capitulo cuatro.
Regresando a su departamento, Chip se acercó al sillón, sentándose y tirando su cabeza hacía atrás mientras dejaba salir un suspiro lleno de cansancio. No podía más con la duda que rondaba en su mente: ¿debía intentar enamorar a Freddy? después de saber que estaba la posibilidad sobre Freddy estando enamorado de su ex-novio todavía. Sentía la cabeza doler solo por un tema tan sencillo, estúpido tal vez. Solo era un crush, solo un enamoramiento de pasatiempo que se desvanecerá en unas semanas. Al menos eso esperaba, todo iba a pasar y volvería a la normalidad, sin dramas de por medio. No quería ser plato de segunda mesa para Freddy, era su peor pesadilla. En cuanto se dio cuenta, sus pensamientos no dejaban de ser sobre él, no era agradable. Bufando, se levantó, pasando su mano por sus cabellos mientras miraba al suelo; no tenía tiempo, debía concentrarse en otras cosas, como lo era su trabajo.
Chip trabajaba en un bar por algunas horas desde las diez de la noche hasta las doce, era un trabajo sencillo y pequeño que tenía conexión con la composición musical. Tenía a Hayley con él de apoyo al igual que otros dos amigos trabajando en el mismo local. Era un ambiente agradable después del estrés universitario, pasaban buenos momentos entre ellos; risas, bromas, juegos amistosos, todo para evitar la vida dentro de la universidad.
Del otro lado de la ciudad, dentro de una sección privada de mansiones gigantescas y lujosas, se encontraba la residencia principal de la familia Fazbear, una construcción de gran tamaño llena de árboles y arbustos bien podados para adornar el alrededor. Era como un castillo que pertenecía a aquella familia adinerada con empresas alrededor del mundo. Freddy al igual que varios de sus hermanos menores seguían viviendo con su madre debido a sus estudios. Por ahora, Freddy estaba en casa junto a Chica, pasando un momento de tranquilidad en la habitación del castaño, hablando de diversos temas, hasta que llegó el tiempo de la verdad; preguntarle a Freddy sobre su ex-novio, necesitaba saber para informarle a Chip.
—¿Um? ¿Por qué la pregunta? —cuestionó Freddy con una risa ligera, mirando como su mejor amiga jugaba en la tableta que le dió para que se entretenga en lo que él terminaba de leer su libro. Chica lo miró, atenta a cualquier expresión mínima que hiciera. Freddy se quedó callado para después suspirar, cerrando su libro y dejándolo en la cama a un lado suyo, —No. No sigo enamorado de Bonnie, lo dejé atrás cuando se fue, ni siquiera habló con él. ¿Por qué preguntas? Sabes que esa relación no fue nada buena para mí. —explicó.
—Bueno, eh... Es que hablé con él hace unos días. Me mandó un mensaje y no quería ignorarlo, lo siento —se disculpó, tomando asiento a un lado de Freddy, quien asintió, entendiendo, —Desde que terminaron, corté comunicación con él por tí. No quería relacionarme con una persona que le hizo daño a mi mejor amigo. —habló, sonriendo y jaló suavemente de la mejilla de Freddy, quien sacó una risa pequeña, negando con la cabeza.
—No me molesta que hables con él. De hecho, ¿qué te dijo? —preguntó, volviendo a su lectura. No sin antes darle una mirada a Chica, —no es como si me importara, ¿verdad? pero tengo curiosidad.
—Ajá, curiosidad —cruzó sus brazos —. La verdad no fue una conversación larga, me preguntó cómo estaba y que si tenía tiempo para hablar. Le dije que sí y, um... preguntó por tí, de hecho —dijo, la última parte en voz baja, atenta a las reacciones de Freddy. El primer suspiro que salió del castaño no fue tan malo, presentando atención, fue uno de nostalgia incluso. ¿Freddy lo extrañaba? No quería preguntar.
Freddy se quedó callado unos segundos, fijando su mirada en las palabras de su libro mientras escenas de tiempos pasados transcurrían en su cabeza. Escenarios de como hubieran sido las cosas si tan solo su ex-novio no fuera un idiota. A veces soñaba y fantaseaba de lo que hubiera sido. Solo le quedaba imaginarse y cuestionarlo en las noches mientras intentaba quedarse dormido, acurrucado debajo de sus sábanas, mirando el lugar donde Bonnie solía acostarse a su lado. Llorar no era una opción, no solucionaría nada, No lo traería de vuelta.
