Soy todo tuyo esta noche
Habían pasado semanas desde firme el contrato con Red Studios, Terry me convenció de unirme al grupo que tenían allí, iban pasando las semanas y todos nos llevábamos bien, salvo por Novelda que me odiaba a muerte, Nadie sabía por qué.
Yo me olía que era por algo de James, siempre que tenía un hueco libre pasaba por aquí para traerme churros y cuando él tenía que estar aquí yo se los traía a él, era increíble como los dos disfrutábamos tanto de nuestra compañía.
Ahí estaba, en el estudio hablando con Terry y Hugh, el técnico de sonido de Red.
Fiel a su camisa desabrochada, a sus conversé negras debajo de sus pantalones de traje y su camisa remangada hasta el codo, su pelo despeinado que hacía que yo perdiera todo mi juicio solo con verle sonreír o incluso verle hacer muecas que hacían que su cara pareciera desfigurada.
Y ahí estaba yo en el banquete sonriendo como una gilipollas.
-Hola, chicos! ¿Cómo ha ido todo? -Dijo Novelda entrando por la puerta e interrumpiendo toda mi fantasía sexual con James.
Todos la saludan menos yo, solo me dedico a mirarla y mover la cabeza hacia arriba en un gesto de "Hola"
-James, ¿me ayudas con los cafés?-dijo y James accedió
Odio esa puta voz de niña pequeña.
No la perdí de vista ni un segundo por qué sabía que táctica iba a hacer, Antes de ir a ayudarla James se acercó donde estaba yo para dejar sus cosas a mi cargo.
-Ten cuidado. Abróchate la camisa. -dije susurrando a su oído
-¿Por qué lo dices? Solo voy a ayudarla con los cafés. -Me revoloteó el pelo
Cuando James llega al destino, se dispone a coger los cafés que soltaban humo por encima y acto seguido hago el gesto con mis manos de "Uy" y James un;
-Joder, Nov. -Dijo con un gesto de dolor
Café ardiendo derramado encima del pecho de James con Novelda haciéndose la torpe
Es un clásico.
-¡Ayayayay!! ¡Qué torpe! Perdóname, déjame que te ayude -Coge una servilleta y empieza a limpiar la camisa- Se me ha resbalado.
James hace contacto visual conmigo, con mis labios en modo pato ruedo mis ojos y dejo de mirar
-Novelda, ¿qué bicho te ha picado? -Dijo cogiéndola de sus muñecas
-Que se me ha resbalado el café, ya te lo he dicho antes.
-No, no me refiero a eso, estás muy rara desde que-
-¿Desde qué esa imbécil apareció? Pues sí.
La sala se queda en silencio
-Ala, ya me la he cargado yo. -Dije irónica moviendo mis brazos junto a mis hombros
-Sea por lo que sea, tienes que ser más profesional, me dan igual vuestros temas personales en privado, pero en el trabajo sois compañeras, y si no vas a cooperar ya sabes dónde está la puerta. -Dijo James enfadado, con voz grave y firme.
Todos nos quedamos mirándonos unos a los otros, nunca había visto a James hablar de esa manera ni de esas formas a nadie, sea quien sea para él tiene que ser conocida.
-¿Ella o yo? -Dijo Novelda anonadada
-Nadie ha dicho nada de elegir, solo te estoy diciendo que seas profesional y dejes tus celos por una vez en tu vida. -Alzó un poco la voz
-Bueno James, ya basta. -Me levanté de la butaca y fui hacia donde estaban-Podemos convivir, ¿verdad Novelda?
Ni me miró
-Sabes qué, te he ayudado en todo lo que has necesitado, James. -quitó las manos de su pecho en modo agotamiento- Desde hace mucho sabes lo que siento por ti y ya se habló, pero te he ayudado a todo, en tu fama, tus relaciones, tus estudios, tus malditos polvos en el baño de la agencia mientras yo estaba llorando en la puta puerta del baño intentando que nadie os pillara. -las lágrimas asoman por sus ojos- Te ayudé a llevarte a esta tía que no conocías de nada y que encima estaba inconsciente el Lady Garden.
