𝟎𝟎𝟑:𝐑𝐄𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎
┏━━━━━━━°⌜ 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍 ⌟°━━━━━━━┓
┗━━━━━━━°⌜ 悪魔 ⌟°━━━━━━━━┛
―Onii-chan, ¿estás emocionado porque veremos a Gon-kun?―cuestiona Alluka, observando con una sonrisa el comportamiento de su hermano.
Killua llevaba todo el viaje dando vueltas sin parar por el interior del barco, preguntándole a cualquiera que se le atravesara cuanto faltaba para llegar a Isla Ballena. Uno de los hombres de la tripulación se vio en la obligación de encerrarlo en su camarote para que no siguiera molestando a los pasajeros, y desde entonces no ha parado de devorar los dulces que compraron antes del viaje.
―¿Yo, emocionado?―pregunta con la boca repleta de chocolates, señalándose a si mismo. Alluka asintió lentamente, apretando los labios para no reír por su apariencia―. Para nada, pero seguramente él si lo estará. Es tan sentimental.―se burla del peliverde, soltando una risa mientras una sonrisa caprichosa aparecía en su rostro.
El menor de los Zoldyck levantó una ceja pero decidió no molestarlo más con el tema, sabía que jamás admitiría en voz alta que se estaba muriendo de ganas por reencontrarse con su mejor amigo.
El resto del viaje fue bastante tranquilo, hasta que a Killua se le terminaron todos los chocolates y dulces que tenía, haciéndolo sentir sumamente deprimido. Observó desde el espejo de su camarote como su camisa y rostros estaban cubiertos por manchas escandalosas de chocolate, así que optó por darse una ducha para retirarlas, y al mismo tiempo distraerse un poco mientras llegaban.
Una vez estaba limpio y fresco, salió del pequeño baño con solamente una toalla envolviendo su cintura. Se acercó a su bolso para buscar algo de ropa, quedándose agobiado al no saber que usar. Alluka lo observó desde la parte superior de la litera donde dormía, bajándose rápidamente para ayudarlo a escoger alguna prenda decente.
―Ponte esta, combina con tus ojos ―habla el pelinegro, tomando entre sus manos una simple camisa de color azul marino, la cual efectivamente, hacía resaltar los ojos del albino―. Seguramente a Gon-kun le gustará.
Killua hizo una mueca desconcertado, arrebatándole la camisa de las manos para luego tomar rápidamente su ropa interior y unos pantalones completamente negros―No me importa si le gusta, solo me la pondré porque yo quiero.
Volvió a entrar al baño para empezar a vestirse, no pensaba hacerlo frente a su hermano, aunque este siempre lo hacía frente a él sin vergüenza. Cuando terminó se observó en el espejo, mientras una sonrisa arrogante se formaba en su rostro al ver lo bien que le quedaban aquellas prendas que escogió.
Como amaba ser tan guapo.
Trató de secarse rápidamente el cabello con una toalla, saliendo del baño para darle espacio a Alluka para que tambien pudiera refrescarse un poco. Mientras esperaba a que el chico terminara de arreglarse tambien, pudo sentir como el barco empezaba a atracar en el puerto, haciendo que rápidamente arreglara sus cosas para estar preparado a la hora de desembarcar.
Una vez ambos hermanos Zoldyck estuvieron listos, salieron del camarote. Killua cargaba las cuatro maletas de Alluka con algo de incomodidad, mientras el chico solo sostenía el pequeño bolso que llevó el albino para meter su cambio de ropa.
Alluka inhaló profundamente, sintiendo el aroma que desprendía el mar y relajándose por el cautivante sonido de las olas. Abrió sus brazos al cielo para recibir mejor los rayos del sol, mientras Killua lo observaba con el ceño fruncido, luchando para no caer al suelo junto a todas las maletas.
―Ah, esto es tan relajante.―suspiró el pequeño Zoldyck, mientras el viento alborotaba un poco varios mechones de su cabello. Killua hizo una mueca irritado, mientras un leve tic nervioso aparecía en su ojo izquierdo.
―Si, tan relajante.―masculló enojado, tambaleándose un poco por culpa de un pasajero que chocó contra él.
Ambos empezaron a caminar por el muelle de Isla Ballena, buscando a Gon con la mirada. El lugar estaba repleto de personas recibiendo a sus familiares o amigos con emoción, se podía sentir la felicidad en el ambiente, y aquel sentimiento aumentó cuando escucharon la característica voz del peliverde a lo lejos.
―¡Killuaaa!―gritó el joven emocionado, corriendo a toda velocidad para llegar junto a su amigo.
El albino se giró al escuchar su nombre, y al ver el rostro de su querido amigo, dejó caer las maletas al suelo para correr hacía él. Alluka observó con el ceño fruncido sus cosas tendidas en el suelo, pero al ver la expresión de felicidad que tenía su hermano, cualquier rastro de enojo desapareció de su rostro.
―¡Gooon!―exclamó el albino, sonriendo ampliamente. Cuando estaba por alcanzar al peliverde, paró su carrera abruptamente, sin saber como debería saludarlo.
«¿Que hago?; ¿Choco los cinco con él?, ¿agito mi mano?, ¿lo abrazo-...»sus pensamientos fueron bruscamente interrumpidos al sentir el contacto de un cuerpo ajeno contra el suyo.
Gon se lanzó sobre él, abrazándolo por los hombros e inmovilizando sus brazos. El albino no logró reaccionar a tiempo, y al no poder estabilizarse, terminó cayendo al suelo con el peliverde sobre él.
―Baaaka, caí encima de una estúpida piedra.―masculla, haciendo una mueca al sentir la incomodidad en su espalda. Gon río alegremente, deshaciendo el abrazo pero sin levantarse de encima suyo.
A Killua le llamó la atención la contagiosa risa del peliverde, y momentáneamente olvidó la molestia en su espalda para inspeccionar el aspecto físico de su amigo. Su rostro estaba mucho más maduro, su mandíbula más marcada y sus rasgos notoriamente más varoniles que antes. Traía puesta una camiseta blanca que dejaba a la vista sus trabajados brazos, junto a un pantalón de algodón del característico color verde que tanto le gustaba.
Pero a pesar de todo, sus ojos seguían transmitiendo el mismo aire de inocencia y amabilidad que cuando se conocieron años atrás. Eso alivió de sobremanera a Killua, ya que constantemente solía tener pesadillas con la mirada cargada de odio y rencor que el peliverde mostró durante su enfrentamiento contra Pitou.
Pero parece que todo eso quedó atrás. Gon había vuelto a ser el mismo chico que tanto le agradaba.
―Killua... ¿por qué me ves de esa forma tan rara?―cuestiona con burla, sonriéndole con diversión. Él también se tomó el tiempo para analizar a su amigo, sorprendiéndose por lo poco que había cambiado―. Sigues igual, Killua. Te ves muy guapo.
El albino ensanchó los ojos avergonzado, sintiendo sus mejillas arder por culpa de aquel comentario. Definitivamente Gon no había cambiado en absoluto.
―¡No digas esas cosas, y mucho menos mientras estas encima de mi!―reclama avergonzado, observando de reojo como varias personas los observaban con curiosidad―. ¡Quítate ya, todos pensaran que soy un rarito!
El Freecss negó con la cabeza, pero sin borrar su sonrisa burlona. Rápidamente se levantó, tendiéndole su mano a Killua para ayudarlo a levantarse también. Este le mandó una mirada rápida a sus alrededores, y luego de verificar que nadie lo veía, aceptó la ayuda de su amigo.
―¡Wow, estas muy alto! Jeje, pero yo lo soy más.―comenta el peliverde, colocándose junto a él para medir la distancia entre sus hombros. Lo que decía era cierto, Gon le sacaba unos tres o cuatro centímetros de altura.
Killua hizo un mohín, dándole una breve mirada a la figura del chico. Su cuerpo se veía, a comparación del suyo, más robusto y fuerte, haciéndolo parecer más varonil y poderoso que él.
«Por lo menos yo tengo Nen» trató de animarse a si mismo, sonríendo con suficiencia.
―El tamaño no importa, Gon.―suspira, haciendo que el chico levantara una ceja con curiosidad.
―Nunca has tenido novia, ¿cierto?―cuestiona, soltando una sonora carcajada. Killua torció los labios, sin entender el porqué de su pregunta―. ¿Donde está Alluka?
Por primera vez en varios minutos, el chico recordó la existencia de su hermano menor, y rápidamente se giró para buscarlo con la mirada. Este se encontraba en el mismo lugar donde lo dejó, cuidando de sus pertenencias. Al sentir la mirada de ambos chicos, levantó su mano como saludo, sonriéndoles amablemente.
Ambos intercambiaron miradas, para luego empezar a reír. Caminaron hacía donde se encontraba el pelinegro, conversando sobre algunos temas triviales en el camino.
Killua observaba con felicidad como su amigo parloteaba sin parar. Ambos conversaban casi diariamente por cartas, mensajes o llamadas, pero definitivamente era mucho mejor tenerlo frente a él.
«Cuando vuelva del continente oscuro me quedaré un tiempo aquí, o mejor lo invito a nuestro viaje, dudo mucho que tenga algo mejor que hacer» pensó el albino entusiasmado, imaginando los posibles lugares que podría recorrer con su amigo.
―¡Mírate nada más! ¡Estas super guapo, Killua!―exclamó Mito sorprendida, tomando al albino por las mejillas para inspeccionar mejor su rostro. Su vista bajó esta vez hacía Alluka, e inmediatamente le regaló una enorme sonrisa―. Tu debes ser Alluka... cariño, no tengo palabras para agradecerte por haber ayudado a mi torpe niño.―musita, soltando a Killua para tomar al pelinegro de las manos. Sus ojos se habían cristalizado un poco, observando con ternura al pequeño Zoldyck.
―No se preocupe, Gon-kun es muy agradable.―sonríe, haciendo que el aludido rascara su nuca avergonzado.
Ambos hermanos Zoldyck saludaron tambien a Abe, la cual los guio hacía el comedor para que probaran el banquete que les preparó. Una vez todos se lavaron las manos y se sentaron en la mesa, las mujeres mayores empezaron a abordarlos con preguntas sobre los viajes y aventuras que realizaron estos últimos años.
―Oh, Gon siempre nos muestra las fotografías que le mandas. Incluso las pegamos todas sobre una cartelera en su habitación.―comenta, haciendo que el peliverde asintiera repetidas veces. Alluka sonrió contento, mientras Killua observaba con burla a su amigo.
―¿En serio?, ¿incluso en las que solo salgo yo?―pregunta con malicia, tratando de avergonzarlo. Pero este ni siquiera se inmutó, e incluso le sonrió.
―Claro, de hecho mandé a enmarcar una y la puse en mi mesita de noche.―informa, haciendo que Killua se ruborizara avergonzado. Todos en la mesa rieron al ver la reacción del albino, a lo que este simplemente chasqueó la lengua incomodo.
La cena transcurrió entre bromas y anécdotas. Al finalizar las mujeres recogieron los platos y el menor las ayudó a limpiar todo, mientras Gon y Killua se iban a la habitación del peliverde para desempacar las cosas de Alluka.
Killua le dio una rápida mirada a los alrededores de la habitación. Todo seguía casi igual que la ultima vez que estuvo aquí, solo que esta vez poseía una cama más grande, algunos muebles diferentes, y aquella cartelera de fotos que Mito le comentó durante la comida. Sus ojos fueron a parar hasta la pequeña mesita junto a la cama del chico, donde efectivamente, se encontraba una foto suya de las que le mandó tiempo atrás, protegida por un pequeño marco azul con dibujitos de dinosaurios.
Rodó los ojos para disimular su vergüenza, y decidió ignorar aquello para terminar de meter las maletas de Alluka.
El albino empezó a sacar la ropa de su hermano, pasándosela a Gon para que la acomodara en los cajones. Ambos estaban en silencio, Killua concentrado en su tarea y Gon algo ansioso, sin saber como abordar el tema que tanto lo preocupaba ahora.
―Killua...―lo llamó luego de un rato, haciendo que este musitara un sonido para que continuara―, ¿estas seguro de ir al continente oscuro? Mi padre me habló mucho sobre los detalles, y me parece que es muy arriesgado...
El Zoldyck suspiró, ya se esperaba algo como eso. Si él mismo estaba preocupado, se imaginaba que Gon lo estaría aún más, después de todo, era su mejor amigo.
―Quiero hacerlo, además, si combinamos mi fuerza, la inteligencia de Kurapika y... la compañía de Leorio, tenemos la victoria segura.―sonríe, apretando su puño con seguridad. Gon lo miró desconfiado, asintiendo lentamente con la cabeza.
―Me gustaría ir contigo.―suspira desanimado. Se sentiría mucho más tranquilo acompañando a su amigo, aunque no pudiera hacer nada para ayudar debido a su problema con el Nen.
―Entonces ven ―responde simplemente, haciendo que Gon alzara las cejas confundido―. No necesitas Nen para ir, además, que no puedas usarlo no significa que seas débil. Estoy seguro de que eres más fuerte que la mitad de los que irán.
Gon pestañeó repetidas veces, perplejo. Desde hace tres años ha sentido una enorme inseguridad respecto a su repentina perdida de poder, y que Killua le dijera eso ahora, lo hacia sentir sumamente bien consigo mismo.
―P-Pero...
―Además, yo estaré contigo, no dejaré que nadie te haga daño.―asegura, sonriendo con suficiencia mientras se señalaba a si mismo.
Gon se quedó observandolo un par de segundos, sintiéndose enternecido por aquel comentario. Killua notó su mirada, e inmediatamente transformó su sonrisa en una mueca de vergüenza, haciéndolo reír.
―Esta bien, llamaré a mi padre.
―¿Quieres unirte a la expedición?―cuestiona Ging perplejo al otro lado de la linea.
Killua y Gon intercambiaron miradas, nerviosos. Luego de practicar durante un buen rato lo que Gon debía decir, ambos decidieron que ya era hora de llamar a Ging para darle la noticia, esperando conseguir una respuesta positiva por parte del hombre.
Y aunque no la consiguieran, encontrarían la forma de convencerlo.
Killua asintió con la cabeza, dándole ánimos a su amigo. Este suspiró sin hacer ruido, aumentado el agarre en su celular―Si, se que tal vez te preocupe mi seguridad, pero quiero aventurarme e intentar-...
―Bueno, como quieras. Ven cuando puedas junto a tu amigo raro, ya estamos arreglando las cosas para el viaje.―lo interrumpe, suspirando con aburrimiento. A Killua se le desencajó el rostro por el enorme desinterés que mostraba el hombre, mientras Gon sonreía ampliamente.
―¡Genial! ¡Prometo esforzarme!―asegura emocionado, apretando fuertemente sus puños.
―Ya hablamos una vez sobre esto, así que sabras lo peligroso que es. Sin embargo, se que eres fuerte y astuto, confío en que me serás de gran ayuda.―habla el hombre, sonriendo levemente. Killua borró su mueca, sorprendido por las palabras que aquel vagabundo acababa de decir. Por su parte Gon solo atinó a ensanchar su sonrisa, y aunque no podia verlo, asintió con la cabeza.
―De acuerdo, papá ―sonríe, para luego despedirse cortamente del hombre y colgar la llamada―. ¿Tus padres saben que iras al viaje, Killua?
El albino hizo una mueca, negando con la cabeza. Llevaba años sin hablar con su familia, de vez en cuando intercambiaba una que otra carta con Kalluto, su padre o su abuelo, pero eran pocas las veces que recibía alguna respuesta. Sabía que todos estaban algo resentidos con él por su decisión de abandonar el mundo clandestino y huir con Alluka, pero poco le importaba aquello.
―No, no lo saben, y tampoco pienso decirles. Seguramente aprovecharan mi ausencia para buscar a Alluka.―masculla, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos. Eso le preocupaba mucho, ya que una vez abordara aquel barco, Alluka quedaría completamente desprotegido.
Pero ya habían pasado años desde la ultima vez que sus familiares trataron de encontrarlos a ambos, así que era poco probable que algo sucediera esta vez, pero aún así no podía evitar sentirse ansioso al imaginar alguna situación hipotética.
―Tranquilo, nadie sabe que está aquí, no debes preocuparte.―le sonríe Gon, colocando una mano detras de su espalda para animarlo.
Killua asintió lentamente. Solo esperaba que nada malo sucediera mientras él no estaba.
Espero que les haya gustado el cap uwu
Siento que me quedó muy Killugon, pero es inevitable para mi, xdon 😔😔
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