Camila llega al único lugar que tenía, su departamento, y es que en estos momentos lo único que quiere es estar sola y procesar lo que vio hace un rato.

¿En verdad Èric estaba saliendo con su prima? Camila trata de algún modo en hacerse la idea que aquello es una farsa, sin embargo, las palabras que Èric dijo indicaban otra cosa. "Ana es mi novia", esas palabras retumban en su mente, ¿cómo Èric pudo hacerlo eso?

Traición es lo que sentía, ya que Èric es el único que sabe del infierno que vivió por culpa de Ana y su familia en general, ella fue sincera con él y le contó absolutamente todo, pero parece que eso no le importó a él en absoluto.

Camila es consciente que Èric no la ve de la misma manera que ella, aunque le doliera en el alma, es la verdad, pero jamás pensó que su prima fuera el tipo de chica del futbolista español.

Lo único que hace es reprimir sus sentimientos, evita llorar, pero el inmenso dolor en su pecho se lo impide de algún modo. Es que todo esto parecía una pesadilla de la cual quiere despertar, pero no, es la realidad.

Su mejor amigo está saliendo con la persona que más daño le causó en su infancia, y él es consciente de ello.

Para este instante Camila se deja caer al suelo, sin saber qué hacer ahora. Traición, decepción y enojo, esos son los sentimientos que siente.

Cerca de una hora después, se escucha el timbre, ella hace una mueca, pero decide ir a ver de quién se trata. Sin embargo, antes toma aire y limpia el maquillaje que estaba más que arruinado por culpa de las lágrimas. Camila abre la puerta para encontrarlo a él.

— Cami... — Èric suspira aliviado al verla sana y salva, pero de alguna manera la culpa lo invade y es que el aspecto de Camila no es el mejor, sus ojos llorosos e hinchados lo dicen todo.

Así que, Èric no hace más que abrazarla y para su sorpresa, Camila corresponde, pero en los brazos del español termina llorando una vez más. Por su parte, Èric siente un nudo en su garganta, jamás se imaginó que Camila reaccionara así cuando le contará sobre su noviazgo con Ana, su prima.

— ¿Por qué, Èric? — Camila finalmente se separa de él.

— Cami, sabes perfectamente que yo no siento lo mismo que tú...

Esas palabras dolieron y mucho, aunque Camila fuera consciente de eso.

— Eso lo sé, yo te quiero... te amo.

— Pero yo no... — responde.

— Sí.

— ¿Entonces porque reaccionaste así?

— ¿Por qué ella?

— Cami...

— ¡Camila!, dime Camila, Èric. — alza la voz. — y te hice una pregunta.

Èric suspira y entra al departamento para después cerrar la puerta y tener un poco más de privacidad.

— ¿Cómo sucedió? — insiste.

— Después de la boda de tu prima, Jimena. Seguí en contacto con Ana, salimos unas cuantas veces hasta que simplemente sucedió.

— ¿Aun sabiendo todo lo que ella y Jimena me hicieron?

— Cami...

— ¡Camila! — reitera. — Fui sincera contigo Èric, te conté todo el infierno que viví por su culpa, además que mis padres nunca me quisieron por su maldita culpa, ¡Ella y Jimena me arruinaron la vida!

— ¿No has pensado que también tú tienes algo de culpa? — esa respuesta hace que Camila lo mire de forma cínica.

— ¿En serio me estás diciendo eso?

— Camila, siempre las culpas a ellas, pero también debe de ver algo que...

— No puedo creer que tú, "mi mejor amigo" me esté diciendo esto después de todo lo que te conté. Nadie sabe de esto más que tú, ni Mar, Ronald o mis amigas de Madrid, ¡Nadie! Solo tú lo sabes y ahora solo porque estoy atacando a tu estúpida novia, me dices todo esto.

— Camila...

— No, Camila nada. Te consideré mi mejor amigo, Èric. Sí, sabía que tú no sentías nada por mí y que nunca seríamos algo más que mejores amigos, y a pesar de todo eso seguí a tu lado, lo hice porque no quería perderte, ¿sabes por qué?, porque eras la única persona que siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, que siempre me escuchaba y me decía que todo estaría bien. Estuviste conmigo cuando mi papá falleció meses atrás o cuando discutía con mi madre, siempre estuviste ahí, Èric, por esa razón no quería perderte. Y créeme, me duele darme cuenta de que eso fue una farsa tuya. — la vista de Camila de nubla por las lágrimas. — sabías lo que Ana y Jimena me hicieron, lo cual no te importó. Y como es de esperarse, te pones de su lado y hasta dices que todo lo que pase es mi culpa...

— No...

— ¡Cállate! — exclama. — no quiero saber nada de ti, olvídate de mí, ¿ok?, no me vuelvas a buscar, ni a llamar, ni nada. Vete con ella y ponte de su lado.

— Cami...

— Camila, para ti soy Camila. — Èric simplemente asiente.

— Vete de mi casa. — ordena.

— Solo una cosa. — dice. — Mar, Ronald y los demás no sabían nada, ellos se enteraron igual que tú, en la fiesta. Sobre todo, Mar y Ronald querían verte en la fiesta de Adrián, vuelve, hazlo por ellos. — Camila lo observa por unos segundos analizando su respuesta.

— Ok, volveré a la fiesta, pero no contigo. Ahora vete.

Èric sale del pequeño departamento sin decir nada, había metido la pata y por culpa de ese error, perdió a la que fue su mejor amiga, la persona que siempre estuvo allí para él sin importar nada.

•

Camila optó por volver a la fiesta de cumpleaños del pequeño Adrián, si Èric no mentía, ni Mar y Ronald merecían que este día especial para ellos se arruinara. Con algo de pena tocó el timbre y a los pocos segundos Ronald fue quien abrió la puerta.

— Hola...

— Cami, volviste. — sonríe.

— Lo lamento, no fue adecuado que...

— Oye, es entendible, fue algo impactante para ti.

— ¿Aún puedo pasar?

— Claro que sí, pasa, Mar está con los demás en el jardín.

Camila entra a la enorme casa, junto a Ronald se dirigen al jardín trasero donde están los demás invitados. Mar al verla se acerca a ella y la abraza.

— Estoy bien, Mar. En verdad, Èric me dijo que ustedes no sabían y, en verdad, lo siento.

— Lo importante es que estás aquí.

— No podía perderme el cumpleaños de Adrián. — sonríe.

— ¿Quieres que hablemos cuando todo termine? — Camila asiente.

— Pero ahora disfrutemos de la fiesta, eso es lo que importa.

Y es lo que Camila hace, disfruta del momento junto a sus demás amigos, Valentina, Nico y Fer. Por supuesto, Èric y Ana están en el lugar, pero Camila opta por evitarlos en todo momento.

Finalmente, la noche llegó, la gran parte de los invitados se había ido, entre ellos Èric y Ana, prácticamente solo quedaban los mismos de siempre. Camila juega con el pequeño Adrián y sus nuevos juguetes que le habían regalado, hasta que Mar decide que es momento que Adrián se fuera a dormir.

— ¿Estás mejor? — Valentina se sienta a un lado de Camila. — Mi hermano es un tonto.

— Tranquilos, estoy bien.

— Entendemos que hayas reaccionado de esa forma, sabemos lo que sientes por mi hermano.

— Sí, pero él no siente lo mismo. — suspira. — eso ya lo sabía, pero el verlo con alguien más y peor aún, que esa chica sea mi prima.

— ¿Qué? — Mar y Ronald van entrando a la sala.

— ¿Esa tipa es tu prima?

— Hay cosas que no les he contado, el único que lo sabía es Èric, Mar un poco, pero no todo. — suspira. — creo que es momento de sacar a la luz el pasado oscuro que viví.

Camila les cuenta absolutamente todo a sus amigos, aquello es algo difícil para ella, ya que, cada hecho que relata su mente la hace volver al pasado y con ello, vuelve a revivir esos episodios dolorosos, desde las burlas de sus primas hasta el desprecio de sus propios padres y de los cuales no era consciente.

—... Y eso es todo...

— Wow, Cami...

— Has pasado por mucho... — completa Nico.

— Estoy tratando de olvidar todo eso y salir adelante, alejarme de mi familia fue la mejor decisión. — sonríe levemente.

—No puedo creer que Èric salga con ella aun sabiendo eso.

— Ni yo. — Camila recuerda la pelea que tuvo con Èric en su departamento, con tal de defender a Ana fue capaz de echarle la culpa de todo lo malo que vivió con su familia. — Pero no importa, no quiero saber nada de él ni de ella, lo único que quiero es seguir con mi vida, ser feliz por primera vez.

— Y lo lograrás. — Fer le dedicó una sonrisa. — Con todo nuestro apoyo, aunque no viva en Barcelona, sabes que siempre estoy contigo y si quieres puedes ir a Manchester el tiempo que sea.

— Y nos tienes a mí y a Nico.

— Y también a nosotros. — completa Mar. — ahora somos tu familia y queremos que estés bien.

— Los amo mucho, chicos. Conocerlos es de las pocas cosas que me agradezco a Èric, si no en estos momentos estaría sola.

— Pero no lo estás, ya te lo dijimos, nos tienes a nosotros y saldrás de esto, Cami, te ayudaremos en todo.