porque podrías traernos muchos problemas más adelante ──respondió con desdén, sin importarle mi estado──. Y también porque Adriel tiene un corazón bastante altruista para su propio bien. Fue él quien no quería que te pasará algo.

Dudaba de sus palabras pero al final le creí. No es que esperará que ella tuviera un poco de lástima por mí, pero quizá algo se hubiera removido dentro de ella como para querer ayudar a la chica (que al final sí terminó siendo un monstruo).

──Espero que hayas aprendido algo de esto ──me dijo, casi como cuando mamá solía regañarme después de haber hecho algo malo──. No te puedes confiar de todo lo que oyes o ves, siempre tienes que tener cuidado y cuestionarte las cosas. Allá afuera habrán cientos de cosas más atroces que las úrsulas que te engañaran de una forma que te hará cuestionarte una y otra vez lo que tus ojos están viendo.

Ella se levantó para después tomarme del brazo y obligarme a poner de pie. Sentí un dolor agudo en el abdomen que casi me hace caer de rodillas pero conseguí mantenerme de pie.

──Apúrate. Tienes mucho camino por recorrer para encontrarte con tus amigos.

──¿Qué? ¿Vas a dejarme? ──pregunté con incredulidad.

──No es que seas mi responsabilidad. Te lo repito: si los profesores y director vieron potencial en ti (o lo que sea que hayan visto) es porque te consideran capaz de sobrevivir por tu cuenta.

Me costó un poco caminar hasta ella pero lo conseguí. No quería quedarme solo en medio de la nada con una herida que me hacía una presa fácil para las demás criaturas.

──Por favor..., déjame ir.... contigo ──le pedí entre jadeos──. Después de lo que pasó me da miedo este lugar, quiero ir con alguien a menos hasta que encontremos a más personas... Por favor...

Nuestras miradas se encontraron por unos segundos. Estaba comenzando a pensar que Amber sí iba a dejarme a mí suerte pero al final suspiro antes de responder:

──¡Bien! ──accedió con pesadez──. Pero sólo será por unos minutos. El ungüento va a adormecer la herida en un rato, cuando eso suceda ambos iremos por caminos separados.

Tuve que asentir, sabía que no me quedaba de otra y, aunque igual no podía hacer nada, si seguía insistiendo más al respecto terminaría por irritarla.

[ . . . ]

Ya debían ser más de las nueve por lo que sentía. A pesar del miedo y la adrenalina que me habían estado llenando durante aquella noche ya sentía mis párpados un poco más pesados.

El silencio que Amber quería mantener sobre nosotros era incómodo y hasta cierto punto tenso. Incluso ya me estaban comenzando a doler la espalda por mantenerla rígida.

Fue entonces donde recordé lo que había pasado hace unos minutos. Amber había atravesado el estómago de la úrsula usando el Elemento Rayo en lugar del que le había visto usar junto a Evan.

──Ehm. Amber, ¿puedo hacerte una pregunta? ──ella me miró de reojo sin dejar de caminar──. ¿Cómo es que puedes usar dos Elementos? ¿Es por una especie de entrenamiento? ¿Todos pueden hacerlo?

Apenas terminé de hablar, ella se detuvo pero sin darse la vuelta. Yo también lo hice. No sabía si aquello era un tema delicado pero realmente quería saber de qué se trataba. Helen no me había contado nada sobre elementales que pudieran usar dos Elementos y más tratándose de que eran un poco contradictorios.

Estaba seguro de que aquello podría ser perjudicial para el usuario.

──Que un elemental sea capaz de usar dos Elementos es un error... Una bazofia.

──Pero algo así sería alucinante ──dije sin saber que me estaba emocionando de más──. Puede que seas incluso más fuerte que todos los de aquí, la misma perfecc─ ¡agh!

Una fuerte corriente me recorrio por todo el cuerpo antes de terminar estampándome contra un árbol cercano.

No sabía que había sucedido pero enseguida me di cuenta de que Amber me había golpeado porque, al mirarla, desprendía varios rayos dorados y me miraba como si acabará de insultarla.

Quedé desorientado por unos segundos antes de que pudiera regresar a la normalidad.

──¡Oye! ¡¿Por qué fue eso?! ──le grité, adolorido.

──¿Es que no sabes cerrar la maldita boca en ningún momento? ──espetó de forma brusca mientras se acercaba a mí──. ¿Crees que todos disfrutan de escuchar tus estúpidas preguntas?

──Solo quería saber un poco más ──dije, intentando saber qué parte de todo lo que había dicho la ofendió──. No quería que...

──Eres uno de nosotros, ¿no? ──interrogó, clavándome sus ojos violetas encima──. Dime, ¿cómo es que no sabes algo tan sencillo como eso?

Estaba a punto de responderle que yo no sabía nada de eso porque me habían criado de forma diferente, con una realidad diferente al igual que sus reglas. Quería decirle que a diferencia de ella me habían criado en el mundo real pero antes de que pudiera abrir la boca vi que algo se estaba removiendo entre los arbustos.

Me levanté de inmediato, incluso el dolor del abdomen y del golpe se me había olvidado y, por lo que veía, Amber también se había dado cuenta de que había algo detrás de los arbustos. No sabía si nos estaban acechando pero teníamos que prepararnos en caso de que nos atacaron.

──Si ya puedes moverte bien más te vale ayudarme a atacar a distancia.

Asentí. No iba a moverme del todo bien pero sabía que Amber podría hacerlo mejor que yo.

