Narra Mina.

Iba camino a mi siguiente clase con mi cara de poker aunque por dentro estaba hirviendo de la rabia.

Tenía que tolerar que me chocaran con el hombro cada vez que pasaban por mi costado como si no me vieran, como si no ocupara un lugar en el espacio. Pero lamentablemente sí lo hacía y sí podían verme.

Al entrar al salón nadie me miraba.

Miré al fondo y BamBam me sonreía.

Seguro hizo algo.

Estaba enojada como para intercambiar palabra con alguien así que me senté adelante.

Al menos pude llevar la clase relativamente tranquila.
Al finalizar, guardé mis cosas y salí.

—¡Mina! —Oí a BamBam cuando crucé la puerta— ¡Espera, espera!

Frené de espaldas y en un santiamén lo tuve frente a mí.

—¿Estás bien? —Intentó abrazarme pero me alejé.

—No te interesa.

—Claro que sí. Estuve buscándote desde que llegué pero no te vi por ninguna parte. Ya hablé con los muchachos, les dejé en claro que no quiero que te molesten.

—No te pedí que lo hicieras.

—No, lo hice porque me preocupo por ti. Mira, a pesar de que terminamos hace bastante tiempo, tú sigues siendo muy importante para mí y no quiero que te hagan daño.

—¿Qué es lo que realmente quieres, eh?  Porque no creo que no estes disfrutando ni un poquito de mi desgracia.

—Te equivocas. Sabía que pensarías algo así pero no. Me pongo en tu lugar y me parece totalmente ridículo que todos estén en tu contra por tonterías que ya pasaron porque, vamos, en todos los institutos, escuelas, etc. hay chicos malos y buenos, es algo normal. Todos quieren ser populares y están resentidos porque somos geniales.

—Sé lo que está bien y lo que está mal, no voy a discutir eso contigo, BamBam.

—Tampoco quiero discutir y no estoy cuestionando tu juicio-

—Hicimos las cosas mal y lo sabes. No está bien maltratar a la gente por diversión así que no trates de minimizar nuestras acciones. Quizás no coincidas conmigo pero reconozco que no he sido precisamente una buena persona.

—¿Es en serio?  No puedo creer lo que oigo. Dime, según tú, qué significa ser buena persona, o mejor aún, dime quién lo es y hacemos la comparación.

—Por eso considero una pérdida de tiempo hablar contigo, no te tomas nada en serio.

—Nadie es un santo, por eso no puedes tirar ningún nombre. Sientes culpa en vano pero no quieres darte cuenta-

—¡Chaeyoung es una buena persona, una excelente chica a diferencia de ti que siempre fuiste un imbécil!

—¿Ah, sí?  No me jodas, "tu Chaeyoung" no es tan inocente como pinta ser.

—No la conoces así que no te atrevas a decir nada sobre ella. Ella ha estado ahí para mí cuando... cuando me atacaron en la cafetería —Mi voz tembló— , se preocupa por mí pese a cómo me comporté con ella durante años y...

—Mina.

—Chaeyoung me busca para que no falte a clases mientras ustedes ¡solo quieren hundirme! ¡Desgraciados!

—¡Mina! Ya no sé cómo decirte que no me interesa hacerte sufrir. Tú sigues significando mucho para mí, jamás se me ocurriría hacerte daño. Es más, te abrazaría ahora mismo pero sé que no me dejarás.

—BamBam...

—Mina, fuimos novios por cuatro años, te conozco muy bien o lo suficiente para saber que estás derrapando. Detesto verte así, tan frágil y... débil.

¿De verdad? ¿Así me veo?

—Pero lo que más detesto es que te vean la cara de estúpida. Sin ofender ¡Es que se estan burlando de ti en tus narices y no lo ves!

—¡Ya lo sé! No tienes que recordárme lo que estoy viviendo-

—No me refiero a esos retrasados. Mina —Resopló—. Hay algo que tienes que saber pero necesito que me creas. ¿Lo harás?

—Depende.

—La persona en quien confías tramó algo en tu contra.

Já.

—Dime que no mencionarás a Chaeyoung otra vez.

