🍷𝟏𝟑🍷
Los presentes estaban en la sala de Hyukjae totalmente sorprendidos, no se esperaban en lo absoluto que hubiera alguien más espiando al lobo y mucho menos que no solo perseguían a una persona, sino a más de una.
La situación cada vez se tornaba más complicada y era difícil seguirle el hilo a la investigación, más cuando las debilidades de los vampiros eran conocidas por este grupo de personas misterioso.
Principalmente Hyukjae era el presente más aterrado, pese a su naturaleza como lobo puro, temía bastante por su propia seguridad, no quería ser uno más de aquellos que eran encontrados sin sangre en sus cuerpos, no quería sufrir la misma tragedia que su difunto amado, Siwon, en su lugar, quería vengarlo, como diera lugar.
Antes de que Hyukjae pudiera formular su pregunta, se detuvo por un momento, limpiando las lágrimas que habían caído de sus ojos mientras estaba absorto en sus pensamientos. Luego, levantó la vista hacia los demás miembros del grupo, sus ojos inyectados en sangre evidenciando su preocupación.
—Hyuk, no dejaremos que nada malo te ocurra. —intervino Namjoon— Nos aseguraremos de que estés bajo buenas manos y bien cuidado, no podemos permitir que nadie más muera.
—¿Realmente no se han puesto a pensar en que puede existir una intención aún más oscura detrás de todo esto? —preguntó Hyukjae, suspirando y mirando al vacío.
Los demás miembros intercambiaron miradas preocupadas, sabiendo que la pregunta de Hyukjae era pertinente. Podía haber algo más grande y peligroso detrás de los asesinatos y la información que habían descubierto hasta ahora.
Namjoon tomó una profunda bocanada de aire antes de responder a la pregunta de Hyukjae. Observó a su compañero por unos segundos, tratando de encontrar las palabras adecuadas para calmarlo.
—Es posible, pero necesitamos más información y pruebas para confirmarlo. Seguiremos investigando y manteniéndonos alerta en todo momento. —dijo Namjoon, tratando de calmar a Hyukjae y al mismo tiempo tranquilizar al grupo.
Taehyung, quien estaba escuchando atentamente a la conversación.
—¿A qué te refieres? —preguntó Taehyung, quien desde que habían llegado al lugar, estaba planteándose una posible teoría de lo que podría estar ocurriendo.
Hyukjae se limpió las lágrimas y trató de recuperar la compostura antes de hablar.
—En la antigüedad existía un libro de hechicería, uno que tenía hechizos muy peligrosos y oscuros, entre ellos, había uno que hablaba de una especie que sería capaz de llevar el mundo entero a su fin. —dijo Hyukjae con voz temblorosa.
El grupo se quedó en silencio, asimilando la información que Hyukjae había compartido. La tensión en el aire era palpable, nadie quería pensar en la posibilidad de que una fuerza tan maligna pudiera existir y tener en sus manos el destino del mundo.
—¿No hablamos de solo Seúl sino de, el mundo? ¿De tanta magnitud hablamos?
—Hasta donde sé por leyendas, el libro hablaba de un sacrificio de sangre, uno que mediante este, a la persona le otorgaría un poder único, capaz de ser una criatura indestructible, Jimin.
—No puede ser.... esto no puede ser real.
Jimin frunció el ceño al escuchar a Taehyung y preguntó:
—¿Qué quieres decir Taehyung?
Taehyung frunció el ceño mientras sus ojos se clavaban en el suelo. Un pesar profundo se reflejaba en su rostro, como si acabara de recordar algo doloroso. El silencio se hizo pesado en la habitación mientras Taehyung parecía luchar internamente antes de hablar.
Finalmente, su voz sonó firme pero con un tono de tristeza que no pasó desapercibido:
—Hace unos siglos atrás, cuando Jungkook me salvó... fue de un grupo de personas raras, ellos fueron los que me transformaron en vampiro, decían que necesitaban de sangre vampírica para completar un sacrificio.... ¿Y si estuviéramos hablando del mismo sacrificio en la actualidad? —dijo Taehyung, preocupado.
—Taehyung, esas eran personas si bien eran hechizeros, tambien eran humanos. Humanos que tenían acceso a la sangre de cualquier criatura, eran una especie de secta extraña, pero todos deben estar muertos... a no ser que... —respondió Yoongi, pensativo.