Cuando ya estábamos listos los arbustos volvieron a moverse más, y más, y más hasta que ¡zas! Tres chicos que ya había visto en el aeropuerto salieron de ahí con las caras confundidas al vernos. Uno de ellos tenía el cabello de un azabache opaco, piel ligeramente bronceada y ojos de un raro color carmesí; el otro tenía el cabello negro, medianamente largo y con algunos rasgos faciales raros; tenía ojos verdes y también la piel bronceada. El último de los tres era pelirrojo, de tez clara y ojos de un tono anaranjado.

──¿Están bien? ──preguntó el que tenía cabello azabache──. Escuchamos un poco de ajetreo hace algunos minutos pero no sabíamos cómo llegar, por eso nos tardamos.

Amber bufó y las llamas en sus manos se apagaron casi al instante. Me miró por unos segundos para analizarme para después girarse hacia ellos.

──Estabamos buscando una forma de llegar a la academia; pensamos que estaría situada en medio de la isla pero cuando llegamos caímos en cuenta que su ubicación es otra ──dijo antes de tomarme del brazo y jalarme hacia el frente──. Cuando ibamos a irnos escuchamos el grito de alguien y este idiota decidió ir corriendo solo para encontrarse con una úrsula.

El chico de cabello rojo comenzó a reír a carcajadas, como si lo que me pasó fuera la cosa más graciosa del mundo. Afortunadamente el otro chico, igual de cabello negro y ojos verdes, le hizo callar.

──Yo tengo que regresar con mis amigos ──repuso Amber, empujándome con un poco de fuerza──. Ustedes pueden quedarse con él hasta que encuentren a sus amigos.

Intenté objetar pero Amber se dió la vuelta para adentrarse en medio de la maleza y dejarme solo con ellos.

──Vaya, parece que tienes algunas diferencias con ella ──dijo el chico de los ojos carmín──. No te preocuoes, hombre. Algunas son más difíciles que otras.

El chico que estaba a su lado, el de ojos verdes, le dio un golpe con el codo, haciendo que diera una disculpa.

Yo estaba confundido por lo que estaba pasando, y con buena razón, no sabía quienes eran y tampoco estaba en mi mejor estado como para irme por mi cuenta. Otra vez estaba atrapado...

──Entonces, ¿no estabas con un chico de cabello blanco cuando subiste al avión? ──preguntó el de cabello rojo. Aun seguía mirándome como si fuera una especie de chiste──. ¿Dónde está?

Les resumí todo lo que había pasado, dejando de lado mi nefasto uso elemental. De vez en cuando miraba al chico pelirrojo solo para saber que intentaba aguantar la risa por todo lo que me había pasado.

──En ese caso puedes venir con nosotros. Nos vendría bien un usuario de rayo para defendernos de ataques sorpresa ──dijo el de ojos carmesí sin dejar de sonreír en ningún momento──. Me llamó Drew Moon ──se presentó──; él es Michael Rias ──presentó, señalando al chico pelirrojo.

──No te tomes a mal que me haya reído de ti, hombre, es solo que hay much─...

──Sí, entiendo ──interrumpí, dándome cuenta que solo se había reído porque sí.

──Y ella es Myra Vaughan.

──Un segundo, ¿«ella»? ──pregunté sin entender muy bien lo que estaba pasando y mirando al chico que estaba al lado de Drew.

Él solo asintió mientras Myra se acercaba a mí. Se veía más alta que yo y por alguna razón intimidante hasta el punto que pensé que iba a golpearme por haber cometido una falta de respeto.

──Nah, no te preocupes ──me dijo, dándome una palmada un poco más fuerte de lo normal en el hombro──. Suele pasar más veces de las que crees.

El dolor de la palmada quedó en mi hombro unos segundos más hasta desaparecer. Bueno, ahora entendía porque distinguía rasgos femeninos en el rostro de Myra.

──Entonces será mejor que continuemos ──dijo Drew──. Ya solo quedan dos horas antes de la medianoche.

──¿Están seguros de que podemos lograrlo...? ──después de todo lo que había pasado ya estaba comenzando a dudar──. Ya son las diez y ni siquiera tenemos pistas de adonde tenemos que ir.

──No te preocupes por eso, siempre hay una forma de hacer las cosas y encontrar una ruta ──dijo Drew con una sonrisa que seguramente pretendía tranquilizarme──. Habíamos pensado en una posibilidad como esta así que dos de nuestras amigas tomaron un rumbo diferente. Una de ellas es una elemental de fuego y la otra es una elemental de aire; no debería tomarles mucho antes de enviarnos una señ─...

Las palabras de Drew cesaron cuando, a varios kilómetros de donde nosotros estábamos, se levantó una enorme llama de fuego. Casi creía que se trataba de un volcán.

──Bueno, creo que ya tenemos idea de adonde debemos ir ──dijo Drew──. Andando. Seguro que nos tomara un buen rato llegar hasta allá.

Miré por encima de nosotros, el fuego ya se estaba disipando en una nube de humo negro que aún era visible para todos por la luz de la luna.

Sabía que si, nosotros habíamos sido capaces de verlo a esa distancia, Helen y Samantha también lo habían visto.

«En en un momento estaré con ustedes», pensé, reanudando mi camino junto a Drew, Myra y Michael.

Al menos no todo había sido tan malo, al fin y al cabo había conocido a más elementales que no parecían ser tan malos, aunque seguía sintiéndome un poco fuera de lugar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro