Capítulo 59
Narra Mina.
En silencio contemplaba a Chaeyoung mientras dormía. Se veía como toda una bebé con suspiros suaves y marcas de baba descendiendo desde la comisura hasta tocar la almohada. Sonreí por un instante hasta que los rastros de lágrimas me devolvieron a la noche anterior.
A ella realmente le afecta lo que piense su madre de ella.
A mí no me incumbe nada de esto, claro, pero me importa Chae, entonces debería pensar en algo para que no se sienta sola porque no lo está. Tal vez esta sea mi oportunidad de demostrarle que no soy tan odiosa después de todo.
Posé mi mano sobre su cabeza, casi tocando su sedoso cabello que parecía decolorarse. Sonreí porque no me acostumbraba a verla con este color tan claro. Descendí por su mejilla, ya no tan redonda como la última vez que nos vimos, de hecho esa vez en su casa ya la había notado algo cambiada. Ahora estaba más diferente, no solo sus cachetes, todo su aspecto en sí tenía un tinte triste y gris.
Ahora que reparaba en todo ello me sentía tonta por acariciar su rostro en el aire.
Quiero verte sonreír otra vez. Admitamos que era divertido cuando me rechazabas y me llamabas loca por ser tan densa.
Ese día... no debí dejarte esa nota. Aun después, estaba a tiempo para seguir de largo. Tu hermosa y brillante sonrisa al leer mi anónima e infantil confesión debió bastarme para dejarte en paz.
¿Que puedo hacer por ti ahora?
Los rayos del sol empezaban a colarse por la ventana y supuse que debían ser las ¿siete?, ¿ocho? Me levanté lentamente para no despertarla y me puse las pantuflas. Luego subí lo mejor que pude el edredón para que no sintiera frío y fui a mi habitación a abrigarme.
Me apresuré en salir del baño y mientras preparaba el desayuno me percaté de que mis padres no estaban. Asuntos del trabajo seguramente.
Qué propiciador.
Después de amasar y cubrir el recipiente para que levara, fui por mi teléfono.
—Hi, simp! I'm busy, if it's important try again later but don't fill my mailbox bitch. If you don't understand English, my baaad!
Joder.
A ver Sana.
Presioné la opción "llamar" y no tardó en atender por suerte.
—¿Mina? —Bostezó.
—Buenas. ¿Sigues dormida?
—Creo que ya no. ¿Qué pasó?
—Llamé a Nayeon pero me mandó directo al buzón. Necesito que vayas a despertarla y vengan, a Mark también.
—¿Ah? ¿Y eso? ¿Te levantaste de buen humor?
—Chaeyoung está aquí, en mi casa —Conté mordiéndome ligeramente la uña del dedo meñique—. Se quedará transitoriamente.
—Vaya. ¿Por qué no me sorprende aún sin saber el contexto?
—Te contaré los detalles aquí. Sólo asegúrate de traer a esos dos.
—Okay.
ᴹᵉᵈᶦᵃ ʰᵒʳᵃ ᵈᵉˢᵖᵘᵉ́ˢ...
Golpeé despacio la puerta del cuarto de invitados. No escuché la voz de Chae así que decidí entrar. Como lo supuse, seguía dormida.
Podía hacer dos cosas: Recostarme a su lado para seguir contemplando su sueño pacífico o despertarla para desayunar juntas. Hm...
—Chae —Opté por la segunda—. Chaeyoung, despierta, el desayuno está casi listo —Continué susurrándole hasta que sus ojitos de tigresito se abrieron. Sonreí.
—¿M-Mina...? —Se removió estirándose como un felino.
—Buenos días. Dije que ya casi está tu desayuno.
Ella se quedó pestañeando con la boca semi abierta, como si su cerebro se pusiera a procesar todo lo sucedido precedentemente hasta terminar en mi casa.
—Entonces... ¿Te ayudo en algo? —Me senté en el borde de la cama.
—Ehh... S-sí. ¿Puedes prestarme tu ba... ¿Pero qué le pasó a tus manos? —Maldición, olvidé que traía los nudillos vendados. Debí dejarme puestos los guantes de cocina.
Había capturado mis manos entre las suyas. ¿Por qué esto hace latir tanto a mi corazón?
—Un pequeño accidente en la cocina, nada grave.
—Yo no diría eso —dijo examinando con detenimiento.
—Esto me da derecho a revisar tu pierna, ¿no crees?
—¿Q-qué?
Reí.
—Nada, que bajemos a desayunar. Seguro ibas a preguntar por el baño. Te llevaré entonces.
Asintió, así que busqué unas pantuflas gurdadas de más y pasé su brazo por mi hombro para ayudarla a caminar. Antes, mientras se movía al borde del sommier, me pareció ver un bolígrafo en la parte donde se había acostado, pero no le di importancia y salimos del cuarto.
Como estábamos en la planta baja nos ahorramos obstáculos. En el baño le dejé doblada ropa limpia y un par de toallas secas. Su uniforme ya estaba en el secarropas, y le sugerí que si entraba a la ducha lo hiciera con las ojotas de baño que había en la gaveta para que no se resbalara.
—Estaré cerca por si me necesitas —Por mí entraría con ella, quiero ayudarla en absolutamente todo pero no seré invasiva—. Hay cepillos de dientes extras detrás del espejo.
—Gracias, Mina —dijo luego de que le trajera sus muletas del cuarto.
—Aún no quiero oír eso, no antes de que pruebes el desayuno que te hice.
—¿H-huh? Tú...
—¿Vas a entrar o no? —La apuré sonriendo. Ella asintió imitándome, aunque su sonrisa fuera más débil. Entonces cerré la puerta despacio.
Mientras esperaba afuera viendo algunas cosillas en YouTube, caminando de un lugar a otro, mi teléfono empezó a sonar a lo loco.
Mark
¿Dónde es la fiesta y cuánta bebida llevo? e.e
9:01
Wut?
Yo
No es una fiesta. ¿De dónde sacaste eso?
9:01
Mark
Y si no especifican.
9:02
Yo
Solo ven.
9:03
Mark
Cuando me vengan a buscar, querida. Todavía soy una diva, no me sacan a pata ni loco.
9:03
Yo
Le dije a Sana que pase por ti.
9:05
Yo
Debe ser Nayeon, seguro no quiere salir de la cama.
9:06
Mark
Y yo que ya las estaba por cancelar por olvidarse de mí UwU
9:06
Yo
Solo espéralas, ¿ok?
9:08
Mark
Okasas ♡
9:08
UNA HORA DESPUÉS...
—Así que pasaste un fin de semana con-
—Casi —Corregí a Nayeon.
—Bueno, casi un fin de semana con la enana —Rodé los ojos por el apodo— hasta que cayó Somi, hubo pelea de inválidas y te fuiste antes de que apareciera la mamá de la honga que por cierto resultó ser una vieja homofóbica.
—Homophobic —Resaltó Mark.
—Tanto que Son prefirió irse de su casa antes que seguir viviendo con sus padres —Sana obvió.
—Sí, en síntesis así fueron las cosas.
No era mi intención soltarles toda la sopa pero es que ni bien pusieron un pie adentro empezaron a bombardearme con preguntas, sobretodo el chismoso de Mark. Como amenazaron con irse no tuve otra que abrir la boca. Salvo algunos detalles que consideré muy personales, como el campamento del que me enteré la noche pasada, les transmití los últimos acontecimientos.
Chaeyoung por cierto estaba desayunando las galletas de anís y el té verde que le preparé. Le dije que iría enseguida pero estos soquetes me tenía de rehén en la cocina. Me salió verso, lo que faltaba.
—¿Y para qué nos llamaste exactamente? Cualquiera creería que preferirías estar a solas con tu no novia aprovenchando su estadía al máximo en lugar de tenernos acá de tercera, cuarta y quinta rueda, ¿eh?
—Pero no. Chaeyoung no está bien anímicamente —Ni físicamente, tengo que llevarla al médico para ver cómo siguen sus lesiones—. Ayer lloró hasta quedarse dormida. El conflicto con su madre la tiene muy deprimida —Me apoyé en la isla de la cocina—. Quiero devolverle la sonrisa, aunque sea por unas horas que olvide sus problemas.
—Entiendo —Casi podía ver el signo de "loading" en la frente de Nayeon.
—La verdad no. Ni Nayeon ni Mark ni yo hemos experimentado sentimientos así de profundos por otra persona que no sea nosotros mismos.
—Pasaste a la siguiente fase y no te envidio para nada, pero tienes nuestro apoyo.
—Gracias, Im...?
—Entonces, ¿nos quieres usar como monos de circo para entretenerlas o qué?
—What?
Rodé los ojos.
—No quiero que sean mis bufones.
—Ay, menos mal —Suspiró Mark con alivio.
—Como los amigos que somos quiero que me ayuden sólo participando de las actividades recreativas que haré.
—Eso fue muy de maestra jardinera —comentó Sana—. ¿Qué tienes en mente?
—Pues...
San timbre me salvó otra vez. Si les decía seguro se iban, así que solo señalé la dirección de la salida dando notoriedad a lo que haría.
Sin preguntar quién era, abrí la puerta.
Era Kim y... traía compañía.
—Ho-hola —Tartamudeó—. Ehh... ¿Está...?
—En la sala, desayunando —contesté con cara de póker. Somi estaba más atrás mirándome con indiferencia—. Puedes pasar.
La mejor amiga de Chaeyoung giró su cabeza varias veces de Jeon a mí y viceversa sin saber qué hacer o decir.
