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ᵎ ִֶָ ◞ ᝰ ❛ 🅱🅾🆄🅽🅳 ❜ ∦ 🅵🅾🆁🅺🆂, 🆆🅰🆂🅷🅸🅽🅶🆃🅾🅽.
El viaje hacia Forks, corriendo sin detenerse siquiera dos segundos para cazar, le tomó a Willow alrededor de dos días completos. Llegó a su destino durante la madrugada del tercer día, exhausta pero impulsada por una desesperación que no le permitió pensar en nada más que en ver a Rosemary. Ni siquiera consideró la sugerencia de Tanya de detenerse primero en la casa de los Cullen, quien además había ofrecido acompañarla para asegurarse de que llegara bien a la casa de los Owens.
Cuando ambas alcanzaron las afueras de Forks, Tanya la miró con seriedad.
━A partir de aquí, puedes seguir sola si crees que estás lista ━le dijo, con su voz suave pero firme. También le aseguró que le daría espacio para reencontrarse con su madre, pero que estaría cerca si algo salía mal. Luego, Tanya se despidió temporalmente para ir a cazar, prometiendo buscarla después. Willow aceptó, un poco más tranquila al saber que no enfrentaría ese momento completamente sola.
Mientras caminaba por las calles familiares de Forks, Willow no podía evitar preguntarse cómo Belinda había conseguido el número de los Denali o cómo había informado sobre el estado de Rosemary en el hospital. Todo parecía apuntar a la intervención de los Cullen. Desde su transformación, no había recibido ni una llamada de su madre, ni respuestas de su hermana o sus amigos. La sensación de abandono pesaba más que nunca ahora que estaba de vuelta en su antiguo hogar, inmortal y transformada. Era como si todo lo que conocía se hubiera desvanecido tras su huida al Clan Denali.
El pueblo seguía igual, pero para Willow, todo era diferente. Las calles oscuras estaban salpicadas por luces ocasionales, las casas permanecían con las ventanas cerradas, el asfalto húmedo relucía bajo el tenue resplandor de una luna que ya empezaba a desvanecerse, y el olor a pasto mojado llenaba el aire fresco. A lo lejos, se escuchaban los primeros sonidos de los pájaros, anunciando el amanecer. Willow apuró el paso, adelantándose al sol que empezaba a asomarse. De todos los días nublados en Forks, justo ese el clima parecía conspirar contra ella, con una temperatura ligeramente más cálida y un cielo que prometía despejarse con sol.
Cuando llegó a la puerta de su casa, algo en su interior se detuvo. Su mano quedó suspendida en el aire, a punto de tocar. ¿Qué le diría a su madre si la veía allí? ¿Un simple "hola"? ¿Le preguntaría cómo había estado? ¿Acaso su madre sabía lo que ahora era? El peso de esas preguntas la paralizó frente a la puerta.
Finalmente, tras unos minutos y con el miedo de que el sol subiera más, Willow tomó una decisión. Con duda, tocó la puerta.
La espera fue insoportablemente lenta, cada segundo parecía una eternidad. La puerta se abrió con tal lentitud que Willow casi sintió el impulso de empujarla y entrar ella misma. Pero cuando finalmente se abrió por completo, la figura de su madre apareció. Estaba en ropa cómoda, con el cabello algo desordenado y los ojos apagados, pero al ver a Willow, su expresión cambió drásticamente.
━Oh... mi Dios ━murmuró, llevándose las manos a la boca, incapaz de ocultar su sorpresa.
━Hola... mamá ━respondió Willow, con un tono bajo.
Sin decir una palabra más, su madre se abalanzó sobre ella, envolviéndola en un abrazo cargado de emoción. Al sentir el cuerpo frío y rígido de su hija, retrocedió un poco, como intentando comprender lo que sucedía. Sus manos temblorosas subieron hasta el rostro de Willow, tomando sus mejillas con cuidado. La palidez digna de un mármol, la ausencia de color en sus mejillas, los ojos dorados que reemplazaban al celeste familiar… todo en Willow gritaba cambio.