—Escucha por favor; el lunes, luego de la jornada me quedé en detención —Qué raro— por tropezar con un nerd —Claro, "tropezar"—. El caso es que al salir, vi en el pasillo a Son y a su amiga-

—Son parte del Consejo, es normal que les encarguen tareas después de clases.

—Sí pero ahí no acaba. Estaban hablando con un chico. Ya sabes, pensé que las estaba molestando y decidí acercarme a escuchar —¿Eh?

—Ve al grano de una vez, porque quiero ir con mis amigos.

—Mina... Son te engañó y no hablo de una metida de cuernos sino de... Ella le pagó a un chico, a ese chico para que se acostara contigo y así reírse con sus amigas a tus espaldas.

...

...

...

—Pfff, ¡Jajajjaja!

Joder, qué gran historia.

—Jaja... Sorry, acabo de darme cuenta que echaba de menos tu sentido del humor. Ufff, ya te imagino en la academia de Literatura escribiendo semejantes historias, creo que compraré tus libros.

—No es una historia inventada.

—No te subestimes —dije dándole unas palmaditas en el brazo— , serás un gran escritor.

—Es verdad lo que digo.

—No. Es una vil mentira —Refuté endureciendo mi mirada y mi voz.

—Son te está manipulando para que creas que es una mosca indefensa cuando en realidad es más astuta de lo que imaginas.

—Sabes qué, me voy.

Me acomodé mejor mi mochila en el hombro para irme.

—Dime una cosa —Volví a frenar—. ¿No has notado que de un día para el otro un chico con quien nunca has cruzado palabra de repente quiere hablarte o ser tu amigo? ¿No te parece sospechoso que de la nada muestre interés en ti y quiera ser amable contigo? ¿Acaso no ha habido algo de estos últimos días que te haga ruido?

¿Qué...?

No...

Pero...

Cómo...

¿El nerd de Biología?

¿Jimin?

No, no es posible.

—Tu silencio confirma que tengo razón.

Miré a BamBam con los ojos entrecerrados rebuscando una respuesta.

—Já, siempre ha habido muchos chicos interesados en mí.

—No te engañes más. ¿Qué hay de Son?  No la has notado tensa o... no lo sé, algún cambio raro en ella.

De hecho, ultimamente ha estado más nerviosa de lo normal.

No, ¿qué estás pensando, Mina?

—Tengo que irme —Volví a darle la espalda y me fui.

Es imposible...

Narra Chaeyoung.

Mina faltó a la clase de Arte también.

¿En qué diablos está pensando?

Reprobará todas las materias si continúa salteándose.

—Aish...

—¿Todo en orden? —Me habló Somi mientras colocábamos los materiales que usamos en su lugar.

—No sé —Bajé un poco la cabeza.

—¿Tienes algún problema? ¿Necesitas ayuda?

Sonreí.

Qué gran chica es.

—Somi, eres maravillosa. Sé que la mayoría del tiempo solo digo cosas tontas pero quiero que sepas que en verdad te aprecio mucho. Eres una buena amiga.

No sé por qué su sonrisa se borró a lo último.

¿Acaso dije algo malo?

—Uhm...

—Gracias, Chaeng.

Se puso su mochila con prisa y... Parecía molesta.

—Somi... ¿Ya te vas? ¿No esperaremos a Dahyun?

—Lo siento, recordé que debo preguntarle algo a un profesor antes de que se vaya.

—Oh, ¿te acompa...

Me dejó con la palabra en la boca ,y un tanto confundida luego de irse pero solo atiné a encogerme de hombros.

Mi estómago comenzó a hacer ruidos así que saqué mi almuerzo dispuesta a comer pero, enseguida pensé en Mina.

Mina.

¿Dónde estarás?

¿Estarás con tus amigos?

¿Estarás almorzando?

No creo que haya ido a la cafetería. Definitivamente no.

¿Y si le hicieron algo?

Debería asegurarme de que este bien...

Pero ella dijo que no habláramos dentro del establecimiento.

¡Aaaaishhhh!

Tampoco me escribe.

