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❀❘ 035

ÁNGEL DE PARADIS.

Kang Soojin, Bruno y Lily iban en el mismo carruaje donde los meterían presos, los cuarteles de Shiganshina. Bruno no era capaz de decir una sola palabra por ver a la pelirroja hacerles esto, creía en ella, pero con esto, todas sus esperanzas se fueron como si nada. La más baja entre ellos los miró por el reflejo del cristal de la ventana. Las cortinas de la carroza estaban tapadas. Lily mantenía la compostura y sólo miraba el piso con la mirada apagada. Al llegar a la torre de Shiganshina, bajaron en silencio y caminaron a los subterráneos del cuartel.

Bruno entró por su cuenta a la celda sin protestar, sentía una gran decepción hacia la pelirroja que tanto le gustaba. Lily caminó, pero se detuvo en medio de la puerta antes de entrar.

- Kang Soo, ¿por qué lo haces?

La más baja se rascó el cuello y metió una mano al bolsillo con desinterés.

- Lil, ¡entra a la celda! - la chica sintió su corazón achicarse y volteó para darle un golpe en el rostro con toda su ira acumulada, pero ella agarró su mano y la apretó para doblarla mientras la castaña apretaba los dientes por el dolor, Bruno se levantó de inmediato para detenerla, pero la mirada de Soojin sobre la de él lo dejó helado. - No lo diré otra vez, Lil. Entra a la maldita celda y quédate ahí.

- ¡Al menos dime por qué lo haces, maldita sea! - sollozó. - Soojin, eres mi mejor amiga... Yo te quiero mucho, pero lo que haces es...

- Cállate, Weigel. - ordenó. - Cállate y siéntate en esa banca.

De un empujón, la castaña entró y la menor cerró la celda con molestia. Bruno la atrapó en sus brazos y la acompañó a sentarse junto a él. Soojin alejó del lugar y ambos esperaron a que los demás lleguen. Y dentro de poco, ya todos estaban en la cárcel... Incluyendo a la familia de Sasha y Nicolo. Lily lloraba en silencio con la cabeza recostada sobre el hombro de Bruno, y pues... Él estaba en las mismas que ella.

El padre de Sasha se acercó a ambos con una taza de té, agradecieron y él señor se retiró a serviles sus demás compañeros amigos de su amada hija. Armin no podía apartar la mirada de Lily, se moría por preguntarle si estaba bien o si podía ayudarla en algo. Pero... También le bajaban los ánimos al verla tan triste por la pelirroja que los traicionó.

- Oye, Armin. - el rubio desvío la mirada para ver a Connie. - ¿Puedes sacarnos de aquí con el poder de tu titán?

- No. Destruiría toda esta ciudad. El titán Colosal no puede hacer algo tan preciso... No es como el de Eren.

- Hey. - llamó Jean. - Quiero saber por qué Eren terminó golpeándote. Ya es hora de que hables con nosotros.

Lily levantó ligeramente la mirada, no podía creer que Eren haya sido capaz de golpear a Armin. Por lo que sabía, siempre fueron amigos. Ellos tres eran como... Uña, mugre y pie, totalmente inseparables.

- Le dijo a Mikasa muchas cosas hirientes... Y también... - miró ligeramente a la castaña con tristeza, Mikasa se fijó en Armin viendo a la castaña y apartó la vista completamente. - Mmm... Quise detener a Eren, pero él me regresó el golpe.

- Oye, ¿y de qué manera hirió a Mikasa? - preguntó Jean. - ¿Qué cosas le dijo?

- Pues...

- Basta. - exigió la azabache Ackerman. - Está bien.

- No, no lo está. Quiero que me cuenten lo que Eren dijo.

- Ya es suficiente, Jean. - dijo Connie. - Ahora todos sabemos que ese imbécil es un maldito bastardo. Está loco, olvídalo. Ya lo perdimos. Lastimó a quienes consideraba las personas más importantes en toda su vida.

- Sé que todavía sigue cuerdo, debe tener algún motivo para haber hecho algo así. - los ojos de Armin y Mikasa se encendieron. - Quizás intentó ocultar sus verdaderas intenciones.

Todos escucharon pasos resonar por el pasillo y frente a ellos se mostró una figura extremadamente alta, era la maldita Yelena...

- Cuánto tiempo sin vernos, héroes de Shiganshina. - saludó formalmente. - No saben lo mucho que me duele hablar con ustedes en este sitio.

- Oye... - el rapado agarró con fuerza las rejas. - ¡Sácanos de aquí!

- Creo que estás pidiendo demasiado, chico. - respondió Onyankopon. - Después de haberlos puesto en arresto domiciliario, hasta que Zeke y Eren entren en contacto, ustedes estarán aquí.

- Muy bien por ti, Yelena. - habló Jean. - Debes estar feliz de que tu plan haya salido a la perfección. Gracias a ti, Zeke manipuló a Eren como se le dió la gana. Hicieron que ataque Marley y obtuvieron el apoyo de los eldianos, tomando el control del ejército con ese vino con el líquido espinal de Zeke. Ahora podrán destruir Marley y vengar a sus países. Ese es el verdadero objetivo de los voluntarios, ¿no es así, Onyankopon?

- Les dimos avances tecnológicos. Está isla primitiva estaba retrasado un siglo.

- ¡¿Qué?!

- ¡Pero solo lo hicieron para disfrutar sus vidas! - respondió Nicolo. - Así como los nuevos gobernantes de la isla.

- La culpa es de quien se deja engañar. Eso es todo, Nicolo.

- Chris... - agarró las rejas. - ¡Veo que ellos te ascendieron a lacayo de Yelena después de traicionarnos! ¡Eres una asquerosa rata!

- ¿Hablas en serio? Tú eres el traidor que se puso del lado de los demonios. ¡Eres tú, Nicolo!

- ¿Cómo dices?

- Te la pasabas babeando por esa engendro del demonio que apestaba a patatas-


- ¡Te mataré, bastardo! ¡No hables como si la conocieras! - gritó.

- Cálmate, Nicolo. - le pidió Jean.

- No te cansabas de hablar cada noche de esa mujer... Creí que recuperarías la cordura después de la muerte de esa zorra, pero me equivoqué. Fuí un estúpido.

- ¡Ven aquí, idiota!

- Te lo voy a expresar con claridad: Esa perra no era más que una-

- ¡Ahhhhh! - los familiares de Sasha se asustaron al presenciar la muerte de ese hombre.

En realidad, Lily se sentía... Un poco agradecida con Yelena por primera vez en su vida. Bueno, casi todos aquí se sentían agradecidos aunque estuviese mal.

- Me disculpo por la descortesía. - dijo Yelena. - Escuchen, esta isla ya no necesita personas que los consideren unos demonios. Por favor, confíen en mí. Nuestro verdadero objetivo no es algo tan trivial como vengarnos de la nación de Marley. Lo que queremos es cortar la cadena de odio y salvar, tanto a Eldia como a Marley, de las injusticias. Zeke planea salvar el mundo con el plan de eutanasia. Por favor, permítanme explicarles...

- ¿Qué...? ¿Que el pueblo de Ymir deje de tener hijos?

- Así es. El objetivo del plan de eutanasia es eliminar de este mundo el sufrimiento generado por los titanes de forma lenta y pacífica, es la única forma de detener esto...

- Oye, eso no es pacifico. - le contradijo Jean. - Si el pueblo de Ymir disminuye su población, en sus últimos años solo quedarán un montón de ancianos. ¿Cómo demonios crees que nos defenderemos? El mundo no nos va a dejar en paz.

- Respecto a eso, seguiremos con el plan. El Retumbar servirá para destruirlos. Por eso necesitamos un heredero real. Por fortuna, la reina Historia fue bendecida con un sucesor.

- Lo dices como si todo fuera a salir a la perfección. - dijo Lily.

- ¿Perfección? Tal cosa no existe en ninguna nación. Cada país debe lidiar con sus propios problemas. Sin embargo, solo una cosa es segura: La amenaza que son los titanes, y que nuestra historia pueda terminar con la ayuda de dos personas, son Eren y Zeke... No sé cuántos años durará la humanidad, pero me pregunto si volverán a existir personas capaces de tal hazaña. No cabe la menor duda, ese par de hermanos serán recordados sin importar cuántos milenios pasen. Serán un símbolo como los dioses antiguos. Aunque mueran, siempre serán recordados...

Yelena detuvo su plática al oír los sollozos de alguien, y ese alguien era Armin.

- ¿Sucede algo malo?

