Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

「027 」

Había alguien en la casa.

YoonGi se sentó en la cama y agudizo el oído. Alguien estaba arañando una puerta. Como si quisiera abrir, pero no fuera capaz de insertar una llave.

Salió de la cama y camino descalzo hasta la puerta del dormitorio; la abrió una rendija. El pasillo estaba en silencio. Hasta que lo escucho de nuevo.

Un murmullo. Casi como un gruñido.

Sintió un escalofrío en la espalda mientras sopesaba sus opciones. ¿Quien narices había entrado en su casa? La alarma no había saltado, lo que significaba que el ladrón la había desconectado. No tenía una pistola a mano, ni una botella, ni un palo. ¿Que otras armas se usaban en el cluedo? Un revolver, un candelabro, un cuchillo, una cuerda o una tubería de plomo.

Sería mejor llamar a la policía.

Camino por el pasillo en puntillas y paso por la puerta de JiMin. Se detuvo y decidió que despertarlo sería un error, ya que podría sufrir una ataque de pánico y convertirse en un objetivo para el intruso, algo con lo que prefería no lidiar. Su prioridad era mantenerlo a salvo. Agarró Un bate de Beisbol del armario del pasillo, tomó su teléfono y marcó el número de la policía para denunciar un allanamiento de morada.

Después comenzó a bajar la escalera con la intención de darle una buena paliza a ese hijo de puta.

Se detuvo al bajar el último escalón y se oculto entre las sombras. Lo único que se escuchaba era el zumbido del frigorífico. Permaneció inmóvil, recorriendo con la mirada las estancias vacías. La puerta principal está bien cerrada, con la cadena y la alarma conectada. Que raro. Si alguien hubiera desconectado, la luz roja estaría apagada. Tal vez habían entrado por la puerta trasera, pero ni había escuchado que rompieran los cristales. A menos que...

La puerta de la sala de estar se sacudió. YoonGi se acercó a ella, manteniéndose pegado a la pared y con el bate en alto mientras contaba los segundos y deseaba que apareciera la policía. Su lobo se encontraba extrañamente tranquilo, imaginaba aún dormido.

Escucho una respiración fuerte. Como si fueran jadeos. Un arañazo.

¿Que mierda era eso?

Se detuvo en el pomo de la puerta. Sentía la adrenalina al pulso. Al fin de no perder el control, lucho contra el miedo. Levantó el bate e ingreso estampando la puerta contra la pared.

–¡Ahh!

A su lado paso un grupo de perros. Dos, cuatro, seis, ocho. Un grupo de bichos peludos lo rodeo. Perros con manchas, cachorros, adultos... todos ladrando y meneando la cola, y con las lenguas afuera. Aunque seguía con el bate de beisbol en alto, los perros no se sentían amenazados. Al contrario, al ver a un humano en plena noche, todos parecian contentísimos y con muchas ganas de jugar.

Durante unos segundos se convenció de que era un sueño y de que se despertaría en su cama.

Después convenció de que la escena era real.

Y supo que cometería un crimen.

Relacionado con su esposo.

La sala estaba destrozada. Había pedazos de papel por todas partes. En la mullida moqueta apreciaban manchas que no parecian agua. Uno de los cojines del sofá tenia el relleno afuera. La única planta de la estancia estaba ladeada y uno de los cachorros estaba escarbando en la tierra. La enciclopedia Anales de arquitectura estaba toda mordisqueda.

YoonGi cerró los ojos y contó hasta tres. Después los abrió de nuevo. Acto seguido llamó a su esposo a fuertes gritos.

JiMin apareció al instante, obviamente aterrado. Al ver problema que se le había presentado, intentó retroceder, pero como iba corriendo, se resbaló y acabo chocando contra el Alfa. El impacto hizo que expulsará aire de los pulmones con fuerza y se aferrara a sus hombros para guardar el equilibrio mientras lo miraba a los ojos.

El alfa supo que el era consciente de peligro que corría. Esos ojazos azules estaban totalmente abiertos por el miedo, al tiempo que retrocedía y extendía los brazos al frente como si quisiera repeler un ataque. YoonGi apenas fue consciente del gesto. Estaba demasiado concentrado intentando ver algo a través de la neblina roja que lo cubría todo.

Una pata peluda lo golpeó en la entrepierna. Tras apartarla, pregunto con voz furiosa:

–¿Que mierda esta pasando?

JiMin dio un respingo.