—Bueno. Ehh... Mina, Somi está aquí por...
—No tienes que hablar por mí Dahyun.
—Pasa, Chae seguramente está esperando tu visita —dije y Kim, dudando aún, finalmente entró.
Jeon y yo nos quedamos en la puerta. Ninguna dijo nada en varios segundos, solo nos miramos fijamente como si fuera un concurso en el que la que pestañara primero perdía.
Pero no era un juego y al menos yo esperaba que se pronunciara primero aunque dedujera muy bien el motivo que la trajo hasta acá.
—Adelante —Di el brazo a torcer. Ahora que lo pensaba, no requería escuchar nada de su parte. Ella estaba al tanto de que Chaeyoung estaba en mi casa, así que el resto sobraba. Solo esperé de brazos cruzados a un costado de la puerta.
—No entraré.
Okay, eso sí me sorprendió.
—¿No viniste a ver a Chaeyoung?
—Sólo vine a confirmar lo que sospechaba y eso acabo de hacer. Sí deseo verla pero... creo que ya no es un buen momento.
Narra Chaeyoung.
Ayer habían sucedido muchas cosas que hoy francamente no quería recordar. Mina había dormido a mi lado toda la noche y fue el cielo. Por ella aún mantenía fuerzas para levantarme de la cama.
Ahora me encontraba en la sala de su casa con el desayuno hecho. Mina se había quedado en la cocina a conversar de algunas cosas con sus amigos pero dijo que no tardaba en volver a hacerme compañía.
La tele estaba en alto volumen y no encontraba el control para bajarle. En un pestañeo Dahyun estaba aquí gritándome.
—¡Chaee! ¡Chaeyoung!
—Dah-
—¡Somi, está aquí, en la puerta! ¡Con Mina!
...
—¿Q... qué?
—Lo siento, me esforcé por mantener la boca cerrada pero me presionó tanto que...
—No puede ser.
Jodida suerte.
Sin pensarlo tomé las muletas para ir a impedir una pelea entre esas dos.
—¡¿Dónde están mi otra muleta?!
Narra Mina.
—¿Qué rayos fue eso? —Escuché luego de cerrar la puerta. Fui consciente entonces de que Nayeon estuvo todo este tiempo detrás de mí.
—¿Qué cosa?
—¿La invitaste a pasar o escuché mal? Son está aquí... No entiendo por qué...
Suspiré.
—No soy su captora, Im. La estoy ayudando pero no soy quién para decidir quiénes pueden o no visitarla.
—Tampoco eras su captora el día que te quedaste en su casa y escuchaste a esa estúpida tratándote de manipuladora y zorra delante de Son —Y lo discutimos en la escuela después pero no se lo diría a nadie. Para mí ya era un tema cerrado—. ¿Qué pretendes realmente? Acaso...
Fuimos interrumpidas por Chae, quien parecía estar agitada mientras nos miraba. Kim apareció por su atrás.
—¡Mina! ¡Somi...! Ella... ¿dónde está?
—Acaba de irse. Preguntó por ti y luego se fue.
Nayeon me miró negando antes de regresarse a la cocina.
Rayos.
—Ah... Bueno. Yo sólo... Bueno, Dahyun me dijo... Así que pensé que podrían estar...
—¿Peleando? No. Tampoco la eché.
—No inferí eso. Sé que es tu casa y...
—Chaeyoung no la eché. La verdad sólo quería saber si estabas acá. No quiso pasar y se marchó. Si no me crees-
—No dije eso. Lo siento.
No seas estúpida, Mina. Ya basta. ¿Perderás el control tan fácilmente?
Me crucé de brazos y respiré hondo.
—No. Soy yo quien lo siente. No fue mi intención reaccionar tan a la defensiva —Posé mis manos sobre sus hombros—. Vayamos a desayunar, ¿quieres?
Ella asintió pero pude ver la preocupación aún reflejada en su mirada.
Qué imbécil soy.
Uf.
De regreso a la sala nos encontramos a Sana y Mark tosiendo como si se estuvieran intoxicando.
—¿Qué tienen estas galletas?
—Anís —Le respondí a Mark.
—Primera vez que comemos algo hecho por ti y casi morimos —¿Eh?
—Exagera. Solo no estamos familiarizados con... el anís.
—Hice unas de chocolate para ustedes, están en el horno.
—Gracias por el dato. No pude desayunar nada por culpa de Nayeon. Y del "señorito Tuan" que estuvo largo rato haciéndose el difícil porque no pasamos por él a la hora puntual.
La coneja rodó los ojos. Mark escapó de puntas a la cocina.
—¿Puedo comer también?
—Por supuesto —Le contesté a Kim.
Bueno, ya que ya estábamos todos acomodados en la sala decidí bajar al sótano por unas cosas.
