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Cheng siempre gustó de presumir la fuerza en sus brazos y piernas, producto de las múltiples horas de matar tiempo en el gimnasio de su casa. Tenía mucha resistencia en sus miembros, muy rara vez se le entumecía o temblaban incluso.

Así que, en retrospectiva, jamás necesitó de que alguien le sostuviera por la cintura para no desplomarse. Hasta ahora; en cuatro sobre el sillón, con Kuan metiéndole los dedos por el culo.

Sus músculos parecían de gelatina en este momento. Sentía que los brazos en cualquier momento le fallarían y eso que el tipo no llevaba ni cinco minutos preparándolo. Pero es que ¡joder! Eran unos dedos tan peculiares... largos, finos y sabían cómo tocarlo. Tocaban cada lugar con demasiada naturalidad sin darle tiempo a Cheng para anticiparse al placer. Kuan movía sus dígitos en tijeras, círculos y fingía embestidas ligeras, mientras que su otra mano palmeaba las nalgas de Cheng. El placer le golpeaba los músculos para que fallaran y se desplomara sobre sí mismo y sólo tomara lo que el hombre tenía para ofrecer. Pero esa no era la intención; Liu le dijo que se mantuviera a gatas y eso era lo que tenía que hacer.

El labio inferior de Cheng sangraba. Porque si mantenerse estable era un reto, callar los gemidos que subían por su garganta era el triple.

Sus propias manos aferraba con fuerza la tela del sillón, y los dedos de los pies se le curvaban al igual que su espalda cuando empujaban las caderas hacia atrás para corresponder a los movimientos.

- Te está costando un poco relajarte, ¿no?- Kuan preguntó,con su voz gruesa y burlista.

Cheng tembló en respuesta. Liu soltó una risa.

- Yo estoy disfrutando mucho de tenerte así, bonito - comentó como si nada, un dedo curvándose más notoriamente que los demás. El pelinegro ahogó un grito. - Nah-ah, eso está mal, A-Cheng .No puedes contenerte, es hacer trampa - de repente , un cuarto dedo entró a la fuerza - Vamos, quiero oírte.

Cuatro dedos se movieron dentro de él, forzando sus paredes y estirándolo.

La boca de ZhuoCheng calló abierta cuando un corrientazo le barrió de pies a cabeza. Su pene se retorció cuando un gemido identificable dejó su garganta.

- ¡Mmmaah! - sumamente humillante. Claro, si Cheng tuviera cabeza o razón para sentirse avergonzado justo ahora - ¡Kuan-ge, mmmás!

Contrario a lo que pidió, los dedos embistieron unas cuántas veces cerca - muy,muy cerca- de su próstrata antes de ser retirados. Un jadeo confundido dejó los labios de Cheng. Miró por encima del hombro a Kuan, él le sonrió y se llevó los dedos a la boca, lamiéndolos y chupándolos con lascivia. Cheng casi se corre con eso. Dios, ¿Por qué este hombre tenía que ser tan sensual? ¿De verdad todos los directores de agencias porno eran así?

- Um, simplemente exquisito - murmuró Kuan-.Quiero probarlo bien, A-Cheng. ¿Me dejas?

- Pro...ha... ¿probarlo? - consiguió decir, extrañado.

Kuan dejó salir otra atractiva y traviesa risa antes de inclinarse y lamer el agujero de Cheng. Después de eso la habitación se llenó de largos gemidos rotos por un extenso rato en los que el menor sólo conseguía retorcerse sobre la lengua del mayor, luchando por no correrse ni caer de bruces al sillón.

Sintió una palmada en el trasero antes de que Kuan se alejara y empezara a terminar de quitarse el pantalón. Se puso un preservativo y luego escupió en su mano para comenzar a lubricarse la erección. Era todo un espectáculo sexual que iba directo a la parte baja de Cheng, que por cierto tenía una leve noción de su misma apariencia. Todo sudado, tembloroso, jadeante y con una entrada brillante y lubricada que ansiaba atrapar esa polla dentro de su cuerpo.

Pero HaiKuan enserio se estaba tomando su tiempo en masajearse a sí mismo, lo cual hubiera estado bien si Cheng no se sintiera tan al borde.

-Por favor... por favor- suplicó moviendo sus caderas en círculos.

Atrapó los ojos de Kuan al instante. El hombre tragó saliva ruidosamente, y eso hizo a Cheng sonreír un poco.

-Kuan-Ge... quiero su polla en mí, por favor - dijo. Seguidamente llevó una de sus manos a su entrada, asegurándose de que no se caería en el proceso, comenzó a meterse y sacar su propio dedo en un ritmo lento y constante, siempre mirando a los ojos de Liu -, ¡Kuan-Ge! Vamos, métala... - gimió.

En un abrir y cerrar de ojos, Kuan estaba encima de él. Golpeó su mano para apartarla de su trasero, obligando a Cheng a volver a la misma posición. Liu agarró un puñado de su cabello y lo miró a los ojos . Los del castaño estaban dilatados y oscuros por el placer.

-Tan atrevido... me gusta - gruñó mientras frotaba su verga contra la entrada de Cheng. Esto causó un gemido ahogado del menor -.Pero siento curiosidad...¿Sólo esa cara me puedes mostrar, pequeño? ¿Qué tal si actúas de otra forma? Todos los tipos que vienen por aquí hacen esa misma faceta de sensualidad malvada. Me gustaría que contigo fuera diferente.

Cheng parpadeó las lágrimas antes de tratar de comprender lo que Kuan le pedía . Algo distinto a la sensualidad malvada. No se le ocurría ninguna forma en la que pudiera obtener la polla de Kuan si no fuera sensualidad malvada. Y sin dudas, la polla en cuestión frotándose contra su entrada sin parar lo distraía de cualquier opción.

-No... sé cuál ¡mm! cuál le gustaría -lo miró con los ojos llenos de lágrimas de anhelo y,antes de poder detenerse, se encontró a sí mismo haciendo un puchero.

Un rastro de aprobación pasó por los ojos de Liu. Cheng se sorprendió.

¿A HaiKuan le gustaba que actuara...?

- ¿Ge-GeGe? - balbuceó , tanteando el terreno -. Por favor,dígame lo que le gusta para complacerlo... - Y pestañeó un par de veces, moviendo sus caderas "inconscientemente".

Un jadeo dejó los labios de Liu antes de que sonriera gustoso.

-Qué cosita tan linda, precioso - su mano acarició los muslos de Cheng - Eres una joya, bonito.

Cheng sonrió abochornado y dejó un beso pequeño en la mejilla del mayor. Para su sorpresa, Kuan gruñó y le metió la polla de golpe hasta el fondo.

En medio del placer y el dolor, de su grito fuerte y desgarrado, el pelinegro pensó que era la primera vez que encontraba un hombre que prefería la sumisión y ternura antes que un comportamiento travieso. Jamás había estado con alguien que considerara a Cheng una "cosita linda" y que gustara de ello para varias. Mucho menos había tenido que pedir una polla de esa manera - Y mucho menos la había obtenido así.

Nuevamente, aunque Kuan fuera sólo un hombre más que le había metido el pene, se estaba convirtiendo en una primera vez de Cheng. Por ejemplo, era también el primero en destrozarle los sesos desde el principio en vez de esperar a que se acostumbrara. Y menos mal, porque Cheng no necesitaba acostumbrarse a otra cosa que no fuera el placer que le causaba la polla del tipo moviéndose a un ritmo inflexible fuera y dentro de su agujero. Gemidos y monosílabos dejaban su boca mientras el cuerpo se le sacudía de adelante hacia atrás cada vez que el mayor chocaba sus caderas contra su trasero, las bolas y el vello púbico acariciando la piel de Cheng cada vez que Kuanse movía en círculos para masajear su próstata.

Era demasiado y a la vez no era suficiente. Cheng se terminó por rendir ante el desequilibrio en sus extremidades y cayó de cara en el sillón, dejando que Kuan hiciera lo que quisiera con su cuerpo; Cheng sólo lo tomaría.

Escuchó otra vez una baja carcajada antes de que el contrario empezara a joderlo enserio. Era fuerte, rápido y rítmico. Sentía la polla llegar a un punto, tocarlo y devolverse. Estirando todo a su paso y estimulando zonas que repercudían a todo su cuerpo , causando que Cheng no pudiera hacer otra cosa más que llorar y gemir. El golpeteo constante contra sus muslos creaba un sonido erótico, junto a los gruñidos gruesos de Kuan que demostraban que esto era bueno para ambos lados, más que bueno. Cheng sentía que estaba tocando el cielo con las manos.

