𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 🌷 ⊹
“ La niña pelirroja ”

"A casa. Llévame. Llévame a casa, Dam..."

Aquellas palabras iban y venían por su cabeza con lentitud, repitiéndose en un bucle que luego de un rato parecía atormentarla una y otra vez. Estaba cansada. Su espalda dolía como el demonio al igual que su cabeza y pecho, algo estaba pasando pero no sabía con exactud el que.

Echó su cabeza hacia atrás hasta dejarla descansar en la pared a su espalda que luego de varios segundos se hizo visible junto a todo su alrededor. Estaba en una habitación blanca, sentada en el suelo con las manos a cada lado de su cuerpo y la vista perdida en el techo, parpadeo y logró escuchar por un misero segundo una pequeña voz.

Giró su cabeza hacia el ruido, encontrándose con una escena que le hizo levantarse con lentitud del suelo y acercarse.

-¿Hermanito?

Una pequeña niña de cabello rojos se encontraba ahí, sola. Casi como una aparición. Nixie dio un paso al frente, observando como la niña pedía entre sollozos a su hermano.

-¿En donde estoy?

-Dentro de tu subconsciente.

Aquella voz suave le hizo mirar hacia atrás, encontrándose de lleno con unos ojos azules que por un momento penso reconocer. Él chico bajó la capucha de su sudadera, mirando con ella a la pequeña niña que ahora luego de varios minutos había  empezado a ser consolada por un chico de cabello negro y camisa roja.

Nixie parpadeo.

-¿Acaso estoy muerta? Por eso acabe aquí y si es así... ¿Por que los sigo viendo a ustedes?

-Son muchas preguntas. Algunas demasiado complicadas que ni siquiera llegan a pasar por tu cabeza... Ahora estas muerta, al menos tu cuerpo lo está en su mayoría. Pero tu mente sigue funcionando y por eso estas aquí.

Nixie apretó las manos, molesta por las palabras en clave que aquí chico decía. Es demasiado insistente que por un momento quiso recriminarse y pensar que sólo era un sueño muy vivido mientras su conciencia se iba de a poco. Después de todo le dio de lleno a un automóvil con la cabeza y todo el cuerpo.

Debería está más que muerta.

-Me dirás a acaso por que demonios los sigo viendo aún en mi cabeza. ¿Acaso no me pueden dejar tranquila? -se giró enfretandolo con el ceño fruncido.

-Nixie...

-¡No! Quiero respuestas, ahora. No voy a tolerar que vuelvas a desvanecerte y dejarme sin explicaciones. ¿Acaso me estoy volviendo loca? si es así entonces por que... -su voz flaqueo, eran muchas emociones, poca estabilidad mental en ese momento- ¿Por que siento que te conosco y que se quien eres pero no logró identificarte? ¿Por que...?

-Pequeña... Mira.

Nixie frunce aun más el ceño, girando su cabeza con lentitud hacia la imagen de los dos niños de antes. Ahora  ambos se encuentras abrazados mientras el niño la carga hasta la cama donde la deja con cuidado y deposita un beso en la frente de la niña dormida. El niño sonríe y mira a la niña por varios minutos en silencio.

-Bin...

El niño balbucea un nombre, con cuidado y tranquilidad que es rota por un grito furioso desde el otra lado de la puerta.

-¡Jason! ¡Inútil, ven aquí ahora mismo!

Nixie siente que el mundo le da vueltas cuando escucha ese nombre. Lo repite una y otra vez en su mente junto el tono agresivo de aquella voz. Su garganta se cierra y por reflejo da un paso hacia atrás sujetando con fuerza el brazo del chico a su lado que sólo la mira de reojo y desvía la mirada al suelo, culpable por algo que ella no logra identificar por lo que afectada que está.

Jason trata inútilmente de esconder con mantas a la pequeña niña que de pronto con tantos gritos despierta asustada.

-Peter... ¿Peter, que pasa?

El niño paralizado se levanta de su sitio dándole la espalda a la niña que suelta un grito al ver como la puerta de la habitación es abierta con brusquedad por un hombre robusto. En su mano derecha una botella de licor se deja ver y en su izquierda el brillo de un arma los deja paralizados a ambos.

-Yo... Yo recuerdo esto...

La voz lejana de Nixie retumba en la habitación blanca. Y luego sus ojos miran a la nada cuando empieza a escuchar y ver sin ser consciente todo lo que pasó después, todo como si fuera una flash de imágenes viejas pero nítidas que hacen girar su mente mareandola. Un escenario bizarro que en esa vida su mente se negó a tomar como suyo sin su consentimiento.

-Peter...

-Bianca corre hasta la puerta cuando te diga ¿bien? Busca ayuda

-¿hermanito?

-Hazlo ahora. ¡Corre!

-No puedo, no puedo dejar que papá te haga daño.

