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🖤𝟏𝟒🖤

Jimin desconocía cuándo fue el día en el que escuchar música se había vuelto parte de su rutina tal y como lo es respirar. No entendía cómo, pero ayudaba a que su alrededor desapareciera por completo y no se detuviera a pensar en que, nuevamente, debía regresar a su casa, era él y la melodía creando una distracción del ambiente en el que debía estar a diario, o quizás, muy en el fondo, se convencía de que la relación con su padre tiene arreglo alguno, cuando realmente esto no es posible.

Observó su reflejo en el espejo e, ignorando cualquier cosa que su padre le fuera a decir, se colocó sus anteojos, acción que se sintió como entrar al mismísimo paraíso pues, veía a la perfección cada detalle que, con anterioridad, no podía.

Tomó su mochila y bajó de las escaleras con una sonrisa en el rostro. Quizás, si volvía a usar con frecuencia sus anteojos nuevamente, aquellos tortuosos dolores de cabeza se irían, pero, al llegar al salón, su felicidad no duró por mucho.

—Jimin... ¿Qué te dije de los anteojos? No ayudan en la estética. —Sí, esas fueron las primeras palabras que Jihoon le dijo a Jimin en la mañana, las cuales decidió ignorar mientras comía una tostada con algo de mermelada.

—No me importa la estética, sino el hecho de que no veo nada sin ellos, así que me iré con anteojos, adiós, papá. —El joven se acercó hacia la puerta ya preparado para colocarse sus zapatos e ir a la escuela como todos los días, pero lo que no se esperaba era que repentinamente su padre se acercara a él, le quitara sus anteojos y no le diera tiempo a reaccionar, pues antes que pudiera decir algo, este los había pisado, haciendo pedazos los vidrios y el marco por completo.

Pese a que por dentro estaba desesperado y con un anhelo inmenso por gritarle, no lo hizo, no emitió palabra alguna, no por miedo o enojo... sino porque durante años gritó todo lo que debía, cada palabra u oración que expresara todo lo que sentía, pero el agotamiento que sentía era más fuerte, las palabras que pudiera decir en esa situación no traerían ningún cambio consigo, más que una nueva discusión de la que no tenía ganas de ser participe.

—¡Dije que anteojos no! —Jimin ignoró lo que ocurrió y es, entonces, que los auriculares que se encontraban alrededor de su cuello los coloca en sus oídos y reproduce la música, "Breathing" de Ariana Grande comenzó a ser el único sonido que oía mientras se alejaba cada vez más de aquel lugar, el cual se suponía que era su hogar.

La escuela, por fortuna, no quedaba muy lejos, por lo tanto, realizar el camino hacia la misma a pie con la música siendo su compañía resultaba ser bastante reconfortante para olvidar, no solo los malos recuerdos, sino ese tipo de situaciones mañaneras que hacían que no tuviera ganas de leer un libro de estudio.

Decir que, desde que falleció Daehwi, sus días no se sentían solitarios solo sería mentirse a sí mismo, pues desde que supo de la noticia, nada volvió a ser lo mismo.

El primer día fue extraño, fue casi poco creíble pensar que no volvería a verlo a diario, ni escucharía aquella voz o debería ayudarlo en alguna tarea de la escuela, su mente estaba en una especie de bloqueo, uno que no le permitía caer en la desgracia, la cual era que su hermano ya no estaría a su lado en lo que le reste de vida a Park Jimin.

Esto no ocurrió al menos días después, cuando su presencia ya no se sintió y las costumbres diarias se las llevó el viento; verlo en la escuela, esperar a las reuniones de los padres de Daehwi y Jihoon para que hicieran tareas juntos y hablaran de sus vidas... eso ya no volvería a ocurrir, aunque lo deseara con todas sus fuerzas y pidiera por ello, aunque sean tan solo un par de minutos, no podía recuperarlos de nuevo y quizás no existiría fuerza en el mundo que logre reparar esa pérdida.

—Vamos, Mimi, mi pequeño puede con todo lo que se le atraviese en el camino porque es un luchador ¡El gran y fiel seguidor de Spiderman!

Limpiando la lágrima que intentaba dejarse a descubrir e ignorando una leve molestia en su mejilla derecha, continuó con su camino, dándose ánimos a sí mismo, si su madre algún día le había dicho que podría con todo, así sería, pues Jimin estaba seguro de que, en vida, ella jamás se equivocó ni engañó con sus palabras, por lo tanto, lo que algún día su madre le dijo, en distintas ocasiones, más que nunca se convirtieron en su soporte.

Por otro lado, Jungkook había llegado a la escuela con Taehyung a su lado, la noche anterior no había logrado dormir correctamente, puesto que no salía de su mente todo lo que había leído sobre el caso de Park Jihoon, pues este se suponía que era un caso "defendible" hasta donde sabían sus padres debido al testimonio del mencionado, pero en su lugar lo era todo menos defendible.

Sus padres no podían creer que habían tomado un caso que no les correspondía, defender a ese hombre era prácticamente imposible, por lo tanto, en cuanto regresen al trabajo, abandonarían el caso y no querrían tener nada que ver con ese hombre.

Su mente era un completo desastre, ya que desconocía si Jimin sabía de esto y la peor parte es que no debía ser él quien le cuente sobre lo que estaba ocurriendo, sino su padre mismo, aunque, Jungkook deseaba que Jimin no se dejara influenciar con las acciones de su padre, pues estas no eran para nada buenas.

—¡If onlyyyy yeeeeeaaah!

—Taehyung, por amor de Dios, estuviste cantando esa canción todo el camino. A este paso la terminaré sabiendo de memoria solo por ti.

—Pues, entonces, estaría haciendo bien mi trabajo, es que ¿Entiendes que las cosas con Yoongi cada día mejoran más y más? Es decir, anoche estuvimos conversando hasta la madrugada... Jungkook... Yoongi JAMÁS madruga ¿Sabes lo que significa? —Jungkook tomó sus libros sintiendo la mirada de Taehyung sobre él en espera de una respuesta, misma que le dio, una vez su locker fue cerrado.

—Significa que... hizo de lado una costumbre propia para poder conversar contigo y en resumidas palabras ¿Pasó tiempo contigo como en una película de romance cliché de esas que tanto te gustan?

—¡EXACTO!

—Pues ¿Tendré que aplicar el "te lo dije"?

—¡Oye! —Taehyung se sonrojó al instante debido a su propia timidez teniendo como única reacción un golpe a Jungkook en su brazo.

—¿Qué? ¡Si estoy en lo correcto! Desde el primer día te dije que no tengas miedo en acercarte a él y mira, tu trabajo está dando frutos, aunque yo te aconsejaría que te relajes, simplemente sé tú mismo y con paciencia verás que todo llegará. —Ambos se dirigieron al salón entre risas mientras que notaron a Yoongi dormido en su pupitre, sabiendo quién había sido el responsable de su falta de sueño.

La falta de sueño en Jungkook era evidente para cualquier persona que le prestara atención, una leve sombra de tonalidades oscuras se acentuaba debajo de sus ojos, su rostro no estaba reluciente como la mayoría de los días, sino que en su lugar lucía bastante serio, al igual que sus bostezos que eran más recurrentes de lo normal, detalles que Taehyung no pasó por alto.

—Hey, Jungkook estás algo desganado... ¿Te sientes bien? Sabes que no estás obligado a escuchar sobre mi vida amorosa, también estoy para escucharte a ti para lo que sea.

—S-sí, Tae, no dormí bien eso es todo, aparte no me molesta en lo absoluto escuchar sobre tu inminente romance con Yoongi.

Jungkook se extrañó al observar el pupitre de Jimin vacío, si bien no tenía la mejor reputación en los pasillos de la escuela, él se caracteriza por jamás perderse una clase, pues siempre estaba al fondo alejado de todos en el último pupitre del salón, inclusive Jimin usualmente es de los que llega primero a la escuela por lo que su preocupación se dio a descubrir más rápido de lo común.

—¿Oye... Jimin no debería haber llegado?

—Quizás se demoró, Jungkook, tranquilo. —Jungkook mordía la lapicera que, previamente, había tomado de su mochila, pues, de alguna manera debía ayudar a que los nervios calmaran y no traía nada consigo que lo ayude, más que su lapicera.

Su mente daba vueltas sin parar ante miles de escenarios posibles que ni siquiera quería detenerse a ponerles atención, conocía de la relación que tiene con su padre, pero ahora no solo eso, sino que, también conocía más sobre aquel hombre.

Minutos más tarde, la profesora de química había entrado al salón saludando a todos los estudiantes presentes y aún así Jimin seguía sin aparecer, por lo tanto, hizo lo primero que se le vino a su mente.