🪂
—Khejeso?
—¿Qué no es obvio? Un pizarrón —Blanco mediano y con un soporte de tres patas de madera como los que sostienen a los cuadros.
—La pregunta de Mark está mal hecha. En realidad debería ser...
—¿De dónde carajo te robaste esa cosa? —Nuestra amiga Im le ganó.
—Es de mi madre. Solía usarlo para dibujar los bocetos de sus diseños.
Miré a Chaeyoung y a Dahyun y parecían estar igual de confundidas que las tres marías.
—Okay. Traje esto porque se me ocurrió que podemos jugar a algo divertido para pasar la mañana —hablé recta delante del pizarrón como si estuviera dando una exposición—. ¿Qué les parece "dígalo con mímica"?
...
...
...
...
...
—Ay Mina. ¿No te habían castigado? —dijo Nayeon negando con ¿desaprobación?— ¿No la habían castigado por hacer "eso"? —Le hizo la pregunta a los otros dos esta vez.
—Exactamente. No entiendo por qué... —¿Eh?
Sana, por su parte, se encogió de hombros.
—Bueno. Sí estoy pensando lo mismo.
Wut? What? ¿Qué?
—¿De qué... hablan? —Interrogué con las manos en mi cintura.
—Escuché que muchas adicciones empiezan así, pruebas un poquito y ya está.
—Y sí.
—Es porque vivimos peleándonos y dejamos de estar pendientes del otro.
—Pero si la primera vez pasó después de reconciliarnos.
—Cierto. Igual creo que le gustó y compró por su cuenta.
¡¿...?!
—Un momento, ¿Qué están insinuando?
—¿Qué más?
—Por mi parte, lo decía en broma. No creo que hayas fumado porquerías otra vez. ¿O sí?
—¡No fumé nada! Lo de la otra vez fue... —Mierda. Chaeyoung va a escuchar todo— No sucedió absolutamente nada la otra vez —Reí desairada.
Mierda. Se divierten mofándose de mí.
Pero no les seguiré el juego.
—Mina.
—¿Sí? —dije yendo en dirección a Chae— ¿Necesitas algo?
—Pues me gustaría ir al cuarto. Dahyun me trajo los libros de mi casillero.
—Umji me acompañó. Cómo voy a echar de menos al Consejo —Suspiró su amiga sentada a su izquierda.
—¿Siguen siendo parte? —Sentí curiosidad. Nunca supe cómo funcionaba aquel órgano del instituto.
—No. Oficialmente dejamos de ser colaboradoras del Consejo Estudiantil, la Presidenta me lo comunicó ayer en la última reunión, antes de ir a sacar a Chae de la escuela. Por primera vez me llamó por mi nombre y no por mi apellido —¿Eso eran lágrimas?
Chae la abrazó de costado.
—Me hubiera encantado estar ahí también para darles una reverencia de agradecimiento y otra de despedida a las chicas.
Por lo visto esto era más importante de lo que cualquiera creería.
—Ya lo harás. Aún las veremos en el acto y podrás despedirte apropiadamente —dije sirviéndole más té.
Sé que no era lo mismo el saludo de ayudante a Presidenta que uno entre alumnas sin funciones ni cargos, pero tampoco permitiría que se deprimiera por eso. Era mejor cortar con el tema.
—La cerebrito se llevará el diploma a la estudiante con mejor promedio, les apuesto lo que sea —Ya empezó la conejilla de indias.
—¿Sowon? Debe tener el promedio perfecto y la asistencia perfecta. A propósito, nosotras cuándo nos vamos a poner a estudiar.
—A partir de mañana —Aseguré y Mark casi se atraganta con la galleta de chocobascas que estaba masticando—. ¡Pero antes vamos a jugar! Por favor, Chae. Te prometo que será divertido.
El tigresito asintió sonriendo con más ánimos que hace rato. Kim la imitó. Algo debo estar haciendo algo bien.
—Entonces haremos dos equipos. Yo iré anotando en la pizarra-
—Ugh. No jodas Mina.
—¡CÁLLENSE PV745, HE DICHO QUE JUGAREMOS!
—Sí, señora —respondió el trío al unísono.
—Te haré un almuerzo especial, colorido y delicioso. Dejaré a tu estómago contento, Chae, ya lo verás.
—¿En serio? ¿Qué comeremos? —Bingo— Ya estoy ansioso por saber.
—Ya lo sabrás, porque tú y Sana irán a comprar los ingredientes que faltan.
—q?? Ehh, pero... ¿Nosotros?
—¡Jajajaja! —Rió la coneja.
—Y Nayeon será mi ayudante de cocina.
...
—W H A T ?
En fin, luego de formar los equipos NaSaMark...? y MiDahChaeng, empezó el juego.