Los sonidos de un correteo junto a gritos y cosas rompiéndose pareció taladrarle la cabeza a Nixie que colocó sus manos en sus orejas con fuerza y soltó un gruñido.

Hubo un frocejeo, lo escuchó muy bien y varios quejidos de dolor y gritos de la pequeña hasta que un gran sonido mando a callar todo el alboroto.

Un disparo se escuchó, quitándole la respiración a Nixie que abrió la boca buscando algo de aire, llevando inconscientemente su mano hasta su pecho y tocando con urgencia. Un fuerte dolor se extendió por todo su pecho y sintió como la sangre parecía salir del agujero imaginario que tenía allí pero al bajar la mirada no había nada. Ni siquiera un rastro de aquella sangre que entre parpadeo podía ver deslizándose por su pecho y sus manos.

Escuchó el grito de Jason en su cabeza. Junto a un grito de urgencia y pánico que la mareo.

-J-Ja... son...

-¡Bianca!

Más gritos. Un arrebato de estupidez y temor del hombre, y otra sonido en seco luego de un grito de Jason.

-¡NO! ¡NO LO HAGAS!

Y otro disparo se escuchó dejándola indefensa y aturdida por minutos enteros. Un sonido incesante se escuchó en sus oídos, su vista se nublo y cayó de rodillas al suelo. Las respiración era inestable y sólo podía sentir como los brazos del chico encapuchado ayudándole a no caer.

Pero no podía coordinar sus movimientos así que se dejó hacer, ahora el dolor era aún peor. El centro de la frente le punzaba y sentia como de allí un horrible agujero aparecía dejando salir mucha más sangre que escurria por su rostro.

Su respiración era entrecortada, sentia que aquella sangre era lo suficientemente real como el dolor pero sólo era una jugada de su mente en crisis. Además en aquel lugar todo podía pasar.

Lo único que podía decir con claridad era que el dolor si era real, las lágrimas que cerraba lo eran y todo el sentir de como su cuerpo se apagó de golpe por culpa de ese último disparo eran ciertos. Tanto que por un segundo la idea de morir parecía suficiente para acabar con todo el dolor que estaba teniendo.

Pero había algo que le negaba hacerlo. Una duda que desde que había visto aquellas imágenes le hacia mirar con los ojos abiertos al chico a su lado.

Tragó saliva, dándose valor para mirar con más detalle los ojos de aquel chico extraño que por meses había estado apareciendo ante su presencia sin que ella lo quisiera.

-¿Tu? -los ojos verdes aqua de Jason aparecieron como un destello en los del chico y sollozó- ¿Jason? ¿Enserio eres tu Jason Todd

El chico por unos segundos no respondió, mirándolo con sus ojos azules que habían vuelto a la normalidad pero que ahora la observaban con una calidez familiar que hizo que todo su cuerpo se estremeciera. Su cuerpo por un momento empezó a dejar de doler y pudo divisar luego de mucho silencio como una sonrisa se extendía en los labios del chico.

Y asintió.

-Lo soy.

El labio inferior de Nixie tembló, llevando sus manos hasta los hombros de Jason para afianzarse y mirarlo de pies a cabeza. Por unos centímetros era un poco más  alta, pero era él. Aunque mucho más cambiado, eso... eso era extraño.

Estuvo a nada de preguntar el por que de su aparecía cuando él mismo habló.

-Al menos soy una parte de él. Cuando el Jason que conoces murió tuvo que dejar algo en el mundo de los muertos. Ese soy yo, una parte del alma del Jason todd que conoces y murió muchos años atras por culpa del Joker.

-¿Entonces...?

-¿Recuerdas cuando eras pequeña y soñabas con una payaso de cabello verde? -Nixie asintió, sintiendo las caricias de Jason en su cabello- Tú siempre soñabas con mi muerte. Fue él quien me asesinó por una irresponsabilidad mía y sin ser consciente tus poderes habían especulado mi muerte para detenerla pero no se pudo hacer nada. Era el destino.

Nixie lo miró lo observo con una lágrimas bajando por su mejillas. El chico sonrió con dulzura y soltó las palabras que desataron por completo los recuerdos encerrados de su mente.

-Como es tu destino volver a esta vida.

-Osea, yo soy... ¿soy ella? -pregunto atónita, mirándolo a los ojos- ¿Soy tu hermana? Por eso ¿Por eso sentí todo eso? ¿Eso que pasó era mi muerte no es así?

Pero no le dio tiempo a escuchar su respuesta, Jason beso su frente entregandole con ello todos los recuerdos y sentimientos que por años habían sido guardados. Todas y cada una de las imágenes pasaron por su cabeza con una rapidez inimaginable pero que extrañamente podía.

Su nacimiento, su familia disfuncional, su vida junto a ellos... Y lo recordó a él; Jason Peter Todd, su hermano mayor.

LUBEISKASALAS 2023