Su madre no dijo nada, pero sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas. La sorpresa inicial dio paso a una mezcla de alivio, confusión y un profundo amor. Willow tampoco encontró palabras, porque en ese momento entendió que ya no era la misma persona que había salido de esa casa.
━Estás... diferente. Oh, Dios... ━repitió, su voz temblorosa mientras daba un paso hacia Willow. Sus ojos recorrían su figura con preocupación━. ¿Qué te pasó?
━de inmediato, la tomó de la mano, jalándola con suavidad para que entrara en la casa. Cerró la puerta tras ellas con un movimiento rápido━. Mírate... Yo... Me dijeron que esperara por ti, que volverías, que no hiciera preguntas, que no cuestionara nada ni a nadie... pero, oh, Dios... ━su voz se quebró mientras sus palabras atropelladas chocaban unas con otras. Entonces, llevó las manos a las mejillas frías de su hija, intentando encontrar respuestas en su mirada.
━No puedo decírtelo... Es difícil ━respondió Willow en un susurro, desviando los ojos.
El viaje hacia Forks había estado lleno de advertencias de Tanya. Le había dejado claro que era fundamental que no hablara de su verdadera naturaleza. "Los humanos que sepan sobre los vampiros solo tienen dos destinos: ser convertidos o morir", había dicho Tanya con seriedad. La amenaza de la guardia Volturi era demasiado real como para ignorarla, y Tanya parecía saberlo. Así que Willow sabía que no podía, bajo ninguna circunstancia, decirle la verdad a su madre.
━Claro que puedes decírmelo, Wills. Es... ━comenzó Belinda, pero Willow la interrumpió.
━Mamá, ya no soy lo que era antes.
Ese recordatorio pareció encender algo en Belinda. Como si un interruptor se hubiera activado, la mujer mayor asintió lentamente, soltándola y dirigiéndose hacia la cocina. El pasillo estaba desordenado, el suelo cubierto de una fina capa de polvo, y las luces eran tenues, casi apagadas.
━Lo sé... Sé que no debería preguntar. Ya me lo advirtieron esos Cullen... Tú eres... ━Belinda le lanzó una última mirada antes de abrir la heladera. Sacó una jarra de agua fría y comenzó a llenar dos vasos━. Te pareces mucho a... Bueno, ¿qué tomas?
Willow se quedó helada. Sabía que su madre no era tonta. Era evidente que había notado algo: su piel pálida, sus ojos de un color sobrenatural, la falta de vida en su expresión. Belinda debía haber hecho la conexión con los Cullen o, peor aún, con Elena, la mujer con la que su padre la había engañado años atrás.
━¿Tomar?
━Té, café...
━Oh... Ah, agua está bien.
En realidad, nada le sabía bien. Todo le resultaba insípido o, peor, desagradable. Pero el agua era lo único que podía tolerar sin que su expresión delatara su disgusto.
Se sentó con cuidado en una de las sillas de la cocina, moviéndose con una lentitud deliberada para evitar usar su velocidad vampírica sin querer.
━Tus movimientos... ━comentó Belinda, observándola con atención━. Estás rara. Es como si... no fueras tú.
Willow trató de mantener la compostura. Podía sentir la tristeza de su madre como si fuera suya, pero no había curiosidad en sus emociones. Solo una mezcla de melancolía y alivio por volver a verla. Por un momento, consideró usar su habilidad para modificar los sentimientos de Belinda, pero decidió no hacerlo. Su madre merecía sentir lo que fuera necesario, incluso si dolía.
━No preguntaré ━dijo Belinda finalmente, tomando asiento frente a su hija con una taza de té entre las manos.
Aunque su pulso era calmado, su rostro reflejaba algo muy diferente: tristeza contenida, como si estuviera al borde de romperse en lágrimas.
━¿Y Mary? ━preguntó Willow, rompiendo el incómodo silencio.
━Está ingresada en el hospital. Derrapó en la carretera... Por suerte, no fue grave. Solo se rompió un brazo. Vine aquí para cambiarme y volver a verla ━respondió Belinda, su voz quebrándose ligeramente━. Sé que no puedes quedarte mucho tiempo, pero... pero sigues siendo mi hija, Wills. No importa lo que seas.
Las palabras golpearon a Willow con fuerza. Ambas sabían que había una pared invisible entre ellas, un muro de secretos que no podían cruzar. Belinda no podía preguntar lo que realmente quería saber, y Willow no podía decirle la verdad, aunque lo deseara.
A pesar de eso, pasaron el día juntas. Belinda le contó la mentira que habían dicho en el pueblo: que Willow se había transferido a otra escuela de arte en otro estado para vivir con su abuela. Curiosamente, esa mentira no estaba tan lejos de la verdad. Willow realmente había planeado mudarse para estudiar arte cuando empezara la universidad, pero en ese momento, su realidad era muy distinta.
Más tarde, Willow se dio un baño rápido, recorrió su vieja habitación con nostalgia y evitó asomarse demasiado a las ventanas para que el sol no tocara su piel. Fingieron normalidad. Willow ayudó a su madre a cocinar, como solían hacerlo antes, y Belinda le contó cosas triviales: historias del hospital, cómo había pasado el Año Nuevo, las largas horas de trabajo. Por un momento, casi pudo convencerse de que era humana otra vez.
Cuando comenzó a oscurecer, Belinda se despidió para volver al hospital. Temía que Willow no estuviera allí cuando regresara, así que le hizo prometer, varias veces, que seguiría esperándola.
━Estaré aquí cuando vuelvas, mamá ━aseguró Willow con una sonrisa ligera.
Y aunque ambas sabían que todo era una fachada, fingieron que era suficiente.
Una vez que la casa quedó vacía, Willow aprovechó su rapidez para devolver todo a su lugar. Movió cada mueble con precisión, acomodó las repisas y preparó unos sándwiches para el día siguiente, asegurándose de que su madre no tuviera que preocuparse al regresar. Barrió cada rincón, limpió el polvo de cualquier superficie que lo necesitara, y luego se detuvo frente a los cuadros. Allí estaban las fotos de su infancia: una de ella como bebé, otra de cuando era tan pequeña que la mesa de la cocina parecía una montaña. Limpió el vidrio de esos marcos con cuidado, pasando los dedos por los bordes como si acariciara los recuerdos encapsulados en ellos.
En una repisa más alta, casi oculta, encontró otros retratos: algunos de su hermana, otros de ambas juntas. Incluso halló una foto de Eva, vieja y descolorida, pero aún cargada de significado. Suspiró, dejando todo en orden, y al ver que no quedaba rastro alguno del sol en el cielo, emprendió rumbo al hospital.
La oscuridad facilitaba moverse sin ser vista. Subió por la pared externa del edificio con la agilidad que ahora la caracterizaba, cuidando cada movimiento para no hacer ruido. Se deslizó por una ventana que daba al piso donde sabía que estaba Rosemary. Antes de avanzar, se aseguró de no percibir el olor de ninguna enfermera cercana. Caminó despacio por los pasillos, con pasos ligeros, hasta llegar a la camilla donde podía oler a su hermana. La reconoció por la respiración calmada, pero cada paso que daba hacia ella hacía que su propio miedo creciera.
De estar viva el corazón de Willow latiria errático, incluso si técnicamente ya no estaba vivo. Apretó los puños, tratando de controlar sus emociones. ¿Cómo reaccionaría Rosemary al verla? ¿Con desprecio, con odio, con sorpresa? Miles de posibilidades cruzaron su mente, todas más aterradoras que la anterior.
Con una lentitud casi dolorosa, movió la cortina que separaba a su hermana del resto del mundo. Lo primero que vio fueron sus ojos, vacíos, apagados. Ningún brillo los animaba. Por un momento, el terror la invadió: de no ser por el latido pausado del corazón de Rosemary y su respiración constante, Willow habría pensado que estaba muerta.
El estado de su hermana era desolador. Su piel estaba pálida, casi translúcida; las ojeras marcaban la falta de sueño, y su cabello, sin brillo y algo enredado, caía en mechones descuidados. Sus labios estaban agrietados, resecos, y sus ojos, opacos, parecían incapaces de reflejar emoción alguna. Un brazo estaba cubierto por un yeso que llevaba garabatos y firmas, probablemente de compañeros o conocidos. Pero lo que más llamó la atención de Willow fue el débil olor a humo de cigarrillo impregnado en las sábanas celestes de la camilla.
━¿Fumas ahora? ━preguntó Willow, sorprendida, las palabras saliendo antes de que pudiera pensar en lo que iba a decir.
Rosemary chasqueó la lengua y frunció el ceño, su expresión reflejando un enojo inmediato. Sin embargo, casi de inmediato relajó el rostro, como si intentara no perder la calma.
━Te desapareces por quién sabe cuánto tiempo, y lo primero que haces es criticar mis adicciones ━respondió con un tono cortante.
Willow soltó una risa nerviosa, tratando de aliviar la tensión.
━Si tengo que verte otra vez en un hospital, creo que moriré de un infarto ━bromeó, aunque la verdad detrás de sus palabras le hizo un nudo en el estómago.
Rosemary cruzó los brazos y desvió la mirada hacia un rincón de la habitación. Justo hacia el lugar donde Jasper había estado sentado la última vez que ambas habían estado allí, cuando Rosemary fue mordida por Elena.
━¿A qué vienes? ━preguntó Rosemary finalmente, con una mezcla de sarcasmo y cansancio en su voz━. Parece que tengo que estar al borde de la muerte para que te dignes a aparecer.
Willow bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras de su hermana como una daga en el pecho. No podía culparla por sentirse así, pero tampoco podía explicar del todo su ausencia. ¿Cómo justificar que estaba aquí ahora, después de tanto tiempo? ¿Cómo decirle que, aunque había estado lejos, nunca había dejado de pensar en ella?
━No vine porque estés al borde de la muerte━respondió finalmente, con la voz baja pero firme━... bueno en parte. Pero también vine porque te extraño.
Willow mordió su labio, sintiendo un peso que parecía hundirla. Tenía razón. Había sido la peor hermana en la faz de la tierra. Aunque la había pensado constantemente, casi todos los días, nunca se había atrevido a verla. Lo había intentado varias veces, pero siempre se detenía antes de llegar. Sabía que ambas eran muy cercanas, que jamás se habían llevado mal y que estaban acostumbradas a convivir. Y sin embargo, se había alejado. La culpa la carcomía. Sólo le había enviado correos electrónicos, como si eso bastara para enmendar su ausencia. Entendía perfectamente la frustración de Rosemary.
━¿Me vienes a restregar tu inmortalidad? ━soltó Rosemary con amargura, cruzando los brazos y mirándola con reproche.
━No, no es así, y lo sabes ━negó Willow con seriedad, tratando de mantener la calma━. Sabes que odio ser esto.
━Qué desperdicio ━respondió su hermana con ironía, sosteniéndole la mirada con tenacidad.
Willow apretó los puños. Sabía cuánto Rosemary había deseado esa inmortalidad, y aunque intentaba no juzgarla, era complicado. Ser vampiro era un peso que cargaba con dolor, y no entendía qué podía motivar a su hermana a querer algo como aquello.
━Te extrañé, Mary, pero apenas podía acercarme sin... sin querer matarte ━admitió dolida, escupiendo las palabras con esfuerzo.
Rosemary alzó la mirada, visiblemente ofendida.
━¿Eres consciente de cuánto tiempo desapareciste? Porque pareciera que no ━su voz se elevó con brusquedad mientras se ponía de pie━. ¡Te borraste! ¡Me dejaste sola aquí!
━¡Estuve a punto de matarte, Rosemary! ━se alteró Willow, dejando salir su desesperación antes de obligarse a respirar profundamente. Bajó la voz, casi en un susurro━. Estuve a punto de matarte, Mary... Y no me lo hubiera perdonado jamás.
Rosemary la miró, su expresión endurecida por el enojo.
━Pero no volviste luego.
Willow cerró los ojos, sintiendo el peso de esa verdad como una losa.
━No... Los primeros meses ni siquiera podía cazar. Luego lo logré, pero no podía estar cerca de los humanos por mucho tiempo. Lo sabes. Te estuve enviando miles de correos, contándote mis días.
Rosemary frunció el ceño, confundida.
━¿Eh? No, yo no recibí nada.
Willow parpadeó, desconcertada.
━Oh. ¿Qué? ¡Qué! ━palmeó su abrigo blanco del clan, sacando el teléfono con rapidez. Abrió la aplicación de correo y se lo extendió a su hermana━. Mira, te los envié todos.
Rosemary lo tomó con una mezcla de escepticismo y curiosidad. Después de unos segundos, negó con incredulidad.
━Dios... Eres increíble, Owens. Las direcciones de correo no se escriben así ━suspiró, señalando la pantalla━. Te los estuviste enviando a ti misma.
━Oh... ¡Oh! ¿Qué? Espera... ━Willow se inclinó hacia ella, mirando cómo su hermana corregía la dirección y le mostraba cómo enviarlos correctamente.
━Es tan estúpido todo esto que ni siquiera puedo enojarme contigo ━murmuró Rosemary, frustrada, mientras devolvía el teléfono a Willow. Pero su expresión endurecida pronto se suavizó mientras bajaba la mirada hacia su yeso. Sus dedos temblaron un poco al frotar el material frío━. Aun así... no volviste. ¿Sabes lo horrible que fue sin ti?
Willow sintió cómo su pecho se encogía al ver los ojos de Rosemary llenarse de lágrimas.
━Odié cada segundo, Willow. La casa se sentía vacía... Y Belinda estuvo peor que nunca.
El hecho de que Rosemary, su propia hija, se negara a llamar "madre" a Belinda resultaba una pésima señal para Willow. Ese pequeño detalle encendió en ella un cúmulo de dudas. ¿Qué había sucedido entre ellas mientras estuvo ausente?
━Eres una tonta. Se suponía que eras mi hermana mayor, ¿qué te sucedió? ━la voz de Rosemary se quebró mientras intentaba empujarla con las manos, aunque sus movimientos carecían de fuerza real.
Willow no se dejó intimidar. Con todo el autocontrol que pudo reunir, logró rodear a su hermana menor con los brazos, inmovilizándola en un abrazo.
━Lo siento, de verdad, lo siento ━susurró con sinceridad, apretándola suavemente contra su pecho.
Era la primera vez que abrazaba a un humano de esa manera desde su transformación. Aunque en el orfanato los niños se acercaban a ella, siempre mantenía cierta distancia por precaución, evitando exponerse demasiado al olor. Pero esta vez era distinto. Tenía a Rosemary entre sus brazos, y todo su ser estaba en alerta. Por primera vez entendió las palabras de Rosalie sobre lo difícil que era controlar cada pequeño detalle: la fuerza, los movimientos, incluso algo tan básico como respirar con normalidad o pestañear. Había practicado esos gestos durante meses con Eleazar y Kate, buscando perfeccionarlos para que parecieran humanos, pero en este momento se sintió más insegura que nunca.
El contraste era abrumador. Sentir el calor de alguien vivo, escuchar el latir de un corazón y la respiración, observar cómo el aire llenaba los pulmones… Y entonces llegó lo que más temía: la sangre de Rosemary. Su aroma cálido y dulce la golpeó como un torrente, nublando todos sus sentidos. Fue como si el mundo entero desapareciera y solo quedara el sonido hipnótico del flujo de sangre en las venas de su hermana.
De inmediato, Willow dio un paso atrás, alejándose. Rosemary apenas pareció notar el movimiento mientras sollozaba, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano. Por un segundo, la vampira se permitió un respiro. Esa punzada de hambre, aunque fugaz, había sido intensa. Incluso después de alimentarse bien, algo en ella parecía haberse descontrolado.
Lo que más la sorprendió fue ver a Rosemary llorar, lo suficiente como para distraerla. No recordaba muchas ocasiones en las que su hermana menor se hubiera mostrado tan vulnerable. Las veces que lo había hecho eran contadas y siempre frente a Willow, jamás delante de otros.
━De todas formas, ¿sabías que casi muero hoy? ━soltó Rosemary de repente, rompiendo el silencio entre ambas y cambiando de tema.
Willow se tensó de inmediato y tomó asiento en la camilla frente a su hermana, sus ojos reflejando preocupación.
━¿Qué pasó?
━Nada que importe realmente —respondió Rosemary con un tono despreocupado, aunque sus palabras no convencieron a Willow━. Derrapé en la carretera. Un lobo gigante, como no tienes idea, casi me hace estrellarme contra un árbol con la moto y luego quebré mi brazo.
━¿Lobo? ━repitió Willow, su cuerpo poniéndose rígido al instante. La palabra salió como un escupitajo, cargada de desconfianza.
━Sí, como lo oíste. Pero nadie me creyó aquí. Dijeron que posiblemente golpeé mi cabeza y me obligaron a usar este vendaje ━señaló su cabeza con desdén.
━Se ve mal ━comentó Willow, intentando suavizar su tono.
━Horrible estéticamente, para ser sincera. Pero ni siquiera me golpeé la cabeza, solo me rompí el brazo. Al menos los chicos vinieron a firmar mi yeso.
Willow intentó recordar lo que sabía sobre los lobos. Había algo que Rosalie le había mencionado una vez, algo importante. Pero sus recuerdos humanos eran confusos y fragmentados. Además, el solo pensar en Rosalie hacía que un dolor sordo se instalara en su pecho, bloqueando sus pensamientos.
━Espera, ¿andas en moto ahora? ━preguntó, cambiando de tema para distraerse.
━Sí… conocí a algunas personas. Pero da igual ━respondió Rosemary, desviando la mirada hacia el espacio vacío donde normalmente estaría Jasper.
━¿Y los Cullen? ¿Vinieron a verte? ━preguntó Willow, intrigada.
━Tus grandes amiguitos desaparecieron de la noche a la mañana ━respondió Rosemary con una mezcla de resentimiento y apatía, como si ya no le importara.
━¿Qué? ¡¿Qué ellos hicieron qué?! ━Willow abrió los ojos como platos, incapaz de procesar lo que estaba escuchando━. ¡¿Dejándote desprotegida?! ¿De qué estás hablando? No puede ser... Carlisle me lo prometió antes de que me fuera. Él sabía perfectamente el riesgo que significaba que estuvieran lejos, especialmente con Elena suelta por ahí ━su voz temblaba de indignación mientras apretaba los dientes. Sus ojos se movían rápidamente de un lado a otro, como si esperara encontrar alguna respuesta en el aire, aunque el lugar estaba completamente vacío.
━Pues no lo sé. El estúpi... Jasper me abandonó, igual que todos los demás ━respondió Rosemary con un gesto de fastidio, aunque su voz la traicionaba con una pizca de tristeza.
━Yo... lo siento de verdad, Mary.
━Lo sé ━dijo Rosemary encogiéndose de hombros, intentando aparentar calma—. Ahora entiendo tu razón. Sé que tú no podías soportarlo, pero aun así intentaste contactarme... incluso aunque tus correos no se enviaran.
Willow bajó la mirada, tratando de asimilar lo que estaba escuchando. Rosalie le había prometido cuidar de Rosemary en su ausencia. Claro, después de su pelea había imaginado que algo podría salir mal, pero el resto... Carlisle, en particular, le había asegurado que protegería a su familia, que nada les faltaría. Todos lo habían prometido, y ahora resulta que simplemente se habían marchado.
━¿Hace cuánto pasó esto? ━preguntó Willow, su voz cargada de incredulidad y enojo.
━Wow, pareces incluso más enojada que yo ━comentó Rosemary, soltando una risa seca━. Fue hace tiempo. Creo que desde septiembre.
━¡¿Qué?! ¡Estamos en febrero! ━exclamó Willow, llevándose las manos a la cabeza.
━Ajá ━confirmó Rosemary con un suspiro━. Jasper creyó que estaría más segura sin él. Supongo que después de lo que pasó con James y el cumpleaños de Bella...
━¿“Más segura”? ━repitió Willow, escupiendo las palabras con incredulidad.
━Sí, claro. Incluso tú, después de intentar beber mi sangre, volviste para asegurarte de que estuviera bien. Gracias, por cierto ━agregó Rosemary con un tono despreocupado, aunque Willow no podía entender cómo podía tomar algo tan serio de esa manera━. Antes de irse, Jasper dijo algo como que ya no me amaba, pero estoy casi segura de que lo dijo para alejarme. Eso no quita que me doliera, por supuesto ━aclaró Rosemary, y sus ojos reflejaron por un breve momento la herida emocional que intentaba ocultar━. Y, al parecer, Edward hizo lo mismo con Bella. Ese grandísimo inútil...
Aunque Rosemary intentaba mantener la calma al hablar, Willow podía ver claramente que no lo estaba. Era evidente que lo había pasado mal, muy mal. Había sufrido la desaparición de su hermana (ella misma), Edward ━su figura más cercana━ se había marchado, y Jasper, con quien había tenido una conexión romántica, también la había abandonado. Sin amigos cercanos y con una relación tensa con su madre, Rosemary había quedado completamente sola.
━Ah, Mary... ━murmuró Willow con pena━. En serio, lo siento. Fuiste increíblemente fuerte por aguantar todo eso.
━Ya te contaré más detalles después. Por ahora quiero saber cómo fue para ti ━dijo Rosemary, con un destello de curiosidad en sus ojos, intentando cambiar el foco de la conversación━. ¡Tienes que leerme tus correos! Quiero saberlo todo.
Rosemary se corrió un poco para dejar espacio en la cama, invitando a Willow a acostarse junto a ella. Aunque algo rígida, Willow se acomodó y permitió que Rosemary descansara la cabeza en su hombro. La vampiro sacó su teléfono y abrió la aplicación de correos, mientras Willow comenzaba a leerle el primero, explicándole cada detalle de su experiencia. Las horas pasaron mientras las dos compartían anécdotas, hasta que finalmente el amanecer se asomó.
Esa noche era la última que Rosemary debía pasar en reposo; al día siguiente por la tarde podría regresar a casa. Willow permaneció con ella hasta que la humana se quedó dormida profundamente.
Al día siguiente, el frío invernal y el cielo nublado eran perfectos para Willow, quien caminaba sin rumbo fijo por los alrededores. A pesar de todo, no tenía un plan claro. No había pensado qué hacer después de llegar tan lejos, sobre todo porque no se sentía preparada para regresar por completo. Sin embargo, ver a Rosemary bien había cambiado su perspectiva. Ahora debía decidir cuál sería el siguiente paso. ¿Debía fingir que todo estaba bien y volver a la normalidad? No lo sabía. Por ahora, improvisaría sobre la marcha.
Al volver a casa, parecía que la noticia de su regreso ya se había esparcido. Algunos vecinos la saludaron al pasar, mientras otros murmuraban entre ellos, sorprendidos por su aspecto renovado. Comentaban que se veía más joven, más madura, más sana, más hermosa. Irónico, pensó Willow, que creyeran eso cuando estaba muerta. Si alguna vez supieran lo que realmente era, seguramente no la considerarían algo bello. Sin embargo, no era difícil entender por qué les daba esa impresión: su aroma dulce y embriagador, diseñado para atraer a su "comida por naturaleza", era una trampa perfecta, tan sutil como efectiva.
La casa estaba tranquila. Su hermana, Rosemary, había salido temprano al instituto tras pasar brevemente por el hogar para asearse. Parecía estar de mucho mejor humor que antes, con la mirada algo más iluminada. Willow aprovechó la calma para ordenar algunas cosas, pero al llegar la hora adecuada, tomó las llaves del auto y salió a buscarla.
Conducir le resultaba extraño, casi surrealista. Vestida con su viejo overol manchado de pintura, sentía que no encajaba con la imagen de un vampiro al volante. Las calles estaban llenas de gente ocupada con sus mandados, y mientras manejaba, todo a su alrededor parecía suceder a una velocidad distinta. Un minuto se transformaba en un milisegundo, una hora en un segundo. Era como si el tiempo se deslizara entre sus dedos, y no pudo evitar preguntarse si Rosalie, los Cullen o incluso los Denali veían el mundo de esa misma manera con el paso de los años.
Cuando llegó al instituto, estacionó en la entrada y se apoyó contra el auto, cruzando los brazos mientras esperaba a Rosemary. Pronto, el grupo con el que solía juntarse antes apareció. Al principio, le costó reconocerlos; había olvidado algunos de sus rostros, como si pertenecieran a una vida lejana.
