𝗔𝗖𝗧𝗢 𝗨𝗡𝗢 ━━ PRÓLOGO
❛❛ Looking like a true survivor, feeling like a like kid. I'm still standing after all this Time picking up the pieces of my life without you on my mind ❜❜

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐎𝐌𝐍𝐈𝐒𝐂𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄

Juliette se bajó del auto de Stiles Stilinski, un Jeep azul llamado Roscoe, con el corazón tan pesado como un saco de piedras. Sabía que esta despedida sería más dramática que un final de temporada de Game of Thrones. Stiles se iría de nuevo, luego de derrotar al anuk-ite.

-No bajes la guardia y, por favor, intenta no meterte en más líos... aunque sabemos que eso es pedirle peras al manzano -le dijo la rubia con una firmeza que se rompió tan rápido como una copa de cristal en una fiesta.

Stiles la miró con esa sonrisa de "soy el héroe incómodo pero adorable" que siempre usaba para ocultar su propia ansiedad.

-Tranquila, Jules. Ya no soy el mismo torpe que solía tropezar con las escaleras... ahora también tropiezo con las emociones. -bromeó el pálido tratando de disipar la tensión y le guiñó un ojo antes de caminar hacia su casa para recoger sus cosas.

Juliette lo siguió, como quien sabe que está a punto de soltar una bomba emocional, pero no pudo evitarlo. Cuando él abrió la puerta, se giró para mirarla, con esa expresión de "graba este momento, porque soy un cliché andante".

-¿Sabes? -empezó Juliette, con un tono que mezclaba resignación y sarcasmo-. Si Scott y yo no hubiéramos salido, probablemente te habría invitado a salir. Me gustabas desde quinto grado... aunque, claro, estabas demasiado ocupado babeando por Lydia.

Stiles, desconcertado, se rascó la nuca como si estuviera buscando una respuesta entre su cabello.

-¿Con Lydia? Bueno... sí. Pero también contigo. Literalmente pudimos haberlo tenido todo, como dice la canción de Adele... si me hubieras dicho algo.

Ella soltó una risa amarga.

-Quizá. Pero, ya sabes, sigo cargando con el paquete emocional llamado Klaus. -Intentó cerrar la conversación que ella misma había iniciado, pero el aire entre ellos estaba tan denso que parecía una escena de telenovela. Recordaba a aquel vampiro con el que había salido por todo un año, hasta que hace 8 meses se fue porque había encontrado algo que llevaba buscando por más de mil años.

Entonces, Stiles hizo lo que cualquier protagonista secundario haría para robar un poco de protagonismo: la besó. Fue un beso torpe, casi como si lo hubiera ensayado frente al espejo, pero con la intensidad de alguien que sabe que no tiene nada que perder.

-Por si acaso... -murmuró, antes de tomar su maleta y huir hacia el Jeep como si alguien le hubiera encendido un cohete en los pies.

Juliette, congelada en su lugar, solo pudo llevarse una mano a los labios y murmurar un suave adiós, mientras las luces traseras del Jeep se desvanecían en la distancia.

Claro, el drama no podía terminar ahí.

Un crujido detrás de ella hizo que todo su entrenamiento de lucha se activara. Se giró rápidamente, solo para encontrarse con Mikael, el rey de las entradas dramáticas. Su sonrisa burlona era más irritante que las notificaciones de spam.

-Qué conmovedor. Dos adolescentes que nunca superaron su etapa de will they, won't they. Ahora uno se marcha, dejando a la otra con un recuerdo más incómodo que un mensaje sin respuesta. Es casi entrañable.

Juliette rodó los ojos. Porque, claro, eso es justo lo que necesitaba: el comentario pasivo-agresivo de un vampiro Original con complejo de crítico literario al que nunca le había caído bien.

-¿Qué quieres, Mikael? -espetó, tratando de sonar más valiente de lo que se sentía.

Él dio un paso adelante, disfrutando del momento como si fuera el villano principal de una película de bajo presupuesto.

-Solo vine a recordarte que no importa cuántos besos inesperados recibas, Niklaus siempre se enterará. Y dudo que le haga mucha gracia. -Su tono era tan venenoso que Juliette casi pudo sentirlo en el aire.

-Deja a Klaus fuera de esto -respondió, aunque su voz temblaba lo suficiente como para delatarla.

Mikael se acercó aún más, con esa sonrisa que gritaba "soy el malo y lo disfruto".

-Oh, querida, no te preocupes. Solo quería dar un consejo: protege a tu hermana. Nunca sabes quién podría salir lastimado... o algo peor. Aunque si logras que Klaus vuelva a este... pueblo tal vez no le pase nada.

Con un empujón que parecía más para demostrar su superioridad que para hacer daño, Mikael desapareció en la oscuridad, dejando tras de sí una nube de arrogancia.

Juliette apretó los puños, su respiración agitada. Pero si algo estaba claro, era que Mikael acababa de encender una chispa. Una que estaba lista para destruirlo y hacerlo pagar por todo lo que le hizo en el pasado

NOTA DE LA AUTORA !!
No puedo con la risa, yo escribí este prólogo normal y le dije a Chat gpt que me ayudara a darle algo de sátira y sarcasmo, literal casi llore de la risa.
Espero que les guste tanto como a mí.