–Yoon, lo siento. No sabía que hacer porque me llamaron del refugio diciéndome que estaban a tope y me pidieron que me quedara con algunos esta noche, así que no pude decirles que no. YoonGi, no podía negarme porque los habrían dormido. Verás, es que a los refugios de animales les cuesta la vida misma conseguir dinero ahora mismo. Pero sé que odias a los animales, así que se me ocurrió que podrían pasar la noche aquí, tranquilitos y llevarlos a otro sitio por la mañana.

–¿Pensaste que podías ocultarme una habitación llena de perros?

El alfa intentaba controlar la ira con todas sus fuerzas. Sin embargo, se percató de que subía su voz poco a poco y entonces comprendió por qué los trogloditas arrastraban a las mujeres del pelo.

Era consciente de que JiMin lo observaba para intentar adivinar cuál sería su reacción. Se estaba mordiendo el labio inferior mientras daba saltitos apoyando el peso del cuerpo primero un pie y luego en el otro, como si estuviera devanandose los sesos en busca de una explicación que no acabará enfureciendolo todavía más.

De repente, uno de los perros le dejo un hueso en el pie. Al mirar hacia abajo vio al animal, que lo observaba con la lengua afuera y meneando el robo.

–Quiere que se lo tires –señaló el omega.

YoonGi lo miró echando chispas por los ojos.

–Se muy bien lo que quiere el dichoso perro. No soy imbecil. Al contrario de que tú crees, claro está. Has solicitado tu favor para encerrarme arriba para que no me enterara de lo que estaba pasando –Se percató de que la expresión de JiMin se tornaba culpable– JiMin se te da genial eso de mentir. Solo que no sabía hasta qué punto.

El omega abandono su actitud temerosa y se enderezó, descalzo como estaba. 

–¡Tenía que mentirte! ¡Estoy viviendo con un hombre que odia a los y que prefiere ver a esos cachorritos inocentes en la cámara de gas antes de permitir que le desordenen la casa.

YoonGi apretó la mandíbula y solto una maldicion.

–No intentes echarme la culpa a mi, omega. Ni siquiera hablaste conmigo te has limitado a meter un montón de perros en la sala de estar. ¿Has visto lo que han hecho? ¿Donde está el cobertor naranja de lana?

JiMin echó la cabeza hacia atrás y gritó, frustrado.

–¡Debería haberme imaginado que te preocuparían más tus ridículas posesiones materiales! Eres como ese imbecil de Chitty Bang que encerraba a los niños para que la ciudad estuviera limpia y tranquila, ¿lo recuerdas? No quería Diosa que las cosas no estén tan ordenadas como tu quieres que estén. Cada cosa debe estar en su sitio. Hay que asegurarse de que el cobertor de lana no se estropee.

YoonGi sabía que su genio estaba a punto de estallar.

Y estalló.

Apretó los puños y soltó un grito que debió gustarle a los perros, ya que se pusieron a aullar al mismo tiempo mientras saltaban en torno a sus pies, formando un torbellino de patas, lenguas y rabos.

–¡Chitty Bang! ¡Estas mal! Deberían encerrarte en un manicomio. Me mentiste, has destrozado mí casa y encima me comparas con el malo de una película infantil, porque no eres capaz de ser una persona normal ni de compórtate como un adulto responsable y pedirme disculpa, por este desastre.

JiMin se puso de puntillas, y replicó, muy cerca de su cara:

–Lo he intentado, pero insistes en actuar de forma irracional.

YoonGi agarró por los brazos. Sintió el roce de algo sedoso mientras lo zarandeaba con suavidad.

–¿Irracional? ¡Irracional! ¡Es de  madrugada, acabo de encontrarme con una habitación llena de perros y tu te pones a hablar de una película absurda!

–No es absurda. ¿Por qué no puedes ser como Ralhp en la serie The Honeymooners? Bien que era un poco irritante, pero salvo a todos los perros de un refugio cuando descubrio que iban a matarlos. ¿Por qué no puedes ser un poco más compasivo?

–¿Ahora me sales con eso? Hasta aquí llegamos, Min JiMin. Es suficiente. ¡Tomaras a esos perros y los llevaras al refugio porque, si no lo haces, omega, te prometo que lo hago yo!

–No lo haré

–Lo harás.

–Obligame

–¿Que te obligue? ¡Que te obligue!


Jimin super random comparándolo con películas jajajajajajjz, me encanta. Mientras YoonGi re sacado de quicio.

Las película de Chitty Bang es una de 1968, algo oscurita pero muy buena.

The Honeymooners es una serie del 2005, también es muy buena.

Por si a alguien le interesa verlas.

Besites♡♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro