Tal vez eran las hormonas típicas de los de su edad, o simplemente se deba a la notoria falta de cariño que tuvieron ambos de pequeños, pero el tierno momento pasó a ser algo un poco subido de tono y ninguno se molestó en detenerse. 

¿Las galletas? Irrelevantes, solo existían ellos dos en el suelo en lo que ahora era un apasionado y ansioso beso. 

Taehyun se había abalanzado encima de Beomgyu luego de que este iniciara el beso, y su auto control desapareció por completo. Probablemente se arrepentiría de ello más tarde, pero por ahora solo tenía en mente seguir probando esos apetitosos labios sabor chocolate hasta saciarse un poco. 

¿Y Beomgyu? Bueno, él estaba extrañamente satisfecho. No entendía bien por qué, pero le gustaba, aunque le estaba costando un poco seguir el ritmo. Por eso llevó sus manos a las sonrojadas mejillas de Taehyun con la intención de hacerle bajar la intensidad. 

Sin embargo, cuando notó el rostro del menor extremadamente caliente, Beomgyu —algo extrañado y preocupado— lo empujó un poco hasta romper el beso sin llegar a alejarlo del todo, estando ambos con la respiración agitada ahora que sus labios no se encontraban unidos. 

Ahí vió que la mirada de Taehyun estaba perdida en deseo y algo de dolor, con sus pupilas muy dilatadas, labios temblorosos y las plumas de sus alas erizadas, eso sin mencionar que su cuerpo estaba extremadamente caliente. Recordando lo que había leído y otras veces en las que Taehyun estuvo más o menos de esa forma cuando vivía como búho, Beomgyu se hizo una rápida idea de lo que estaba ocurriendo. 

—T-Tyun, ¿estás en celo? —cuestionó con timidez, aún intentando regular su respiración. Al ver como Taehyun asintió lentamente, un suspiro decepcionado se escapó de su boca—. ¿Q-Quieres que te prepare agua fría? 

Taehyun negó y volvió a pegarse a Beomgyu, pero esta vez sin unir los labios, simplemente un fuerte y cariñoso abrazo del cual no tenía intención de separarse. Todo el deseo mostrado con anterioridad desapareció, ahora únicamente había afecto puro e inocente sin dobles intenciones. 

—Quedémonos así —murmuró Taehyun mientras ronroneaba al restregar su mejilla con la de Beomgyu. Más que un chico búho parecía un gato buscando mimos, mimos que Beomgyu no tardó en darle al acariciar su espalda, aumentando así los ronroneos del menor. 

Y a pesar de la extraña decepción que sintió al saber que los actos de Taehyun fueron hechos debido al celo, no pudo evitar sonreír con ternura al verlo así de mimoso. 

Espera, ¿estaba decepcionado? Al darse cuenta de ese pensamiento, su rostro se tornó completamente rojo. ¿Por qué querría que Taehyun lo besara de manera consciente? ¿De verdad estaba tan desesperado por amor? No lo sabe, pero el darle su primer beso a Taehyun —algo que quería reservar para su primer amor— no le desagradaba. Solo se le hacía algo extraño teniendo en cuenta que siempre veía al menor como una especie de hermanito o mejor amigo. 

Aunque cree que simplemente está confundido al tener a Taehyun encima suyo siendo un adorable gatito gigante. No puede pensar correctamente de esa manera. 

—¿P-Podemos al menos levantarnos del suelo? 

Al no tener respuesta por parte del menor, Beomgyu simplemente se levantó como pudo luego de empujarlo un poco. Su intención era salir y aclarar su mente, pero una vez de pie, Taehyun lo abrazó por la espalda, no dejándole cumplir su plan. 

Duda poder estar solo durante unos minutos mientras Taehyun estuviera así, por lo que se rindió y apagó el fuego de las galletas para que no se quemaran. Aún le estaba abrazando incluso cuando Beomgyu se movió un poco para tomar un bol, aunque escuchó un quejidito del menor por el movimiento. 

—¿Seguro que no quieres agua fría? —preguntó preocupado. En respuesta Taehyun apretó un poco el abrazo, soltando otro quejidito en el proceso—. Tyun, es tu primer celo siendo humano, puedes hablar, no dudes pedir todo lo que necesites para que se te pase. 

—Es que... lo que necesito es algo... —apoyó la barbilla en el hombro de Beomgyu—...que aún no puedo hacer. 

El mayor meditó un poco intentando recordar aquella lectura sobre el celo—. ¿Procrear? —la pregunta hizo que Taehyun se ahogara con su propia saliva, tosiendo como consecuencia—. No soy un búho, pero ahora que eres una persona, ¿no puedes hacerlo conmigo o tiene que ser sí o sí con un búho hembra? —cuestionó inocente. 

Taehyun casi se tira al suelo por la repentina propuesta, incluso cree que el celo (y la tensión) se le bajó un poco al escuchar a Beomgyu decir algo así con tanta naturalidad. 

—¿A-Acaso sabes lo q-que estás diciendo? —preguntó notoriamente avergonzado. 

Beomgyu giró por completo para quedar cara a cara con Taehyun y poder mirarlo con confusión—. ¿Entonces no son mimos? 

Ver los inocentes ojitos de Beomgyu le hizo entender que él realmente no comprendía nada del tema, por lo que se calmó por completo para responder: —Son mimos, quiero mimos —y volvió a abrazar a Beomgyu, quien correspondió gustoso. 

No se separó en ningún momento del rubio, ni siquiera cuando comieron las galletas (que estaban deliciosas) o cuando Beomgyu se fue a bañar de nuevo por estar lleno de harina. 

Bueno, más bien se bañaron juntos. No era la primera vez, pero al estar en celo le estaba costando un poco no volver a abalanzarse sobre el mayor al ver su blanquecina piel con esa cinturita que tanto amaba tocar. Si se pudo controlar fue gracias a que Beomgyu llenó la bañera con agua fría para calmarlo, cosa que funcionó. Pero eso no evitó que no lo tuviera pegado como si de un chicle se tratara. 

De hecho, puede que el agua fría no funcionara tanto después de todo, porque no pudo evitar repartir algunos besos por su nuca y cuello. Consecuencias de tener a Beomgyu con el torso completamente desnudo a su alcance. Pero estaba bien, este no le dijo nada para detenerlo porque estaba más concentrado en enjabonarse el cabello para quitar la harina. Aunque en alguno de esos besitos Beomgyu sí reaccionó bastante, viéndose notoriamente avergonzado y sonrojado mientras tocaba con timidez las zonas que Taehyun besaba. Antes no solía reaccionar, pero ahora siente que está un poco más consciente de los actos del menor. 

Luego de calmarse un poco, fue el mismo Beomgyu quien se encargó de lavarle el cabello, cosa que hizo a Taehyun ronronear bastante. Sin embargo, el rubio notó algo extraño en la piel de su compañero, justo cerca de sus oídos. Al mirar vió una pequeña cicatriz medio tapada por el pelo. 

—¿Cómo te hiciste esto? —preguntó con curiosidad y algo preocupado, acariciándolo con cuidado. 

No hubo respuesta, Taehyun solo apartó su mano y la puso en su cabeza, como queriendo decirle que siga atendiendo su cabello. A juzgar por las orejas y rostro sonrojado del menor supuso que no estaba muy consciente de sí mismo debido al calentón, por lo que suspiró y siguió con su misión de quitarle la harina a Taehyun. 

Ahora Beomgyu apenas podía controlar su propio rubor y corazón acelerado al recordar todo lo ocurrido en la cocina. Sin querer empezaba a desear volver a sentir los labios del menor sobre los suyos, y que Taehyun se encontrara más cariñoso de lo normal debido a su condición no ayudaba mucho. 

Beomgyu jamás se aprovecharía de un Taehyun en celo, y se siente mal por haberse dejado llevar cuando el menor no estaba en sus 5 sentidos. Aunque tampoco se puede culpar mucho a sí mismo, no supo que le había venido hasta que lo detuvo.

Solo espera que se le pase rápido para no actuar impulsivamente cada vez que vea al pelinegro rogándole cariñitos con la mirada. Porque Beomgyu descubrió que esos ojitos amarillos llenos de deseo y afecto viéndolo como si fuera el ser más hermoso del planeta son su mayor perdición.

Sies