𝟚𝟞
Spreen cumplió su promesa y durante la siguiente semana estuvo viniendo casi todo el día a mi casa mientras yo trabajaba, sabía que quería cuidarme de las posibles ideas locas de Rivers. Había pasado ya año nuevo y como en navidad lo había festejado junto a Spreen, ahora estábamos a principios de enero y faltaban 7 días para la cena de accionistas, estaba cada vez más ansiosa por dejar todo lo relacionado a los fraudes.
El timbre sonó y fuí corriendo a abrir, esperaba que fuera él pero realmente quien estaba en la puerta era Rivers
—Hola.— saludó sin expresión —¿Puedo entrar?.—
—Preferiría que no.— respondí un poco nerviosa
—Está bien, hablemoslo aquí afuera.— dijo —¿Por qué no haz ido a la empresa? ¿Por qué le mandas por correo tu trabajo a Carre?.—
¿Realmente lo estaba preguntando? Tenía miedo de lo que pudiera hacerme por no unirme a su venganza
—Pensé que ya no querrías verme después de aquella discusión.— respondí y escuché como suspiró
—No importa si quiero o no verte, en ese momento no pensé bien las cosas.— habló —Solo quería cuidarte de Spreen, no quiero que te haga algo malo.—
—Él no me haría nada malo.— dije y me miró sorprendida —Ya es tiempo de que lo sepas, él me cuida y siempre que lo necesito está a mi lado.—
—No debes olvidar que él es el asesino de tu padre.— recordó y negué
—Rivers, me enamoré.— confesé y noté que hizo una mueca —Al principio pensé que esto estaba mal pero después lo conocí y conocí su versión, él no es nada de lo que me hicieron creer.—
—No quiero que sigas viéndote con él.— exclamó negando paranoicamente —Es peligroso para ti.—
—No es peligroso.— traté de defenderlo —Me hace sentir bien, no me siento sola desde que apareció.—
Ví como se acercó para empujarme un poco, entró a mi casa y cerró la puerta
—Tu papá no aprobaría esto.— aseguró y negué
—¿Piensas que conocías mejor a mi papá que yo? Sé que él aprobaría cualquier cosa que me hiciera feliz.— dije
—Yo conocía lo suficiente a tu papá para saber lo que le gustaría o no.— murmuró —¡Estoy más que segura que odiaría verte con él!.—
—Pues no me importa.— hablé y me miró molesta —Es extraño pero Spreen me dió un hogar, no hablo de la casa, sino un sitio lleno de amor al cual quiero regresar siempre.—
—Sigo pensando que estás loca, perdiste la razón.— dijo
—Quizás perdí la razón o quizás solo piensas que soy una traidora por querer al que considerabamos el enemigo.— hablé —Pero no por pensar diferente merezco algo malo.—
—¿A qué te refieres?.— cuestionó molesta
—Carre me contó que en algunas ocasiones cuando alguien se siente traicionado en este negocio piensa que es buena opción asesinar a alguien más.— mentí viendo como hacía una mueca
Me refería al asesinato de mi papá, noté que ella captó aquella indirecta por como empezó a jugar con sus dedos
—Vuelve a la empresa mañana, necesito que firmes unos documentos.— pidió ignorando lo que acababa de decir —No importa lo que creas o sientas, siempre querré cuidarte.—
Ví que tomó la manija de la puerta dispuesta a abrir e irse
—¿Por qué tú empeño por cuidarme? ¿Qué tipo de relación tenías con mi papá? .— pregunté pero ella salió de la casa ignorandome de nuevo
Salí detrás de ella pero se metió a su auto y arrancó antes de que pudiera acercarme. Esto empezaba a molestarme, quería saber qué demonios le pasaba conmigo
—¿Qué pasó?.— preguntó Spreen saliendo de detrás de un auto, parecía que se había estado escondiendo
—¿Cuánto tiempo llevas ahí?.— cuestioné mientras se acercaba
—Llegué al mismo tiempo que Rivers, ví que discutieron afuera hasta que te empujó.— explicó —No sabía si era buena idea o no acercarme más.—
—¿Escuchaste algo de lo que dijimos?.— cuestioné nerviosa
Spreen rió mientras tomó mi mano, caminamos juntos hasta entrar a la casa, aún no respondía mi pregunta
—¿Querés que te ayude hoy con tu trabajo?.— preguntó y negué
—Quiero que me respondas lo que pregunté.— dije obvia y me soltó para cerrar la puerta, tenía una sonrisa divina en su rostro
—Escuché que admitiste estar enamorada de mí.— exclamó y sentí mi corazón latir aceleradamente, me sentía un tanto nerviosa y apenada —Me defendiste y creíste en mí antes que en los demás, eso me pone feliz.—
—No quiero que mis sentimientos o los tuyos arruinen todos nuestros planes.— hablé intentando no tartamudear pero escuché su risa de nuevo
—Cuando estés lista para enfrentar tus sentimientos hablaremos a fondo de eso.— dijo tomando mi mano de nuevo —Mientras tanto más cosas no tienen por qué cambiar.—
Sonreí un poco, él me comprendía y me apoyaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro