Capítulo II
"Rómpeme el corazón. Rómpemelo mil veces, si quieres. De todos modos sólo ha sido tuyo, desde el principio."
La Elegida, Kiera Class.
Luces, cámara, ¡acción!
"¡Jungkook es necesario que seas más expresivo!"
Si le preguntaran como fue que surgió su interés por la actuación, Jungkook dijera que lo sintió debido a la admiración que generó cuando observó trabajar a los actores famosos de su país.
Respuesta, que podría endulzar y complacer a los comentaristas de revistas y programas a los que asiste. Pero si le preguntan a él, a Jungkook, no a Jeon Jungkook, la estrella en ascenso de Corea, en el mundo de la actuación. Él, respondería que su amor nació de su alma, dicho sea ese amor todavía no puede explicar, porque su vocación fue innata. Nació con esa luz, su talento no fue adquirido por educación ni por experiencia. No fue mediante algo que lo conmovió, ni que marcó su vida, lo sintió en él, como parte de su vivir.
Sucede que si enunciaba con tanto orgullo la lozanía de su talento natural, posiblemente lo tacharían de engreído y de adulador.
Oh, pero es que era tan bueno.
"¡¡Jungkook te juro que tendré un orgasmo visual!! Eso me gusta chico, míralo con esos ojos hermosos llenos de seducción. ¡Más pasión! ¡Eres un príncipe vampiro pidiéndole matrimonio al hombre que ama!"
Y seguramente ese era el único sentimiento que no podía expresar correctamente. Porque amor sentía, el afecto indeleble que profesaba por sus padres y el amor fraternal que sentía por sus amigos. Pero amar a alguien... Esa situación era diferente.
Jungkook no había sentido en su vida aquella pasión desmesurada inspirada por algún hombre o mujer, el deseo devoto e incontrolado por ver a una persona, un himeneo de emoción, una lluvia de euforia poblándose en su estómago. Las ansias de besar, tocar o simplemente acariciar el dorso de una mano, el deseo de amar.
"Hyung, ¿a qué hora termina el rodaje?" Preguntó por segunda vez.
Precisamente sería una ley de vida para el hombre, la realidad, de que somos los últimos en percibir la autenticidad de las cosas.
"Jungkook debemos estar en camino a nuestro Hotel a las ocho y media" Respondió Seokjin, viendo los ojos del aludido ampliarse en una expresión incrédula.
"Hyung, ¿no existe la posibilidad de terminar por hoy más temprano?"
"Por hoy no Kookie, es necesario estar hasta las ocho, porque se precisa grabar la escena de los fuegos artificiales" Informó el mánager, contemplando como el semblante usualmente optimista de Jungkook se dibujaba con colores atenuantes de tristeza. Un gesto no muy común en el artista, debido a su carácter ufano.
Menester mencionar que era la primera vez que el mayor lo veía así, tan desilusionado.
"Trataré Kookie" Aseguró con una sonrisa adorando volver a ver aquellos ónix brillar. "¿Dime que hyung no hace por ti?" Preguntó dulcemente mientras llevaba su mano hacia aquel sedoso cabello para acariciarlo con cariño.
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¿Nervios? No eran nervios, con su trabajo no podía ser una persona nerviosa, ¿ansiedad? Menos que menos, muchas vidas dependían de él, de su serenidad.
Joder, entonces, ¿Qué era?
Preso en mil dilemas y preocupado por la creciente incertudimbre que no le dejaba meditar, se encontra Kim Taehyung frente al Guy Savoy balanceándose con sus pies de adelante hacia atrás, en un acto que no disimulaba para nada su creciente nerviosismo.
Su reloj anunciaba cansado que eran las ocho y cuarto de la noche, recordándole por enésima vez que Jungkook no había llegado todavía, y que posiblemente no tenía una hora para llegar.
Se permitió tener más paciencia y esperar un poquito más, la causa de la espera valiendo en demasía todo tipo de esfuerzo. Pero ni el clima quería contribuir con su postura tenaz. Hacía tanto frío, sus manos se mantenían resguardadas dentro de los bolsillos de su saco para aliviarlas del tiempo gélido. La temperatura aludía sin reparos que estaban a finales de diciembre, sus mejillas y nariz se encontraban muy rojas, podía sentir la frigidez expandirse por sus músculos.
Maldijo por dentro para sí mismo, cuando se encontró nuevamente arrepentido por no haber tomado su bufanda en una noche tan fría. Pero las circunstancias lo llevaron a descuidar su salud para darse a contemplar como un hombre apuesto, a su dulce manera quería verse muy guapo, el traje Louis Vuitton negro y rojo que portaba lo confirmaba.
Su deseo en gran parte era impresionar a un bonito señorito que con solo una mirada tímida y una suave palabra lo tenía deslumbrado.
Ese día se sentía muy seguro de sí mismo y de su aspecto, en verdad se esmeró mucho en su vestimemta. Acomodó sus cabellos de tal manera en la que se expusiera su frente, escogió con diligencia su indumentaria y hasta se maquilló poquito en sus ojos.
Dio un último vistazo a su reloj observando con pesar que eran las ocho y veinticinco. Suspiró para sus adentros algo angustiado y sin ánimos de negar, muy decepcionado, comprendía que en todos los casos la atracción no puede ser siempre recíproca. Él no estaba molesto con Jungkook, desde temprana edad aprendió a respetar las decisiones ajenas. Solo se sentía un poco triste e irremediablemente solo.
Estaba a un metro de camino de la distancia que tenía con su auto. Finalmente había decidido dirigirse a su hotel para descansar, cuando un grito en forma de su nombre llegó a sus oídos.
"¡Taehyung!"
El aludido giró su rostro para encontrar a un Jungkook que se dirigía hacia él corriendo y Taehyung no podía creer lo que sus ojos veían.
"Pareces un príncipe" Murmuró sin filtro consiguiendo una expresión avergonzada por parte del otro.
Y definitivamente el piloto no esperó el fuerte abrazo que se le dio.
Jungkook se mantenía aferrado a su cuerpo con las manos enlazadas tras su cuello. Estaba tan asombrado que cuando reaccionó, solo pudo corresponder con torpeza el gesto, mientras llevaba sus manos a la cintura estrecha y la nariz al esbelto cuello para aspirar con discreción del placentero aroma.
"Lamento la hora Tae, estuve trabajando hasta tarde" Dijo Jungkook cuando finalmente se separó de él. No obstante las manos de Kim aún reposaban en la pequeña cintura.
"¿Esa es la razón por la que estás tan hermoso y majestuoso, vestido como un príncipe?" Interrogó el mayor con un brillo único en sus ojos, ocasionando en el otro una sonrisita tímida.
Jungkook bajó su cabeza en un vano intento, para que no se le viera el calor subiendo por sus mejillas. Mordiendo su labio inferior sonrió coqueto hacia el mayor, estirando su mano para tomar la del hombre que lo observaba con atención. Mismo que concedió su gesto con una sonrisa y estrelazó con suavidad sus dedos.
"Es porque soy un príncipe" Respondió, viendo la expresión asombrada en Taehyung, y se maldijo interiormente por su elección de palabras. "Digo, mi papel representa a un príncipe, un príncipe vampiro"
"Debería sentir miedo entonces" Inquirió Taehyung con tono grave. "No quiero que me hechice más con sus ojos de vampiro"
Jungkook olvidó como respirar.
"Qué dice Taehyung-ssi" Ya no sabía como ocultar el rubor de sus mejillas. "Lamento presentarme así vestido, pero es que apenas tuve una oportunidad salí corriendo en busca de un taxi que me trajera lo más rápido posible"
Sus ojos se dirigieron al rostro del piloto, y no procuró en su acción cuando llevo sus manos a las frías mejillas.
"Tae, estás congelado, vas a enfermar, debiste esperarme adentro" Le reprochó al mayor.
"Tenía miedo de que llegaras y no me encontraras. Y bueno no puedo negar que por un momento pensé que no ibas a venir, que no estabas interesado" El hombre se vio un poco afectado cuando enunció sus palabras.
"Tae" Intentó, pero su hablar fue detenido por una caricia en su mano.
"Entremos por favor"
•••
El interior del Guy Savoy era más que hermoso y elegante. Lo justo para un lugar de precio tan elevado. Jungkook amó en demasía el diseño interior del romántico lugar. Las paredes estaban adornadas por muchos espejos, el suelo formado por el más fino mármol, todo acompañado de la música de piano que acrecentaba el misterio y la pasión.
Una luz muy tenue iluminaba la oscura estancia, la luminiscencia de las velas acomodadas en las mesas siendo lo único que permitía la visión del lugar. Oh, pero cuando desvió sus ojos hacia el gran ventanal de cristal que tenía el sitio, comprendió la razón de la oscuridad en el mismo. La hermosa imagen nocturna de las calles de París que Jungkook contempló desde el gran ventanal, lo dejó totalmente embelesado en su lugar.
"¿Nunca habías tenido una vista tan sublime?" Le preguntó Taehyung justo sobre su oreja, su voz unos tonos más bajos, en exceso gruesa.
"No, es lo más hermoso que he visto" Respondió, estremeciéndose cuando las grandes manos del otro hicieron un recorrido desde sus caderas hasta su cintura apretando luego sobre esta. Mordió sus labios al sentir el fuerte pecho del hombre presionarse en su espalda. Y en efecto se sorprendió cuando Taehyung giró su cuerpo para enfrentarlo a uno de los grandes espejos. La silueta de su cuerpo siendo todo lo que tenía como reflejo.
"¿Estás seguro?" Le insistió aquel hombre, y un sonrojado Jungkook se obligó a recordar por enésima vez en ese día como se podía respirar.
"Messieurs, votre table est prête"
(Caballeros, su mesa está lista.)
"Après toi prince" Susurraron en su oído y el actor no necesitaba el significado de aquellas palabras para saber que estas podían hacerlo estremecer.
(Después de usted príncipe)
Una vez en su mesa, un caballeroso Taehyung arrastró una silla para que Jungkook tomara asiento. El cortés gesto complaciendo en abundancia al otro. El anfitrión tomó asiento en su lugar frente a él y le dedicó la más hermosa y seductora de las sonrisas.
"¿Cuál es la razón por la cual usted es tan hermoso? No sabía que podía verse más atractivo de lo que ya es. ¿Es un intento por impresionarme?" Preguntó el menor con picardía, admirando con una ladina sonrisa el sonrojo crecer en aquellas mejillas.
¿No que el capitán era muy atrevido?
Taehyung carraspeó, sus mejillas de un dulce bermellón cuando fijó sus almendrados ojos en los del actor.
"¿Funciona?" Preguntó en un susurro a un sonriente Jungkook. Mismo que alzó una de sus cejas, llevando una de sus manos a su mejilla, inclinándose con su gesto en la mesa hacia el mayor. Sus ojos fundidos en los de Taehyung.
"Eso lo veremos en el camino" Aseguró con algo de lozanía en su tono de voz.
"Excusez-vous, vous avez déjà décidé ce que vous allez souhaiter"
(Disculpen, ya decidieron que van a desear)
"Oui, Raclette, Ratatouille, Escargot, Moules Frites, Froie Gas. Oh, S'lil vous plaît apporter le meilleur vin de l'endroit"
(Sí, Raclette, Ratatouille, Escargot, Moules Frites, Froie Gas. Oh, por favor traiga el mejor vino del lugar.)
"Je reviens tout de souite avec votre commande"
(Enseguida le traigo su orden)
"Me tomé directamente el atrevimiento de ordenar sin preguntarle su opinión, porque consideré que nuevamente no se iba a poder decidir. Estoy seguro que estos platillos serán de su agrado, pedí una gran variedad de los platillos más famosos de París" Expresó maravillando sin saber al actor por su atención.
"No lo dudo Taehyung-ssi" Concedió con una pequeña sonrisa, mientras llevaba su mano a la de Taehyung para propiciar suaves caricias.
"¿Qué tal le fue en su trabajo Jungkook-ssi?" Taehyung entrelazó sus dedos.
"Dime Jungkook, olvidemos las formalidades"
Taehyung asintió complacido.
"Jungkook. ¿Cómo le fue en su trabajo?"
"¡Fue agotador! Me disculpo nuevamente por llegar tarde Taehyung. Incluso gracias a hyung pude llegar medianamente temprano, el consiguió que me dejaran salir antes de tiempo del set. La grabación estaba prevista hasta las ocho y media" La veracidad de las palabras de Jungkook era notable. Sus ojos lucían cansados.
"En efecto debe ser difícil la vida de un actor. ¿Tienes tiempo para ti en algún momento?" Cuestionó con voz interesada.
"El esfuerzo es demasiado pero no llega a ser tedioso porque estoy haciendo algo que amo" Dijo y Taehyung podía ver el orgullo crecer en su rostro.
"Me identifico nuevamente contigo. Suele ser agotador, en ocasiones me pierdo de celebraciones importantes de mi familia, pero la satisfacción de hacer lo que amo es tan grande, que no le doy tanta importancia a las cosas perdidas" Inquirió el piloto.
"Uh, ¿cuántos años tienes Tae? Yo tengo veinticinto, tú eres mi hyung, ¿no?"
"Soy tu hyung, soy mayor por cinco años"
"Permis"
(Permiso)
Un joven se acercó hacia ellos con la variedad de platillos y una botella de vino en un carrito.
"Merci"
(Gracias)
Los exquisitos platillos fueron dejados sobre la mesa. El mozo abrió la botella de vino y procedió a servir un poco en cada copa, les dedicó una reverencia seguido de un "disfruten" y siguió su camino.
"Hyung todo aquí se ve delicioso" Jungkook casi chilló cuando contempló con detenimiento las porciones de comida esparcidas por toda la mesa.
"El restaurante tiene tres estrellas Michelín y ahora puede presumir ser el mejor restaurante del mundo" Taehyung informó y Jungkook asintió a lo dicho asombrado. "Vas a adorar la comida bonito"
Y no se equivocaba, esta vez le tocó a él contemplar lo feliz que se veía Jungkook degustando los platillos.
"Tae, mi estilista me va a matar, después de esto voy a aumentar veinticinco libras" Exageró con las mejillas llenas.
"Solo conseguirás verte mejor. A parte no es para tanto. Come más, si mi madre estuviera aquí, ya estaría reprochándonos por no terminar la comida" Comentó Taehyung.
"Todas las madres hacen eso, mi madre es la primera que me incita a no cumplir con mis dietas. Cada vez que me ve se queja de mi peso. Y me cae a manotazos porque según ella estoy muy delgado"
Taehyung sonrió alegre.
"Eso debe ser divertido de ver"
"No es divertido que siendo mayor mi mamá aún me golpee" Jungkook reprochó, su boca formando un lindo puchero.
"¿Pero nunca te ha golpeado en serio, verdad?" Preguntó el mayor.
"No" Mencionó negando con su cabeza. "Solo ocasionales palmadas en el trasero cuando era muy hiperactivo. Mi madre decía que yo solía volverla loca con mucha facilidad"
"Los niños tienen sin duda mucha energía, pero yo adoraría que mi bebé fuera muy juguetón. Uno de mis sueños es ser un buen padre. Amo a los niños. Creo que seré un buen padre. Yo no pienso nunca levantarle la mano a mi hijo a no ser para infligirle una caricia, pienso que el golpe solo puede generar miedo en ellos. El miedo no hace el respeto, no quiero que mi niño me tema, quiero que seamos muy unidos y que el respeto sea mutuo" El tono esperanzado de esa voz, hizo a Jungkook suspirar encantado.
"Eres un gran hombre Tae. Estoy seguro de que serás un buen padre" Concedió, llevando una de sus manos a una de las mejillas de Taehyung, mismo que se sonrojó mientras sonreía tímido, llevando su vista a su comida.
Los sonidos claros y vibrantes de un instrumento musical llegó para endulzar sus oídos. Claro de Luna de Beethoven salió de las cuerdas percutidas del piano.
Taehyung se levantó suavemente de su asiento, con una sensual sonrisa establecida en su esculpido rostro. El mayor acomodó la parte superior de su traje y se acercó elegantemente a un Jungkook que mantenía la mirada fija en su rostro.
"Son altesse (su alteza), me permite esta pieza. Mon prince (mi príncipe)" Taehyung estiró una de sus manos hacia Jungkook.
"Oui (sí)" Afirmó Jungkook y el piloto sonrió encantado por su divertido acento francés.
Ambos de pie, sus cuerpos se unieron en la clásica postura de baile. Taehyung acomodó sus manos en las caderas de Jungkook, mismo que mantenía su cabeza descansando en el amplio pecho del otro y sus manos en el cuello del alto hombre.
Ambos hombres bailaban con gran parsimonia al ritmo de la suave melodía. Jungkook suspiró bajito cuando Taehyung deslizó las manos desde sus caderas hasta su espalda.
"Sería cansino reiterar lo hermoso que se encuentra el día de hoy mi príncipe" Le dijo con voz ronca en su oído, a la vez que dejaba un pequeño beso en la sien de Jungkook.
"Las hermosas palabras nunca están demás. Solo que yo me atrevería a decir que usted es más hermoso" El actor respondió coqueto, adorando la vibración en el pecho de Taehyung cuando carcajeó contento por sus palabras.
Se unieron en el íntimo danzar de sus cuerpos. Abrazados y sintiendo el calor del otro hasta que tristemente la música culminó. Poco después se dirigieron juntos tomados de las manos a sus asientos mientras sonreían.
"Definitivamente hoy ha sido una gran noche" Comentó Taehyung tomando un sorbo de su vino.
"Concuerdo, este día he estado muy feliz en su compañía, hace mucho no me sentía tan bien" Jungkook copió la acción de Taehyung al llevar la copa de vino a sus labios.
"Lo mismo para mí, hace mucho que no me sentía así con alguien" Confesó manteniendo la vista fija en el movimiento de la garganta del menor al tomar del dulce vino.
"Propongo un brindis Taehyung"
Jungkook alzó la copa con suavidad.
"¿Por qué quieres brindar?" Taehyung ladeó la cabeza mirando a Jungkook con interés.
"No sé, mmmh, brindemos por París y por las casualidades" Ofreció.
"Preferiría brindar por nosotros" Esa fue la respuesta de Taehyung dicha con astucia.
"¡Por nosotros!" Juntaron sus copas y procedieron a beber de su vino. Nunca separando sus ojos el uno del otro.
❞❀
"Jungkook dime la dirección del lugar en el que te hospedas"
Estaban en el auto de Taehyung luego de haber terminado con la cena. El mayor se había ofrecido a llevarlo a su hotel y él había accedido contento, quizás en un intento por aplazar más la cita.
"Me estoy quedando en The Península París" Le dijo, intrigándose con la expresión asombrada de el otro.
"¿Cómo es posible, que estemos hospedados en el mismo hotel y no nos hemos encontrado?" Cuestionó el piloto casi sonando como un berrinche.
Jungkook sonrió enternecido.
"Quizás, porque es muy grande Tae"
El transcurso del viaje fue ameno y divertido. Taehyung se mantenía sonriendo al escuchar a Jungkook cantar a todo pulmón las canciones que se reproducían en la radio. Era muy divertido como llevaba sus manos cerradas en un puño simulando un micrófono y como entonaba las notas.
"Tae, deten el auto" El aludido giró su rostro hacia Jungkook, para ver lo que este con tanta emoción le señalaba.
"¿Quieres ir nuevamente a los Jardines?" Cuestionó y quizás podría entender el entusiasmo del otro.
Como estaban cerca del día de fin de año, las calles se mantenían llenas de buena vibra, música y puestos de comida en cada rincón, cantantes y payasos presentándose en los parques.
"Creo que es muy temprano para que culmine la noche" Comentó el menor y el piloto solo pudo asentir más que de acuerdo.
Cumpliendo el pedido del actor, Taehyung estacionó el auto en un lugar seguro. Se bajó del coche y corrió para abrirle la puerta a Jungkook.
"Gracias cariño" Correspondió Jeon, compensando al mayor con una bonita sonrisa.
"Para servirle mi príncipe"
"¿Hasta cuando vas a seguir con eso?" Jungkook preguntó en un falso reproche recibiendo como respuesta un encogimiemtos de hombros más una cuadrada sonrisa.
Sentados en una banca, ambos hombres comían de un algodón de azúcar, cortesía de Jungkook. Mismo que se ofreció a comprar dos, pero el mayor declinó argumentando que con uno sería más que suficiente para los dos. Taehyung era sin duda astuto, porque Jungkook debía alimentarlo llevando pedacitos de la golosina a su boca.
"Le seigneur n'aime pas une fluer pou sa bien-aimée"
(Señor no gusta de una flor para su amado)
Un anciano se había acercado hacia ellos con una canasta llenas flores.
Taehyung lo había visto ofreciendo flores a todas las parejas de enamorados que estaban en el lugar.
"Il n'est pas mon bien-aimé, mais avec un peu de chance ce sera peut-être le cas. Pouves-vous me donner une rose rouge"
(No es mi amado, pero con un poco de suerte quizás lo será. Puede darme la rosa roja)
"Soyez juste patient, conquérez-le patiemment et ce sera le vôtre. Les meilleurs couples naissent dans la ville de l'amour"
(Solo tenga paciencia, conquístelo pacientemente y será suyo. En la ciudad del amor nacen las mejores parejas)
"Il en sera ainsi. Merci monsieur, bonne nuit"
(Así será. Gracias señor, tenga una buena noche)
Jungkook observó con confusión a Taehyung recibir una rosa del señor. El hombre mayor lo observó con un brillo encantador en sus ojos y no pudo evitar sentirse atrapado por esa mirada. Kim Taehyung era demasiado sublime.
"Para usted señorito" Tales palabras ocasionaron un fuerte sonrojo en sus mejillas. Jungkook se acercó al cuerpo del mayor y lo abrazó con cariño. Taehyung correspondió al gesto con alegría encerrándolo entre sus brazos y besando con suavidad su frente.
"Tae dime algo irrelevante de tu persona" Murmuró con una voz pequeñita.
"Quisiera saber el número concreto de las estrellas. Prometo un día en mi avión ir rumbo hacia ellas y contarlas una por una"
Taehyung sonrió y Jungkook correspondió su gesto.
"Tae eres tan inusual. Sabes, una vez conocí a una persona, que me dijo que cuando observaba el mar fijamente, llegaba un momento en el que sentía que éste se ponía de cabeza. En el momento en el que me lo dijo, lo miré con confusión y no entendí lo que quiso decir, hoy en día aún no lo comprendo. Lo único que si puedo sacar de esto, es que no es posible que el mar se ponga al revés, pero más imposible para mí era perder la cabeza por alguien. Y lo estoy sintiendo contigo y esto me asusta, porque no podemos pretender que esta mágica noche dure para siempre"
Taehyung llevó un dedo a sus labios para detener su hablar, Jungkook dirigió sus humedecidos ojos a los del mayor perdiéndose en la galaxia de su mirada.
Sentía ese miedo de perder lo que nunca había tenido, la incertidumbre de un quizás y el pánico al mañana. Jungkook no creía que ese tipo de pasión era para él, esos sentimientos que nacen por alguien que acabas de conocer, ¿cómo era posible? Que miró a los ojos de un desconocido y deseó hablar de amor a primera vista. Que escuchó su voz y pensó que era el sonido más hermoso e inolvidable que había escuchado, que con simples palabras su mundo terminó derrumbado, que con una sonrisa su corazón latió desesperado.
"Todo a su tiempo cariño. Yo estoy desconcertado con mis sentimientos por igual" Taehyung acarició su cabello mientras hablaba. "Por hoy no pensemos tanto las cosas, actuemos según dicte nuestro corazón, nunca vayas en contra de tus sentimientos. Todo estará bien"
Se mantuvieron en su cálido abrazo observabando a los niños correr y jugar por todo el lugar, las parejas abrazadas mientras caminaban de la mano, muchas otras compartiendo un beso, otras simplemente disfrutando de la música.
"Tae, sabes que le falta a nuestra cita" Mencionó de pronto el menor, rompiendo con alegría en su tono de voz el cómodo silencio.
"Ilumíneme Jungkook-ssi"
"Un pote de helado" Casi chilló cuando comentó su idea.
"Tú debes estar bromeando, con el frío que hace" Inquirió el mayor ganándose un puchero y ojitos por el otro. "Tú ganas" Casi gruñó llevando su mano al bolsillo de su pantalón para sacar su cartera, ofreciéndocela a Jungkook.
"Tae no es necesario" Insistió enseguida negando con su cabeza.
Taehyung dejó su cartera sobre su mano mientras sonreía.
"Insisto, creí ver un puesto de helado a solo unos metros, ve con cuidado, te espero aquí preparándome para sufrir de una hipotermia"
Jungkook golpeó su hombro con una dulce sonrisa.
"Que exagerado Tae, yo vi el puesto, solo me va a tomar cinco minutos. Ya vuelvo"
Cuando Jungkook finalmente encontró el puesto se acercó emocionado. Abrió la cartera del mayor para tomar el efectivo y no pudo evitar ver su tarjeta de identificación. Acarició con su pulgar el bonito rostro y leyó curioso sus datos.
Kim Taehyung.
Corea del Sur, Daegu.
Fecha de nacimiento: 30 de diciembre de 1991.
Jungkook se dio cuenta asombrado de que precisamente ese día era el cumpleaños del mayor. Llevó su vista rápidamente hacia su reloj y observó la hora, 11:45 p.m. Si hubiese sabido que era el cumpleaños de Taehyung mínimo lo hubiera felicitado. Desplazó su vista por el lugar en busca de algo que pudiera regalarle. Sonriendo emocionado cuando encontró algo que lo convenció.
Taehyung se mantenía preocupado en su lugar, habían pasado diez minutos desde que Jungkook se había ido y no tenía rastros de él todavía. Chequeó la hora en su reloj y vio que eran las 11:55 p.m, casi terminaba su cumpleaños. Pero lejos de sentirse triste o solo, como normalmente eran sus sentimientos ese día, se sintió pleno y feliz. En efecto todo debido a la compañía de Jungkook.
Jeon Jungkook.
No habían pasado ni tres días desde que se conocieron y Taehyung ya afirmaba que se sentía encantado con el joven, le gustaba mucho el actor. Lo bonito de su sonrisa, el tierno sonrojo en sus mejillas, el astrífero que eran sus ojos negros, embelesado hasta con su forma de hablar.
Taehyung afirmaba estar en graves problemas.
¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños Taehyung-nie! ¡Feliz cumpleaños a ti!
Sus ojos ardieron cuando aquella dulce voz entonó con euritmia aquella canción. Taehyung giró su rostro hacia el sonido melifluo reprimiendo las ganas de llorar como un niño pequeño, cuando vio a Jungkook sostener un pequeño pastel de fresa con una velita encendida en el centro.
¿Y por qué tenía que ser él? ¿Por qué lo hacía sentirse así? ¿Cómo explicar la devoción de sus actos? La idea de ese amor le haría temer y olvidar todo lo que había perdido, acostumbrado a estar solo con su soledad, esta nunca pareció molestarle, hasta que apareció ese chico lleno de entusiasmo y colores, pintando todo lo que debía ser gris.
"¿Cómo lo supiste?" Preguntó muy conmovido. Taehyung llevó sus manos a sus ojos para secarlos discretamente.
"Sopla las velas TaeTae y pide un deseo" Solo eso le dijo, y él cumplió con lo pedido.
"¿Qué pediste Tae?" El de grandes ojos cuestionó sentándose a su lado.
"Algo que solo tú puedes cumplir"
La mirada del hombre mayor expresaba un sinfín de secretos y deseos reprimidos, sus iris enamorados del botón de rosa que tenía por labios el hombre a su lado. Sus propios belfos anhelando los contrarios ilusionados.
"¿Y qué es Tae?" Preguntó con la confusión brillando en sus orbes.
"Un beso" Susurró, sus ojos admirando los rojizos labios. "Mi deseo es que me beses Jungkook"
No tuvo que decirlo dos veces.
Jungkook acomodó el pastel cuidadosamente sobre sus muslos, y cubrió su boca con la del otro. Sus labios se unieron con una parsimonia increíble.
Taehyung tenía sus ojos abiertos cuando empezó el sorpresivo beso, se sonrojó mientras correspondía torpemente el contacto y cerraba sus ojos.
Jungkook sonrió en su boca al sentir su nerviosismo pero luego lo besó con más entrega y cariño.
Taehyung acarició las níveas mejillas mientras ladeaba la cabeza en busca de mayor profundidad, aprovechando cuando con un gemido, Jungkook abrió su dulce boca, para adentrar su lengua y explorar su sabor en la húmeda cavidad. Y lo sintió como caramelo, más dulce que la taumatina, se derritió en el sabor de esos belfos y chupó con excedencia del grueso labio inferior de Jungkook, entregándose a ese ansiado beso como si su vida dependiera de ello.
Y solo se separaron por el ruidoso sonido de los fuegos artificiales que irradiaron en el cielo para indicar que eran las doce de la noche, y que finalmente llegaba el último día del año.
Disfrutaron juntos del espectáculo con grandes sonrisas dirigidas al cielo y luego compartieron tímidamente un pequeño beso para disponerse a compartir el pastel.
"Estoy muy feliz, Jungkook. Gracias por todo. Fui afortunado al conocerte"
Taehyung besó con cariño una mejilla de Jungkook y llenó sus pulmones de su aroma.
"Eso solo lo puedo decir yo" El menor tomó con una pequeña cuchara un trozo de pastel y lo llevó a los labios de Taehyung.
"Como tú digas" Concedió el mayor acariciando los tersos labios del actor. "Definitivamente el mejor regalo de cumpleaños a tu lado"
Las palabras sobraron cuando sus ojos incidieron y sus labios recordaron lo grato de su primer encuentro, el deseo fue recíproco, cuando se inclinaron para compartir otro beso decididos a perder la cabeza entre la pasión y los sentimientos desbordados en cada movimiento de sus labios.
"Jungkook creo que vendría siendo la hora de encaminarnos a nuestro hotel, ya es demasiado tarde cariño"
Eran casi la una de la mañana y sentían el frío calándose en sus huesos. Jungkook hizo un puchero triste, pero debía ser responsable con su trabajo, no podía arriesgarse a enfermar.
"Estoy de acuerdo Tae"
❞❀
Caminaban juntos por los pasillos del hotel, conversando animados mientras iban aferrados de las manos, resultó incluso que eran hasta vecinos. Taehyung estaba en una habitación continúa a la suya.
"Llegamos" Anunció Taehyung.
"Sano y salvo señorito" Le dijo dejando un pequeño besito en sus labios. "Nos vemos mañana cariño"
"Nos vemos mañana Tae" Correspondió con una bonita sonrisa.
Y justo cuando Taehyung estaba al punto de entrar a su habitación para descansar, una voz tímida detuvo su paso.
"Taehyung... ¿No te gustaría pasar a mi habitación para recoger tu libro?"
♡
Mi escena favorita de este capítulo es la parte en la que ambos protagonistas piensan sobre sus sentimientos, sobre el amor a primera vista. ¿Cuál fue tu parte favorita? 🥰
m'cridhe
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