Nada cambiaría, no importa lo mucho que lo desee. Porque muy dentro de él intentaba convencerse que todo volvería a ser lo que era. Era delirante pensar en algo así, se lo hacía saber a su mente segundos después. Salía de esas fantasías cuando se miraba al espejo o cuando su cabeza reproducía las discusiones, todas esas veces que sus ojos quedaron rojizos de tanto llanto y el dolor en su cuerpo le hacía imposible levantarse de la cama.
—Freddy, lo que sea que esté pasando por tu mente, olvídalo, No dejaré que caigas otra vez —habló Chica ahora firme, —lo hablamos ese día.
—No estoy loco —la miró, sonriendo y volviendo a concentrarse en su lectura antes de hacer una pregunta más —. Te vi hablando con Chip, mi compañero de trabajo, ¿se conocían antes? —preguntó.
—Lo conozco más de lo que desearía.
—¿Oh? —la miró.
—Es mi primo. Fingimos no conocernos por el bien del otro —explicó con una risa final,
—Entiendo. Te vi hablando con mucha emoción con él, por cierto. ¿De qué tanto hablaban?
—Cosas. —respondió rápido. Freddy alzó una ceja en confusión, dejando su libro sobre su regazo, cruzando sus brazos y conectando miradas con la rubia para que diera detalles de esa conversación. Chica rió nerviosa, intentando ignorar la mirada de su mejor amigo, pero incluso si lo hacía, sentía la intensidad de ojos azules en ella, a punto de sacarle información hasta de su familia de la nada aunque no tuviera relevancia sobre lo que habló con Chip.
Chica lo miró de reojo, —¡Bien, te lo diré! Dios, ahora deja de verme así. No es sencillo verte a los ojos, mucho menos con lo aterrador que es —bromeó, suspirando e intentando comenzar a explicar su plática con Chip, —Lo confesaré, pero prométeme que no te enojarás.
—No lo haría.
—Bien um. Chip me pidió consejos para hablar más contigo, fuera de los trabajos que tienen ustedes —externó, mirando hacía abajo en espera de la respuesta de Freddy, quien no contestó, solo esperaba a que continúe —.Digamos que y tal vez, imaginemos que le pareces muy atractivo a Chip.
La mirada de Freddy cambió a una suave, parpadeando en sorpresa y sin darse cuenta, una sonrisa se formó en su rostro al igual que sentir sus mejillas arder. Escuchar eso fue sorpresivo, pero lindo. Chip pensaba que era atractivo, ¿Qué hacía ahora con esa información? ¿debía preguntarle directamente? Su mano fue hacia su cabello, arreglando unos cuantos mechones. Era la primera vez en años que escuchaba algo así, se sentía raro y no sabría responder si se lo decía en persona.
—¿Atractivo? —preguntó, con su voz suave.
—Atractivo, lindo, tierno. Muchas cosas, pero le atraes mucho a Chip.
—¿Debería... hacer algo?
—¿Algo de qué? —cuestionó la rubia, interesada en esa pregunta. Veía interés en los ojos de su amigo y era una buena señal que no se haya enojado, siquiera disgustado. No, Freddy estaba curioso de lo que dijo. Ese brillo en los ojos junto al constante jugueteo con sus dedos, demostrando cierto nerviosismo. Incluso lograba divisar una sonrisa pequeña. Esto iba a llegar a oídos de Chip.
—No sé. Intentar acercarme más a él para... —se detuvo a mitad de su comentario, —Conocerlo, tal vez. Sabes que no soy bueno haciendo amistades, Chica, ¿cómo debo comportarme ahora que sé eso? —preguntó, un poco molesto ahora.
—Actúa normal, como si nunca te lo hubiera dicho. Estarás bien, te lo aseguro —sonrió, dándole palmaditas en la espalda.
Debía ser serio, sin mentiras de por medio. Chip también se le hacía atractivo, había algo en él que le parecía curioso y le ganaba la duda de saber más de él. Escuchar su risa era lindo, verlo sonreír, bromear con sus amigos a lo lejos o escuchar su voz en la parte trasera del salón de clase mientras platicaba con su amiga. Lo recordaba de otras veces ahora, todas esas veces que él y su amiga Hayley entraban a la biblioteca solo para reírse a carcajadas por accidente cuando estaban ahí según para estudiar, terminando hablando estupideces entre susurros y que les gane la risa.
Lo peor de esos momentos era que Freddy y Chica estaban en la otra mesa enfrente de ellos.
—Pero dale una oportunidad a Chip. Deja que se acerque más a tí para que se conozcan, tal vez de esa manera te des cuenta de muchas cosas. Es un chico muy agradable. te lo juro. —Chica recomendó, mirando a su amigo. Freddy se quedó pensativo, decidiendo si era lo mejor para él. Una distracción, algo que le ayude a salir de su constante martirio. Solo asintió con la cabeza, volviendo a su libro para intentar relajarse otra vez antes de salir más tarde con Chica. Habían hecho planes.
