[EXTRA 5]
« TE AMO »
17 DE AGOSTO 2005
Amaba ser madre, parecía que había nacido para eso son saberlo, claro que después de ser la mejor de su generación en Durmstrang. Incluso según palabras de Sirius y Regulus, ser madre de nuevo se veía más feliz, más viva y hermosa.
Pero sus mellizos parecían llevarle la contra en esto de ser madre. a pesar que tenia a Sirius en su vida, parecia que estaba criando a tres niños, con todo y Sirius.
Los mellizos Black-Evans parecían ser una copia exacta de su padre con el cabello y en otros aspectos, aún cuando la mayor de los mellizos era parecida a Hasley en personalidad, tenía lo Sirius Black de su parte cuando esta junto con Deneb, Teddy y Caleb. Deneb si era una copia exacta de su padre, desde la personalidad hasta el coqueteo siendo solo un niño.
Lila observo como tres niños corrían siendo perseguidos por tres adultos, entre ellos, su esposo, su hija y su hijo/sobrino. Los mellizos y Teddy Lupin de ocho años corrían en direcciónes distintas mientras que los dos hombres se detuvieron para respirar profundo, la única que los siguió con agilidad fue Ada. La Black-Evans estaba más viva, más feliz y con mucha más energia que otros de su edad, su hija habia vuelto a ser ella misma.
La pelirroja mayor soltó una pequeña risa y se acercó a ellos con un dos vasos de agua para cada uno.
— Los mellizos con Teddy son un torbellino. — hablo Harry luego de beber el agua — dime que James Sirius no será como ellos. — pidio mirando a su madre.
— ¿Quieres la verdad o la mentira? Porque mentirte no puedo — hablo su madre con una sonrisa divertida y se acercó a su esposo para sobarle la espalda con cariño — creo que alguien está viejo para seguir el ritmo de los mellizos.
Sirius abrió la boca con indignación mientras parpadeaba perplejo.
— ¿Insinúas qué me estoy volviendo viejo? — pregunta Sirius boquiabierto y claramente ofendido. — porque sigo siendo joven. Solo que no tengo la energía que solía tener antes.
Harry soltó una carcajada pero lo oculto al tomar agua.
— Claro, amor. Lo que tu digas. — comento Lila guiñando un ojo en dirección al pelinegro. — ¿Seguro que puedes cuidar de los tres juntos?— pregunta ella mirando a su hijo.
— Lo puedo hacer mamá, no te preocupes. — dijo Harry con tranquilidad.
— Claro que puede controlarlo porque me tiene a mi. — Hablo Ada volviendo a entrar a la cocina con los mellizos y Teddy detrás de ella con una sonrisa traviesas los tres, Lila los conocia muy bien, sabia que Ada les habia dicho algo para que tengan esas sonrisa traviesas. — pude dominar a casi todo Durmstrang, puedo con tres niños.
El restro de Ada era de tranquilidad, mientras el de Harry y Sirius era de preocupación.
— No son guerreros, son niños — dijo Lila frunciendo el ceño, aclarando el tema. — son cosas distintas, hija.
— ¡Yo quiero ser un guerrero! — grito Deneb alzando su mano — una espada para cortar la cabeza de un zombie. ¡También una daga para cortar el pay de manzana! ¡Sería impresionante! — hablo con tanta emocion que Harry y Ada soltaron una risa ante ello. — Nix me contó que antes Viky cortaba su cabello con una daga.
— ¡Yo también! — agitó Hydra su pequeña mano en el aire — Nix nos puede enseñar, papi dice que es muy buena.
Ada lo señaló con una sonrisa como si eso hubiera sido obvio.
— Zabravete, tezi detsa sa ludi. — hablo su madre en bulgaro mientras suspiraba.
« Olvidalo, esos niños están locos.»
— Casi 30 años casado con una chica de Durmstrang y todavía no aprendo Bulgaro. — Dijo Sirius con una sonrisa, Lila sonrio ante el hecho que no la llamaba "mujer" porque segun él seguian siendo jovenes.
— ¡Yo quiero saber Bulgaro, mami Addie! — hablo Teddy corriendo abrazando las piernas de la pelirroja menor. — ¿Puedo?
La pelirroja se agachó a su hijo adoptivo, mirandolo con orgullo y amor.
— Obviamente que si mi bebé azul. Hoy puedo enseñarte, insultaras al tío Theodore y tío Draco. — el pequeño metamorfomago alzó su mano en victoria. — y le dirás a Sirius “Stareĭshina Orion”
«Anciano Orion»
— Quiero pensar que me has dicho que soy joven — hablo Sirius mirando fijamente a su hija como si tratase de adivinar que había dicho.
Lila soltó una risa pero lo oculto con una toz.
— Am.. — Intento hablar Lila pero Harry negó dando entender que Ada no cambiaría de opinión. — de igual, yo te enseñe a insultar a Héctor en Bulgaro. — alzo los hombros restandole importancia.
Harry y Sirius miraron raro a la Evans qué parecía relajada.
— ¿Ustedes tiene la costumbre de enseñar Bulgaro insultando a los demás? —pregunta Harry. — por que según Pansy, su primera palabra en Bulgaro fue papá y luego insulto a su madre.
— Típico de Lucas. — afirmó Lila. — ¿Seguro que pueden? Puedo llamar a Héctor o Viktor..
— Mami Lila. — corto su hija. — anden a donde sea que van a ir. Puedo cuidar a sus pequeños torbellinos. Podemos cuidar a nuestros hermanos. — miro a los tres niños — aparte Viktor esta en eso de ser padre primerizo y dice que Kelly es todo menos tranquila.
Kelly Eloise Krum Granger era la hija de Viktor Krum y Hermione Granger, una linda niña de ojos azules con el cabello castaño oscuro, una combinación entre pelinegro y castaño miel. La bebe solo tenía unos días de nacido y segun Viktor quería encontrar un botón de apagado para que dejase de llorar pero todos en familia sabian que la pequeña era el mejor tesoro de Viktor.
— Si, mamá. — confirmó el Potter — luego, antes de irme vendrá Terence para ayudar a Nix.
Ada asintió con una sonrisa.
— Todo está solucionado, mamá. Vayan a su cita, pero no a crear más hermanitos, suficiente con Luki y Lennie.
— ¿Como se crean los hermanitos? — pregunta Deneb mirando a su padre. — ¿Pueden traer uno?
— ¡No! — grito Sirius. Los tres pares de ojos verdes miraron al Black con una ceja arriba. — digo, su mami y yo solo iremos a comer y volveremos.
— ¿No habrá hermanitos? — pregunta Hydra frunciendo el ceño.
— ¿Mami Nix, puedes crear hermanitos para mi? Papá Haz dice que James es mi hermananito.
Ada fulmino con la mirada al Potter que este se reía de la cara de su prima/hermana.
— Okey nos vamos. Esto ya no es mi conversación y sinceramente no quiero escuchar más. — Hablo Sirius agarrando la mano de su esposa para luego desaparecer.
Antes de abrir los ojos, la pelirroja Black ya sabía donde se encontraba, hoy el clima parecía cálido. Suspiro y sintió un apretón de en su mano.
Ella miró a su esposo con una una pequeña sonrisa para luego caminar de la mano hacia el cementerio.
De vez en cuando ambos venían al cementerio a hablar con Lily, Lucas, Remus, James, Marlene y hasta incluso con Ron Weasley.
— ¿Con quien comenzamos primero? — pregunta Sirius con una pequeña sonrisa.
La pelirroja soltó una pequeña risa y negó.
— Anda habla con Potter. Hoy quiero hablar sola con Lucas. — Sirius asintió y dejo un beso en la frente de su esposa.
— No lo aburras. Te estaré esperando mientras le cuento lo que paso con los mellizos hace unos días y lo orgulloso que debe sentirse qué nuestro nieto lleve nuestros nombres — Hablo Sirius con una sonrisa que daba entender que estaba tranquilo. Hasley asintió con una sonrisa pequeña.
Hasley camino hasta llegar a la tumba de un joven, que había fallecido a los 18 salvando al mundo mágico junto con otros magos. Pero para Lila ese muchacho siempre sería importante, un Gryffindor valiente de buen corazón, uno que supo ver más allá de lo superficial y siempre supo amar sin diferencias a los demás.
El primer novio de su hija. Ron Weasley.
Alzó su varita y conjuro un ramo de flores rojas, con lazos de color naranja y amarillo, estilo Gryffindor.
— Hola, Ron. — Ella se agachó limpiando la lápida con magia y acomodo las flores. — seguro Addie o Harry ya te lo contoraron pero de igual manera quisiera decirte ¡Harry y Pansy se casan mañana! — una sonrisa iluminó su rostro. — debes sentirse feliz porque te nombraron padrino, hubieras sido un hermoso padrino. — alzó su mirada al cielo y le dio una sonrisa temblorosa, volvió a ver el nombre de la lápida — no hay día que mis hijos no piensen en ti. Incluso Pansy lo hace, dejaste una gran huella. — Ella soltó una risa mientras sus ojos se cristalizaban. — los pelirrojos en mi vida dejan un gran huella. Tú le decías a Harry qué no eras tan importante, pero Ron, para mi familia y para mi lo eras. Lograste mucho pelirrojo, amaste y cuidaste de mi hija. Una cosa que siempre estaré agradecida contigo, enseñaste a mi hija lo que es el amor. Fuiste valiente en todo Ron. Y siempre lo serás.
Se levantó y camino, a lo lejos observó como su esposo se limpiaba una lagrima mientras soltaba una pequeña risa. Conocía bien ese sentimiento, hablar con los Potter siempre era un sentimiento hermoso para ambos, pero algunas veces ambos esperaban que ellos les respondieran o siquiera tocarlos una última vez.
Llego a la tumba donde había planeado ir desde un principio.
— Zvyar — saludo la pelirroja. — hola Derek. — ella se sentó en el pasto y cerró los ojos derramando una lagrima pero lo limpio con su mano rápidamente. — lo hice, sigo cuidando de tus hijas, no te preocupes por ellas, aún. — alzó su mano y toco el nombre de la lápida. — mañana se casa Tvoeto malko dyavolche. ¿No es genial? — ella siempre esperaba que llegase un comentario sarcástico pero sabía que jamás sucedería. — Lo sé, al fin estarán juntos. Y espero que no te moleste pero Orion la llevara al altar. Se que no te agradaría la idea pero después de todo somos sus padres adoptivos y él siempre la trato como una hija. — saco una foto de su bolsillo y lo puso al lado de la lápida — La tome a escondidas, ahí Pansy esta cargando a James Sirius, se está convirtiendo en un hermoso niño, tiene tus ojos, Regulus y yo fuimos los primeros en notarlo. ¡Merlín! Si ese niño aprende a matarnos con la mirada diría que sin duda tiene el apellido Parkinson, pero solo los ojos se parece a ti, los demás no.
«Tu pequeña diablilla»
— Él que si lo hace y se lleva el premio al parecerse al abuelo Luc, es Caleb. Pronto cumplirá 10 años, ¿puedes creerlo? Lo dejaste cuando solo tenia un año — Ella observó las rosas al lado de la tumba, sintiendo el llanto avecinarse pero lo oculto— tu primer nieto es todo igual a ti. En verdad escogieron bien el nombre, lo lleva con orgullo al representarte. — murmuró — pero jamás será tú. — el primer sollozo salió, no podía ocultarlo estando ella ahí sola. — te extraño como no tienes idea, fuiste mi mejor amigo, algo así jamás podré superar. Quisiera volver al tiempo y tener quince años, cuando solo éramos los tres ángeles de Durmstrang, el Zvyar, el dyavol y la Chudovishte. Cuando aún veía tu sonrisa, tus malos chistes y tu brillo en tus ojos. No es lo mismo solo con Héctor. Nada es lo mismo sin ti, hermano.
Estaba seguro que su rostro estaba rojo, pero no le importaba, solo necesitaba hablar con su mejor amigo, su Zvyar, su hermano. Con el borde de sus mangas se limpio las mejillas.
— Se supone que vine a hablar de tus hijas y nietos. Perdón — hablo más calmada. — Cassiopea es hermosa, una niña preciosa, tan cariñosa, parece un ángel. Nuestro ángel. — soltó una risa al recordar las travesuras de la pequeña — siempre le hablo de su abuelo Luc. Mientras yo esté aquí, con ellos, siempre serás recordado, mi Zvyar.
Ella quería pensar que desde algun lado, Lucas Parkinson la escuchaba, le respondía y le sonreía.
— También debo decirte que Héctor es abuelo. ¿Puedes creerlo? — Ella saco otra foto — nuestro ahijado tiene una niña. Ya creció el primer niño Evans. Es como ver a Keyli pero con el cabello castaño oscuro, tiene los ojos de ella incluso. Se llama Kelly Eloise, en honor a Key. Pronto también se casará, aún no tiene la fecha exacta pero dicen que piensa hacerlo cuando Kelly sea un poco más grande. — dio un suspiro nostálgico — el tiempo parece ir más rápido, a veces se me escapa de la mano al ver como todos crecen. Viktor con una hija, Paige ahora es la nueva señora Black — solto una pequeña risa al recordar que ella era la primera señora Black —Pansy esta apunto de casarse con Harry, Addie esta viviendo con Terence como una pareja y abrió una casa de apuestas como negocio que le va demasiado bien, Corvus crece cada día más y es un Gryffindor apuesto debo decir, Caleb esta creciendo demasiado rápido que me es imposible no verlo como un bebé, mis mellizos quieren aprender Bulgaro como segunda lengua.— soltó un suspiro observando las flores lilas qué seguro Caleb o Pansy habían traído antes —Todo parece ir demasiado rápido pero a la vez siento que yo misma voy lento, a mi modo. — ella se levanto mientras sacudia un poco de tierra en sus pantalones — iré a a hablar con Lis, volveré en otro momento Lucas. Obicham te tolkova mnogo, bratko.
«Te amo mucho, hermano»
Camino mientras se limpiaba las lágrimas que quedaban en su mejilla, siempre le gustaba hablar con Lucas. Antes con solo mirarse se entendían, con una sonrisa de ambos era suficiente para saber que estaban bien o felices, pero ahora que él no estaba, ella hablaba y hablaba porque ya no había miradas para entender que estaban bien.
Al llegar al lado de Sirius puso una mano en su hombro para luego inclinarse hasta quedar a su altura de él.
— Le contaba como James Sirius es casi como él solo que con los ojos de Lucas — hablo Sirius con una pequeña sonrisa, volteo a ver la lápida — ¡Mañana se casará Harry! Nuestro pequeño cachorro ya es todo un hombre.
Ella apoyo su cabeza en el hombro de su esposo.
— Al Lis no le gusta que le llames cachorro a su hijo. ¿Verdad Lis? — ella también intentó bromear mirando la lápida — estoy segura que dijo que si — mururmo ella apretando los labios.
— También estoy seguro, igualmente seguiré llamando a Harry, como cachorro. — dijo en broma. — ¡Mañana llevaré a Pansy al altar! Le entregaré a su hijo.
— También es nuestro hijo, Orion.
— Pero siempre serán de ellos, mi Lila. — dijo Sirius mirando a su esposa y luego a la lápida. — nosotros solo lo cuidamos como ustedes lo hubieran hecho. Te extraño hermano.
Ella agarro la mano de su esposo y entrelaza sus dedos, dejando un beso en el dorso de su mano. Dando apoyo porque ella era su muro, y él de ella.
— También te extraño, Potter. Después de todo siempre serás importante en mi vida como en la Orion. — ella beso la mejilla de su esposo. — ¿Todo bien?
— Todod bien. — murmuró Sirius — También le conté a Lily sobre Kelly.
— ¡Yo quería contarle! — se quejo Lila con una sonrisa, se volteo a ver la lápida — pero estoy segura que ella desde un principio lo supo, al igual que Key. Te extraño mucho Lis. No hay día que no extraño a mi melliza, mi mitad, como dicen los mellizos, mi mitad Evans. El destino me mando a aprender a vivir sin ti y me duele aprender pero lo hago. Espero que en otra vida.
— ¿Te dejo para que hables con ella? — pregunto Sirius algo cauteloso.
— No está bien, es mejor si escuchas y luego no me andas preguntando que le dije. — Sirius soltó una risa y le guiño el ojo. Ella rodó los ojos divertida sin borrar su sonrisa.
Ella hablo, hablo de como le iba su vida de madre de mellizos, de como pronto cumpliría nueve, de lo feliz que era Harry junto con su futura esposa, de como Addie volvía a brillar por si misma. Antes solo era Lily quien hablaba y Hasley quien aconsejaba, pero ahora los papeles intercambiaron, Hasley hablaba y Lily escuchaba pero más no aconsejaba.
La tarde se paso en el cementerio con algunas lágrimas y muchas risas cada que Sirius interrumpia, antes de irse prometieron traer de nuevo a los mellizos. Habían veces donde los mellizos venían con ellos, y era hermosos como ellos los llamaban tíos a ellos, como si entendieran que fueron importantes en la vida de sus padres.
OCTUBRE 2005
Ella tarareaba una canción lenta y su hija murmuraba la letra de la canción mientras ella le hacia dos pequeñas trenzas. Al ser hija de Sirius Black, se sabía todas las canciones de los 70 junto con las de los 80, decía que Elvis era un gran cantante.
— Mami — llamo la pelinegra dejando de cantar, Lila deja de peianarla y se agachó a su lado para observarla. — Ya se porque me llamó Hydra.
La pelirroja de ojos verdes sonrió con dulcura, logrando achinar sus ojos.
— ¿Porque, cariño? — pregunta Lila con una sonrisa mientras metía un mechón pelinegra detrás de su oreja.
— ¡Soy una constelación y Deni es una estrella! — Su madre asintió mientras sonreía — ¡También Nix, ella es una constelación!
— Es verdad, amor, el ponerle nombre de constelaciones y estrellas es una tradición en la familia Black. — hablo Lila. — es una hermosa tradición que espero que sigas.
— ¡Me gusta la astronomía! — dijo ella sonriendo con orgullo. — ¿Pero porque me llamó Lennie?
Ella sonrió e imagino pensarlo.
— Eres una pequeña muy curiosa. — dijo tocando la punta de su nariz de su hija.
— Soy una Black. — dijo Hydra orgullosa.
— ¡Mami bonita! — grito el mellizo de Hydra entrando al cuarto de su hermana. — ¿Podemos ir con papi Orion a comprar un nuevo disco? ¡Por fis! ¡Por fis! — el pelinegro junto sus manos como súplica — ¡Me arrodilló ante usted hermosa mujer que es mi madre!
El padre de los mellizos entró al cuarto de su pequeña hija con el ceño fruncido.
— Pero hace unos días fueron a comprar un disco de vinilo de los The Beach Boys. — hablo Hydra con el ceño fruncido. — pero quiero i..
— boca suelta. — murmuró Deneb con enojo.
— ¡No soy boca suelta! — chillo Hydra señalando a ella misma con los ojos brillosos— solo digo la verdad.
— ¡Deneb! — exclamó su padre. — no le digas eso a tu hermana.
— Y tu fuiste de la idea seguro. — comento Lila con los brazos cruzados. — Cariño. — se agachó mirando a su hija que miraba mal a su hermano. — estoy segura que Deni no quiso decirlo así.
— ¡Si quise! — grito el mellizo — nunca me deja hacer lo que quiero. ¡La odio! — se cruzó de brazos y salió de la habitación de su hermana dando pisadas fuertes.
— ¡Yo te odio más! — grito la otra melliza, luego el labio de la pequeña empieza a temblar logrando que empezará a llorar. — Papi, Deni me odia. — corrió a abrazar las piernas de Black mayor. — soy mala.
— Para nada dramáticos — murmuró Lila levantándose. — me recuerda a cierto Black.
— Si, lo sé. — hablo Sirius mirando hacia la puerta donde se retiro su hijo. — Regulus era igual de dramático.
Su esposa lo miró raro y con una ceja alzada, estaba segura que ella no hablaba de Regulus.
El pelinegro se agachó para quedar a la altura de su hija que trataba de limpiar sus lágrimas.
— Mi corazón, no llores amor. — Sirius le limpio las lágrimas con sus pulgares mientras acuña a su rostro. — Estoy segura que Deni no quiso decirlo así. Tu nunca serás una boca suelta, mi corazón.
— Él lo dijo. Dijo que me odia. Y cuando alguien odia a otra persona es porque hizo algo malo. Significa que soy mala, papi. — hablo ella entre llanto.
— Jamás serás mala mi corazón. Un poquito directa, pero eso está bien. — sonrió. Levantó la mirada a su esposa. — yo me las arreglo con ella, anda con Luke.
— Eres un gran padre, Orion. —dijo ella para luego inclinarse dejando un beso en la mejilla de su esposo. — Hablaré con Deni, cariño. Pero tu también le perdíras perdón, tu también le dijiste que lo odias.
La pequeña de ojos grises bajo la mirada.
— Lo sé. — murmuró ella en voz baja.
Salió de habitación para dirigirse escaleras abajo. Esta no era la primera pelea que tenían pero sabían que tampoco era la última, Lila tenía razón cuando dijo que Sirius era un gran padre, él siempre estaba ahí cuando sus hijos los necesitaban, al igual con Ada, a pesar que ya era toda una adulta ella, él intentaba estar para ella. Y ella venía siempre a verlo con la escusa que necesita un aliado para jugar poker y ganar más dinero en su bóveda, pero Lila sabía que lo hacía para pasar tiempo con su padre.
Al bajar encuentra a Deneb con la brazos cruzados sentado en mueble pero viendo la televisión. Él era una copia de su padre, era terco, divertido, algo recentido y muy pero muy bromista.
Ella se sentó a su lado y miró el dibujo favorito de su hijo, los teletubis. A la pelirroja le parecía raro el programa pero no pida quejarse, después de todo eso le gustaba a su hijo
— ¿Sabes que esta mal lo que le dijiste a Leni?
Deneb agachó su cabeza jugando con el collar que su tío Regulus le había regalado hace años, era una pequeña estrella que decía ser la estrella Deneb y atrás estaban sus iniciales.
— Un poquito. — murmuró el pequeño. — pero yo quería ir, mami.
— Lennie tenía razón cariño. Pero sabes que si la hubieras invitado ella jamás se iba negar a ir con ustedes. — ella paso su brazo por los hombros de su hijo atrayendolo a ella.
— Es que ella siempre es tan perfecta, que quiere tener la razón mami.
Lila soltó una risa pequeña y quitó un poco de cabello negro de la frente de Deneb.
— Y tu eres un pequeño que siempre está en problemas. — El de ojos verdes sonrió inocente — y eso está bien cariño, así ambos se complementan. Ella te pone en la dirección correcta y tu le enseñas la vida divertida.
— ¿Como tu y papi?
— Puede ser.
La elfina de la familia Black-Evans entró a la sala.
— ¡Jeri esta feliz por la amita Phoenix y el señor Terence están aquí! — anunció la elfina — Jeri estaría feliz de preparar su comida favorita de la amita para ella y su pareja. ¿Jeri puede?
La pelirroja sonrió con dulsura y asintió. La elfina soltó un chillido y desapareció.
El pelinegro bajó del mueble para correr hacia la entrada, gritando en nombre de su hermana mayor.
El primero que llego a la sala fue Terence, lucia formal, una camisa celeste con unos pantalones negros y su cabello rubio bien peinado.
— Buenas tardes, Lila. — saludo el rubio dándole un beso en la mejilla.
— Buenas tardes, Terence. Ya te dije que dejes las formalidades conmigo. — comento ella.
Terence siempre había sido formal con ella, todo lo contrario a lo que había sido Ron hace años. Pero de igual manera lo quería.
Ada no demoró en aparecer luciendo un vestido rojo sencillo pero estaba encima de sus rodillas y una chaqueta de cuero negro.
A Lila siempre le divertía verlos, Ada era casi todo lo contrario a Terence, ella era extrovertida, sarcástica, era mandona y dramática. Terence era casi olvidadizo, prefería escuchar que hablar, un poco introvertido pero sabía hacer una buena conversación y formal con Lila. Como polos opuestos que se atrean.
— ¡Mamita Lila! — La pelirroja de ojos grises salto a abrazar a su madre que estaba en el mueble.
— ¡Pesas, Addie! — respondía divertida ella pero devolviendole el abrazo. — ¿Como esta mi princesa?
— Cansada. Pero felizmente rica. — se alago ella sin levantarse — la casa de apuestas va demasiado bien, con mi socio pensamos abrir otra sede.
— ¿Tienes un nuevo socio? — Su madre empujó con delicadeza a su hija para que se sentará a su lado.
— Habla de mi. — hablo Terence. — Su negocio va realmente bien, incluso opaca las tabernas del mundo mágico.
La chica pelirroja sonrió y puso sus manos en su rostro.
— ¡Ay! Me alagas. Di más. — demandó su pareja. — pero si, pienso meter a tío Regulus o Draco como administradores, necesito que alguien vigile cuando no esté.
— ¿Porque? — pregunta su mamá.
La mayor sabia que ella no dejaba que nadie administrara su trabajo, incluso Harry se ofreció a ayudarla pero ella se negó diciendo que era demasiado blando para el trabajo.
— Deni me dijo que irá a disculparse con Lennie. Necesito el chis... Informe completo. — dijo Ada levantándose de un salto subiendo escaleras arriba.
Lila frunció el ceño confundida, su hija siempre cambiaba el tema cuando ocultaba algo.
— ¿Le pasa algo a Addie?
Terence dejo de observar por donde se había ido y fijo su vista en la madre de su pareja.
— Realmente no lo sé. Desde hace una semana esta actuando raro. — comento Terence. — incluso es más... ¿Cariñosa?
Ella frunció el ceño, algo le pasaba a su hija lo sabía.
La tarde se paso conversando con Terence, cuando los niños se unieron a la conversación mientras Ada, Sirius y Jeri cocinaban.
Todos se sentaron a comer. Mientras Ada reía junto con los mellizos y Terence hablaba con Sirius, Lila miraba atentamente a su hija. Hasta que lo noto, su dedo anular estaba marcado como si le faltaría algo que estaba hace días, pero había otra cosa que noto en ella.
— ¿Con quien dejaste a Teddy? — pregunta Lila mientras comía.
— Con la tía Andy, es su semana de abuela y nieto. Es tierno.
— Andy adora a su nieto. — comentó Sirius con una sonrisa — aunque es raro porque también es como mi nieto.
— Lo raro es que no lo consideres tu nieto. — comento Ada. — lo bueno que es tranquilo. ¿Imaginas que fuera uno mio?
— Sería hermoso, hija. — hablo Lila con tranquilidad. — Pero como eres amiga de Pansy seguro harás todo al revés.
— ¿La tía Pansy hace todo al revés? — pregunta Deneb. — Sus fotos no salen al revés.
— ¿A que te refieres, Lila? — pregunta Terence con el ceño fruncido.
— ¡Oh, nada! Estoy casada con Orion. Cosas locas.
— ¡Yo quiero oirlas! — dijo Hydra.
— ¿Tengo que ofenderme? — pregunta Sirius a su hija.
— Si, parece que si. — Comento Ada y miro a su madre. — ¿A que te refieres?
Lila sonrió mientras dejaba el tenedor, limpio la mejilla de su hijo que se encontraba con chocolate en la mejilla.
— ¡Ya sabes! — dejo el pañuelo de lado y miro a su hija y luego a su pareja. — comprometerse. — Sirius soltó una exclamacion, luego Ada abrió la boca y Terence trago en seco — embarazarse antes de estar casados — Ella miró a Terence qué abrió la boca y miró a Ada, que seguía con la boca abierta. — y luego casarse.
— Nix cierra la boca, mami dice que es mala educación hacer eso en la mesa. — dijo Hydra ajena a la situación.
— Pequeños, vayan a lavarse los dientes y a la cama. Luego iremos a acostarlos. — dijo Lila.
Los niños se levantaron de la mesa dejando a los cuatro adultos. Sirius se había quedado sin palabras, su pequeña primera hija se iba a casar y esperaba un bebé. Terence no tenía idea que su prometida estaba embarazada, lo que lo tenía más sorprendido.
— ¿Com...como lo notaste? — pregunta Ada sorprendida.
— Tu dedo aun tenía la marca, por lo que pude suponer que llevabas el anillo hace días y te lo quitaste hoy. — dijo ella con una pequeña sonrisa. — No se me escapa nada de mi vista y peor si son mi familia, Addie.
— Casi me asustas, Lila. — comento Sirius con una fingida sonrisa, aunque esperaba que fuera falso — pensé que mi cachorra esta embarazada....— reacciono ante la idea de que esta comprometida — ¿Te vas a casar con Terence?
— ¡Ay si! — dijo ella emocionada, Terence le dio su anillo y se lo puso donde debía estar. — tengo que hacer crecer mi fortuna y Terence era de los que estaba disponible. — el rubio frunció en ceño. — bromeó..... Un poco.
— ¡Pero aun eres pequeña, eres mi princesa!
— Papá, tengo 25 años, Harry se casó y también Draco. ¡Incluso Paige con el tío Regulus!
— ¡Exactamente! Aun eres pequeña. Desde que estas con ese rubio me llamas papá y no papi Orion.
— ¿Lo siento? — dijo Terence confundido.
— Estas perdonado, pero no ahora. — dijo Sirius mirando al rubio y luego a su hija. — firmaste un trato, decía que no te casarías hasta los 40.
— ¡Nunca firme nada!
— Oh esto durará un poco. — comentó Lila. Mientras se servía una copa de vino para ella y Higgs.
— No tomo. — hablo Terence negando la copa.
— Oh, Terence, lo harás luego del drama Black. — Terence acepto la copa algo confundido.
— ¡Lo hiciste cuando tenias un año y tres semanas! — Sirius hizo aparecer un pergamino algo viejo. — Lo escribí y tu lo firmaste con crayolas y de color rojo. — señaló lo que parecía ser el nombre de Ada escrito en crayolas.
— ¡No era consiente! ¡Ni siquiera parece escrito bien mi nombre! — hablo ella indignada — aunque se notaba que me gustaba mucho el rojo desde entonces. — comentó casualmente. — eso no quita nada. Me obligaste.
— En realidad, no. — comento Lila. — él dijo eso del trato y tu dijiste. “shi, papi”
—¿De que lado estás? — pregunta Ada mirando a su madre buscando apoyo.
— ¡Oh, del lado de mi nieto o nieta! — hablo Lila casualmente.
Sirius soltó una risa como si eso hubiera sido una broma de su esposa, Terence miró atentamente a su prometida y Ada trataba de entender si su madre se había metido entre sus recuerdos.
— Hasley, ya estas...
La pelirroja mayor alzó la mirada en dirección a su esposo, algo que le había vuelto una costumbre era que casi nadie la llamaba Hasley, y si alguien le llamaba así era para cosas serias, pero con Sirius era distinto, él si o si tenía que llamarla Lila.
— Cariño, creo que te a ti no se te dan los chistes.
— Cariño — hablo Lila de la misma forma que su esposo utilizo. — no es ninguna broma.
La segunda pelirroja abrió su boca sorprendida y luego su vista se fijo en la pierna de pollo como si fuera lo más interesante del mundo.
— Puede que no sea ninguna broma — murmuró la Black menor.
— ¿Qué? — exclamó el Higgs observando a su prometida.
Ada levantó la mirada y alzó sus mano en forma de sorpresa.
— ¡Tendremos un bebé! — hablo la chica de ojos grises con una pequeña sonrisa.
El rubio se levanto de la mesa con intención de abrazarla y besarla pero Sirius le agarró del brazo y llevándolo hacia la sala.
— Creo que lo va a matar. Me quedaré sin mi prometido y mi bebé sin padre. — hablo Ada viendo por la puerta donde salieron los dos hombres.
— No lo hará y si lo hace yo mismo lo mataré y luego iré por tu prometido. — Lila se levantó y abrazo a su hija.
Se separó y puso sus manos en las mejillas rojizas de su hija, su primera y grande hija iba ser madre. Las emociones se apoderaron de Lila en ese momento, ella había criado sola a esa pequeña, a esa niña que tenía entre sus manos, ella la había visto crecer, sus primeros paso, sus primeras palabras, su primera risa, ella estuvo presente el todas sus primeras veces y estaba agradecida de seguir estandolo.
— Estas llorando mami. — hablo Ada limpiando las mejillas de su madre con sus pulgares.
— No puedo creer lo grande que estas, bebé. Estoy orgullosa de ti mi vida. — dejo un beso en la frente de su hija.
— Ya no soy una bebé, mami Lila. Tendré mi propio bebé. — dijo con una pequeño toque de diversión en su voz.
— Lo sé, ya no eres una bebé, eres una mujer fuerte que a pesar que has caído siempre te has vuelto a levantar, por que esas es mi bebé, mi pequeñita, mi linda pelirroja. — la abrazo fuerte. — Serás una gran madre, Addie.
— Este bebé crecerá con sus dos padres, tendrá su familia, al igual que los mellizos. — hablo Adda en voz baja apoyando su mejilla en el hombro de su madre.
Podía oír el dolor en su voz de Ada. Ada no quería que su futuro bebé se crié con un solo podré como le paso a ella, y eso lo sabía Lila.
— Lo hará y tendrá uno de los mejores padres.
POV SIRIUS BLACK
14 DE NOVIEMBRE 2006
Él entro a la habitación donde se encontraba una pelirroja de ojos grises, usando un hermoso vestido blanco, él no entendía mucho de moda pero lo que si entendía que su pequeña hija se veía hermosa.
Su esposa a su lado sostenía a una pequeña pelirroja de ojos azules y un pequeño vestido para bebé color crema. La pequeña de casi seis meses veía a su madre hipnotizada, al igual que su esposa quien la cargaba.
Adhara Ronny Hasley Evans-Higgs era la primera hija de Ada y Terence, era la nueva niña de sus ojos, una nueva niña más para él, tenía los ojos azules como Terence y el cabello rojizo como el de Ada, siempre parecía reír por todo, con solo seis meses era una hermosura.
Ada puso su cabello detrás de su oreja con una sonrisa enorme y sus ojos brillosos. Ella lucia hermosa, como una princesa sacada de un cuento de hadas.
Ese día se celebraria la boda de Ada y Terence, habían pocos invitados pero la mayoría eran familiares de ambos. Incluso habían más por parte de la pelirroja qué del Higgs. La boda era privada pero con todos en la casa parecía todo menos privada.
— Estas... hermosa. — Hablo Sirius llamando la atención de las tres pelirrojas.
Ada alzó su vestido con cuidado para bajar de la pequeña tarima, Sirius rápidamente corrió para ayudarla ofreciéndole una mano.
— Te esperamos allá, cariño. — dijo Lila mirando con cariño a su hija. — No dejas que se caiga Orion. — dejo un beso en los labios de su esposo que fue correspondido.
— Jamás la dejaré caer.
Abuela y nieta salieron de la habitación con una sonrisa. Sirius volteo a ver a su hija aun con asombro y orgullo.
— Pareces que vas a llorar, papi.
— No me importa. — hablo Sirius abrazándola buscando ese olor que recordaba hace más de treinta años. — ya no huele.
— ¿Olia mal? — pregunta Ada intento separarse pero Sirius no la dejo.
— No, jamás. — hablo él. — ya no hueles a bebé con tu toque a vainilla.
Entonces Ada entendió, por lo que se aferro a ese abrazo.
— Se que no te lo dije la primera vez que nos reencontramos pero perdoname hija.
— ¿Perdonarte? — pregunta Ada se parándose un poco, mirando como su padre derrama a unas cuantas lágrimas.
— Por no estar ahí los primeros doce años de tu vida. Por no escucharte decir papá, por no verte caminar, por no haber tenido nuestro primer bailar juntos, por no poder jugar contigo, por no haberte enseñado lo que era la tradición Black, por no haber estado ahí cuando más me necesitabas. Perdoname por no haber estado.
Ada tenía suerte que Paige le halla maquillado y halla puesto un hechizo para que no se corras el maquillaje. Estaba llorando y abrazando con fuerzas a su padre, temiendo que se fuera otra vez y ese solo sea un sueño.
— No fue nada tu culpa, papi.
— Y ahora me toca entregarte y eso me hace saber que ya no eres mi cachorrita. Has crecido y yo no estuve para ti, y esta será la primera y la última vez que que caminaras conmigo apoyándote para entregarte a otra persona.
— Siempre necesitare apoyarme de ti, papi. No importa cuantos años tenga, no importa si tengo ocho hijos, siempre necesite y necesitare a mi papá.
Sirius se separó y limpio las lágrimas de las mejillas de su hija con sus pulgar admirando esos ojos, igual a los suyos.
— Es hora. Sino Lila vendra a apurareme y con ellos, Regulus y me dirá que soy un llorón.
Ada soltó una risa mientras acentia.
— Siempre arruinando momentos bonitos con algo graciosos, papi.
— Es algo hereditario, princesa.
Ada se volteo y abrazo una última vez a su papá antes de salir hacia afuera para luego dar el sí.
— Necesito unos momentos y luego salgo.
Sirius sonrió y dejo un beso en la frente de su hija. No importara cuanto tiempo pasé su hija y Harry siempre antes de un gran acontecimiento hablaba con alguien especial para ellos, ese era Ron Weasley.
Solo paso unos minutos antes que la pelirroja salga para enganchar su brazo con el de su padre.
— Estas a tiempo de arrepentirte, princesa. — dijo Sirius con diversión en su voz.
— Ya no puedo arrepentirme, tengo una hija con él. Y puedo estar tranquila con él.
Sirius se detuvo, alzó su mano para entender a los que abrían la gran puerta que esperarán. Se volteo a ver a Ada con una ceja alzada.
— Solo te lo diré una vez más, porque te amo y no importa lo que pasé. — Ada miro a su padre frunciendo el ceño — ¿Eres feliz con él?
— Si no fuera feliz no hubiera tenido una hija con él. — hablo obvia.
— Sabes a lo que me refiero, princesa.
Ada soltó un suspiro, apretó sus labios formando una línea recta, pareció pensar sus palabras meditando lo use debería decir, al final una sonrisa se asomo en su rostro.
— Lo amo. — hablo ella con firmeza. — Él estuvo ahí para mi, cuando me caí me ayudo a levantar y curar mis heridas. Peleamos pero no podemos estar peleados mucho tiempo porque luego alguno de los dos hace algo ridículo para pedir perdón. — alzó la mirada conectadando sus ojos con los de su padre. — he aprendido a amarlo, quizás no es un amor como el tuyo con mamá, como el Pansy y Harry. Pero lo amo y se que es amor. — iba a pasar una mano por su cabello como de costumbre pero su padre la detuvo sabian do que arruinaría su peinado. Ella soltó una risa — amo mi vida con él, amo la hija hermosa que me dio. Soy feliz con él.
Sirius dejo un beso en la frente de su hija.
— No estoy listo para dejarte.
— Yo si. — bromeó Ada. Sirius la miro ofendido pero luego soltó una risa.
— Tenias que arruinar momentos bonitos. — hablo Sirius calmando su risa.
— Es algo hereditario, papi Orion.
Ambos suspiraron y se miraron.
— Ya es hora. — murmuró la Black.
— Si. Es hora.
Al salir Sirius podía sentir la mano de su hija temblar, por lo que la sujeto bien. Caminaron hasta la capilla, desvío su mirada hacia su hija y observó como su mirada brillaba al ver al rubio Higgs.
Harry y Theodore estaban al lado de Terence, como los padrinos mientras que al otro lado estaban Pansy y Paige usando un vestido rojo como madrinas.
Antes de llegar al escalón donde se subiría a la capilla, Sirius se volteo a ver a pelirroja.
— Te amo mucho mi princesa. — hablo Sirius con orgullo. — Ti vinagi shte bŭdesh pŭrviyat chovek, kogoto shte obicham bezuslovno, Ada Phoenix Black-Evans
« Siempre serás la primera persona que amaré incondicionalmente »
Ada abrió la boca sorprendida ante lo que su padre acababa de decir, no solo fue por las palabras sino fue porque lo dijo en el idioma con el que ella había crecido, el idioma que casi pocos en su familia entendían.
Al igual que los que entendían aquel idioma se sorpendieron en escucharlo hablar tan perfectamente. Sirius nunca se había molestado en hablarlo o practicarlo antes, pero cuando note como sus mellizos querían aprender y no necesitaban de él, lo aprendió y fue demasiado rápido ya que lo escuchaba casi a diario. Y sus primeras palabras en Bulgaro no sería un insulto como todos ellos, para él fueron el amor lo que sentía por su hija.
— Tatko... — balbuceo un poco pero rápidamente se recompone— Blagodarya ti za vsichko.
«Papá.» «Gracias por todo»
— Cuidala mucho, Terence. — Sirius miro al rubio.
— La cuidare con mi vida, sin importar lo que pase. — Hablo Terence.
Sirius beso la mano de su hija y observó como ella agarraba la mano de su pareja para subir el escalón mirándolo como si el fuera lo más importante. Dejando al Black parado observando como su vida se iba de sus manos, como su niña ya no era más una bebé en sus brazos qué necesita ser cargaba para dormir, sino una mujer a punto de hacer su vida.