Mark pasó al frente primero. Leyó el nombre de la película en el celular y sonrió ladinamente.
—Mesa —dijo Sana al verlo señalarla. Él nego repetidamente con la cabeza sin dejar de apuntar el objeto.
—Mueble —Ahora Nayeon—. ¿No?
Mark cambió de pista y se llevó la mano a la nariz usando el dedo índice para apuntar al aire.
—¿Ehh?
—Arma.
—Narigón.
—Se más claro. ¿Disparar? ¿Mocoso?
Mark siguió negando y pasó a señalar a Im con la otra mano.
—¿Yo qué? Ah, ¿bella? ¿Diosa? ¿Divaza? ¿Beautiful? ¿Perfecta?
—Tiene algo que ver con la nariz.
Él asintió ahora.
Creo que lo que simula es una extensión de su nariz. Hm...
—Se les está acabando el tiempo —Les advertí.
Olvidé mencionar que cada equipo sólo disponía de dos minutos para adivinar la película.
—Haz otra cosa.
Mark escuchó a Sana y lo pensó por un segundo pero se mantuvo haciendo lo mismo.
—¿Le estás diciendo narizona a Nayeon?
—Mi nariz es perfecta, idiota.
—Listo. Se les acabó el tiempo —Dejé el reposabrazos del sofá para ir a anotar un cero debajo de sus nombres en el lado izquierdo del pizarrón.
—¿Qué película era? —Le preguntó Sana.
—Pinocho. No puedo creer que no la adivinaran.
Lo sabía.
—Pues sorry pero no fuiste lo suficientemente claro.
—Me estiré la nariz. ¿Hay una cualidad más clara y directa que esa? Y les señalé la mesa porque es de madera como el personaje.
—¿Y yo soy de madera? —Cuestionó la coneja— Porque me señalaste también.
—Jejeje...
Creo que no lo hizo por eso.
Era nuestro turno ahora. Dahyun hizo amego de estar lanzando una flecha con un arco.
—Flecha, arquero —Tiré y Kim movió la mano aludiendo a que estaba bien encaminada—. ¿Guerrero? —No, me alejé. Diablos.
Siguió con otra pista y cuando simuló con su cola de caballo una trenza a un lado de su cabeza, aún con el arco invisible, Chaeyoung casi se puso de pie.
—¡Los juegos del hambre!
—¡Sí!
Wow. Justo en el clavo.
Aplaudí mientras las veía chocando los cinco. Luego las chocaron conmigo.
—Ahhh. Sana danos buenas pistas, no hagas lo mismo que Mark. No podemos perder.
—Ay sí, claro, ahora si perdemos será por mi culpa.
—Piensen un poco también —dijo nuestra amiga antes de ponerse al frente—. Esta fácil, no pueden equivocarse —Les advirtió viendo el celular.
En consiguiente se subió sobre uno de los sillones pequeños y levantó ambos brazos como si fueran alas con los ojos cerrados.
—¡Superman!
Sana abrió los ojos solo para rodarlos y luego los volvió a cerrar.
—Ironman.
—Batman. Haz algo más.
Sana bufó e hizo como si se tambaleara sobre el mueble hasta caer de él y fingir que se estaba ahogan...
Ah... Ya sé.
—¿Aquaman? —What? Nada que ver.
—Mi amiga la sirena.
Mi compatriota siguió negando, incrédula por el hecho de que no pudieran adivinar lo obvio.
—¡La sirenita?
—Tiempo fuera —Indiqué.
—¿Cuál era?
—Titanic, idiotas. No puedo creer que ni siquiera hayan estado cerca. El vuelo debió ser más que suficiente para que le atinaran —Sí, la verdad fue muy clara.
—Obviamente no lo fue, my girl —Sonrió con sarcasmo la coneja.
—Yo creí que era un superheroe.
Como sea. Era mi turno. Mientras ellos seguían con su pequeña discusión me acomodé donde segundos atrás estaba Sana.
Fácil. Mi película fav.
El cronómetro empezó a correr y junté mis dedos para hacer dos círculos. Luego los llevé a mis ojos simulando unos anteojos.
—Nerd.
—No estás jugando en su equipo, Mark —Lo regañó Im.
—¿Nerd? —Repitió Dahyun y yo meneé la mano en duda.
—Estudiante.
Alcé el pulgar a la repuesta de Chaeyoung en señal de que tenía mucho que ver.
Con la siguiente pista bastaría para que la adivinaran.
Con mis dedos hice como si sostuviera una barita y la moví exageradamente como si me hallara en una batalla.
—Harry Potter.
—¡Yes!
Choqué los cinco con mi equipo otra vez entre chillidos de celebración.
Creo que ya ganamos. Ahh.
Reí ante las divertidas muecas de mis amigos. Sé que era solo un juego pero sabía muy bien también cuánto odiaban perder, sobre todo Nayeon, se ponía como niña de primaría y eso lo volvía más hilarante.
—No quiero que se sientan presionados pero es su última chance, amigues —dije conteniedo la risa.
—Okas —Mark hizo una mueca y miró a la coneja que era la siguiente del grupo—. Confiamos en ti, amiga.
—Ya perdimos, qué sentido tiene-
—Hagamos esto rápido —La reina de Roma se posicionó pero al leer el nombre de la película nos miró como si estuviéramos jugándole una mala broma—. Qué co**. ¿Qué se supone que haga con esto?
—Los mimos no hablan.
Y era cierto.
—"Ja ja". Qué graciosa.
—Ya ajusté el cronómetro. Si no empiezas a jugar en tres, el tiempo correrá y tu equipo perderá —Era divertido molestarla. Pero las reglas eran las mismas para todos.
Nayeon se peinó rápidamente el cabello hacia atrás y se cruzó de brazos si moverse de su lugar.
—Solo haz un movimiento, mardición.
—Por el honor, Nayeon.
La nombrada rodó los ojos y escuchando a Sana hizo amego de ¿golpearse ligeramente... el pecho?
—¿Qué fue eso?
Me hice la misma pregunta.
El tiempo pasó sin que Im se inmutara.
—¿Acaso era La Bella Durmiente o La momia para que te quedaras tiesa sin hacer naranjas?
—El planeta de los simios (1968) —Leyó Sana en mi teléfono.
—¿Qué se supone que hiciera? ¿Ponerme a bailar como un mono?
—Ese debió hacerlo Mark. Ya qué, perdimos. Que pase Son de una vez porfa para que vayamos a comer algo que tengo hambre.
Chaeyoung no tuvo que complicarse. Con lanzar una cuerda invisible desde el sofá y cruzar sus muñecas como un escudo bastó para que Kim dijera con acierto La Mujer Maravilla.
Wow. Se ve lo bien que se conocen.
Esperen, ¿ganamos?
—¡Ganamos! ¡El MiDahChaeng triunfó! —Nos dimos un abrazo grupal y dando saltitos y haciendo bulla Dahyun y yo nos pusimos a festejar la victoria.
La verdadera victoria fue en realidad hacerla reír. Divertirla y que aunque sea por unos instantes haya olvidado sus problemas. Su brillante carita de baby tiger era algo insuperable.
—Eso fue trampa.
—¿Ah sí? —Me reí en su cara. Nayeon tenía la frente arrugada— ¿Por qué?
—¿The hunger games, Harry Potter, Wonder Woman? Todas películas post 2000 y de franquicia. Y las nuestras puros films de la era paleolítica, no me jodas.
—Titanic es una franquicia con una de las mayores recaudaciones en la historia cinematográfica de Hollywood. Pinocho un clásico de clásicos-
—Ya no tiene vigencia, qué chiste.
—Yo que tú tendría cuidado. Podrían haber fanáticos escuchándote desde las sombras —Jaja...
—Hablo en serio.
Jsjs.
—No lo parece —Sana se unió a la charla—. Nayeon, deja tu estúpida pataleta y solo admite que Son nos ganó sin tener que pararse y vayamos por algo al refri.
—No estoy pataleando.
—Perfecto, me ayudarás a hacer la comida. Sígueme.
Una hora y media más tarde almorzábamos en la sala mirando una película de comedia en Nétflix.
No pude prepararle el menú que quería para Chae porque ya era algo tarde, no tenía todos los ingredientes y la tienda muy probablemente ya estaba cerrada. Así que hicimos una comida más ligera.
Yo me demoré unos minutos ya que me quedé exprimiendo naranjas para un zumo. Como le había hecho entender a mis amigos, quería cero alcohol.
—Pingüina, yo puedo cortarla. Digo Mina. Por favor come también —Me dijo Chae mientras yo luchaba con la chuleta en su plato.
—No me cuesta nada hacerlo. Y tú tienes que esforzarte al mínimo.
—Ya estás haciendo mucho por mí.
—Déjame hacer más entonces —Sonreí como tonta. Su lindura era la culpable de que no pudiera concentrarme a veces.
—Deberías atenderme también —Nayeon.
—Solo pelaste una papa —Y terminó con todos los dedos vendados—. Si Sana y Dahyun no hubieran venido a ayudar todavía estaríamos en la cocina.
—Encima te quejas —Resopló ¿ofendida?
Rodé los ojos.
Concluido el almuerzo, limpiamos la sala. No recuerdo que siempre comiéramos como animales, qué onda.
Chae masticaba un pedacito de carne y luego de darle la última cucharada del puré de papas como a un bebé, recogí su plato. Fue la última en terminar porque le insistí en que no se apresurara y comiera despacio.