¿Y si lo hago yo?

¿Y si la llamo?

Quizás no me conteste.

Debe estar muy enojada aunque no lo demuestre.

Por qué es una pingüina tan orgullosa.

Quiero ayudarla pero ella no dice nada creyendo que puede soportarlo sola.

Y esas brujas no la dejarán en paz. No, mientras tengan a toda la escuela de su lado. Lo peor es que lo único que quieren es ocupar su lugar, como si fuese la gran cosa.

AAAAAAGHHHHhhh...

¡God, dime qué hace
                                      e
                                         e
                                          e
                                            ə
                                              r!

De la nada me llegó un mensaje.

¡MINA!

No, no era ella.

Dahyun.
Las estoy esperando en la azotea. Ya me acabe mi almuerzo >:v
12:31

Yo
Pues yo te estaba esperando en el salón de Arte como quedamos
>:[
12:32

Yo
¿Te acuerdas que me lastimé el tobillo?
12:34

Dahyun.
Cierto.
Espérame cerca de las escaleras, ahora bajo.
12:36

Joder.

Me puse de pie tras terminar de comer mi almuerzo y fui directo a las escaleras. Al llegar Dahyun ya estaba ahí.

—¿Y Somi?

—Dijo que tenía que hablar con un profesor.

—Ya veo... Sabes, tengo la impresión de que Mina le desagrada un poco... Bastante.

—Sí, esa fue la razón por la habíamos peleado en un principio. Pero ella tiene sus opiniones y yo las mías. Estoy conociéndo a Mina de a poco —O eso creo— y ella ha cambiado. Es buena y sensible aunque se esmere en ocultarlo, estoy muy segura.

—Y te gusta...

—Aja, ¡oye! Deja de meter palabras en mi boca.

—Jaja... Pero es cierto, mmm.

—Yo no dije nada.

—Jsjsjs. Fuera de broma, estoy algo asustada por las amenazas de Yeji y Lia. ¿Le contaste a Mina?

—Por supuesto que no, ya es suficiente tener que lidiar con las amenazas que recibió.

Suspiré preocupada.

—Tienes razón. Además dijeron que a ti no te harán nada por el Consejo. Estás a salvo... a-al menos aquí dentro... Y afuera, porque tu mamá se volverá una fiera si tocan uno de tus cabellos.

—Mina no quiere que nos vean juntas para que no se desquiten conmigo.

—¿Qué fue lo que acabo de decir?  Estás a salvo, debíste decírselo.

—Todos la odian. No lo entiendo Dahyun, ¿por qué no pueden perdonarla?

—Tal vez porque... nunca le pidió perdón a nadie.

Me enmudecí.

Eso es... es...

"Eres horrenda."

"Eres horrenda."

"Eres horrenda."

"Eres horrenda."

"¿Qué pasa? ¿Vas a llorar?"

"¿Quieres que te deje en paz?  Lo haré cuando me canse de ti, maldita perdedora."

"Son Chaeyoung, jajaja..."

...cierto.

—¡Chaeyoung!

—¿Huh?

—Te perdiste por un momento.

—Uhm, sí, es que... pensaba en el plan de Jimin.

—Ugh, ya olvídate de eso. Hay cosas más importantes que tratar.

—Sí pero estuvo mal. Idear ese plan estuvo mal. ¿Cómo puedo darle la razón al resto cuando yo también actué de manera incorrecta?  Lo peor es que cuando Jimin —dije su nombre en voz baja— le cuente todo a Mina, ahí sí estaré frita.

—Otra vez con lo mismo. No tienes por qué temer, si él quisiera que Mina lo supiera ya se lo hubiera dicho, ese mismo día inclusive. Si no quiere nada de ti, qué estaría esperando. Ya te lo dije antes, él no es un soplón, Mina nunca lo sabrá.

—Pero...

No pude continuar porque escuchamos que alguien aplaudía pausadamente detrás de nosotras.

Ese perfume...

Por un instante me sentí como gallina a la que le estaban a punto de cortar la cabeza.

—¡Maravishosa jugada!

Tragué en seco.