Capítulo_22
En el capítulo anterior Lizy salió a dar una pequeña vuelta a la ciudad, dónde se encontró una gran e imponente feria.
Hoy presentamos...
{LA DECISIÓN}
Era un día normal cómo cualquier otro en Barcelona, en el que Eliza cumplía con su jornada laboral como enfermera. Ese día no podía ver a Camila ya que ella estaba en un tratamiento intensivo de quimioterapia. La morena estaba descansando un poco en la sala de enfermeras, ya que ese día no había mucho trabajo por realizar. Ella sostenía en sus manos una caliente taza de café, mientras con la otra mano firmaba unos documentos. Está misma tranquilamente bebía su bebida, cuando de un momento a otro, entró una chica en urgencias. Esta chica tenía una gran cortada en su brazo, por lo que la azabache acudió a ayudarla.
—¿Qué fue lo que le paso?— soltó Elizabeth dirigiéndose con la chica a la sala de curaciones.
—Me corté mientras picaba unas cuántas zanahorias—exclamó la chica sin ninguna expresión de dolor ó temor en su rostro.
—Vamos pase señorita—señaló la morena abriendo la puerta de la sala de curaciones.
Ellas dos entraron a la pequeña sección del hospital, y la de piel canela muy amablemente, sentó a la chica que se veía de unos 19 ú 20 años, en una camilla.
—Vamos señorita dígame su nombre— pregunto Eli mientras buscaba los materiales en una estantería de aquel lugar.
—Mi nombre es Anastasia—contestó la chica de tez clara y cabello azabache, mientras apretaba fuertemente la herida con un pequeño trapo para detener el sangrado.
—¿Anastasia qué? — volvió a preguntar la morena sentándose en una pequeña silla a lado de la chica, ya con todos los materiales en mano.
—Anastasia García Hernández— volvió a responder la chica estirando el brazo hacia la chica para que ella pudiera iniciar en proceso de lavado y curación.
—¿No eres de aquí verdad? — planteó la morena mientras desinfectaba la herida.
—No yo soy de Monterrey, sólo que vine a Barcelona porque mis tíos me invitaron a mí y a mi hermana a quedarnos unos días, yo no podría venir por mi cuenta, ya que mi familia no tiene las condiciones—expreso sin una expresión es su rostro.
—Yo también soy de México, solo que vine por cuestiones personales—espeto la azabache mientras aplicaba unos puntos en la cortada.
Pasaron unos minutos más en los que Lizy limpiaba y aplicaba puntos a la herida de la chica, los cuales sucedieron en completo silencio, hasta que por fin terminó todo el proceso de curación.
—Muchas gracias por sus servicios— agradeció la chica de tés clara, dando un apretón de manos a la morena.
—No hay de que— contesto la morena con una sonrisa cálida.
Después de que la misteriosa y fría chica se fuera de aquel lugar, Eli continuó con sus labores de trabajo en el hospital, hasta que dieron las 5:00 pm, y dio la hora de salir.
Lizy salió de aquel hospital, y decidió darse una vuelta por el parqué al que siempre iba. Ella al llegar ahí se adentró y camino hacia su lugar favorito. Al estar ahí vio a una persona sentada en la banca de siempre, por el perfil dedujo que era Raúl, así que se sentó a lado de él.
—Hola— saludo La muchacha colocándose a un lado de él, y mirando directamente hacia la gran cascada.
—Hola cara medusa, ¿otra vez aquí? — tanteó Raúl viendo a Lizy con una gran sonrisa.
—Pues, ya me hice la idea de que a cualquier lugar al que yo vaya, vas a estar también tú ahí — sonrió la azabache con una mirada perdida en el cielo.
—Es nuestro destino encontrarnos en todos lados ¿no crees? —Insinuó Raúl, tomando la mano de la de cabellera larga.
La morena trago saliva, soltó la mano de Raúl y mencionó lo siguiente: no lo creo lo he estado pensando y esta es la última vez que tú y yo nos vamos a ver.
—¡¿Qué?!, ¡¿por qué?! — dijo Raúl muy confundido, dirigiendo su mirada a la morena.
Después de decir esto los dos se pararon de sus respectivos lugares.
—Porqué tú estás con Sara y tienes un compromiso con ella— respondió desviando su mirada de la de Raúl.
—¡Elizabeth yo te quiero a ti! — alegó sosteniéndola de los hombros.
—¡Lo siento, pero esto tiene que terminar aquí! ¡Lo nuestro sólo fue una simple aventura! — Menciono soltándose de su agarre y con lágrimas en los ojos. Tras decir esto dio dos pasos hacia tras y salió corriendo.
Después de que Lizy saliera corriendo, Raúl muy enfurecido, comenzó, a golpear el árbol que estaba de tras de ellos. Hasta que por fin se pudo calmar.
El soltó un gran suspiro y exclamó: este día 16 de mayo del 2021, ¡Sara bjean sale de mi vida!
Después de eso el salió corriendo de ahí hacia la casa de Sara. El tomo un taxi para llegar un poco más rápido, se tardó unos 15 minutos en llegar a la casa de la rubia. Al estar ahí le pagó al señor del taxi, se paró en frente de la casa de Sara, miró el cielo que se había tornado completamente gris, después dio un gran y profundo suspiro, para después tocar el timbre de la casa de su novia. El espero un poco a que Sara lo recibiera, hasta que ella salió a abrir la puerta.
—Hola Sara ¿puedo pasar? — preguntó Raúl.
—¡Claro que si amor pasa! — Aceptó Sara con una gran alegría, tomando el abrigo de Raúl y colgándolo en la entrada.
—¿A qué se debe esta inesperada visita? — cuestionó Sara, mientras que ella y Raúl se adentraban a la sala.
Raúl trago saliva y mencionó: ya lo sabrás.
Ellos dos se sentaron y hubo un gran silencio en todo el cuarto, pasaron varios minutos… hasta que Sara mencionó…
—Está bien si no quieres empezar tú lo haré Yo— dijo Sara con una sonrisa misteriosa.
—No Sabía que tenías los hábitos de besarte con las chicas que tanto te hicieron daño—soltó con una voz sarcástica, y sacando de su bolsillo la foto de la vez en la que Raúl y Lizy se besaron en aquella feria, para luego aventarla a la pequeña mesita que estaba en medio de los dos.
Raúl voltio a ver la mesa sutilmente donde vio la foto que tiró Sara, para luego sentir su garganta seca y con una voz temblorosa, Mencionar lo siguiente: de eso he venido a hablar.
—¿Qué pretendes?, ¿quieres matarme? ¿verdad? — alegó Sara con una voz seca y enfurecida y la vez estallando en lágrimas.
—Vine a que terminemos esto, de una buena forma— respondió Raúl con una voz ahogada, y poniéndose bruscamente de pie.
—¡¿Qué?!— planteo Sara con una voz débil.
—¿Quieres romper nuestra relación así nada más?, ¡una relación de casi tres años! — cuestionó Sara con una mirada desgarradora.
—Lo siento, pero yo ya no siento lo mismo por ti—admitió Raúl dándole la espalda.
—¿Es por esa?, ¿Es por la estúpida esa verdad? — Exclamó Sara colocando su mano en su cabeza— ¡¡¡si no es así, explícame porqué yo no lo entiendo!!!
—¡Yo te he dado mi amor incondicional!, ¡te he perdonado todo!, ¡¿Qué hice para que tu hagas esto?!— grito desesperadamente.
—No has hecho nada solo que mi amor por ti se esfumó Sara— Insinuó con una voz atona.
—Dime, ¿tú te enamoraste de Elizabeth? —soltó Sara, con una voz temblorosa.
En ese momento hubo un gran silencio.
—¿Tengo que interpretar ese silencio como una respuesta afirmativa? —preguntó Sara.
—¿Raúl tú te enamoraste de Lizy?— volvió a preguntar Sara, con una voz temerosa.
—Si Sara—contestó Raúl dirigiéndose hacia ella.
Continuará...
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Este capítulo no tiene canciones en spotify.
Nos leemos en el siguiente capítulo.
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