Las embestidas contra su cuerpo se volvieron cada vez más erráticas. Kuan bajó hasta su oído de nuevo y se aseguró de murmurarle cada cochinada que se le viniera a la cabeza, obteniendo a su vez gemidos agudos y miradas abrumadas. En algún momento ,Liu se cansó de ese ángulo y se enderezó para apoyar un pie sobre el mueble, flexionando esa pierna y la otra estirándola contra el suelo. Volvió a cubrir a Cheng y continuó estocando contra su trasero. La posición de seguro no debería cambiar tanto, pero de alguna forma hizo que su próstata fuera tocada sin cesar, llevando espasmos y corrientes eléctricas desde su polla hasta la punta de sus cabellos.

HaiKuan siguió penetrándolo hasta el cansancio , pero por más que se agotara jamás bajó el ritmo de las embestidas. El pelinegro correspondió a su esfuerzo meneando las caderas hacia atrás para encontrarse con él. Se sentía tan cerca, pero no podía llegar aún ... no podía, necesitaba...

- Eso es.. -Liu le gruñó en su oreja -,Vas a correrte , pequeño. Vas a venirte sólo por tener mi polla en ti, ¿no es así? Hazlo, A-Cheng, está bien - azotó una nalga de Cheng y tomó sus caderas para estrellarse contra sí brutalmente -.Venga...

Eso fue todo. Cheng estalló contra el sillón en un gemido destrozado que fácilmente se confundiría con el de alguien que están apuñalando. Chorros de su semen mancharon la superficie y su propio estómago,temblores sacudiendo su cuerpo y terminando de consumirse sus energías. La mente se le quedó en blanco y sólo era levemente consciente de que Kuan continuó persiguiendo su propio orgasmo sacando y metiendo su polla, pero sin magullas su próstata. Cheng se tomó un segundo para retomar fuerzas antes de detenerlo y girarse para mirarlo cara a cara . Le sonrió y guió su polla de nuevo a su interior, moviéndose de nuevo a su interior, moviéndose suavemente en círculos y siempre dedicándole esa mirada ensoñada. Liu no paraba de gruñir y gemir bajamente, mirándole a la cara con las mejillas encendidas.

- Oh, Dios... eres tan... gmh - sus caderas se engancharon . El pelinegro se apresuró a rodear sus caderas con las piernas para mantenerlo dentro suyo mientras Kuan parecía venirse en cualquier segundo - Cheng..

-GeGe, ah - le tomó el rostro e hizo que lo besara. No fue su intención realmente, el momento pudo con él y bueno. No obstante , sólo fue un piquito inocente, una chocada de labios sin lengua ni nada más.

Jamás esperó que Kuan se corriera con eso.El hombre encima suyo se sacudió y sacudió sus caderas una vez más antes de quedarse muy quieto, gimiendo roncamente mientras se desplomaba sobre Cheng.

Todo se resumió a dos respiraciones agitadas por unos minutos. Kuan sufría un tic en las caderas que hacía a Cheng querer reírse. Pero no lo hizo, ni siquiera cuando consiguió recuperarse.

Ahora que estaba aquí, con el cuerpo del director de ponografía sufriendo las réplicas de un orgasmo ocasionado por él mismo, Cheng reparó en la cámara. Seguía grabando , esto sólo era un casting , y el sexo con HaiKuan sólo era una prueba para poder mandarlo a acostarse con otras personas.

Y si bien ese era el objetivo al principio, ahora la mera idea le entristecía a grandes rasgos.

Era algo tonto, pero dicen que el sexo es una forma de comunicación bastante fuerte. Y lo único que Cheng recibió en toda la transmisión fue un deseo irreconocible.

O eso creyó, porque pronto HaiKuan se quitó de encima y empezó a limpiarse. Ató el condón y lo arrojó a la basura, volviendo a ZhuoCheng con una toalla para limpiarle el estómago y el resto del cuerpo. Su rostro era impecable, no demostraba el más mínimo grade de afecto, así que probablemente la atracción que Cheng sintió sólo fue cosa del momento.

Suspiró entristecido. No es como si su vida fuera tan espectacular como para obtener siempre lo que quería.

- Y... ¿Qué tal estuve,Kuan-ge? - se obligó a preguntar cuando el hombre dejó de limpiarlo.

El mayor lo miró seriamente antes de apagar la cámara y mirarla un momento. Luego dijo sin muchas ganas.

- Comienzas el lunes que viene. Procura estar aquí temprano para firmar tu contrato y asignarte un rodaje,¿bien?

Una oleada de decepción barrió a Cheng. Quizás muy en el fondo deseó que Kuan lo rechazara y le dijera que sólo tendría sexo con él.

Pero nuevamente, esto era un casting de pornografía , no una audición para una película de Disney.

- Nos vemos el lunes entonces.

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