-Espera, ¿Qué? -dije mirando a James
-Cállate la boca, por favor. -me señaló Novelda-Te ayudé en tu adicción, en tus problemas de alcohol y drogas, ¿Y ahora me pones en esta situación?
James ni se había inmutado de todo lo que había dicho.
-Sigue siendo una zona de trabajo y tú me estás contando problemas ajenos al Studio, Novelda. -se encogió de hombros- ¿No lo entiendes?
-No, parece ser que no lo entiendo -Subió su cabeza y limpio sus lágrimas- Que te den por el culo, James.
Dio un portazo al salir.
-¿No crees que te has pasado con ella? -dije mirando a la puerta que todavía estaba el cartel en movimiento
-¿No crees que no es de tu incumbencia? -soltó
Dejé de mirar la puerta y me dediqué solo a mirarlo
-Joder, lo siento -Dijo yendo hacia mí - De verdad lo siento es que, es todo tan difícil a veces.
-Todos tenemos cosas difíciles. -Dije sin dejar de mirarlo como si fuera una jueza
-Lo siento. -Cerró los ojos antes de contestar
-No es a mí a quien tienes que pedir perdón.
Un suspiro enorme sale de él
-¿Chicos? Tenéis que entrar, tenemos buenas noticias. -Dijo Terry interrumpiendo
Entramos dentro de la sala y estamos todos ahí metidos, cada uno en el sitio donde pertenecían
Dave estaba en el bajo
Mark en la batería
Joe en la guitarra
Novelda serian los coros y contrabajo
-Vale chicos, después de unas semanas por fin voy a decir...
Todos estamos atentos a lo que tiene que decir
-Tenéis que prometerme que no va a pasar nada y que todo va a ser relajante y un concierto normal y corriente. -dijo advirtiendo
-Venga suéltalo ya! -dijo Mark impaciente
-Jericho, tienes tu primer bolo.
-¿Ya? -dije alucinando
-Las maquetas que grabaste las envié a garitos y pubs de la zona y tengo como unos cinco conciertos pendientes para ti nena, el dinero que os darían sería muy poco, unos 50 € por noche. -Los chicos me dan palmadas en los brazos y me zarandean dándome la enhorabuena- Solo necesitas buscarte una banda que tú más quieras para poder tocar abiertamente sin preocuparte
James te toca el codo emocionado dándome una sonrisa brillante y ansiosa
-¿Puedo elegir esta? -dije sin dudar
-Ah no tía, ¿nos vas a hacer tocar versiones? -dijo Mark refunfuñando
-¿Prefieres hacer nada aquí o venir a pasarlo bien tocando versiones?
-Joder, vale. Por mí sí. -Asintió
Con él, los demás asienten también. Y así es como tuve mi primera banda.
Después de 3 semanas era el día de mi primer concierto, James me estuvo preparando vocalmente para que supieras jugar con los tonos de voz, siempre que empezábamos a hacernos de reír acabábamos besándonos como unos adolescentes, habíamos cogido tan confianza que él iba por la casa en ropa interior y yo le seguía.
Esta noche era mi gran debut
No podía expresar cuál nerviosa estaba, después de muchos intentos voy a cantar delante de gente que no es mi padre.
Había hablado con papá de ello, pero se le hacía imposible venir para el concierto, Kat le ha prometido que me grabaría hasta que empezara a hacer cosas pornosas, a veces da miedo lo bien que se llevan esos dos.
Hice un macuto con ropa de cambio y maquillaje para el concierto.
Después de todas las pruebas de sonido conseguí que mucha gente se quedará, la mayoría eran hombres de pasada edad, audiencia es audiencia.