—¿Y eso? —pregunté tras ver a Mark viniendo con una botella de vino de la cocina.
—Es para un juego —Contestó Im—. Accedimos a tu juego de mudos, ahora te toca, les toca jugar con nosotros.
—¿No te estabas haciendo la víctima de Jigsaw hasta hace rato?
—No para esto.
—¿Qué es? No me digas...
—Verdad o reto —Sana concluyó por mí—. Creo.
—Sí, eso mismo.
Joder.
—No voy a jugar, no lo haré. Mucho menos Chaeyoung. Los conozco demasiado como para no saber que traen algo entre manos. Si quieren divertirse haciendo preguntas y retos estúpidos, adelante, pero vayan a otro lugar.
—Pero-
—¡Que no, ni loca! NO.
—Nada de alcohol. Se los advierto.
Maldición.
Nos hallábamos sentados formando un círculo. Chaeyoung con una almohada debajo de su pierna. En el centro estaba recostada la botella de hace minutos.
Ay god.
—Es la primera vez que juego a esto al igual que Chae. ¡Qué emoción! —Sí, se le notaba mucho.
—¿Conocen las reglas? —Le preguntó Sana a Kim. Yo estaba muda mordisqueándome una uña de los nervios... No, pero, ¿por qué tendría que estarlo? Jaja... ja.
—¡Sí! Lo vimos en las películas. La botella debe girar y la persona a la que apunte tiene que elegir entre responder una pregunta o cumplir un reto en el momento.
—Eso mismo —La coneja me sonrió con mirada traviesa—. Pero para hacerlo más interesante cada uno beberá un trago antes de decir su elección.
—Im-
—¡Empecemos!
Y la botella giró. Joder.
No quiero ver.
—¡Sana!
¿Eh?
Abrí los ojos y el pico de la botella apuntaba en su dirección. Uf.
—¡Verdad o reto! —Se apresuró Mark.
—No tan rápido.
Sana bebió hasta el fondo de la copa y se la devolvió a Nayeon.
—Hetero la que elija reto —Fue presionada por Im.
—Verdad. No tengo nada que esconder.
—Bien. La pregunta es: ¿Con quién estás saliendo? —Chismoso. Bueno, ahora me agarró curiosidad.
—Actualmente con nadie.
—Mientes.
—Tengo una que otra aventura pero eso no cuenta como tener citas. Ya he respondido.
...
—No hiciste bien la pregunta, idiota — La coneja lo regañó antes de volver a hacer girar la botella—. JÁ, SANA OTRA VEZ.
—No se vale, la moviste despacio para que me volviera a tocar.
—¿Quién fue la última persona con la que tuviste s3xo? Y quiero el nombre.
—Ya no recuerdo. Fue hace... Joder, a este ritmo me emborracharé primero.
—Dilo o tendrás que cumplir el reto.
—Miyeon. Creo. Fue algo pasajero.
—¿Miyeon? No la registro —Tampoco yo.
Mark, en cambio, se quedó pensativo.
🤷♀️
La botella volvió a girar y la siguiente presa fue Kim. Sin embargo ella se mostraba bastante entusiasmada.
—Pero Dubu, tú no bebes.
—Tenemos dieciocho, Chae. Y es un juego, no pasa nada.
—Pero-
Y se bebió, cerrando fuerte los ojos, el contenido de la copa.
—Verdad o reto.
—VERDAD.
—¿Cuál fue el sueño más raro que tuviste? —Tomé la delantera.
—Mm... Pues... Ah, sí, aquella vez. Hace unas noches soñé que me levanté de la cama en medio de la noche porque escuché ruidos y entonces me pareció ver a Nayeon y a Mark discutiendo al lado del árbol que da a mi ventana. Luego Mark quiso subir pero se cayó.
El nombrado volteó a ver a la coneja.
—Entonces esa vez nos equivocamos de casa —Escuché que le susurró pero ella no estaba prestándole atención—. ¡Esa no valió porque... porque no valió! Hay que hacerle otra pregunta.
—Yo quisiera que cuente algún secreto del Consejo Estudiantil —Comentó Sana.
—Buuu. Aburrido —Mark se acercó más a la chica rubia, con cara de diablillo. Idiota, ¿Qué piensa pregun...—. Me pregunto si... así como a nuestra amiga le gusta casi psicópatamente tu amiga Son, a ti te atrae o ha atraido alguno de nosotros.
Asterisco, facepalm, asterisco.
—Pues... Yo... ehh... N-no... N-no. No.
—Pero si te gustaba Na... —Todos volteamos a Chaeyoung cuando la escuchamos hablar pero se tapó la boca como si hubiera soltado algo prohibido.
Mm...
Ahora su amiga la miraba boquiabierta.
—¿Qué dijo? —Sana y yo nos miramos confundidas.
