Advertencias: Random, no sigue la línea del anime/manga.

Inspirado en un capítulo del Wan.

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La agencia terminó junto a la Port Mafia viendo los cerezos, pese a tener sus diferencias lograste convencer a Chuuya de no lastimar a Dazai, y así bebieron y compartieron alimentos. En este mundo hay malas decisiones, pero la peor es jugar uno con tus amigos, no, ahora son personas que te retan a muerte.

—Cambio el color a rojo— lanzaste el comodín de colores, el siguiente era Atsushi.

—Salto a Akutagawa— un golpe lo hizo callar.

—No— sentenció el de ojos grises.

—¿Qué dijimos de golpear?— intervino Chuuya antes de ponerse violento.

—Bueno, va Tachihara.

—No tengo rojo— saco varias cartas hasta dar con una y lanzarla.

Gin tenía un total de cinco cartas, pero quién tenía una sola era Chuuya. Al final la mafiosa puso el mismo número pues no tenía rojas.

—Bueno, yo tengo algo especial para Chuuya— Dazai saco el comodín maldito—. ¡Más cuatro!.

—¡Hijo de perra!— lo tomó por el cuello para golpearlo con más facilidad.

—¿Qué dijimos de golpear?— preguntaste con miedo a detenerlos.

—¡Que siempre está bien golpear a este infeliz!— siguió hasta que Atsushi te ayudó para cubrir sus ojos, y cómo si se tratará de perros, se detuvieron.

—Eso fue más intenso de lo que pensé, por cierto, ¿Quién sacó el juego?.

Dazai sonrió pues conocía al responsable, que de hecho miraba desde lejos con ayuda de binoculares. Era Fyodor, y a su lado estaba Gogol.

—¿Por qué pensaste que eso sería buena idea?— preguntó al mismo tiempo que picaba otro dulce.

—Casi se destruyen, ahora que se sus debilidades, será más fácil ejecutar el plan.

Yo me desconozco jugando uno, todos son mis enemigos en ese momento y rompo madres.