—¿Profesora, puedo ir al baño? — Exacto, improvisar.

—No hay problema, Jeon, pero no se demore. —Debido a que la mujer lo dejó salir del salón, se retiró del mismo con bastante prisa y algo de entusiasmo por lograr su cometido, pero la realidad es que no era felicidad lo que sentía.

Su plan no tenía muchas vueltas, la realidad es que era bastante simple; ir hacia el baño y llamarlo a su celular para saber si había faltado a clases, simple.

En su camino, luego de entrar al extenso pasillo repleto de salones a su alrededor, notó que, al final de este, el baño de hombres tenía la puerta cerrada, cosa que no estaba permitida debido al reglamento estudiantil que los baños, ya sea de hombres o mujeres, estén cerrados en horas de clases, por lo que, aunque estas reglas no eran algo con lo que estuviera de acuerdo, por primera vez decidió hacer caso y entró al lugar y, por supuesto, allí lo encontró.

—¡Jungkook! ¡Cierra la puerta! —Al instante, este hizo caso a lo que Jimin le ordenó, llevándose una sorpresa al notar la cantidad de papeles con algo de sangre que había sobre el lavamanos.

Cuando pudo observarlo con mejor detenimiento, se dio cuenta de la desesperación que Jimin traía, una mezcla de enojo y tristeza podían notarse a simple vista, a pasos lentos se acercó a él y fue entonces que lo notó: un pequeño pedazo de vidrio estaba enterrado en su mejilla.

—¡Maldición, no puedo ver nada!

—Espera, espera, no debes preocuparte ¿Sí? Yo te ayudaré a sacarlo solo trata de calmarte y de respirar profundo. —Jungkook se acercó sin pena alguna sin medir la distancia entre él y Jimin, pues debía ayudar a quitar ese pedazo de vidrio.

Una vez pudo quitarlo, la herida comenzó a sangrar, así que abrió la canilla de agua que estaba a su lado y la limpió para, después, ejercer presión con su pulgar sobre la herida para detener el sangrado.

—Estás conmigo ahora, nada malo ocurrirá mientras yo esté a tu lado, solo quiero que me digas ¿Cómo ocurrió esto, eh? —Jungkook intentó usar el tono más delicado del mundo para reconfortar a Jimin y brindarle seguridad, pues él estaba ahí para ayudarlo, no para generar más miedo o preocupaciones, aunque realmente se sentía bastante furioso, debido a que ya tenía sus sospechas de lo que había provocado que, no solo esa herida sino las lágrimas que salían de los ojos de Jimin, o, mejor dicho, de quien.

—H-hoy en la mañana, discutí con mi papá porque quería traer mis anteojos para venir a la escuela. Desde que no me permite usarlos tengo dolores de cabeza muy intensos que, a veces, no me dejan dormir o estudiar, pero no me lo permitió, quise rebelarme contra él y venir con los anteojos puestos, pero él me los quitó, los pisó y... no sé cómo, pero un pedazo de vidrio llegó aquí, quizás pudo ser por la fuerza de impacto con el que rompió los anteojos, no estoy realmente seguro. En el camino hacia aquí, la molestia en mi mejilla empezó a ser cada vez más fuerte así que vine rápido al baño y cuando noté este pequeño pedazo de vidrio me d-desesperé —Jungkook removió su dedo y tomó unos papeles para limpiar la zona, la cual estaba levemente húmeda por el agua, rebuscó entre sus bolsillos y fue en el saco de su uniforme donde encontró una bendita, la colocó en la herida tal y como si estuviera curando a un gatito pequeño.

Decir que su corazón se hacía pedazos ante la imagen de Jimin herido y con sus ojos llenos de lágrimas sería poco. Debido a la misma cercanía después de tantos años pudo darse cuenta de unas leves pecas que se encuentran en la zona T del rostro de Jimin, tan delicadas que era imposible verlas debido a que, no solo Jimin tenía problemas de visión, sino que él también.

Su preocupación no eran simples suposiciones o escenarios ficticios que su mente creó ante el miedo, sino que eran una desafortunada realidad, la cual Jimin vivía a diario, una de la que no sabía cómo ayudarlo a escapar o al menos, intentar que logre hacerlo por su cuenta y en el camino estar de su lado.

—Está herida si bien es en tu mejilla y el vidrio es bastante pequeño, por muy poco no toca tu ojo, aunque sea un misero pedazo de vidrio, si entraba al ojo hubiera sido otra la historia ahora y Jimin, si algo te llegaba a ocurrir, yo— Las palabras de Jungkook se vieron interrumpidas debido a que Jimin tomó sus manos tratando de calmarlo, las estrechó con las suyas al instante, pues sabía que eso lo calmaba cuando hablaba demasiado, extrañamente las manos de Jungkook estaban bastante tibias, pues siempre se caracterizó por tenerlas frías, o quizás, nunca había notado la calidez de ellas.

—Pero eso no ocurrió, así que no debes preocuparte por algo que jamás pasó.

—De acuerdo, ¿Y qué me dirás? ¿Que no es la primera vez que tienes una herida que tu padre hizo? —El silencio inundó el lugar por una larga cantidad de segundos un tanto insoportables, Jimin no tenía que dudar de Jungkook, pues parecía que, aparte de Hoseok y Suzzy, él es de las pocas personas con la que puede contar, no solo el silencio de Jimin le dio respuestas a Jungkook, sino la rapidez con la que bajó su mirada hacia el suelo.

—Precisamente, eso estaba por decir... ¿Ya notaste, con anterioridad, la cicatriz en mi mejilla? No es la primera vez que tiene esos ataques de ira, lo bueno es que, como trabaja, no lo veo a diario así que, no pasa seguido. —Jungkook quitó las manos de Jimin de las suyas y, en su lugar, las posó en ambos extremos de su rostro permitiendo así que se observen a los ojos nuevamente. Por su parte, Jimin posó una mano para cada antebrazo del joven casi llegando a sus muñecas.

El cariño que recibía por parte de Jungkook era algo que siempre estuvo en su imaginación o en sus sueños, pero nunca creyó que podría ser real y, ahora al sentirlo, lo único que Jimin pretende es sumergirse en él y no salir nunca de ahí. Por inercia sus ojos se cerraron al sentir el tacto de las manos de Jungkook en su rostro, era inútil su intento pasado de alejarlo, pues, inconscientemente, alejaba a aquella persona a la que tanto aprecio le tuvo desde el primer día en el que lo conoció.

—No deberías estar acostumbrado a que este tipo de cosas te ocurran, Jimin, no está bien la manera en la que tu padre te trata, el hecho de que sea tu progenitor no le da derecho a lastimarte o a tratarte de la manera en la que lo hace, los padres están para brindarnos una guía en esta carrera llamada vida que algún día debemos correr por nuestra cuenta.

—Y tú tampoco deberías estar acostumbrado a las burlas, pero, aún así tanto tú y yo aprendimos a convivir con actitudes cuestionables y a ignorarlas con el paso del tiempo.

—Jimin, las burlas puedo ignorarlas e inclusive tú también, si alguna vez un idiota se acerca a hacer un comentario innecesario porque no tiene nada mejor que hacer, no me importa una mierda lo que quiera decir sea quien sea porque es escuchar un disco rayado con las mismas palabras, incluso Eunwoo no encuentra insultos más originales, el miedo que le tengo de a poco se convierte en lástima, no voy a negarte que fueron noches de insomnio y llanto comprenderlo pero de a poco lo logré ¿Entiendes? Pero esto sí es más preocupante.

—Lo que es preocupante es lo mucho que estamos en el baño y minimizas todo lo que lograste, vamos al salón de una vez.

—Jimin...

—¡Vaaamos! —Jimin tomó a Jungkook de su mano y comenzó a guiarlo hacia el salón, pero claro está que, aunque Jimin le restara importancia a lo que había ocurrido, Jungkook no lo haría.

El timbre sonó en todo el lugar, permitiendo a los estudiantes y profesores saber que finalmente había terminado la jornada escolar del día, los alumnos dejaron sus pupitres para comenzar a guardar sus útiles e irse a sus respectivas casas mientras que la profesora se despedía de ellos y, de a poco, comenzaban a salir del salón de clases.

Jungkook, una vez terminó de guardar todos sus útiles, volteó para observar a sus amigos quienes también estaban esperándolo a él, pues era una nueva costumbre que, a la salida de la escuela, Jungkook acompañe a Taehyung y Yoongi hacia donde se encuentran los buses de la escuela.

—Chicos, yo... me temo que hoy no podré acompañarlos, realmente lo siento.