Mike fue el primero en acercarse, con una sonrisa amplia que no podía ocultar su sorpresa.
━¡Wow! Simplemente wow. Estás radiante.
Willow percibió un leve arrepentimiento en él mientras el rubio la abrazaba, algo que la desconcertó. Instintivamente, intentó apagar su don para no seguir leyendo más emociones de las necesarias.
━No tengo a nadie que haga mis trabajos de arte ahora ━se quejó Tyler, apareciendo junto a ellos con una sonrisa.
Angela, Jessica y Lauren no tardaron en unirse. Angela la saludó con entusiasmo, mientras Jessica se mantenía algo distante, cruzada de brazos. Lauren, por su parte, dejó escapar un suspiro impaciente y chasqueó la lengua yéndose de allí.
━Ya les dije que tus emails no se enviaron ━dijo Rosemary, asomando la cabeza por la ventana del auto con una expresión divertida━. Pero Jessica está algo resentida porque, bueno... ya sabes, desapareciste de la nada.
Willow se apartó ligeramente de Mike, sintiéndose algo culpable, luego estos se despidieron de ella para dirigirse a sus vehículos.
━Lo siento mucho, chicas. De verdad. Sé que les mandé emails, pero parece que ninguno llegó...
Angela trató de calmarla con una sonrisa comprensiva.
━No pasa nada. En serio.
Jessica, sin embargo, seguía sin mirarla.
━Jess... ━intentó llamarla Willow, acercándose un poco.
Jessica suspiró dramáticamente antes de responder.
━Una vez más, Owens. Y no te volveré a hablar.
Luego, con un movimiento rápido, la abrazó con fuerza, algo que tomó a Willow por sorpresa.
━¿Qué tal el instituto allí? ¿Conociste a alguien nuevo? ¿Chicos o chicas? ━preguntó Jessica, ahora con un brillo de curiosidad en sus ojos.
Willow pestañeó varias veces, abrumada por la repentina calidez de su antigua amiga. Finalmente, las envolvió a ambas, Jessica y Angela, en un fuerte abrazo.
━Las extrañé muchísimo, en serio.
Era tanta la emoción que casi no se dio cuenta del olor a sangre humana que la rodeaba. Su garganta ardió un poco, pero logró mantener el control.
━Nosotras también ━dijo Angela con una sonrisa sincera━, pero eso no responde nuestras preguntas.
La bocina del auto interrumpió el momento. Rosemary, visiblemente impaciente, le hizo señas desde el interior del vehículo.
━Ah, tengo que llevar a Mary a casa ━dijo Willow, soltándose del abrazo.
━Mañana en tu cafetería favorita ━la citó Jessica, sonando más como una orden que como una invitación━. No faltes, Wills. Hay mucho de qué hablar.
Willow asintió antes de despedirse. A lo lejos, divisó a Jannette, acercándose con paso despreocupado.
━Ey, Wills. Luego nos ponemos al corriente ━dijo Jannette con una sonrisa despreocupada mientras despeinaba el cabello de Willow al pasar. Sin embargo, su rostro cambió rápidamente, como si algo la perturbara, y se apresuró hacia su moto.
Willow se quedó extrañada, frotándose la nariz al sentir un leve picor. Algo en la reacción de Jannette no le cuadraba.
━Creo que todos piensan que te operaste o algo así ━comentó Rosemary mientras Willow subía al auto━. Por cierto, Mike se arrepiente de no poder decir que es tu ex.
Willow sonrió con ironía.
━Bueno, supongo que ser vampiro es lo más cercano a una cirugía radical.
Y con ese pensamiento, arrancó el auto, perdiéndose entre las calles mientras reflexionaba sobre cómo había cambiado todo... y cómo, al mismo tiempo, parecía que nada había cambiado en absoluto.
para saber todo lo
vivido por Rosemary
próximamente voy
a sacar su lado de la
historia en otro
fanfic, de Jasper y
posiblemente
hayan datos de Willow
como bonus allí.
y aun estoy en duda
si sacar uno de Elena
(sería con Aro) y uno de
Janette (sería con Alice).
¡ comenten y
voten, besos !
by Tori 💓.
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