25: Lejos de casa
El fresco aire golpeaba su rostro, podía comenzar a sentir el leve frío que se alzaba con la brisa y llegaba con la noche, el cielo ya estaba oscureciendo y ellos seguían aún en carretera. No sabía a donde iban, sólo sabía que Bowen se había encargado que encontrar un lugar en donde nunca los encontrarían.
Habían sido cuidadosos, demasiado en realidad, que sinceramente era imposible que los encontraran porque actuaron tan disimuladamente que nadie externo a ellos, se dio cuenta en que momento Yibo desapareció, sin embargo, sabía que ya debieron haber corrido la voz sobre esto. Lo bueno era, que no dejaron rastro de a dónde estaban yendo.
JiYang suspiró con cansancio y se recargó en su asiento. Sabía que esto le traería grandes consecuencias si no hacían todo al pie de la letra, por eso, cuando el plan de Xiao Zhan significaba salvar a Wang Yibo, también involucraba hacer que no sólo el Alfa desapareciera del mapa, si no todos ellos también.
Así que, JiYang tomó a la única familia que tenía y los llevó con él, tal vez esto podría ayudar mucho en sus vidas. Lo sabía perfectamente bien, este plan básicamente era su boleto hacia la libertad, pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar en la persona que se había sacrificado para que ellos fueran libres.
Le agradecería eternamente a Xiao Zhan por esto.
Pero también estaba preocupado por cómo fueran a salir las cosas del lado del omega.
—Ge, se está moviendo— la voz de Haoxuan lo sacó de sus pensamientos, el mayor volteó rápido, temiendo que se despertara. Haoxuan miró al hombre a su lado, inconsciente desde hace casi muchas horas.
—Mientras no se despierte está bien, Xiao Zhan no me dijo exactamente cuanto tiempo tardaría en despertar.
—Es la idea más...— Bowen cerró la boca poco antes de soltar sus últimas palabras, apretó sus manos en el volante y suspiró.
JiYang lo sabía bien, Bowen no estaba de acuerdo con esto.
Y no pudo evitar sentirse un poco molesto.
—¿Más qué?— preguntó sabiendo la respuesta.
—Estúpida, realmente estúpida. No era necesaria todo esto. No tenían que hacerle esto a Yibo. — exclamó el Alfa.
Por supuesto que Bowen sabía las consecuencias de esto, conocía el linaje de la familia Wang, no importaba que tanto "sueño profundo" le hubiera dado Xiao Zhan a Yibo, eventualmente, el Alfa recordaría a su omega. No de manera rápida, pero no se le borraría la memoria por completo haciéndolo creer que era otra clase de persona.
Y lo sabía porque él alguna vez lo intento, también venía de un gran linaje de Alfas, y si él, que se consideraba un simple Alfa pudo recuperar sus recuerdos, también Yibo lo haría, porque era un Alfa pura sangre, con un linaje superior.
Y entonces le dolería saber que su omega ya no estaba con él.
—Es lo mejor que podemos hacer.
Bowen rió sarcástico y mantuvo su mandíbula apretada, sus manos también se aferraban al volante y sólo ignoró las palabras de su omega para seguir manejando.
—¿Qué esperabas que hiciéramos? ¿creés que algo bueno iba a salir de todo eso? yo... tampoco quiero... tampoco quiero seguir viviendo así.
Bowen no respondió, y tal vez eso impacientó un poco más a JiYang, lo suficiente para hacerlo enojar.
—¡Deja de hacer eso!— le reclamó el omega.
Bowen pisó el freno y todo el auto se agitó violentamente por la acción tan repentina.
El auto que los seguía detrás también se detuvo, Yubin frunció el ceño al ver como se detenían y miró al omega a su lado.
—Iré a ver que sucede...
Zhuocheng tomó su mano, llamando su atención antes de salir del auto, Yubin lo miró y el omega negó para hacerle entender que no fuera.
—Yo...
—Sabes que a Bowen no le agrada la idea, sólo... quédate en el auto y esperemos a que resuelvan sus problemas, si vemos que tardan mucho, entonces puedes ir a buscarlos para decirles que se apresuren. Si vas ahora, te estarás metiendo en una relación que no es tuya...— el omega terminó de hablar y se removió con cansancio a su lado, frunció el ceño levemente molesto e incómodo, volviendo a cerrar sus ojitos —, sólo quédate aquí adentro.
Yubin asintió y se volvió a acomodar, lo único que podía hacer en este momento que JiYang quería pelear con su Alfa, era atender a su omega que estaba en sus últimos meses de embarazo y estaba pasando por varias complicaciones.
Así que trató de prestarle atención y de ignorar los gritos de la pareja de enfrente.
Haoxuan estaba harto, la cabeza le iba a explotar de tanto escuchar como esos dos peleaban. No lo entendía, tal vez porque era un niño, pero él no lograba comprender porque hacían tanto alboroto por todo esto. Sin embargo, su paciencia comenzaba a acabarse, de verdad eran un matrimonio en estos momentos.
Lo peor de todo es que sabía que sí seguían peleando y gritándose, el que sufriría las consecuencias de sus peleas sería él, porque entonces sería el mensajero entre ellos dos para que no se dirigieran la palabra directamente.
Haoxuan se hartó después de varios minutos y abrió la puerta del auto para salir de ahí, solamente cuando azotó con fuerza la puerta, pudo hacer que ambos mayores se dieran cuenta de que su pelea se estaba saliendo de control y habían provocado a Haoxuan.
El Alfa menor se dirigió al auto que estaba a unos metros de distancia de ellos.
—Xiao Hao, ¿qué te trae por aquí? ¿ya no soportas sus gritos?— preguntó Yubin, el menor asintió y se dirigió al otro lado de la puerta, del lado donde estaba Zhuocheng. La puerta estaba abierta ya que el omega quería estirarse un rato al aire libre y se sentó mirando hacia el exterior del auto.
—Ge, ¿cómo te sientes?— preguntó el menor.
—Mmh, peor de lo que me sentía antes, ¿estás bien?— le preguntó el omega, conocía a Haoxuan desde hace algún tiempo, eventualmente se conocían entre ellos ya que sus esposos eran quienes trabajaban juntos, también sabía el terrible problema que tenía Haoxuan con las drogas y las malas amistades, y no podía evitar sentirse triste por aquel adolescente.
—Sí, si en los próximos diez minutos no dejan de pelear iré yo mismo a decirles que estas por dar a luz para que se apresuren— Zhuocheng rió bajito.
Ese niño era muy amable y cuidadoso cuando estaba con él, no sabía el porqué, tampoco Haoxuan lo sabía, pero cuando estaba cerca de Zhuocheng sentía que no debía decir malas palabras y controlarse, ser educado y amable, darle ánimos y ayudarlo en lo que pudiera. También con Yubin, sentía esa necesidad de ser respetuoso con el Alfa y ser amigable, nada comparado con la actitud que tenía normalmente con la otra parejita.
Tal vez era porque...
El auto de enfrente volvió a encenderse y continuaron su camino, Haoxuan se subió a la parte trasera del auto de Yubin y Zhuocheng, prefería mil veces estar con ellos que con los de adelante.
Ninguno de ellos sabían a donde iban, lo único que sabían era que ya estaban demasiado lejos de casa.
Esa misma noche en Chongqing, Xiao Zhan sintió un ligero dolor en sus manos y en su pecho, se sentía tan cansado aún sin haber hecho nada que lo lastimara, pero se sentía tan abatido y no sabia porque.
Bueno, si lo sabía.
Ahora mismo estaba por cometer la locura más grande en su vida, estaba poniendo en riesgo su vida por un... estúpido Alfa al que prometió nunca amar y jamás corresponder sus sentimientos.
Pero eso ya había quedado muy atrás.
Sentado sobre el sofá de la sala, sintió una extraña tristeza al mirar a su alrededor, el lugar estaba apagado, no había nadie, él era la única persona ahí, básicamente todos dejaron su puesto en cuanto les dijeron que Yibo ya no estaba, por supuesto que esta noticia llegó también a los oídos de Wang Feizhao.
Xiao Zhan no sabía que tan mal había tomado la noticia el padre de Yibo, lo único que sabía era que, independientemente de los esfuerzos de su padre o de cualquiera, incluyéndolo a él, nadie podía saber dónde estaba Yibo ahora.
Su cabeza comenzó a doler poco a poco, picando con fuerza su sien, no sabía porqué razón se sentía tan extraño, pero seguramente era porque su lobo anhelaba a alguien. No podía evitar sentir una ligera tristeza por estar haciendo todo esto.
De pronto, sentado ahí sobre el sofá, la puerta se abrió lanzando un chillido crujiente en toda la casa. Xiao Zhan observó detenidamente a la persona en la puerta.
Era un omega, un omega bien vestido, musculoso y de mirada deprimente, su semblante tan serio lo hizo sentir escalofríos. Él era el hombre del que JiYang le había hablado, el omega que fueron a ver en Seúl.
Su corazón tembló en cuanto percibió el aroma del omega.
Mientras él avanzaba lentamente por la casa, como si hubiera sido invitado a pasar. Lo escuchó reír tranquilamente.
—Así que... ¿Tú eres su omega?— escuchó su voz, tan baja y dura —, cuando me dijeron que Wang Yibo no estaba por ningún lado, no creí que fuera cierto. Pensé que tal vez era demasiado idiota como para huir, sabiendo que podíamos matarlo, y también a ti.
Xiao Zhan quería quitarle la mirada de encima, se sentía ligeramente amenazado, no había conocido a una clase de omega así. Se podía percibir de cerca que el pobre omega había sido educado como un Alfa.
—Pero supongo que le interesas muy poco cómo para haberse ido y dejarte aquí.
—Él está lejos de aquí, eso es lo que importa, no me interesa si me dejó abandonado aquí. — le respondió Xiao Zhan.
El omega abrió los ojos ligeramente sorprendido, su mandíbula se tenso un poco.
—Así que, te sacrificó y tu estas dispuesto a aceptarlo. Vaya, ya decía yo, eres un omega tan sumiso y estúpido, dispuesto a dejarte manipular por un Alfa.
—No somos tan diferentes— volvió a responderle.
El omega soltó una carcajada, esa sonrisa en su rostro se profundizó tanto como el color rojo en la esquina de sus ojos. Entonces Xiao Zhan sintió un fuerte golpe caer sobre su rostro. La parte de su labio y nariz habían sido golpeadas por el omega a puño cerrado.
Sintió una ligera línea de sangre fluir sobre su nariz, y su cabeza dolió estando un poco aturdido. El golpe lo había agarrado desprevenido.
—Lo admito, tienes coraje para responderme y tratar de asimilar que somos iguales— el omega se miró con cuidado los nudillos, tratando de limpiar la poca tinta roja de sangre que tenía sobre ellos —, el problema es que, no soy un estúpido omega como tú, dejándome manipular por un Alfa... eso, eso sólo es para omegas débiles que necesitan que un Alfa los cuide todo el tiempo.
—Tal vez...— el omega puso atención cuando escuchó a Xiao Zhan hablar —, tal vez porque tú no tienes un Alfa que te demuestre cariño y valor.
Zhan escuchó de nuevo su risa, tan tétrica como si fuera a hacer algo malo y lo estuviera disfrutando.
—No necesito eso de un Alfa. Pero ya veo que tú sí, por eso eres tan desagradable.
En cuanto sus palabras fueron dichas, tomó a Xiao Zhan del cuello, dándole un tirón con fuerza. Sin embargo, antes de hacer cualquier otra cosa, la voz de un Alfa se escuchó sobre la puerta de la casa.
—¿Por qué tienes que golpear a todo mundo?
Xiao Zhan sintió su cuerpo aliviarse en cuanto escuchó esa voz, ambos miraron hacia la puerta, encontrándose con el tranquilo e inexpresivo rostro de Song Weilong.
—Sólo hay que llevarlo con nosotros, ¿qué necesidad hay de matarlo a golpes? así no obtendrás nada de Yibo.
—Ah...
El omega miró con cierto enojo a Song Weilong, principalmente por interrumpir su momento de diversión. Soltó de golpe al omega y se alejó, se detuvo justo a lado del Alfa.
—Bien, puedes encargarte tú. — antes de seguir su camino, se acercó a su oreja y susurro —, sé la clase de cosas que pasaron con Yibo antes, también sé que andabas detrás de su omega, así que de una vez te lo advierto... si trata de huir, voy a matarlo.
—Si trata de huir, yo mismo lo mataré.
Xiao Zhan los miraba fijamente. Antes de irse, el omega puso algo en las manos del Alfa.
—Dale esto y traelo con nosotros.
Y entonces se fue, salió de la casa, siendo seguido por dos que tres de sus acompañantes. Song Weilong vaciló, caminó hasta Xiao Zhan y dijo: —Podemos fingir que te lo di... ¡¿qué haces?!
Fue tarde para cuando reaccionó, el omega ya había tomado lo que le habían dado a Song Weilong. Se levantó del sofá, tratando de mantenerse cuerdo, pero su cuerpo se debilitó en segundos y perdió la fuerza, el Alfa lo sostuvo de la cintura, sintiendo como el cuerpo de Xiao Zhan se ponía caliente y pesado en segundos. Bufó molesto, y miró el rostro del omega, tan rojo de las mejillas y pequeñas gotas de sudor empezando a emerger de su rostro.
—Mierda, no tenías qué... — suspiró, cargó a Xiao Zhan en sus brazo, pasando uno de sus brazos por sus piernas y el otro por su espalda, el omega recargó su rostro en el pecho de Song Weilong, antes de caer completamente inconsciente.
Lo último que supo antes de eso, es que su plan había comenzado, con Yibo lejos y a salvo, y con él con Song Weilong en las manos del enemigo, si todo seguía de acuerdo lo planeado, entonces había esperanza de volver a verse con su Alfa.
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