Capítulo_6
En el capítulo anterior Lizy salió de vacaciones por lo cual salió a dar un pequeño paseo por Barcelona.
Hoy presentamos...
{UN SIMPLE CHOCOLATE}
Ese día era un frío día de invierno en el cual Eli hablaba tranquilamente por el teléfono.
-¡Que dices que debería arreglar las cosas con él! - es un estúpido- replicó con una tierna sonrisa.
- Ya te dije que también te insultó ¿verdad? -espeto la morena - ¡Claro! Que iré a conocer a Germán y a Lenay - son mis súper ídolos- tras decir esto comenzó a reír. - entonces allá te veo ok Álvaro ¡byee!
Elizabeth se tiró a la cama pensando en lo grandioso que sería ese día, en eso su teléfono empezó a sonar.
- Tal vez será Álvaro acaso ¿se le olvidó decirme algo? - suspiro.
- ¿Bueno? - contestó colocando el teléfono en su oído.
- Hola señorita González hubo un imprevisto con la paciente que usted atiende la solicitó en el hospital de inmediato -replicó el doctor.
-Claro estaré ahí enseguida - tras decir esto tragó en seco.
Ella salió corriendo de su apartamento a toda velocidad, hacía el hospital.
-Hola señorita González que alivió que esté aquí, la paciente está en su habitación.
-Gracias doctor Connors - Dijo amablemente.
Después de esto ella se dirigió corriendo hacia la habitación de su paciente.
-Hola Camila ¡¿qué es lo que te paso?! -gritó muy preocupada.
- Nada en concreto sólo fingí un ataque para que vinieras - mencionó la chica.
- Qué es lo que te pasa Camila ¡casi me matas! - reprochó muy aliviada y a la vez molesta.
- Vamos no te enojes es solo que me sentía muy Sola-Menciono con una voz calmada y fría.
- Está bien no te preocupes- le dijo Lizy Un poco más aliviada.
- Me he dado cuenta de algo nunca te había preguntado tú edad- manifiesto la azabache.
- Tengo 23 años- respondió la castaña.
- Sabes quisiera vivir más pero no tengo otra opción mi hígado está muriendo- Disparo en un tono pesimista.
- ¡Vamos! No digas eso estoy segura de que te recuperarás!, ¡ánimo no te rindas! - alentó la de cabellera larga .
- Vamos dígame usted mm ¡sé que es tonto! Y un tema muy raro pero ¿ya ha encontrado su hilo rojo? - cuestionó la chica.
- ¿Mi hilo rojo? ¿Qué es esa pregunta tan extraña? - enarco una ceja un poco confundida mientras se sentaba a lado de ella.
- Alguna vez alguien me dijo que el hilo rojo es la persona con la que estás destinada a encontrarte. Se pueden enredar, pero jamás romper - espeto la morena.
-Sabe yo quisiera encontrar a esta persona antes de morir.
- Usted, ¿ya la ha encontrado? -planteo la muchacha.
- La verdad no ni siquiera he dado mi primer beso- admitió la morena.
- Y dime Camila ¿trabajas? - preguntó tratando de cambiar de tema.
- Si soy secretaria en la discográfica Warner- pronunció muy alegremente.
- ¿Y tú quisiste ser eso? -interrogo la enfermera.
- La verdad yo siempre quise ser cantante, pero los de Warner sólo pudieron darme un puesto de secretaria-agachó la mirada.
- En verdad lo siento.
-No es tu culpa.
Eli salió del hospital directo hacia un café al aire libre que estaba cerca de ahí. Cuando llegó vio que en ese mismo lugar se encontraba Raúl ella pensó, tal vez le debería hacer caso a Álvaro y hacer las paces con él ¡y que mejor que un chocolate para reconciliarse!, pensó se movió hacía una pequeña tienda y compro un pequeño y sabroso chocolate, para luego dirigirse hacia el asiento de Raúl.
- Hola Raúl - se balanceo de un lado a otro.
- ¡Cara medusa!, no pensaba encontrarte por aquí - se dirigió hacía ella.
- Sólo quería disculparme por lo de ayer y darte esto para arreglar las cosas- Insinuó la morena amablemente.
- Así pues.... No lo quiero -tiro el dulce al suelo- con una risa burlona.
- ¡¡Eres un estúpido!! ¡Chinga a tu madre! - tomó el chocolate y salió corriendo de allí.
- ¡Oye Lizy!- trato de detenerla pero está hizo caso omiso
Corrió y corrió lo más rápido de ese lugar, tras hacer esto comenzó a llorar tras una fría tormenta de nieve.
-Estúpido por su culpa no pude ir a ver a mis ídolos y yo solo quería arreglar las cosas con el ¡idiota! -chilló mientras con la Palma de su mano cubría su rostro.
En eso comenzó a sonar su teléfono.
-Bueno, oh, Álvaro, eres tú , si no podré ir no me siento bien perdón, ¡y pensar que todo fue! Culpa de un simple chocolate-elevó su mano para secar sus lágrimas.
Ese día la azabache lloró todo el día pensando en ¿Qué pasaría si nunca lo hubiera conocido?
Continuara.
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Hola chicos espero que les haya gustado y gracias por siempre apoyarme.
Si te gustó me ayudarías con tu voto y comentario. Que siempre los tomó en cuenta.
Nos leemos en el siguiente cap.
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