
𝟎𝟎𝟏. 𝐏𝐞𝐫𝐜𝐲
Me encontraba en una habitación del campamento junto a mi amigo Grover. Había llegado un nuevo niño, el cual había vencido un minotauro por lo que me contó. Estuvimos esperando un largo tiempo, me tuve que ir antes. Este se había quedado con el chico.
𝐏𝐞𝐫𝐜𝐲 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧.
Tranquilo, estás a salvo- escuché la voz de un conocido cerca mío.
Recién me despertaba y me quedé viendo fijamente algo en la mesa.
-Entonces si pasó- hablé apenado viendo al techo.
-Es algo importante matar a un monstruo como ese y quería que todos supieran- explicaba el moreno hasta que lo pausé.
-¿Tu lo viste... lo que le pasó a mi mamá?- pregunto al recordar todo.
-Si... perdón por todo, mi trabajo era protegerte traerte aquí a salvo. De haberte dicho la verdad antes tu mamá aun estaría aquí- decía rápidamente el.
-Puedes... ya para- digo.
-Se que no es fácil... pero quiero hablar de esto- decía el otro.
-Yo no, tu trabajo era traerme con vida. Ya cumpliste- dije mientras me levantaba a vestirme.
-¿Y a donde vas?- decía con un leve suspiro.
-Era importante que llegara porque mi padre es un dios, voy a ir a buscarlo- dije frenando en el marco de la puerta.
-Si pero no es tan...- lo escuché hablar hasta que cerré la puerta.
Al salir ví un lugar realmente lindo, con un mar perfecto. Dónde junto ahí se hallaban personas. Me di la vuelta y encontré a un señor con lentes, así que decidí ir por el.
-Disculpe, soy Percy Jackson. Soy nuevo- hablé apenas llegué.
-¡Peter Johnson ya llegó!- gritó el aun con la cabeza hacia atrás.
-Okey... ese no es mi nombre. Estoy buscando la oficina o a la persona a cargo- aclaré algo incomodo.
(...)
-12 cabañas, para 12 dioses del olimpo. Cada cabaña es el hogar de un niño, que cada dios a reclamado-me explicaba mostrando cada cabaña.
-Bien, ¿en cual me toca?- pregunto con una sonrisa.
-Todavía no te reclaman Percy- decía serio este.
-Bien y ¿cuando van a reclamarme?- pregunté.
-Los dioses revelan sus designios a su tiempo, nunca antes. Tu padre podría reclamarte mañana, en una semana o tal vez...- decía el director de actividades.
-Jamás- digo suspirando. -Estoy aquí y aun así no quiere nada de mí.
𝐆𝐫𝐚𝐜𝐞 𝐄𝐫𝐨𝐭𝐞𝐬.
-¿Escuchaste lo del minotauro? es algo ridículo- hablaba Clarisse pasando con mucha gente a su lado.
Escuchaba a los de la cabaña 5 hablar. Me tenían todos irritados. Se dirigieron a mí lentamente en grupo, yo los voltee a ver.
-¿Que quieren?- pregunto algo confundida.
-¿Le crees al niño del minotauro?- preguntó otro chico de allí.
-Si- digo restándole importancia a eso.
-Oh claro, una hija de Afrodita que nunca se enamoró. Solo quiere a alguien capaz de matar a un minotauro- decía desafiante la de rizos.
-Ni siquiera lo conozco, yo le creo a Grover- dije con el cejo fruncido y estos rieron.
-De todas formas, como tu madre no te reclama estará ahí contigo- dice algo obvia ella.
Yo la mire enojada, odiaba sus cambios de actitud.
-Hasta pronto niña- dijeron todos y se largaron como manada.
-Son muy idiotas- decía mi hermano Peter llegando por detrás.
-Lo sé- digo negando con la cabeza.
-Hijos de Ares, tal para cual- dice riendo mientras caminábamos.
-Acuérdate que nuestra madre estuvo con el, idiota- dije rodando los ojos.
Caminábamos hasta la cabaña de Hermes, ya que mi hermano iba a ir con Luke. Normalmente yo no estaba en esa cabaña, para ser sincera. Yo no hablaba mucho con Luke pero me parecía buena onda. Al estar allí vimos como todos nos recibieron. Me tuve que ir rápidamente al ver que necesitaban ayuda en lanzamiento de flechas.
𝐏𝐞𝐫𝐜𝐲 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧.
Al llegar a mi cabaña estaba todo muy raro, decidí ver el regalo que mi madre me dió antes de irse. Un chico se me acercó y lo guardé rápidamente.
-Mira, si a lo que vienes es a molestar. Que se mañana, ya no puedo mas hoy- dije agotado.
-Oí lo que te pasó en la colina y te quería decir que en verdad lo siento- habló tranquilo el chico pelinegro.
-Se como te sientes, créeme. Me llamo Luke- decía estrechando su mano.
-Percy- digo dándole la mía, sonriendo de lado.
(...)
Me encontraba en un lugar lleno de arena y una fogata. De la nada apareció una luz que se me hacía conocida, cosa que fue confusa. Sentí un ruido y ví como la arena se levantaba. Teniendo unas curvas raras. Parecía que me acercaba cada vez mas. Atrayéndome hacia el, por el miedo me desperté.
-¿Estás bien?- preguntó Luke levantándose.
-Super- dije aun sin reaccionar.
-Todos las tenemos. Esas intensas y recurrentes pesadillas, aquí es normal. Y las alucinaciones, el TDHA y la dislexia- contaba este.
-Los semidioses procesan la realidad diferente que los humanos. Por primera vez en tu vida, eres igual a los demás- siguió contando.
-¿Y tu tampoco...? ¿No sabes quien es tu...?- dije algo apenado.
-¿Si no me han reclamado? No, Hermes es mi padre. Pero no me importa, estamos en el mismo barco- dice agachando la cabeza pero después algo serio.
Minutos después...
Una chica me había empujado mientras iba caminando junto a Luke y sus amigos.
-Con que este es el niño que asesino al minotauro, ¿no?- dice incrédula una de rizos.
-¿De veras?- dice otra vez.
-Si- digo rápidamente.
-No me digas, si quieres acatar el reflector mas vale que estes listo cuando te ilumine- dice amagando para pegarme, lo cual yo me hecho para atrás.
Se va riendo junto a las otras personas.
-¿Así es de linda siempre?- pregunto confuso.
-Hijos de Ares, son muy directos- habla el.
-¿Por que no te molestan?- digo volteándolo a ver.
-No les conviene- dice con superioridad.
-Luke es el mejor con la espada- dijo otro chico moreno por detrás.
-¿Te dejan en paz por la gloria? ¿Si obtengo la gloria Clarisse ya no me molestará?- digo sorprendido.
-Exacto- dice el asintiendo.
-¿Y me volveré importante?- sigo pensando.
-Bueno... algo así pero- dice hasta que lo interrumpí.
-Y entonces mi padre tendrá que reclamarme- digo seguro yo.
(...)
Veía como una chica realmente hermosa, de cabello castaño lanzaba una flecha. Esta le daba justo en el blanco.
-Tenemos que ver en que te destacas- dice Luke entregándome uno de los arcos.
-Quiero ser muy claro en este tema, jamás había hecho esto en mi vida. Creo que es súper peligroso- hablé algo nervioso.
-Si, tampoco habías matado a un minotauro, hasta que pasó- dice y voy hacia allí.
En el intento le di al costado, casi dandole a unos campistas. Seguí con cosas de fuego, las cuáles terminé encendiendo.
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