—¡No te preocupes, tigre! Yoongi y yo estaremos de maravilla, aunque mi lado chismoso quiere saber...

—Pues debo ir a mi casa para continuar el trabajo con Jimin, pero los planes ahora cambiaron y debemos hacer algo antes, así que los veo mañana ¿De acuerdo?

—El lunes te sonríe, Jungkook. — Aunque le gustaría que las palabras de Taehyung fueran ciertas, desafortunadamente no lo era, así que, una vez se despidió de sus amigos, se acercó a Jimin, quien aún continuaba guardando sus cosas, por supuesto con sus auriculares rodeando su cuello, como siempre.

—Oh ya termino, aguarda un segundo. —Se colocó su mochila y, después de rascar su ojo derecho debido al sueño que le había dado la clase, se acercó hacia Jungkook— ¿Vamos a tu casa?

—Sí, pero antes debemos hacer una parada en otro lugar, créeme te encantará.

Jimin, algo extrañado, comenzó a seguir a Jungkook, él con su celular estaba buscando algún Uber cercano, el primero no comprendía por qué era necesario uno, pero prefirió ahorrarse preguntas, aunque no iba a negar que sospechaba que Jungkook se traía algo escondido y pronto sabría de qué se trata.

—El auto que está allí podemos tomarlo, ven.

Por inercia, Jimin tomó la mano de Jungkook para cruzar la calle, ya que debido a la poca visión que tiene se le dificulta hacer dicha acción, cuando estaba solo esperaba a que un grupo grande de personas cruzara para guiarse y cruzar correctamente, sino en su lugar estaría totalmente perdido.

Jungkook dio unos leves golpes a la ventana del conductor, quien la bajó para escuchar al primero con mayor detenimiento

—¿Este taxi esta libre?

— ¡Sí joven! ¡Pase no mas usted y su amigo!

El hombre quitó el seguro del auto con sus llaves, permitiendo así que sea posible abrir las puertas del mismo.

—Después de ti. —Ante las palabras de Jungkook, Jimin hizo caso, abrió la puerta del auto y tomó asiento mientras que Jungkook se sentó a su lado después de él.

Posteriormente a que el viaje diera inicio, habían pasado unos veinte minutos larguísimos en los cuales Jungkook no emitió palabra alguna en lo absoluto, únicamente esbozaba una pequeña sonrisa de la cual Jimin no temía... pero sí confirmó sus sospechas previas, sin dudas el chico se traía algo planeado.

Una vez que Jungkook pagó, ambos bajaron del auto, si Jimin estaba confundido, ahora lo estaba el doble, el olor a hospital era algo que podía reconocer a kilómetros de distancia y no precisamente por recuerdos que sean de su agrado.

—Hey ¿Qué hacemos aquí?

—Ya te diré... en un rato, solo, espérame aquí sentado. —Desde lejos, Jimin, con algo de dificultad y arrugando sus ojos, veía cómo Jungkook conversaba con el recepcionista tal y como si lo conociera de toda la vida, claro está que si las miradas mataran aquel joven se encontraría a diez metros bajo tierra, pues esas "sonrisitas" las conoce a la perfección, los doramas que veía con su madre lo educaron bastante bien.

Pero, en cuanto Jungkook dejó de hablar con aquel joven y, de a poco, se despedía para acercarse hacia donde estaba Jimin, este rápidamente tomó una de las tantas revistas que se encontraban en la mesita de al lado, si existiera un doctorado en "disimular", Jimin sería todo un genio en él.

—¿Por qué estás leyendo eso al revés?

—¿Q-qué? Esto no está al revés.

—Eso está al revés, Jimin, en fin, vamos.

—¿Vamos?

—¡Sí, ven! Todo saldrá bien. —Sin que ninguno de los dos lo notara, se dirigieron hacia la habitación que el secretario le dijo a Jungkook tomados de la mano, no hace falta aclararlo, porque es claro que, inconscientemente, buscaban el cariño del otro y el más mínimo contacto como lo era estrechar sus manos durante un par de segundos, era más que suficiente.

Jungkook dio dos golpes en la puerta y después de oír el "¡Pase!", fue que la abrió y, tanto el médico como Jungkook, mostraron un obvio entusiasmo al verse, mientras que Jimin, por su parte, aún seguía sin entender por qué estaban ahí y no en su casa.

—¡Buen día, doctor Kim! ¡Tiempo sin verlo!

—¡Jungkook! Realmente me sorprendió tu mensaje, no entendía tu repentino cambio debido a que ahora utilizas lentes de contacto, no hasta que me contaste de él. —Hizo énfasis en "él" señalando a Jimin, quien dirigía su mirada a ambas personas, principalmente a Jungkook en busca de una explicación de lo que estaba ocurriendo en ese instante.

—¿A mí?

—Mi nombre es Kim Yohan, oculista de Jungkook y también quien diseñó sus anteojos, es un gusto conocerlo, Jimin. —El joven observó a Jungkook con sorpresa, el pelinegro notó el brillo lleno de ilusión que se formó en sus ojos, mismo que hizo que le sea imposible no sonreír.

—Te dije que te gustaría. —Remarcó, no sin antes guiñarle un ojo, acción que rápidamente provocó que las mejillas de Jimin se sonrojaran, por lo tanto, para escapar de aquella situación, decidió sentarse de una vez ya que, probablemente, sufriría de un ataque de emoción en ese preciso instante.

—Bien, siéntanse cómodos de tomar asiento y cuénteme todo lo que ocurre con su vista.

Los presentes allí se sentaron, Jimin, por supuesto, tenía demasiadas cosas que contar acerca de su vista y que preguntar, pues el oculista al que lo había llevado su padre no era tan atento como lo es Kim Yohan y eso podía descifrarlo a la perfección.

—Pues, mi problema no es cuando debo observar algo cerca, puedo hacer mis tareas y ver a las personas que me rodean, el problema es cuando la distancia es lejana, prácticamente es como si mi visión se nublara completamente y, aunque haga un esfuerzo inmenso en ver, no puedo.

—Aunque se esfuerce, Park, no lograra ver correctamente, no sin unos anteojos que lo ayuden. Claramente puede tratarse de un caso de miopía avanzada, pero, para descartar otras cosas, deberé hacerte unos estudios rápidos, para saber cuánta es la graduación que tus anteojos necesitan con exactitud.

—¡De acuerdo!

El sonrojo en las mejillas de Jimin era sutil, pero notorio y es que, no recordaba cuándo había sido la última vez que alguien hizo algo tan tierno para él, la realidad era que, por más que se esforzara en ocultarlo, era imposible.

—¡Tenía unos anteojos preparados con la graduación que necesitaba! ¿Puedes creerlo? Es decir, nunca creí que las coincidencias serían tan geniales... aghgg no sabes lo genial que es esto, puedo ver absolutamente todo, woahh... incluso son mejores que los que solía tener.

Si a Jungkook le dirían en el pasado que, a día de hoy, vería a Jimin actuar de ese modo no haría más que reírse en la cara de esa persona, pero lo que, tanto Jungkook como Jimin principalmente, no habían notado es que, pese a ser compañeros durante años, no conocían al otro por cómo es realmente, pero no era una suposición o una broma, Jimin realmente sonreía de ese modo... de verdad estaba feliz.

—Me alegra saber que te gustaron, aunque cuando llegues a casa no olvides quitártelos, no quiero que tu padre te vuelva a hacer daño.

—Agh él no importa ahora, lo haré sí, pero no dejaré que me arruine esto tampoco ¡Gracias, Jungkookie! —Jungkook no se esperó a que Jimin saltara a sus brazos y lo abrazara con tanta fuerza, pero lo que mayormente lo sorprendió fue ese apodo.

Jungkookie.

A lo largo de su vida escuchó a múltiples personas llamarlo de esa manera, pero nunca pensó que oírlo provenir de Jimin se escucharía de una manera tan agradable ante sus oídos, incluso sintió su corazón acelerarse a un ritmo algo acelerado, mientras que, por otro lado, a Jimin no le importaba que las personas que pasaban por ahí los observaran. Estaba demasiado feliz y conmovido como para prestar atención a ello, ambos jóvenes rieron debido a que, de a poco, Jimin comenzaba a caerse, por lo tanto dejó de rodear la cintura de Jungkook con ambas piernas y se puso de pie nuevamente separándose del abrazo.

—Ahora sí ¿Vamos a mi casa?

—¡Sí!






🌟

La amistad de mis papás cada vez es más cercana, mi corazon jikuko no puede con tanto😭

Necesito darle un abrazo a cada personaje de este fic y protegerlos de todo mal basta 😔

Menos a Eunwoo y a Jihoon, son la definición de esto:

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