— Obicham te, printseso — murmuró Sirius para luego caminar al lado de su esposa.
« Te amo, princesa »
Hasley le sonrió y dejo un beso en la mejilla con cariño, Sirius le sonrió y cargo a su nieta que sonrió al ver al pelinegro quieriando ir a sus brazos.
Sirius solo había llorado tres veces en público, una fue cuando se casó con Hasley y no le importaba quien le viera llorar, él estaba feliz de tener una vida con Hasley. La otra fue cuando lo encarcelaron y observó a Hasley gritar pidiendo que volvería a su lado, ese no fue una llanto de felicidad, fue de dolor, sufrimiento, de rabia y cólera por estar lejos de su familia, de los que más le necesitaban.
Y la última era en ese momento, ver a su hija con una sonrisa de felicidad mientras reía de algún comentario de sus madrinas o cuando Pansy interumpia a Hermione en su trabajo para casarlos. Estaba orgulloso de su hija, a pasar que se había caído, llorado, hundido en una depresión, supo salir de donde sea. Ella siempre podría brillar por si misma, como un resplandor. Como lo que más le gustaba a Sirius y Hasley, el atardecer. Porque era un momento en donde dos estrellas se unian, la luna y el sol, la luz y la oscuridad. Eso era lo que ambos habían creado, su atardecer.
La pequeña en sus brazos tocó la crecida barba de él, logrando llamar su atención. Adhara sonrió y soltó una risa tierna al como con su otra mano limpiaba su lágrima.
Llego el momento de los votos, Teddy se acercó con los anillo y se le entregó primero a Terence.
— No tengo palabras para esto, la verdad. Paige me hizo preparar como tres pergaminos de votos para esto y siento que me olvidado por completo de los tres. — los presentes soltaron una risa. Su amiga castaña llevo una mano a su frente, al ser expuesta. — pero siempre he sido así cuando estoy contigo — el rubio miro a la novia frente a él — no importa cuanto este preparado para algo cuando estoy contigo, eres lo único que se lo que en verdad quiero en esta vida, tú junto con Adhara son lo mejor que me hubiera pasado y lo que jamás pensé que tendría. — dejo un beso en el dorso de su mano y alzó la mirada para observarla. — siempre he estado ahí para ti, no importa si te caes, si peleas y sientes que ya no puedes más yo estaré ahí para ti, porque te amo y ahora con este anillo — alzó el anillo de oro con pequeños zafiro dentro de ellos — juro estar siempre a tu lado, sin importar tus cambios de humor, sin importar las pescadillas, las noches sin dormir, estaré ahí, como la persona que siempre te protegerá. — deslizó el anillo en el dedo de Ada.
Sirius infló su pecho al escuchar todas las palabras que había dicho el Higgs, estaba orgulloso de que su hija había encontrado un buen hombre que la ame tal como es. Como ella misma dijo, no era un amor como el de sus padres era distinto pero era amor.
Y ahora lo veía al ver como su hija trataba de no llorar, se veía feliz, con vida y una hermosa sonrisa que había heredado de su madre. Sintió su vista nublar se al darse cuenta que seguía llorando. Hasley llevo una mano a su mejilla y se lo limpio con delicadeza. Él con la mirada le agradeció.
— Creo que mi discurso queda corto ante lo que dijiste. — comentó Ada fingiendo limpiarse las lagrimas que amenazaba por salir — ¡Merlín! ¡Me dejeste sin palabras y yo nunca me quedo callada! — los invitados soltaron una risa al saber que era cierto. — aprendí a amarte, siempre te lo digo y te lo diré siempre, tu desde un inicio me amaste y me distes el espacio y el tiempo para darme cuenta que debía volver a creer en el amor. Pensé que me quedaría soltera de por vida como mi tío Héctor. — el mencionado soltó un suspiro — estuviste ahí para mi, sin darme cuenta que cada vez que me pasaba algo en mi vida quería decírtelo a ti, claramente después de Haz y Pansy. — el matrimonio Potter-Parkinson se guiñaron el ojo mutuamente divertidos. — te volviste alguien importante en mi vida sin darme cuenta y en el momento que menos espere, me hiceron dar cuenta que estaba enamorada de ti. — miro a Paige qué sonrió con orgullo y luego volvió su vista a Terence — gracias, gracias por amarme y esperarme, mi rubio. — agarro el anillo de la almohadilla sonriéndole a Teddy — ahora con este anillo no solo te atas a mi, también a mis dos hijos. — volvió a mirar a Terence — y me doy cuenta que te amo. Que amo mucho a mi esposo. — deslizó el anillo en el dedo del Higgs.
— Ya pueden besarse, señores Higgs. — Hablo Hermione con una sonrisa.
Terence jaló de la cintura de su esposa para traerla a él y besarla, Ada sonrió en medio beso inclinandose mientras todos aplaudian y Pansy tomaba la foto.
Sirius paso el brazo por el hombro de su esposa y observó como ella estaba con una sonrisa y lágrimas por las mejillas. Adhara estaba en medio de ambos.
— ¿Eres feliz, Lila? — pregunta Sirius con una sonrisa observandola.
— Lo soy. Malditamente soy feliz. No puedo pedir más. — exclamó Hasley tratando de dar una sonrisa en medio de sus lágrimas.
— Te amo, mi Lila. — beso su cien con cariño mientras esta abrazaba a su esposo sin lastimar a su nieta.
— Te amo, mi Orion.
¡No estoy llorando! ¡Tu esras llorando!
Se me metió una Ada adulta a mis ojos. 😿😿
Merlín, llore con esto. Me siento orgullosa de Ada, me sentí Sirius.
Sirius siempre vio a Ada como un bebé, porque a esa edad fue como la dejo, por eso le duele ver como ella se casa. Hasta a mi me duele.
En fin, me dolió todo el capitulo. Fin
Na, aun queda como dos o tres extras más y ahí se acaba. En fin ooxoxo.
Gracias por los 300k, muak
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