Chip en casa, hablaba con Marcelo como de costumbre, ambos sentados en el sillón y platicando de cosas varias sin ningún problema. Aunque el de largos cabellos blancos tenga un enamoramiento hacía su amigo, solía esconderlo muy bien para mantener la paz entre ambos. No quería hacer las cosas incómodas, mucho menos hacer que se alejen. Chip no tenía ni la más remota idea de sus sentimientos y tampoco era como si le afectara saberlo. De la nada, ambos se quedaron callados y Marcelo decidió hablar.
—Hayley me dijo que te gusta alguien —comentó, a lo que Chip solo suspiró, maldiciendo que su amiga le haya contado casi a medio mundo sobre sus sentimientos por Freddy, aunque parecía que Marcelo no sabía el nombre, por lo menos. —¿Es verdad?
—Ugh, pinche chismosa que es Hayley. Si, bueno... No sé, solo me siento atraído por él. Es un vato muy lindo e inteligente. Tiene algo que me atrae bastante y además tengo trabajos que hacer junto con él, así que me toca verlo gran parte de la semana. —explicó, pensando ahora en Freddy; en esos hermosos ojos azules.
Marcelo estaba a un segundo de sacar su confesión de amor del pecho cuando de repente Hayley entró al departamento de golpe, tirando su bolsa al suelo totalmente cansada, exprimida incluso del calor que hacía fuera. Sentía a punto de desmayarse, si no fuera porque Chip fue a ayudarla y cómicamente Hayley se dejó caer en brazos de sus amigos,
—¡Estoy harta, ya! —exclamó. —No puedo con el idiota de mi hermano. Necesito que regrese con mi mamá de inmediato. —comentó fuera de contexto, yéndose a la cocina para tomar algo de agua. Chip solo sonrió, viendo a su amiga un momento.
—Va, pero deja de entrar de golpe al departamento, wey. Casi rompes la pinche puerta —dijo el castaño, agarrando la bolsa de su amiga para colocarla en el sillón. Hayley suspiró, dejando su vaso sobre la mesada de la cocina que tenía un espacio abierto que daba a la sala de estar.
—Debo hacerlo. La última vez que entré en silencio, te encontré en medio de tus "actividades" con un chico, ¡justo ahí en ese sillón! —apuntó a donde antes estaba sentado, riendo después. Chip le dió una mirada desafiante, cruzando sus brazos. —¿Qué? Es cierto, ¡te ví ahí con la mano en todo su asunto! Solo espero que avises primero si llegas a hacerlo con Freddy aquí.
—¡Hayley! —regañó.
Marcelo escuchó y frunció el ceño, curioso después de aquel nombre, —¿Freddy? ¿Freddy Fazbear? —cuestionó, acercándose a los dos para ver si era cierto que Chip estaba enamorado de ese Fazbear. Hayley solo asintió con la cabeza mientras bebía agua. —Vaya, no pensaba que tenías esos gustos, —bromeó, a lo que Hayley rió.
—¿Cuál es el pedo, wey? —preguntó —Si está bien lindo el morrito ese, no me lo pueden negar. Es como un angelito.
Marcelo rió, ganándose la mirada desafiante de Chip.
—Ah, Chip. Freddy Fazbear está lejos de ser un "angelito" —comentó, haciendo que Hayley preste atención al porqué diría algo como eso.
—¿Qué sabes de él, wey? ¿Lo conoces para decir eso? —preguntó a la defensiva, frunciendo el ceño. Marcelo cruzó sus brazos, suspirando porque no le gustaba admitir ciertas cosas.
—Más de lo que crees. Primero, su familia ayudó a la mía hace unos años con unos negocios, esa parte estuvo bien, la segunda es que soy familiar de su ex-novio, soy su primo. —reveló, a lo que ambos amigos se sorprendieron en grande. Marcelo rascó su mejilla con nerviosismo, —Aunque no defiendo a su ex-novio, fue un total imbécil con Freddy, pero no me toca a mí decirte el desastre entre ellos. Deberás saberlo tú si llegas a ser su novio, lo cual... suerte.
—¿Compartes apellido con ese wey? —Chip cuestionó, puesto que había escuchado que el apellido del ex-novio de Freddy empezaba con la letra "B"
—¡Oh, no! Mi padre decidió no usar el apellido de la familia. No después de ciertas problemáticas que tuvieron. El apellido del ex de Freddy es Bunny; Bonnie Bunny.
Bunny.
¿Conejito?
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