—Su legado se haya extendido a lo largo de los siglos. —completó Taehyung, su tono de voz reflejando la tristeza y el peso de la situación.
Jungkook frunció el ceño, tratando de atar todos los cabos sueltos que había en su mente. Algo no encajaba, sentía que había algo más detrás de todo lo que estaban viviendo en ese momento. Finalmente, después de unos segundos de reflexión, se aseguró de que tenía una idea clara de lo que tenían que hacer.
—No quedará de otra que investigar sobre ese ritual. Y Yugyeom, quédate aquí, llama a más gente para que protejan los alrededores de la casa, nadie entra ni sale hasta que nos aseguremos de que el perímetro es seguro —dijo Jungkook con determinación en su voz.
—¿Y qué hay de nosotros, Jungkook? —preguntó Yoongi, preocupado no solo por su seguridad, sino por la de Taehyung.
—Debemos irnos del hotel, estas personas saben quiénes somos y podrían localizarnos, no podemos correr el riesgo de que descubran nuestro rastro. —respondió Jungkook, sabiendo que no había tiempo que perder.
Con una determinación en sus ojos, se preparó para enfrentar lo que sea que viniera por delante. Sabían que el peligro acechaba en cada esquina, pero estaban decididos a descubrir la verdad y protegerse a sí mismos y a sus seres queridos.
Taehyung terminó de armar sus bolsos con una velocidad inusual, y Yoongi lo observaba con preocupación desde su cama. Hacía siglos que no hablaban de ese tema debido a la sensibilidad que Taehyung sentía hacia su condición de vampiro. A pesar de que los años habían pasado, los recuerdos seguían siendo vívidos y dolorosos, y cualquier mención al respecto hacía que Taehyung se sintiera vulnerable e incomprendido.
Justo cuando Yoongi quiso hablar, Taehyung volteó hacia él con una expresión seria en su rostro y le dijo:
—Tenemos que estar extremadamente alerta. Estas personas saben sobre nuestra sensibilidad al ajo, así que es posible que intenten usarlo en nuestra contra.
Yoongi abrió la boca para responder, pero Taehyung lo interrumpió con un tono firme y determinado:
—Sé lo que me dirás, pero yo... ¡Estoy bien en serio!
Yoongi lo miró por unos segundos, sintiendo la tensión y la angustia de Taehyung. No quería minimizar sus preocupaciones, pero también sabía que Taehyung era especialmente sensible a aquel recuerdo en especifico.
—Lo sé, Tae. No te preocupes, estaremos atentos a cualquier señal de peligro y nos protegeremos mutuamente.
Taehyung asintió, agradecido por la comprensión de Yoongi. De repente, las emociones lo abrumaron y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos. Yoongi se levantó de la cama y se acercó a él, abrazándolo con fuerza. Sintió las lágrimas de Taehyung deslizarse sobre sus mejillas y supo que no había nada que pudiera hacer para eliminar su dolor, pero estaba decidido a apoyarlo en todo lo que necesitara.
—Sé que tú no pediste ser un vampiro, que nunca quisiste serlo, y que esa parte de ti siempre te dolerá. No tengo muchos siglos de edad como tú, pero te conozco lo suficiente para saber cuando te sientes triste.
Taehyung se aferró a Yoongi con fuerza, agradecido por su apoyo y comprensión. Sabía que no estaba solo en esta lucha, y eso lo reconfortaba más de lo que podía expresar con palabras.
Taehyung se sorprendió al sentir los brazos de Yoongi rodeándolo en un abrazo. Por un momento, se dejó llevar por la calidez del gesto y dejó escapar el llanto contenido que había estado sosteniendo. Yoongi lo sostuvo fuerte, permitiéndole liberar todo lo que tenía guardado.
Después de unos minutos, Taehyung se separó del abrazo de Yoongi y respiró hondo, tratando de recuperar la compostura. Miró a Yoongi a los ojos, agradecido por su comprensión y apoyo.
—Gracias, Yoongi. Lo siento, no debería dejar que esto me afecte tanto.
—No tienes nada de qué disculparte, Taehyung. Todos tenemos nuestras debilidades y sensibilidades, es normal. Pero tienes razón, debemos estar alerta y cuidarnos mutuamente. No permitire que nada malo te suceda —dijo Yoongi con determinación.
Taehyung asintió, sintiéndose más tranquilo después de hablar con Yoongi. Sabía que podía contar con él y con el resto del grupo para protegerse mutuamente.
Por otro lado, Jimin estaba sentado en la sala, con la mente en blanco y la mirada fija en el suelo. No estaba seguro si debía informarle a Jongsuk sobre la posible amenaza que se cernía sobre ellos. Desconfiaba de todo el mundo, incluso de Jungkook, cuya marca en el cuello estaba empezando a desvanecerse. ¿Podía ser esa la razón de su falta de confianza? No sabía, estaba dentro de un mundo que desconocía por completo y eso generaba una frustración aún más grande.
De repente, Jungkook irrumpió en la sala, con una mirada seria en su rostro.
―Jungkook, necesito hablar contigo ―dijo Jimin en tono grave. Jungkook se puso en alerta, preguntándose qué había sucedido.
Jimin comenzó a hablar sobre cómo el asunto de la marca lo tenia cegado respecto a sus sentimientos y no podia dar un juicio justo y tampoco queria jugar con los de Jungkook, impidiéndole ver la realidad y confiar en los demás. Pero también dejó claro que, a pesar de su desconfianza, no podía dejarlos solos.
―La marca en tu cuello me tiene cegado, no puedo ver con claridad lo que siento y eso me hace dudar de todo. No quiero ser injusto contigo ni jugar con tus sentimientos, pero no sé si puedo confiar en ti por completo todavia, me cuesta mucho de por si confiar en la gente pero quisiera hacer el intento contigo y con los demas pero... necesito tiempo y, espacio. ―añadió Jimin.
Pues desde que llego, al convertirse había actuado de manera —según él— muy descarada con Jungkook, lo había besado y marcado sin siquiera conocerlo y hasta donde sabía gracias a Taehyung, las marcas eran algo muy íntimo, y no podia permitirse hacerle pasar algo así a Jungkook, no hasta que ordenara sus sentimientos y confianza hacia él y los que lo rodean.
Jungkook respiró hondo, asimilando las palabras de Jimin.
―Lo entiendo ―dijo finalmente, intentando tranquilizarlo. ―Entiendo cómo te sientes. Si necesitas espacio, lo tendrás, pero siempre estaré aquí para apoyarte y protegerte en lo que necesites, te debo un entrenamiento apropiado ¿Lo recuerdas?
Jimin asintió, agradecido por el apoyo de Jungkook. ―Lo sé ―respondió con una sonrisa leve. ―Pero necesitaba decírtelo, no puedo guardar esto solo para mí.
Jungkook asintió de nuevo, comprendiendo la postura de Jimin.
―No mezclaremos las cosas debido a la marca, pero siempre estaré aquí para ayudarte en lo que necesites, al fin y al cabo seguimos siendo compañeros y estamos investigando la misma causa ¿Verdad?
Jimin suspiró aliviado al escuchar las palabras de Jungkook. Después de todo, encontraba un poco de consuelo en la idea de tener a Jungkook a su lado. La desconfianza seguía latente, pero al menos ya no se sentía tan solo. Miró a Jungkook a los ojos, agradecido por su presencia y su disposición a ayudar. Sabía que aún tenían un camino difícil por delante, pero sentía que podían superarlo juntos.
En la cena, la tensión era palpable mientras discutían su plan de acción para mantenerse a salvo. Jungkook, con su rostro serio, tomó la palabra y anunció su propuesta con determinación:
―Partiremos al amanecer hacia un lugar seguro dentro de Gyeonggi. Un lugar que no sea un hotel donde cualquier persona pueda tener acceso.
La preocupación se reflejó en la cara de Taehyung mientras preguntaba con inquietud:
―¿Cómo llegaremos allí? ¿No podemos usar nuestros coches, verdad?
Jungkook negó con la cabeza y respondió con firmeza:
―No, eso sería muy peligroso. Encontraremos una manera de llegar allí sin llamar la atención.
Jimin, sin embargo, permaneció en silencio durante la discusión, abrumado por la incertidumbre de lo que estaba por venir. No sabía cómo se sentiría estar en un lugar nuevo, especialmente después de lo que había sucedido en el hotel. Pero sabía que no podían quedarse en un solo lugar por mucho tiempo.
Finalmente, tomó el coraje para hacer la pregunta que estaba en la mente de todos:
―¿Qué pasa con la seguridad? ¿Cómo sabremos que estamos a salvo?
Jungkook, sabiendo que era una preocupación legítima, respondió con seguridad:
―Nos aseguraremos de que el lugar esté bien protegido. Tendremos que hacer algunos arreglos, pero haremos lo que sea necesario para estar seguros, Namjoon y yo estaremos constantemente en contacto con Yugyeom para asegurarnos que Hyukjae este protegido también.
Después de una cena tensa y silenciosa, Namjoon llamó a Jungkook para hablar en privado en su despacho. Jungkook entró y se sentó frente al escritorio mientras Namjoon se acomodaba en su silla.
Namjoon rompió el silencio:
―Cuéntame, ¿han descubierto algo más aparte de lo de Siwon?
Jungkook asintió.
―En primer lugar, descubrimos que Tzuyu era una licántropo. Dong Wook, el oficial que entrevistó a Jimin, era cercano a ella, pero en una luna llena ella intentó matarlo y alguien la asesinó.
Namjoon frunció el ceño.
―¿No saben quién fue?
―Dong Wook no sabía el nombre del asesino, pero dijo que un hombre encapuchado con colmillos y aliento horrible lo amenazó. Le dijo que sería capaz de acabar con cualquier criatura que le molestara, y le pidió que se deshiciera de Tzuyu.
Namjoon pensó en silencio por un momento.
―Puede que estemos dando con nuestro asesino, ya que si mencionó que es capaz de acabar con cualquier criatura, entonces debe tener relación con los demás, no solo con Tzuyu. Aunque no lo parezca, estamos más cerca, no debemos darnos por vencidos, no todavia.
Jungkook sonrió satisfecho.
―¿Te pesa admitir que estamos avanzando gracias a Jimin?
Namjoon soltó su lapicera con la que estaba escribiendo y lo miró seriamente.
―Jungkook, ¿crees que lo hago a propósito?
Jungkook asintió con seguridad.
―Pues no, no es así. Detrás de todo hay un motivo y me temo que no debería contarte por qué irás y se lo contarás a Jimin. No quiero que cargues con el peso de tener que ocultarle algo. No soy ciego, sé que entre ustedes hay un vínculo y conexión especial, y no quiero que por malentendidos ustedes discutan.
Jungkook se quedó en silencio, sabía que Namjoon tenía razón, levantándose para salir del despacho, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros mientras reflexionaba sobre lo que Namjoon le había dicho ¿Qué estaba ocultando el cerebrito? Su cabeza dio vueltas al imaginar todas las numerosas posibilidades.
Conoce a Namjoon hace siglos y es imposible que él actúe de esa manera, no evade, sino que actúa.
Salio ahora si del despacho y se dirigio hacia el comedor, se encontro con Taehyung y Yoongi siendo igual de pegotes como siempre, por siglos fueron de esa forma y, por muy raro que parezca, nunca los vio pelear, parecen de otro mundo, pues nunca tienen conflictos ni diferencias que los aparten, por el contrario, sus diferencias parecen unirlos más.
Ya que Taehyung siempre fue un chico demasiado afectivo, su forma de agradecer al otro era con un abrazo de por medio, incluso el día que Jungkook lo conocio, le agradeció con un abrazo por haberle salvado la vida.
En cambio, Yoongi siempre fue un vampiro frío, él no se caracteriza por ser una persona que demostrara su afecto con palabras sino con acciones, pues al final del día, todos y cada uno de los miembros de la banda, sabian que si necesitaban a alguien que los escuchara, Yoongi estaría ahí y haría lo posible por buscar una solución a aquello que les genera algún conflicto.
Viéndolos juntos sonriendo y susurrandose noñerías en el sillón, Jungkook puede asegurar que son hechos el uno para el otro, pues como el dicho dice; los polos opuestos se atraen.
Era totalmente entendible de todas formas que Taehyung se sintiera deprimido pues, tuvo que recordar muchos eventos del pasado y prácticamente el momento de su muerte, no es sencillo.
―Oigan, tortolitos, disculpen que interrumpa su burbuja de amor y diabetes ¿Saben dónde está Jimin?
―El cachorro está en su habitación, Fósforo, dijo que debía informarle al padre lo que logramos averiguar, pero no estaba seguro de que debia hacer.
―Gracias Yoongi, no los molesto más.
―Jungkook, espera― Interrumpió Yoongi antes de que Jungkoook se dirigiera a la habitación de Jimin.
―¿Qué ocurre?
―Llámame loco y lo que quieras, pero el padre al que Jimin debe contarle todo lo que hace no me da buena espina, de por si las iglesias me dan escalofríos. En fin, Jimin es alguien que aún tiene una venda en sus ojos y es cuestión de tiempo para que caiga y en ese momento asegúrate de ser tú quien esté ahí para sostenerlo, porque es probable que caiga y necesite de alguien que lo sostenga en sus brazos y, créeme, ese alguien eres tú.
―Lo entiendo, Jimin no tenía idea alguna de que era un hombre lobo y estoy seguro de que el padre lo sabía, créeme lo tengo en la mira, gracias de todas formas por decirlo, Yoongi.
Me dirigí hacia la habitación de Jimin, aunque por supuesto, antes de entrar toque la puerta dos veces. Posteriormente de tener el permiso de Jimin para entrar, fue que abrí la puerta y me meti en la habitación.
―¿Qué estás haciendo? ―Jungkook se dirigió hacia el azabache, el cual se encontraba sentado en una silla con una laptop en el escritorio.
―Oh, nada, solo estaba preparando un informe sobre lo que averiguamos para el padre, él me pidió que viniera aquí para investigar así que debo mantenerlo al tanto sobre lo que descubrimos, pero siendote honesto, aun no estoy seguro de si debo enviar esto.
―Sí... ¿Sabes que la iglesia y los vampiros no tenemos la mejor relación?
―¡Por supuesto! ¿Acaso crees que yo me dedico a buscar flores con los vampiros?
―Amm está bien... yo solo vine a avisarte que te necesitaré más tarde en el gimnasio.
―¿Para?
―Jimin necesito entrenarte, creí habértelo dicho antes... se que dije que marcare distancia contigo para no confundir las cosas, pero pese a eso no debemos olvidar que debes aprender a protegerte.
―Pero, yo entrene practicamente toda mi vida ¿Es de suma necesidad?
―Pues sí, si bien entrenaste, pero estabas rodeado de humanos, los cuales de por sí tenían menos fuerza que tú y sus entrenamientos no eran tan fuertes. Esta vez estás tratando con criaturas sobrenaturales, Jimin. No será lo mismo.
―Entiendo, pues nos veremos ahí.
―No me falles, te esperaré ahí.
Jimin cambió sus ropas por otras más cómodas que Yoongi le había compartido, pues claro está que el azabache no había traído consigo ropa deportiva, únicamente tenía sus ropas negras que utilizaba generalmente al igual que sus guantes del mismo color y las prendas que había utilizado para ir al concierto.
Sonrió al ver su reflejo en el espejo y con aquel equipo deportivo negro, se dirigió hacia el gimnasio en el que Jungkook estaba esperándolo.
No iba a negar que parte de él estaba nervioso, pues, tal y como Jungkook había mencionado, este no se trataría de un entrenamiento común y corriente, las cosas serían diferentes y esta vez incluso podrían ser agotadoras y pesadas de verdad.
El azabache giro del picaporte de la puerta que conectaba al gimnasio y luego de entrar al mismo la cerro. Al voltearse y observar dentro se encontró con el pelirrojo, este no traía un equipo deportivo sino que en su lugar llevaba unas ropas negras sueltas.
―Aquí vine, Jungkook ¿Qué quieres enseñarme?
―Primero a lo primero ―Jungkook se acercó donde se encontraba Jimin de pie utilizando su velocidad vampírica, la cual por cierto provocó un leve viento y frío ―Necesito que me pegues con todas tus fuerzas.
―¿Ah?
―Lo que escuchas, necesito saber el nivel de fuerza que tienes. ―Jimin dudo por solo un segundo de tiempo, al siguiente aquellas dudas se esfumaron por el aire y sin que Jungkook pudiera verlo llegar, el puño de Jimin se estampó contra su rostro haciendo que su cuerpo se hiciera a un lado totalmente.
―¡Oh! Lo lamento ¿Fue demasiado fuerte? ―Jimin notó que el vampiro se mantenía con su cabeza hacia abajo, pero lo que menos esperaba era que el Jungkook se reincorporara y diera un fuerte cabezazo en su frente.
―El dolor también puede ser utilizado como distracción, Jimin. Nunca bajes la guardia, mantente siempre atento a los movimientos del otro, siempre buscará la manera de dar vuelta las cosas.
―Agh, creo que me has reiniciado el cerebro. ―Jimin dio leves masajes en su cien con sus dedos a lo que Jungkook río del chico, pues sí, verlo con su expresión sería y su ceño fruncido era motivo de risa para Jungkook.
―¿De qué te ríes rata con dos alas? ―Inclusive los insultos de Jimin eran graciosos para el vampiro, hizo su mayor intento de no volver a reír presionando sus labios, pero, claro está, que fracasó.
―L-lo siento es que, agh si te digo el motivo de mi risa me pegarías incluso más fuerte que antes. ―Respondió Jungkook entre risas, mientras que a la vez temía por su rostro aunque las heridas sanaran al instante, el dolor existía.
―Ahora deberás decirme.
―Es que cuando te enojas te ves bastante tierno. ―La línea que formaba la sonrisa de Jimin por un leve instante de tiempo había dejado de parecerle tierna y, en cambio, lo ternura se convirtió en miedo... miedo por su rostro.
―Heeey... no voy a pegarte. ―Jungkook se alivio al escuchar el cantito tierno de Jimin, el miedo parecía haberse hecho a un lado dejó que Jimin simplemente con sus manos acunara sus mejillas.
―¿De verdad? ―Ante el alivio total, la sonrisa tierna de Jimin desapareció al instante y por supuesto, las manos que acunaban su rostro lo abandonaron y todo pasó tan rápido que de un momento a otro sintió el fuerte puño de Jimin estampando el otro lado de su rostro con demasiada fuerza, tanta que fue capaz de tirarlo al suelo.
―¡Hey!
―¿Qué? Me dijiste que buscara la manera de dar vuelta las cosas, así que decidí endulzarte como distracción, logré hacerte bajar la guardia y me mantuve siempre atento a tus movimientos y comportamiento.
―Okey... si de algo me sirvio conocer tu fuerza es que tienes no formas bien el puño.
―¿Disculpa? ―Jungkook se levantó del suelo y se acercó a Jimin tomando la mano derecha del chico.
―El puño lo tienes que formar cerrando los dedos sobre la base de la palma de la mano tal como si los estuvieras enterrando en la misma ―Jungkook realizaba aquello que contaba mostrándole a Jimin con su mano derecha cómo debía colocarla― Cuando estos cuatro están cerrados se pliega el dedo pulgar, cubierto sobre las falanges de los dedos índice y corazón, manteniendo la contracción. El error que cometes es no utilizar los nudillos cuando vas a pegar, de por si tienes fuerza, claro está, pero lograrás aún más utilizando estos de aquí. ―Jungkook, con su dedo índice, recorrió los nudillos de la mano del Jimin.
Odiaba tener Jungkook tan cerca, mas aun que sus manos tocaran las suyas, el suave tacto del vampiro lo distraia y no queria distracciones, por lo tanto, borro de su mente cualquier idea que se hiciera presente.
―Hm, está bien, lo tendré en cuenta... no solía prestar atención a esos detalles.
―Y, por último, espero nunca vuelvas a tener que pegarme, como dije tienes mucha fuerza y siento que me has dado vuelta la existencia, Jimin.
―Yo, de verdad lo siento, no fue mi intenc-
Las palabras de Jimin se interrumpieron en cuanto los brazos del vampiro lo rodearon en un abrazo, generalmente las leyendas narraban que los vampiros eran criaturas frías que no poseían calor, pero Jungkook era la prueba viviente que eran puras mentiras.
―Está todo bien, de a poco estamos más cerca de acabar con aquel loco que anda suelto por ahí.
A Jimin le gustaba que las cosas fueran de ese modo, no quería apresurarse a tener algo con Jungkook, sino, conocerlo con más profundidad a medida que los días pasarán, así podía forjar esa confianza que todavía necesita hacia el vampiro, pero sus sentimientos eran tan nuevos, que necesitaba ordenarlos.
Posteriormente se dirigió hacia su habitación y armó un escrito con toda la información acumulada, no la enviaria a Jongsuk al menos, no todavia. La lucha contra los seres sobrenaturales nunca era fácil, pero con una planificación adecuada y la precaución necesaria, podrían salir victoriosos, pero a su vez, intentaba convencerse a sí mismo que Hoseok se encontraba bien, pues seguia sin saber sobre el.
Mientras que a unos kilómetros de distancia, exactamente en la ciudad de Busan, hace unos días atrás Hoseok sintió un pinchazo en la zona de su cuello antes de ingresar a su casa, sus ojos de a poco se cerraban mientras el líquido ingresaba en su organismo.
Hoseok, por mucho que intentó, no pudo mantener sus ojos abiertos, su cuerpo colapsó y perdió la conciencia por completo.
—¿De qué nos va a servir este? —Preguntó la mujer una vez guardó la jeringa.
—El jefe nos ordenó que debíamos hacer que pasara el ritual. No tenemos derecho a opinar solo a obedecer, así que intenta mantenerte callada y ajena a Jung Hoseok. —Respondió el hombre mientras otros dos se hacían cargo de llevar al pelicastaño a la camioneta.
Una vez logró despertar, sus ojos de a poco se abrían, su cabeza la cual estaba posicionada hacia abajo la levantó tratando de observar en donde se encontraba pero era una tarea demasiado complicada, con suerte lograba ver su alrededor iluminado por una cierta cantidad de velas que si bien le permitian no sentirse abrumado por una oscuridad absoluta, no le daba una pieza de que podria tratarse el lugar donde estaba.
Hizo ademán de levantarse pero unas cadenas lo mantenían atado a una silla y no solo sus manos, sino también sus pies estaban rodeados por cadenas, claro esta que Hoseok comenzó a desesperarse, por lo poco que se distinguía el lugar parecía ser algo similar a una cueva ¿Qué demonios estaba ocurriendo y por que estaba ahi?
—Jung Hoseok. —El mencionado sintió todo su cuerpo temblar, aquella persona era muy alta y de aspecto esbelto, tapaba su rostro con un barbijo dejando únicamente a descubrir sus ojos, detrás de la misma un par de personas lo rodeaban sin dejar a revelar sus rostros que tampoco servía de mucho, ya que si tenía la suerte de escapar de ese tenebroso sitio con vida, no podría levantar cargos contra los desconocidos puesto que no contaba con evidencia, rostros o nombres, solo tenía su experiencia que era probable que no la creyeran.
—¡¿Quién eres?! —Hoseok con desesperación tiraba de las cadenas de manera inútil, el hombre se acercaba y su inquietud aumentaba, todo en este era tenebroso tanto que su misma presencia generaba cierta incomodidad.
—No es algo que deberías saber, lo que si debes saber es que tu amigo Park Jimin esta ocultandote muchas cosas.
—¿Jimin? ¿De qué está hablando? No entiendo como es que nos conoce a mi y a mi mejor amigo pero sea lo que sea, debe tener una explicación y suponiendo que este ocultando algo, no veo el motivo para traerme aquí ¿Sabe?
—Pues convive con vampiros que matan a inocentes y mismos que te hipnotizaron para que olvides la verdad, cosa que tu mejor amigo como le dices permitió.
—¿De qu-
—Inicien el ritual, relájate, no dolerá. —Repentinamente aparecieron una gran cantidad de personas rodeando al pelicastaño, una vez la madera quemo su piel el dolor fue insoportable, aquellas personas lo sostenían evitando que pudiera moverse mientras que alguien callo sus gritos colocando una cinta en su boca.
Algo en él no volvería a ser igual.
🌟
Yo hace unos meses atrás: "voy a hacer todo lo posible para que un bloqueo como el que pase no se repita de nuevo"
*Also yo actualizando después de tres meses* 🥸
Agh, realmente si es que esperan actualizaciones a estas alturas no me queda más que decir ¡Gracias! Con todas las letras que acompañan a la palabra literalmente, no pretendo dar excusas pero con el inicio de la universidad y los bloqueos que experimente con esta historia logre atrasarme DEMASIADO A NIVELES QUE ODIO.
Así que si es que siguen ahí, les mando un fuerte abrazo y muchos cariños.
No pretendo abandonar esta historia, no hasta que la termine por completo, se los aseguro 💕
Por cierto también hay dos historias nuevas a las que pueden ir a darles amor (una es totalmente nueva y la otra la estpy resubiendo), una es "In a Midnight dream" y la otra "Butterfly "
¡Tengan lindo día bellezas! ♡♡
*actualización de Blood issues*
*los lectores*:
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