Yo empecé a entablar conversación con unos chicos que estaban tomando algo antes del concierto, tendrían mi edad aproximadamente, el chico rubio atleta de ojos azules y su amigo no paraban de decir lo guapa que era, me di cuenta de cómo funcionaba el mundillo así que decidí jugar con eso, coqueteando y riéndoles los chistes absurdos que tenían ya me había ganado a 2 personas más y a un grupo de amigos suyos.
+12 personas más para verme.
James
-¿De dónde es ella? Tiene una voz increíble. -Dijo una chica que no paraba de sobarme el brazo
-Ella es de aquí, es una verdadera joya andante, si os quedáis está la veréis. -Dije intentando deshacerme de sus manos
-¿Y tú también cantarás? -Dijo por debajo de sus ojos mirándome sensualmente
-Ah, no. -me reí- Hoy es su día. -miré su precioso pelo blanquecino
-Entonces, ¿qué tal si tú y yo nos vamos un rato por ahí está noche? -Dijo tirando de mi camiseta
Dejé de escucharla cuando vi que Jericho tenía sus manos apoyadas en el pecho de un tío que mitad de su pecho son esteroides, como un celoso de primer grado intento contactar con ella mentalmente, no me rendiría hasta que me mirara.
¿Por qué tenía sus manos puestas ahí y por qué ese tío tenía las suyas en los muslos de ella?
Me miró
Arquee una ceja en modo disgusto para que me viera, pero ella me miró exactamente igual, miré a la chica que tenía al lado y volví a mirar a Jericho, ah, que la culpa era mía entonces
Me reí y su expresión se hizo graciosa y contagiosa.
-Y dime, ¿cómo te llamabas, preciosa? -Dije lo suficientemente alto para que Jericho me prestara atención
-Rose. -dijo con entusiasmo
-Vale Rose, te explico. -me acerqué a su oído de manera sensual- No mires, pero hay una chica de la que creo que me estoy enamorando perdidamente y ella está hablando con esos tíos para ponerme celoso, así que yo estoy haciendo lo mismo, la diferencia es que yo te lo digo por qué es tan cabezona que ni le habrá dicho nada y estará ligando con ellos.
La expresión de Rose no tiene precio, no sabía qué hacer ni que decir
-Pon tu mano en mi cuello. -exigí y ella obedeció
Odiaba usarlo, pero como una mujer, los hombres también sabemos hacer que se derritan y hagan caso.
-Bien -le regalé mi sonrisa y voz más seductora- ahora acércate a mi oreja y háblame.
Ella hizo caso y vino hacia mi oreja, miré a Jericho que estaba mirándome y echando humo por las orejas
-No sé quién es, pero tiene mucha suerte de que alguien como tú esté en su vida, gente como tú no quedan muchos -Sonreí al escuchar ese comentario- Más vale que te cuide.
Se aleja de mí y me suelta la mano poco a poco, cuando voy a mirar a Jericho no estaba.
Vi sus pantalones pitillo entrar al camerino y yo la sigo detrás.
Terry me pilla de camino y desvío mi atención a él que estaba histérico
-Jericho todavía no estaba vestida! ¿Y por qué tú no estás vestido todavía? ¿Por qué nadie está preparado!?
-Terry relájate, los chicos no son nuevos y Jericho ha ido a cambiarse ya seguramente, relájate.
-¿Has cogido hoy...? -me preguntó tímido
-Sí, vamos al camerino y te doy.
El camerino estaba partido en dos, en un lado los jefes y en otro lado la banda, vi a un tío rubio que no reconocía al camerino de la banda, y eso solo me hace pensar una cosa.
Maldita Jericho, lo había conseguido.
Los sentimientos flotan dentro de mí.
Cerramos el camerino con llave y voy a mí Portatrajes y del bolsillo de la chaqueta saco la pequeña bolsa.
Le doy la bolsa a Terry y él coloca dos pequeñas líneas encima de la mesa con su tarjeta.
-Estoy muy nervioso, tengo muchas ganas de que actúe ya. -Dijo colocando todavía las líneas
Asentí a ello, no sabía que había dicho por qué seguía pendiente de lo que probablemente estaría pasando en la pared de al lado.