—¡La contradijo! O sea que Kim mintió.
—¿¿¿Hicieron trampa??? —Nayeon frunció las cejas dejando su celular— Ni modo. Que cumpla el reto como castigo.
—Nayeon, ni si quiera estabas prestando atención.
—Respondía unos mensajes, eso fue todo.
—Chaeyoung, me quemaste. ¿Cómo pudiste Judas?
—Lo siento, Dubu. Se me escapó.
—Cuándo no. Agh, realmente no sé si quiero decir la respuesta a la que estoy siendo empujada a revelar.
—No te obligaremos a hablar, ntp. Ya no somos tan hdps.
—Gracias.
—PERO tendrás que cumplir el reto.
—Basta, Mark —Como lo esperaba, fui ignorada.
—¿Qué debo hace-
—BESARALAQUETEGUSTARIGHTNOW.
—¡¿Khé?!
—Apuesto que es una de ellas. Deben gustarte los hombres tanto como a mí las mujeres. Or I'm wrong?
Qué bobo.
Nayeon y Sana se vieron entre sí. Chaeyoung se veía más curiosa que culpable por su amiga. No pues...
—Oigan...
—¡Shh! —Me chitan en mi propia casa— No puedes negarte —Le dijo.
—Ehh... No entendí bien lo que tengo que hacer.
—Besar a la que te gusta de mis girl friends. Y no lo niegues porque tu amiga ya metió la pata.
—Ay. Okay —Suspiró—. No negaré ni aceptaré nada. Y ya no entiendo en qué me metí pero lo haré. Ehm... Pero, ¿puedo ir al baño primero? La copa de vino que me dieron ya está haciendo estragos en mi desacostumbrado sistema.
—Okas.
Kim se levantó y le indicaron dónde quedaba el baño. Su cara brillaba por todo lo que estaba sudando. Pobre.
—Dime que no le gusto a tu amiga —Le susurré a Chaeyoung.
—Ella siempre nos ha shippeado. No eres tú —Se tapó la boca de nuevo y reí ante el gesto—. Dahyun me matará.
—Son un dúo muy divertido.
—¿Creen que se perdió?
—Solo es un pasillo y le dijeron qué puerta abrir, ¿no? —Sana le respondió a Mark jugando con el strap de su teléfono.
—Tienes razón.
Ya habían transcurrido cuánto, ¿media hora?, ¿una hora? y Dahyun no regresaba. Qué extraño.
—Iré a buscarla, tal vez se descompuso de los nervios.
—Yo iré, Chae. No te preocupes.
Un minuto después me encontraba tocando la puerta del baño. Nadie respondía y no estaba puesto el seguro así que la abrí.
No estaba ahí y la ventana estaba abierta.
Suspiré y pasé por una cobija a mi cuarto antes de volver con los demás.
—La asustaron. ¿Satisfechos?
—¿Ah?
—Se fue. Lo siento, Chae.
—¿Cómo que se fue?
—Lo que escuchaste Mark. Se fue.
—Pero si no la vimos pasar por acá. No pudo-
—Salió por la ventana.
—¿Qué? ¡¡¡Jajajaja!!!
—Idiota.
IdiotaS.
—¿Quieres llamar a tu amiga? —Le pregunté a Chae.
—Más tarde. Por mi bien. La verdad me lo veía venir. Aunque para ser sincera esperaba que huyera por la puerta principal.
Con razón.
En lo que hablaba, usé la cobija para envolverla y que no pasara frío.
—Nosotras no entendimos ni jota lo que pasó con Kim pero ¿podemos seguir con el juego?
Nayeon paró de chatear otra vez y se unió al pedido de Sana.
La botella de vino volvió a girar entonces, terminando por señalar a nuestro amigo esta vez.
—POR FIN. Ahora les enseñaré cómo se hace, bitches —Alardeó chasqueando los dedos.
—Verdad o reto.
—Verdad y no m4madas. Pregunten sin miedo que yo responderé a lo que sea.
—¿Cuánto te mide? —Fue la pregunta de la señorita Im precisamente.
—Khe. ¿Para qué quieren saber eso?
—Para burlarnos, para qué más. Eres pasivo así que yo digo que entre cinco y siete centímetros.
Ambas rieron.
—Soy versátil. Veinticinco.
Nayeon se contuvo la risa y lo miró con una sonrisa ladina.
—Ni tú te lo crees. MI-EN-TES.
—Okay. Ya que Sana fue a controlar que Mark corra las cincuenta vueltas alrededor de la cuadra supongo que solo quedamos nosotras tres.
—No tenías por qué pegarle ese cartel en la espalda.
—Él dijo que le medía veinticinco. Entonces... ¿Quién sigue?
Ambas nos miramos como dos vaqueros en medio de un duelo luego de que de vuelta pusiera a girar la botella.
Joder.
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