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—Esto es lo más cobarde que he hecho en toda mi vida. —limpia la herida que tenía Sunoo en su muñeca, ahora ambos dependían del otro y no podían pisar ningún reino porque estaban en peligro. —Debemos ocultar nuestras identidades. —dijo el alfa.
—¿Vamos a vivir así para siempre?
—No digas eso, no quiero estar atado contigo para siempre, al menos cuando pase todo este lío.
—Te das cuenta de que nuestros padres están ocasionando una guerra y nosotros aquí sin hacer nada.
—¿Qué quieres que hagamos? Tus padres quieren cortarme la cabeza y los míos la tuya. —le responde de mala gana, ahora él jamás se iba a convertir en un rey y mucho menos sus padres lo iban a perdonar, ya estaba más que claro con enterarse de que iba a tener "un hermano" y eso le daba más enojo.
Sunoo se siente culpable de todo lo que estaba pasando, si él no hubiera escapado de su reino jamás esto hubiera pasado, aunque quizás también sus padres lo iban a obligar a contraer matrimonio con un(a) alfa, ya que era el primogénito y no podían más que aceptar la cruda realidad de que Sunoo tendría que hacerse rey casándose con un alfa de otro reino, así no se perdía el linaje de la familia Kang.
Podía encontrar una solución para todo este lío, y claro que lo había pero eso no le iba a gustar al alfa, quería detener aquella guerra, que sus padres no siguieran con aquella patética tontería de los reinos enemigos.
Tomó la mano del alfa, y este lo miró, pero Sunghoon quitó el agarre de Sunoo bastante enojado.
—Tengo otro plan, pero dependerá de ti. —dice Sunoo, viendo que el alfa le había dado la espalda.
Le daba sus razones pues él levantó toda sospecha, él aceptó cualquier condición del alfa, de hecho creyó que era el único culpable pero no podía rendirse fácilmente, tenía la misma solución que Sunghoon aunque sería arriesgado los dos al menos no iban a terminar muertos o siendo plebeyos sin ningún refugio, además trae algo de beneficios.
—Te voy a escuchar solo por esta vez y creeme que no estoy nada feliz de todo lo que pasó. —se cruzó de brazos, ahora mirando al omega de frente prestando atención a lo que diría. —Más vale que sí nos ayude.
—Tengo un plan que es similar al tuyo. —Sunghoon no comprendió y Sunoo prosiguió. —Tu padre ya no te heredará el trono, entonces no tiene sentido que seas mi enemigo.
Sunghoon entonces entendió lo que Sunoo se refería, lo cual sonrió coqueto pero a la vez con burla por las ocurrencias que podía llegar a pensar Sunoo en una situación así, se supone que el era el alfa pero sólo fue entregando para el reino no para proteger a un omega que apenas conocía, aún así asintió afirmando que entendía el plan.
—Eso quiere decir que la guerra se detendrá, ¿no?
—No me estás entendiendo. —bufó Sunoo enojado, pues ahora venía la parte más vergonzosa que tenía que contar, de alguna manera esa era una buena solución a sus problemas y saliendo de sus palabras era demasiado vergonzoso. —Si nos casamos antes, tu rápidamente serás rey del reino Kang, mis padres no tendrán otra opción que aceptar pues soy su único hijo, y... Tú ya no formas parte de los Choi.
—¿Es una broma? —Sunoo negó con seriedad. — No tiene sentido ¿Por qué le darías el trono a alguien como yo? —dijo apuntándose a sí mismo.
Ambos seguían rodeados por la vegetación del bosque mucho más alejados del reino Choi donde nadie los iba a encontrar para matarlos, lo único que se escuchaba era el sonido de la naturaleza y sus voces que discutían, se habían sentido vigilados pero por alguna razón habían olvidado aquello con el nuevo tema.