Miles de imágenes estaban pasando por mi cabeza.
Ella gozando cada gesto que le estarían dando, cada beso, cada gemido, cada palabra que le daría... ¿Le estaría diciendo cosas guarras? ¿Se estaría pasando con ella? ¿Y si necesitaba ayuda? Bff, ¿ayuda con qué? ¿Con gozarlo?
-Dicen los chicos que acaban de ver cómo salía un tío rubio del camerino y a Jericho ir directa a la ducha ¿ya tiene un groupie?
Fui directo a línea que había hecho para mí y la consumo como si me fuera la vida en ello
-Parece ser. -Dije pasando la mano por mi nariz, limpiando y aspirando
-Veo que te afecta, ¿Todo bien?
-De puta madre. -dije haciendo un gesto con las manos
-No me jodas que te has pillado. -Dijo sonriendo
-No. -ni miré
-Esa chica es adicta, vives con ella, no me creo que no te hayas enamorado aunque sea un poco.
No le iba a decir que llevábamos semanas besándonos, es un juego privado que solo nosotros tenemos. Pero sigue siendo un juego.
-¿Y qué sí me he pillado? Ella es un pájaro libre, puede hacer lo que quiera.
-Te equivocas tanto. Es mutuo, imbécil. Despierta ya. -dijo levantándose- a vestirte.
Hago caso omiso al insulto que me acaba de regalar y voy directo a prepararme
Me puse mi traje a talla de Boggi Milano y debajo mis calzones boxer de Dolce & Gabanna dejé mi pelo despeinado con mi mechón bajando por mi frente, puse mi colonia Sauvage de Christian Dior, colocándome los pantalones y remangando mi camisa hasta los codos
Entre el colocón de la cocaína que llevaba y el segundo vaso de whisky que me estaba bebiendo todos los pensamientos de Jericho dolían cada vez más y más, todo se intensificaba y mi cabeza iba a mil, me giro cuando alguien llama a la puerta
-¡Cu cu! -Dijo Jericho con una sonrisa que me había contagiado
-Hola, Reina. -la analicé de arriba bajo-Estas... Estás increíble.
Llevaba una falda de cuero que hacían que sus curvas fueran más de infarto de lo que ya son, con un top corto con estética roto que hacía que su pecho subiera, unas botas militares y su pelo con un ondulado rizado que brillaba, Olía a vainilla y su maquillaje era impecable, lo que me hacía ver que algo había consumido, tenía las pupilas como pelotas de golf.
-Lo mismo digo, Y hueles que alimentas. -Asintió
-Puedo decir lo mismo de ti. -Sonreí de lado
-Oye no te enfades, pero los chicos me han ofrecid-
-Lo sé. -Terminé antes que ella, conocía a los chicos como si los hubiera parido yo
-¿Y no estás enfadado? -preguntó seria- ¿Tú también has consumido?
-Sí. -Dije con la cabeza alta y seco
-Gracias. -Dijo confusa
Metí mis manos en los bolsillos esperando a que siguiera hablando, pero no lo hizo, simplemente nos quedamos ahí mirándonos, comiéndonos con nuestras miradas.
-Bueno, dejo que termines lo que estés haciendo, nos vemos en el escenario. -dijo dándose la vuelta para marcharse.
-Jericho, espera. -dije acercándome a ella
Una vez que estoy tan cerca de ella como para sentir nuestros alientos no puedo hacer otra cosa que suspirar, suspirar de dolor.
-Buena suerte ahí fuera. -suspiré por no poder sacar lo que necesitaba decir
Sus ojos eran fuegos artificiales en los míos, brillaban en intensidad y me provoca placer mirarlos.
-A la mierda. -suspiré
Cogí su cara y tiré de ella para poder disfrutar de sus labios que los deseaba con ansia. Me separé un poco hacia atrás y miré para buscar un indicio de rechazo, pero en su respiración y sus ojos noté que ella deseaba lo mismo que yo. Satisfecho sonreí y la tomé para acorralarla contra la pared, Jericho se encogió por el golpe y soltó un gemido al sentir mis labios de nuevo en los suyos, lo succioné y mordí demostrando lo caliente que me pone el estar así con ella.
Besé todo lo que podía de ella, cada lunar, cada grano, cada peca, cada maldita parte de su cuerpo y no me cansaba de ello
-Esto no puede seguir así. -dije agitado- me estás matando.
-¿Y qué propones? -dijo susurrando en mi oído
Sonriendo la tomé de sus muslos y la subí quedando ella ahorcajadas al punto que pueda sentir mi miembro amenazando con salir cerca de ella. Me acerqué a su rostro nuevamente y mordí mi labio al ver que estaba preparada para otro húmedo beso.
-¿Qué propones tú, querida? -Dije acariciando con mi lengua sus labios
-Adivina de que color es mi ropa interior.-su lengua tocó el lóbulo de mi oreja
Sus manos acaban en la hebilla de mis pantalones desabrochándolos mientras me daba pequeños besos juguetones por mi cuello, haciendo que mi erección se hinchara más y más. Bajé mis manos hasta llegar a su miembro íntimo, me estremecí al rozar su piel desnuda y una electrizante ansia me gritaba por tocar sus desnudos y húmedos labios
-Déjame tocarte. -Ordené excitado por el instante mientras subía su camiseta dejando sus pezones punzantes al aire.
Jericho negó con la cabeza haciendo sonidos con la lengua mientras coloca sus manos con uñas largas en mi cabeza hundiéndose hacia su húmeda vagina.
Comencé rozando con mis manos la cara interior de sus muslos lo que hizo que ella se estremeciera de vicio, poco a poco recorrí los labios menores de su vagina formando el capuchón del clítoris, lo que hizo que ella se volviera a estremecerse de goce mostrando su punto de placer hinchado.
Empecé a succionar el clítoris y ella soltaba pequeños gemidos de placer mientras tiraba de mis pelos despeinados, agarré mi dedo medio y anular y los inserté dentro de su cueva, con un gemido gutural de ella todo mi ser levantó chispas, era adicto a ver el dolor placentero en ella. Saqué mi lengua dando pequeños lametones jugando con su Glande del clítoris
La cara de excitación que tenía cuando se levantó hacía que todos los puntos de mi cuerpo quisieran salir para comérsela poco a poco, sus ojos achinados por el placer y sus labios secos por la sed pedían más y más, bajó sus manos hacia mis pantalones intentando arrancar todo contacto de ropa que tenía conmigo, apartando mis pantalones de traje mientras me besaba con impaciencia cogió mis boxers blancos de Dolce&Gabbana y tiró de ellos hacia abajo dejando al aire mi miembro erecto, moviendo hacia arriba y hacia abajo dejé caer mi cuerpo para caer casi por completo encima de ella.
Con una mano cogió mi cara forzándola a mirarla, con el movimiento de su mano masturbándome y sus ojos desesperados por placer dejó caer un pequeño gemido al verme. Quité su mano cuidadosamente y me tumbé hacia ella, dejando que mi erección tocará parte de su cueva desnuda, empecé a jugar con ello estimulando con el pene sobre las glándulas de Skene, haciendo que poco a poco entrara.
-Te necesito. -dijo empujándome con sus piernas entrelazadas en mi cintura haciendo que entre por completo en ella
-Te quiero, joder. -dije yo delicadamente tras unos lentos movimientos de cadera dentro de ella, disfrutando del gozo y el placer que estábamos sintiendo
-Jericho, te quedan 5 minutos para salir. -Dijo alguien tocando la puerta
Los dos nos quedamos en silencio mirándonos el uno al otro como si fuéramos dos niños de dieciséis años, esperando a procesar todo lo que acababa de pasar.
Gracias Pablo por la ayuda 💕
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