Confiaba en él. Esos ojos azules zafiros tenian un brillo determinado y una expresion honesta. Su promesa tenía valor. Al cabo de un año el sabía que el omega se alejaria sin mirar atras y sin querer mas dinero. La balanza se inclinó a su favor. 

Unos de sus regordetes dedos golpeaba con insistencia el margen de la página. Jimin levanto la vista. YoonGi se pregunto porque de repente se veia palido cuando hacia un momento tenia un aspecto muy saludable y sonrosado. 

–¿Tienes una lista de requisitos?

Lo pregunto como si lo acusara de un crimen capital en vez de haber redactado una lista de Pros y Contras. 

Carraspeó antes de contestar:

–Solo ciertas cualidades que me gustaría que tuviera mi omega.

JiMin abrió la boca para hablar, pero no le salieron las palabras. Era como si le costara encontrarlas. 

–¿Quieres a un anfitrión, un huérfano y a un robot en una sola persona. ¿Es eso? 

YoonGi suspiró.

–Estas exagerando. Que quiera casarme con alguien elegante y con cierto sentido empresarial no significa que sea un monstruo. 

–Quieres a un omega florero, pero sin el sexo. ¿Es que no has aprendido de los omegas desde que tenias cartorce años?

–He aprendido muchas cosas, Jimin.  Pero eso el Tio YoonHyuk ha tenido que obligarme a entrar en una institución que favorece a los omega.  –Jimin soltó un grito ahogado.

–¡El matrimonio beneficia mucho!. Se disfruta del sexo y del compañerismo. Cuentas con alguien que te acompañará hasta la vejez. Esto es mucho mejor si encuentras a tu destinado.

–Después de seis meses comienzan los dolores de cabeza y las parejas se aburren del otro –Aclaró – Los alfas no queremos envejecer. Por eso nos pasamos la vida buscando omegas cada vez mas jovenes. Lo de los destinados es solo un cuento 

Jimin quedo boquiabierto. De echó, la  cerró de golpe 

–Hijos... Familia... Alguien que te quiera en la salud y en la enfermedad. 

–Alguien que se gaste tu dinero y no deje en paz por las noches y que te reclame por tener que limpiar tus cosas.

–Estás enfermo –dijo mientras apretaba sus manos en un puño.

–Y tú, Loco.

El menor meneó la cabeza de forma de que sus sedosas hebras se agitaran. Volvió a tener sus mejillas sonrojadas. 

–Tus padres te dejaron traumadisimo– Pronucio burlonamente– Y si no encajo en todas las categorías. 

–Ya lo solucionaremos –mencionó mientras acomodaba su corbata.

El omega entrecerro los ojos de nuevo y mordio su labio inferior. YoonGi recordó la primera vez que lo beso, cuando tenia 15 años. Recordó que le acaricio los hombros desnudos. Recordó el olor dulce que lo rodeó cuando el menor aun no se habia presentado, era un olor delicioso a caramelo muy tentador. Después del beso, Jimin lo miró rebosante de inocencia, belleza y pureza. A la espera de un final feliz.

Después sonrío y le dijo que lo quería. Qué queria casarse con él. Debió haberle dado unas palmaditas en la cabeza, decirle algo agradable y alejarse. Sin embargo, la propuesta de matrimonio le parecio dulce y tentador, y tambien le resulto aterrador. 

A los quince años, YoonGi ya sabía que ninguna relación seria bonita, que al final todas se estropeaban. Así que se écho a reir, le dijo que era un mocoso y lo dejo solo en el bosque. La vulnerabilidad y el dolor que vio en su cara se la clavaron en el corazón, pero se blindo contra esa emoción. Cuando antes aprendiera JiMin, mejor. 

Aquél día se aseguró de que ambos aprendieran una dura leccion. Desterró el recuerdo y se concentró en el presente. 

–¿Por qué no me dices qué quieres conseguir con este matrimonio?

–Ciento Cincuenta mil dolares. En efectivo. Por adelantado, no al final del año. 

Se inclino hacia él, intrigado 

–¿Deudas de juego? –Nego– ¿Te pasate con las compras? 

