Sentados en el pequeño sofá del departamento de Jake, la conversación entre ambos fluye de manera inesperada, como si cada palabra compartida les permitiera acercarse un poco más.

Sunghoon lo observa con una fascinación genuina, admirando cada pequeño gesto del omega, cómo se lleva el cabello tras la oreja cuando está nervioso, o cómo su mirada se ilumina cuando habla de algo que le apasiona.

—Trabajo en varios lugares a medio tiempo —Confiesa Jake, apoyando los brazos sobre sus rodillas—. Hace poco dejé un par, pero ahora estoy de camarero en la discoteca las noches que puedo. No es el trabajo más glamuroso del mundo, pero... me gusta poder hablar con gente diferente y moverme.

Sunghoon lo escucha con atención, sorprendido por la humildad del omega. Sabe que muchos en su lugar podrían haber optado por rendirse ante las dificultades o caer con el primer alfa que les ofrezca una vida cómoda, pero Jake no solo ha perseverado, sino que lo hace con una dignidad silenciosa que comienza a despertar en él una admiración profunda.

—¿No es muy agotador? —Pregunta Sunghoon, genuinamente preocupado.

Jake se encoge de hombros y esboza una sonrisa tenue.

—Un poco, sí. Pero me da cierta paz mantenerme ocupado. También tuve otros trabajos, como ayudante en una florería y como repartidor. Supongo que... nunca quise depender demasiado de nadie. Prefiero ganarme lo mío, aunque sea difícil.

Sunghoon baja la mirada, sintiendo una punzada de culpa al pensar en lo diferentes que habían sido sus caminos. Él, criado con todas las comodidades, había tenido oportunidades que Jake jamás había podido soñar. Sin embargo, esa diferencia no lo aleja; por el contrario, lo hace admirarlo más. Jake es fuerte y perseverante, con una luz propia que Sunghoon encuentra irresistible.

—Eres increíble —Murmura Sunghoon, sin poder contenerlo.

Jake lo mira con sorpresa, sonrojándose ligeramente ante el cumplido inesperado.

—No creo que sea para tanto —Dice, bajando la mirada con modestia.

Sunghoon sonríe, sabiendo que el omega no tiene idea de lo especial que es.

—Lo eres, Jake. Mucho más de lo que crees.

Jake carraspea para cambiar de tema, un poco incómodo con tanta sinceridad, y mira a Sunghoon con curiosidad.

—¿Y tú? ¿Qué haces exactamente? Dices que eres un joven empresario, pero nunca mencionas en qué trabajas.

Sunghoon se acomoda en el sofá, adoptando una postura más relajada.

—Estoy a cargo del emporio de mi familia. Soy el CEO de Park Industries. Manejo varias empresas, desde inversiones inmobiliarias hasta la gestión de algunas marcas de lujo. Es... complicado, pero lo disfruto. Me gusta enfrentar retos y encontrar soluciones rápidas.

Jake lo mira con una mezcla de admiración y escepticismo.

—Vaya. Eso suena a mucha responsabilidad para alguien tan joven. ¿Cómo terminas manejando todo eso?

Sunghoon sonríe con modestia.

—Crecí preparándome para esto. No tuve mucha opción, para ser honesto. Siempre supe que algún día tendría que asumir el control, y aunque puede ser agotador, me gusta lo que hago.

Jake lo observa con atención, reconociendo algo más allá de las palabras: Sunghoon no solo es un alfa con un título y un apellido importante, sino alguien que había trabajado duro para estar donde estaba.

—¿No es difícil mantener un equilibrio? —Pregunta Jake, apoyando la barbilla en la mano—. ¿Con todo ese estrés... encuentras tiempo para ti?

Sunghoon lo mira a los ojos, y por un instante su mirada se vuelve más intensa.

—A veces. Pero últimamente he sentido que... encontrar a mi omega era lo que me faltaba. Ahora que estás aquí, todo parece tener más sentido.

Jake siente un calor recorrerle el cuerpo ante la honestidad de las palabras de Sunghoon. A pesar de la diferencia en sus mundos, hay algo en el alfa que lo hace sentir seguro, como si por fin hubiera encontrado un lugar al que pertenecer.

Sunghoon, por su parte, siente que cada momento compartido con Jake hace crecer la atracción y el vínculo entre ellos. No solo por el hecho de ser su destinado, sino por la persona que es Jake, un omega fuerte, independiente y lleno de vida.

—Quiero conocerte más, Jake —Susurra Sunghoon—. Cada parte de ti. Y quiero que sepas que estaré aquí, sin importar lo que pase.

Jake lo mira en silencio, sintiendo que, por primera vez en mucho tiempo, las barreras que había levantado para protegerse comienzan a desmoronarse lentamente.

Jake baja la mirada por un momento, como si procesar las palabras de Sunghoon fuera un reto mayor del que estaba preparado para enfrentar esa noche. Había pasado tanto tiempo convenciéndose de que estaría solo, de que el destino no lo favorecería con un alfa que lo entendiera y valorara, que ahora se siente desorientado.

Pero ahí está Sunghoon, mirándolo como si él fuera la respuesta a todas las preguntas que jamás había formulado.

—No sé si sea tan fácil como suena —Murmura Jake, más para sí mismo que para el alfa.

Sunghoon inclina la cabeza, su expresión suave, sin rastro de juicio.

—No espero que lo sea —Responde con honestidad—. Quiero que vayamos a nuestro ritmo, el que tú decidas. Solo... quiero estar a tu lado en ese proceso.

El omega sintió su corazón latir con fuerza, como si las palabras de Sunghoon hubieran tocado una parte de él que había permanecido escondida durante años. Era aterrador permitir que alguien se acercara tanto, pero había algo en la paciencia del alfa, en su mirada sincera, que lo hacía sentir menos asustado.

Jake lo observó en silencio durante unos segundos, midiendo sus propias emociones. Luego, con un suspiro apenas audible, dejó caer la última de sus defensas.

—Supongo que podemos intentarlo.

La sonrisa de Sunghoon fue cálida, pero no triunfante.

No había prisa, no había expectativas. Solo una certeza tranquila de que darán cada paso juntos, sin importar lo que se interponga en su camino.

—Gracias, Jake. —Sunghoon extiende la mano lentamente, como pidiendo permiso sin palabras. Jake la mira, y tras un instante de duda, entrelaza sus dedos con los del alfa.

El contacto es simple, casi insignificante, pero para ambos significa el inicio de algo profundo y prometedor.

En ese pequeño departamento, bajo las luces tenues de la ciudad que se filtran por las cortinas, Sunghoon y Jake dan su primer paso hacia un futuro desconocido, pero compartido.

Gracias por leer la historia ❤️