—Hoon, yo no puedo ser rey por ser un omega, y si me caso contigo puedo hacerlo, además los dos podemos estar libres de compromisos, cada quien podrá hacer lo que quiera sin necesidad de comportarnos como una pareja, Ya me marcaste y esa marca es permanente.
—¿Y qué pasará con nosotros? Después de ello puede que encuentres a un alfa y yo un omega, o cuando el reino nos exija por herederos, ese es el problema. —sus palabras tenían algo de razón, pero tenían que ahora enfocarse en poder terminar con ello cuanto antes, Sunoo ya lo había pensado todo hasta en el más mínimo detalle pero como había dicho, todo dependía del alfa.
—Es por ello que dije que todo dependía de ti, eso involucra dejar a nuestras "parejas" y que tengas idea de que los dos vamos a permanecer juntos, incluyendo a un cachorro que no deseamos.
—Puedo decir que siento algo de pena por tí, estás aceptando cambiar tu felicidad, tienes conciencia de que vamos a ser una pareja infeliz y... Traer un cachorro que no deseamos.
—Mi vida infeliz comenzó desde que me volví un omega, estoy consciente de todo pues yo mismo lo pensé, pero es mejor que estemos de esa manera a que los dos nos maten. —dice Sunoo finalmente, aunque aún esperaba una respuesta de Sunghoon, si él se negaba lo iba a respetar.
Sunghoon no lo piensa mucho, ya estaba más que claro todo lo que le había explicado, solo tomó la mano del omega para llevarlo al pueblo cerca que era el de los Kang.
—¿A dónde vamos? —pregunta Sunoo.
—Vamos a casarnos antes de que tus padres se opongan, tienes razón en todo lo que dices, además vamos a finalizar con lo que hemos empezado. —Sunoo ni siquiera espera a responder, ya el alfa lo había subido en el bello corcel junto con él, dando orden a que corriera lo más pronto posible hacia el pueblo.
El corcel no duda en hacerlo, corriendo entre los profundos árboles que se encontraban en el bosque, este era el comienzo de la nueva aventura entre la pareja destinada donde nuevos sentimientos lejos del interés comenzarán a salir desde el fondo de sus lobos, mientras a la lejanía Sullyoon formaba una hermosa sonrisa, lo divertido de una historia acababa de comenzar, mientras que también venía la tragedia que estaba a punto de finalizar con aquellas almas, una versión de Romeo y Julieta aunque estos no eran los que lo habían decidido.
Tras el camino Sunghoon jamás pensó que desde antes de que pudieran llegar el reino, unas flechas comenzaran a atacarlos; guardias del reino Choi salieron de sus escondites pues habían mantenido en vigilancia a la pareja para cumplir con la orden del rey de matarlos antes de que estos pudieran salir del bosque, Sunoo no comprendía del porqué estaban ahí, aquellas eran sus tierras y nadie del reino Choi tenía permitido pasar, Sunghoon no traía una arma con la cual defenderse, el corcel corría a toda costa Sunghoon protegía a Sunoo.
—No mires atrás. —le regañó al omega, Sunoo no dejaba de hacerlo pero quien lo podía culpar si él tenía mucho miedo de que algunas de esas flechas terminarán con la vida del alfa quien lo estaba protegiendo con su cuerpo.
Los guardias no eran amables con el ex príncipe, ahora el solo era un traidor en el reino, por lo cual apuntaban con sus arcos intentando darle en la cabeza,y ni siquiera eran piadosos en pedirles que se detuvieran, porque era obvio que no lo harían así que debían sólo darles con el arma y matarlos de una buena vez, hasta a el omega quien era el principal culpable.
—Tengo mucho miedo. —Sunoo intenta cubrir sus ojos, pero también tenía miedo de hacerlo.
Uno de los guardias apuntó al corcel y después soltó la flecha cual había herido al mismo, este se levantó en forma de dolor tirando a la pareja al suelo, Sunoo sólo cayó arriba del cuerpo del alfa tras la caída, los guardias ahora los tenían rodeados ahora apuntando con sus arcos a ambos.
—¿Quiere decir unas últimas palabras? Ex príncipe. —dijo con burla uno de ellos quien era el guardia real.
Sunghoon solo mantuvo cerca al omega consigo, los dos estaban esperando a la hora de su muerte pues ambos ya no tenían una escapatoria, Sunoo esta vez sí había cerrado los ojos ocultándose tras el alfa siendo lo último que iba a ver en su vida.
Después la sangre salpica en sus rostros, el cuerpo del guardia cae el suelo, una flecha en su cuerpo había atravesado su pecho, los demás se pusieron en alerta ahora mirando a todas direcciones para encontrar al responsable ignorando a la pareja, otro guardia había caído pero con una flecha que atravesó la cabeza de este.
A los pocos minutos los guardias del reino Choi estaban en el suelo muertos, habían sido atacados por los otros guardias del reino Kang quienes tenían la orden de proteger al príncipe de aquella amenaza, Sunoo abrió los ojos sabiendo que ahora estaban protegidos sin ningún daño.
—Príncipe Kang. —la voz conocida de un alfa se acerca, era el guardia real de Sunoo.
—¡Jungwon! —Sunoo lo abraza emocionado de ver a su amigo.
Sunghoon sólo fue arrestado por los demás guardias, este opuso fuerza pero aún así debían acabar con él antes de que el reino Choi lo hiciera, Sunoo se percata de ello, viendo como el alfa intentaba zafarse del agarre de los guardias y ahora no quedaba más que hacer una última petición.
—Jungwon, ¿puedo darte una orden? —preguntó Sunoo.
El alfa menor sólo asiente, pues ese era su trabajo, sólo debía cumplir con las órdenes que le daba el príncipe.
—Quiero que lo liberen. —ordenó, los demás guardias miran desconcertados a Yang, pues él tenía que llevar a cabo esa misión de atrapar al alfa y proteger al omega.
Después de ello tenían otro destino diferente, pero no sabían si hacerle caso a las palabras de su futuro rey en ese momento.
—No puedo acceder, tu padre...
—Haz lo que te pido por favor, de mi padre yo me encargo. —habló tranquilamente, no le gustaba exigir las órdenes, ni menos a Yang con el que creció junto a él.
Jungwon sólo asintió después de algunos minutos de procesar la situación, no estaba bien lo que estaba haciendo pero debía confiar en Sunoo si es eso era lo que quería, ante ello le dió la misma orden a los guardias que soltaron a Sunghoon, este les gruñó cuando lo hicieron pues estaba demasiado molesto.
Sunoo volvió a mirar a Jungwon, todavía tenía otro gran favor que pedirle al alfa.
—También quisiera que nos llevaras al pueblo. —pidió Sunoo.
—¿Es importante que vayas? —cuestiona Yang sin dejar de mirar al alfa, al igual lo miraba de mala manera pues suponía que él también tenía relación con ello.
—Sí, y quiero ir a un lugar en específico, tampoco preguntes nada, por favor.
—Como tu ordenes, Sunoo.
Beomgyu y Taehyun habían regresado al reino, junto a los demás guardias restantes, habían tenido un acuerdo con los Choi y los dos iban a colaborar para atrapar a sus hijos aunque claro, los Kang no tenían malas intenciones con matar a su único hijo, Taehyun a pesar de que su heredero resultó omega lo seguía amando como su hijo al igual que Beomgyu.
En el camino habían encontrado a una mujer joven quien le sonrió a Beomgyu saludándolo, obviamente eso hizo darle confusión de que conociera a la mujer, pero más porque estaba seguro de que si lo hiciera.
—¿Quién era esa plebeya? —sacó de la nada Taehyun cuando ambos habían entrado al castillo.
Beomgyu sabía que su esposo había visto en la manera en que Sullyoon lo saludó como si lo conociera, como no, si ella le concedió el deseo de tener a Sunoo y que hace pocos días la fue a buscar para preguntarle dónde estaba su hijo, pero después de eso no pensó que ella tuviera el descaro de aparecerse como si nada y saludarle, no tenía nada de malo, pero aún así fue raro que lo hiciera sonriendo cuando ellos estaban en plena de casi hacer una guerra.
Siempre que veía a Sullyoon debía ser porque algo malo iba a pasar o quizás bueno.
No quería responder a la pregunta de su marido, por lo cual decide evadirla con otra para que él lo olvidará.
—Mejor dime si ya encontraron a mi hijo y a ese príncipe. —le cambia el tema, ya no sentía miedo a su alfa cuando este le miraba con esa mirada penetrante, antes podía caer pero hoy no estaba de esos humores para hacerlo.
Habló con Soobin y los dos sólo se habían dado cuenta que todo era culpa de los alfas, por llegar hasta esos extremos, no importaba si él conocía o no a Sullyoon, su hijo era lo importante ahora y Taehyun sólo se apresura a preguntar cosas irrelevantes que darle alguna noticia.
—Está bien, tampoco me respondas como si no te importara.
—Tu haces lo mismo, y sabes no voy a responder a tu pregunta porque tu siempre evitas las mías. —Beomgyu se va enojado, su esposo era tan terco como siempre, jamás lo escuchaba cuando de verdad tenían un asunto importante.
Taehyun ni siquiera lo detuvo, ya había soportado berrinches de su esposo, y de su hijo quien él era el que causó el lío de haberse escapado solo porque quería libertad, el solo había pensando en protegerlo de lo que más temía y se volvió realidad, si no se hubiera dado cuenta de ello tal vez Sunoo ya hubiera muerto a manos de Yeonjun y por más que odiaba admitirlo también era gracias a que Sunghoon lo había sacado del lugar para protegerlo.
Aunque haya salvado a su hijo siendo del reino contrario o que Choi haya dicho que ese alfa estaba desterrado del trono, él no iba a tolerar verlo otra vez, cualquier Choi fuera de sus tierras o dentro era una completa amenaza, por ello mandó a buscar a su hijo y que mandaran a encarcelar a Sunghoon si es que estaba vivo, todos los alfas de casi todos los reinos tenían malas intenciones con casarse con Sunoo, no dejaban de lado que los Kang y los Choi eran los más poderosos.
La sirvienta le llevó todas las cartas que habían recibido los últimos días de su ausencia y él las tomó, todas ellas venían de diferentes reinos, al leerlas se daba cuenta que muchos reinos querían que sus hijos alfas se casaran con Sunoo, pidiendo la mano de este, claramente al enterarse que era un omega Taehyun debía conseguir un buen rey para su reino, tenía que casar a su hijo por las buenas o por las malas, todo para que el linaje Kang no se perdiera y también como mínimo hubieran alianzas.
—Lee, Hwang, Park, Bang, Jung, Kim... —apenas leía cada carta con el apellido del reino y las tiraba, al menos hasta encontrar uno de los mejores reinos de aquellos que enviaron sus peticiones.
Los "Nishimura" no eran parte de los reinos coreanos, pero si eran los más fuertes en Japón, al parecer había llegado aquel anuncio a todos los países asiáticos donde habían reinos.
—Eunbi. —llamó a la sirvienta que corrió acercándose.
—¿Sí, señor? —preguntó haciendo una reverencia.
Taehyun extendió otra carta que él ya tenía preparada una vez que escogiera a la familia aliada, se la entregó a la sirvienta quien la tomó, Eunbi era de confianza por lo que el rey solía hacerle encargos impotentes a ella.
—Encárgate de que llegue al reino de Japón. —sonrió satisfecho, al mismo tiempo Eunbi asintió haciendo de nuevo una reverencia y solo salió del lugar.
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