Un muro invisible se levanto entre ellos. La furia se reflejo en los ojos del omega y su aroma se volvio pesado. 

–No es asunto tuyo. –Respondio despectivamente– Nuestro contrato establece que no vas a hacerme preguntas acerca del dinero ni en qué pienso gastarlo –Señalo– ¿Donde viviremos?

–En mi casa.

–No voy a renunciar a mi departamento. Pagaré el alquiler como siempre. –La sopresa se apodero del contrario.

–Como mi omega, vas a necesitar un fondo de armario en consonacia. Recibirás una mensualidad y tendras acceso a mi asesor personal

–Me pondre lo que quiera, cuando quiera y pagare mis cosas. 

El alfa contuvo una sonrisa al escucharlo. Casi disfrutaba del enfrentamiento verbal, tal como hacia en los viejos tiempos.

–Seras el anfitrión de mis socios personales. Tengo un acuerdo importante tendiendo de un hilo, asi que tendrás que congraciarte con los demás. 

–Soy capaz de comer sin apoyar los codos en la mesa y de reírme de los chistes tontos. Pero debo disponer de tiempo libre para seguir llevando mi negoció y para disfrutar mi vida social.

–Por supuesto. Espero que sigas con tu vida individual como de costumbre. 

–Siempre y cuando no te avergüence. – Jimin comenzo a mover las piernas y Carraspeo– Tengo algunos problemas con esta lista.

–Soy una persona flexible –Se encogio de hombros

–Mantengo una estrecha relación con mi familia y necesitaremos una razón de mucho peso para convencerlos de que he decidido casarme asi de repente. 

–Diles que hemos vuelto a vernos despues de todos estos años y que hemos decidido casarnos. 

Jimin puso su ojos en blanco. 

–No pueden enterarse de este acuerdo, asi que tendremos que fingir que estamos locamente enamorados. Tendrás que venir a cenar a casa para hacer el anunció oficial. Y tendra que ser convicente. 

El alfa recordó que el padre de JiMin los abandonó por culpa de su adicción al alcohol, que lo distanció de su familia. 

–¿Te sigues hablando con tu padre? –el omega asintio– Antes lo odiabas.

–Se ha reformado. Y decidi perdonarlo. De cualquier forma, mi hermano y mi cuñado, junto con mi sobrina y mis hermanas gemelas viven con mis padres. Haran un millón de preguntas, asi que tendras que ser persuasivo. 

–No me gustan las complicaciones. 

–Pues lo siento, pero esto forma parte del trato –YoonGi supuso que podria concederle una pequeña victoria 

–Bien. ¿Algo mas?

–Quiero una boda de verdad. Conociendote, seguro has planeado algo tan simple en el juzgado. Yo pensaba en un traje blanco, en el exterior, con mi familia y con Tae como padrino.

–No me gustan las bodas –dijo tenso 

–Si, ya lo se –rodo los ojos– Mi familia nunca se creerá que nos hemos fugado para casarnos. Tenemos que hacerlo por ellos

–Jimin, me caso contigo por motivos empresariales. No por tu familia. –El mencionado levanto la barbilla YoonGi decidio que debia recordar el gesto. Parecia una advertencia previa a la batalla.

–Créeme, a mi tampoco me hace gracia este asunto; pero, si queremos que los demas crean que esto es verdad, debemos interpretar un papel. 

–De acuerdo –dijo sarcástico – ¿Algo más?

Jimin parecía un poco nervioso mientras lo miraba de reojo, pero despues se puso en pie y comenzo a andar de un lado para otro. En cuanto a YoonGi clavó sus oscuros ojos en ese perfecto trasero, que se movia de un lado para el otro, sintio una incomoda ereccion. 

Su lobo gruño cuando un pensamiento racional paso por delante de sus ojos "Levántate de la mesa, deja el juego y sal por esa puerta. Este omega te va a poner la vida patas arriba; te va a poner el mundo del revés. Y siempre has aborrecido los parques de atracciones"

YoonGi lucho contra el pánico que lo habia asaltado de repente y espero su respuesta.