- N-No, es sólo que... Esas nobles intenciones... - levantó la mirada hacia la rubia, dejando ver su cara llena de lágrimas y mocos. - Me conmovieron de todo corazón...

Yelena sollozó e irradió luz al ver que "alguien por fin" entendía lo que significaba esto para ella. Justo después, llamaron a la mujer por un problema que se presentó en el cuartel. Según escucharon, se infiltró un enemigo y ya mató a alguien, creían que se trataba del titán Cuadrúpedo.

Lily llevó una mano al bolsillo, sosteniendo algo y apretándolo con todas sus fuerzas. Pero tras un momento... Todo lo que estaba en absoluto silencio acabó...

El piso de arriba tembló profundamente. Lily se levantó por el asombro y Bruno también, algunos pequeños escombros cayeron sobre sus cabezas y el piso. La familia de Sasha estaba asustada y se abrazaron junto a su madre. Kaya miró de reojo a Lily y volvió a dirigir la mirada hacia su madre para abrazarla fuertemente.

- ¿Qué fue eso?

- Ya comenzó. - dijo Armin. - Los titanes entraron en acción... El ejército de Marley está aquí, han venido para atacar a Eren.

- ¿Qué? ¿Cómo pudo Marley reagruparse en menos de un mes? Hemos acabado con la mayor parte de sus oficiales... - dijo Bruno.

- No lo sé. Creo que tal vez vinieron por "ellos". - mencionó. Lily se tapó la boca y recordó que Falco tenía el líquido espinal de Zeke en su interior. - Tal vez vinieron para salvar a esos niños que se infiltraron en el dirigible...

Dudaba mucho que con haberlo bañado y limpiado haya sido suficiente como para sacar todo rastro del vino en él.

- Pero, Jack-... Digo, Falco, ingirió el líquido espinal de Zeke. Si planean poner en marcha el despertar a los titanes, él también se convertirá en uno. Pensarán que quisimos matar a ese pobre niño... Tendrán muchas más razones para atacarnos a todos.

- No estoy seguro.

Minutos después, Onyankopon llegó desesperado junto con las llaves y es explicó que Marley estaba aquí, así como supuso Armin. El moreno les suplicó que ayuden a Eren porque estaba peleando el sólo contra el titán Acorazado, Cuadrúpedo, Mandíbula y 500 soldados más en sus dirigibles.

Connie lo acorraló en una pared apenas salió de la celda. Le gritó que esta era su pelea y que no les correspondía ayudar a un traidor como Eren. Pobre Connie, ha sufrido demasiadas traiciones de aquellos a quienes consideraba sus compañeros. Reiner, Bertholdt y Annie quienes salvaron su trasero y el de Sasha... Fueron muy crueles al traicionarlos, y ahora Eren... Onyankopon tenía muchas agallas como para pedir algo como esto.

El moreno se excusó diciendo que debía obedecerla o lo matarían. Armin tomó el hombro de Connie y le pidió que le permita hablar y explicar sus acciones.

Onyankopon cayó de rodillas y habló. Dijo que en realidad no sabía nada del vino ni del plan de eutanasia, ninguno de los voluntarios lo sabía. Nicolo dijo que eso era verdad. Onyankopon explicó que en realidad no quería que se lleve a cabo el plan de autanasia, ayudaron a la isla Paradis para derrotar a Marley. Por esa razón dejaron todo y vinieron aquí. Les suplicó que le crean...

- Yo sí te creo. - dijo Armin. - Escucha, una vez nos dijiste que fuimos creados porque Dios lo quiso así, pensando que la vida podría ser mucho más interesante de esta manera. Con eso me demuestras que tú ideología es diferente a la de Zeke. Siempre fuiste esa clase de hombre. Por favor, ponte de pie, Onyankopon.

- Yo también creo en tus palabras. - dijo Jean. - Pero, ¿ahora qué? Ayudar a Eren y Zeke equivale a contribuir con su plan.

- No. Nosotros podemos acabar con su plan. - negó. - Pero, si los perdemos, no podremos proteger está isla del mundo.

- ¡¿Y qué se supone que hagamos?!

- C-Creo que lo mejor que podemos hacer, es demostrarle al mundo el poder del Retumbar. - Connie estalló en gritos, pero Jean lo mantenía al margen.

- Mikasa, ¿qué opinas? ¿Quieres salvar a Eren? - preguntó el rubio.

- Quiero salvarlo, pero... Creo que es como dijo Eren: es por mi instinto Ackerman. - susurró mientras apretaba su bufanda que casualmente se había quitado.

- ... Yo creo que eso fue una mentira ideada por Eren.

- En varias ocasiones he tenido dolores de cabeza. ¿Por qué piensas que es mentira?

- ¿En serio lo preguntas? - volteó. - ¿En serio creen que Eren desea que los eldianos no tengan más hijos? ¿Creen que es capaz de decir algo como eso?

- No me parece que sea algo propio de él, pero... Tampoco creo que sea imposible-

- ¡Es imposible! - contradijo el rubio. - ¡Jean, hablamos de Eren!

- ¿Entonces por qué no se opone a Yelena y Zeke?

- ¡Eso es porque no los necesita! ¡Al fin de cuentas, Eren es quien controla el poder del fundador! ¡Si se oponía, no sabría de lo que Yelena podría ser capaz! Sin embargo, si aceptaba, podría manipularla a su antojo y fingir ser su aliado. Ya nadie pelearía contra nosotros en 50 años. Ese es su plan... Lo sé.

Lily lo sabía más que nadie. El inmenso poder que cargaba Armin con sus palabras... Era capaz de manipular a las personas a su antojo y podía asegurar de que la estaba convenciendo de ayudar a Eren, y no sólo a ella... A todos.

- Oigan, ¿ya podemos irnos de aquí? - preguntó el señor Blouse.

- A-Ah... - Nicolo habló. - Les pido que esperen un poco más.

La castaña bajó la mirada y vió las llaves de las celdas en el piso.

- Bruno... - la castaña se agachó y agarró las llaves del piso que dejó caer Onyankopon. - Voy a liberar a los oficiales... Y me llevaré lejos a ese niño, haré lo que sea.

Liky tenía un corazón de pollo muy noble. De todas maneras, estaba claro que debían liberar a los oficiales lo antes posible. Antes debían pasar por los Jaegeristas que los tenían encerrados y vigilados, cada soldado estaba en un puerta con un arma asegurándose del control total y el orden.

Lily se apresuró en subir, la punta del mosquete apuntó a su cabeza, pero ella ni levantó las manos.

- ¡Deténganse ahí! ¡Este lugar sólo está autorizado para los Jaegeristas!

- ¡Escucha, soldado! - dijo la castaña fuera de sus casillas, tomó el arma y la apartó. La molestia en su voz causó que el cadete se quede callado. - ¿Acaso quieres que tu jefe, el señor Jaeger, muera? ¿Estás dispuesto a enfrentarnos para evitar que salvemos a tu amo?

- ¡N-No!

- Todos los soldados están muriendo mientras hablamos, se necesitan refuerzos para derrotar a esos bastardos. ¿Lo entiendes, soldado? ¡Abran las puertas!

- ¡Sáquennos de aquí! ¡No queremos morir en este lugar! - gritó un policía militar. - ¡Oigan, abran ya! ¡Que alguien venga!

Falco y el Comandante de la Policía Militar se mantenían sentados con las manos sobre la mesa sin poder hacer mucho más que esperar a cualquier cosa. Nile pensó que venían por él, pero Falco respondió que salvar a un eldiano sería lo último que Marley haría.

- Escúchame, ¿no tienes familia esperándote en casa? Puede ser tu última oportunidad de volver. Yo no creo que pueda volver a ver a mi esposa y mi hijas. Sólo bastará un grito de Zeke y seré un monstruo devora hombres. Hay muchas cosas que me hubiera gustado decirle a mis niñas... Pero ya estoy muerto.

Las puertas se abrieron, dejando ver a una mujer que se abría paso diciendo que ayudarían a Eren, y junto a ella todos sus compañeros de la Legión. Nile y Falco la conocían de sobra. Falco se levantó muy sorprendido y la miró a los ojos, esa expresión seria en su rostro era algo que vió por primera vez en ella.

- Reúnanse, todos. - exigió. - El Comandante Pixis tiene una última orden para dar, salgan de aquí.

La chica salió y suspiró al ver que el niño parecía estar en buenas condiciones. Bruno colocó una mano sobre su hombro y ella lo miró directamente.

- ¿En serio quieres hacerlo?

- Lo sé, no es propio de mí, pero... No quiero que esos niños mueran. Yo pasé por lo mismo hace muchos años, y me arrepiento de no haber salvado a mi mejor amigo de la infancia. Ni siquiera fuí yo la que vengó su muerte, fue Eren... Ahora tengo la oportunidad de hacer que esos niños no sufran lo mismo que yo. Tú me entiendes, ¿no? Tú tienes hermanos pequeños. Los hermanos de Sasha, los chicos del orfanato. Ellos son el futuro en esta pequeña isla rodeada de murallas.

- ... Sí. - dijo. - En cualquier caso, te reunirás con nosotros después. Ten cuidado, hay muchos soldados allá afuera. - el chico la rodeó y plantó un beso en su cabeza. - Eres un chica muy loca.

Tras haberse separado, los soldados que portaban la cinta negra en sus brazos se distribuyeron a otra parte. Esa cinta significaba que habían bebido más de lo que soportaban.

Lily se separó de los demás junto al niño diciendo que lo dejaría atado en un casa cualquiera y que de todas formas se iba a convertir en un titán. Falco se extrañó por lo que hacía, pero cuando ya estaban lo suficientemente lejos, la castaña suavizó el agarre en su brazo.

- ¿Cómo acabaste así? - le preguntó. - Había oído que tú y esa niña escaparon de prisión, pero no creí que terminarían viviendo junto a los Blouse.

- ¿Por qué me ayudas? Después de todo lo que hicimos... - la miró a los ojos. - ¿Por qué te esfuerzas en ayudar a alguien como yo...?

- Estoy consciente de que eres un candidato a guerrero y que tal vez te estoy subestimando, pero... Sigues siendo un niño. Tú, Gabi, Kaya y todos los niños de tu edad aún tienen muchas cosas por experimentar en esta etapa de su vida. - mencionó, pero se le borró la sonrisa en un instante. - No... De hecho, me recuerdas mucho a alguien que conocía desde que tengo memoria, tal vez te ayudo porque veo reflejado en ti a esa persona. - Falco miró sorprendido a la muchacha y pensó en lo mismo que dijo Kaya cuando devoraron a su madre sin que ella pudiera hacer algo. - Sí... Quizás sea eso. Siéndote sincera, soy muy terca, tal vez te estoy ayudando por ese capricho mío. No soy tan buena como parezco...

Falco escuchaba tristemente a la misteriosa mujer que le ayudaba, siguieron avanzando hasta que el joven Grice divisó a alguien verlos desde la distancia. Era su hermano mayor y... Gabi, la problemática de la que tanto se había enamorado.

- ¡Se-Señorita Lily...! - el niño la detuvo tirando de la manga de su chaqueta. - ¡Es mi hermano mayor! ¡Vino a salvarme!

- ¿Hermano mayor...? - preguntó. Al ver a dos personas esconderse cuando ella volteó, asintió con la cabeza y comenzó a correr despacio junto a él.

Lily se detuvo en seco, tenía miedo a morir. Tragó duramente y volteó para ver al mayor a los ojos, y a su lado también estaba Gabi quién sostenía el arma... Como si quisiera impedir que le disparen. Levantó los brazos hacia arriba y los miró.

- Gabi, saliste de la torre... - se quedó fascinada. - Realmente eres una niña increíble.

La castaña sujetó la mano del niño y tiró de él para que abrace a su hermano mayor, volvió a la misma posición de antes con los brazos.

- Mira, quiero que dejemos de lado nuestras diferencias en estos pocos segundos que tengo, escucha lo que voy a decir... Tu hermano ingirió el líquido de la médula espinal de Zeke, si ese bastardo llega a gritar, tu hermanito se convertirá en un titán. - Colt estaba consciente de lo que pasaría, cuando rescataron a Gabi, ella misma se los contó. Pero no sabía el porqué los estaba ayudando, pensó que tal vez tenía motivos ocultos. - Por favor, llévate a los niños lejos de aquí, a donde sea, siempre y cuando sea lejos.

- V-Vámonos...

Cuando ya se estaban retirando, el niño giró la cabeza para ver a la mujer de hermoso rostro angelical. Ella sonrió de medio lado y levantó la mano en modo de despedida.

- Señorita Lily, muchas gracias... Jamás olvidaré este favor. Usted es... El ángel de Paradis.

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