I can't stop thinking 'bout the first time, It's like you put a spell on me, oh no, no, no...

- Liam Payne.

No puedo dejar de pensar en la primera vez, es como si me hubieras hechizado, oh no, no, no...

『 ... 』

Una semana después.

La relación entre Harry y Louis estaba algo tensa, desde aquella vez ambos se sentían extraños y el rizado podría jurar que la tensión sexual que tenía por su amigo había aumentado considerablemente y sentía culpable de eso, demasiado, se sentía sucio, sabía que no debía de pensar de una manera sexual del que ha sido su mejor amigo por casi toda su vida, pero no podía evitarlo, cada vez que cerraba los ojos la imagen de Louis arrodillado ante él aparecía en su mente.

Y editar aquel video no fue nada fácil y mucho menos subirlo, le había costado tanto que tardó dos días en subirlo, por qué una parte de él no quería que nadie más viera a Louis en aquella situación, pero tenía que hacerlo, así que se armó de valor para publicarlo, aunque de lo que aún no se había armado valor era de ver cuantas vistas ha acomulado el video.

Por otra parte sabía que tenían que grabar otro video lo más antes posible, pero no se atrevía a decirle a Louis.

Cobarde.

Por su lado Louis no estaba mejor, muchas cosas cruzaban su mente, se sentía angustiado cada vez que salía a la calle, tenía miedo que alguien lo viera y estar en el departamento con Harry no era tan diferente, cada vez que miraba a su amigo el recuerdo de lo que hicieron hace unos días lo golpeaba y lo hacía desear esconderse lejos de la mirada de su amigo.

Aún se sentía avergonzado y un poco sucio.

Y aunque odiaba sentirse así, odiaba aún más la tensión incómoda que se había creado entre ellos, extrañaba sus conversaciones matutinas, donde bromeaban y reían, ahora no había nada de eso, solo unas cuantas palabras de cortesía y un silencio incómodo.

- Y... ¿Cómo va el trabajo Lou? - preguntó el rizado tratando de romper el silencio y la tensión.

- Bien, no hay muchas cosas interesantes en odontología. - respondió sin mirarlo.

- Oh, okay. - susurró el rizado.

Louis suspiro, estaba tan cansado de todo en ese momento.

- Y... ¿Tú cómo vas con... eso? - preguntó el castaño un poco incómodo, removiendose en su lugar.

- Bien, lo subí a ese unos días. - susurro. - Pero, ya sabes, tenemos que... grabar otro, lo antes posible. - dijo con la voz ronca, sin mirar a Louis, no se atrevía a mirarlo.

El castaño cerró los ojos y soltó un suspiro pesado.

- ¿Qué clase de video haremos? - preguntó.

- Con el que tú te sientas bien, no voy a obligarte a nada Lou, si ya no quieres hacerlo, lo entenderé.

"No se si quiero hacerlo", pensó.

- Hazz, tarde o temprano, tú y yo... ya sabes. - susurró, sin ser capaz de terminar su idea.

El rizado torció los labios, no sabía qué decir.

- Tal vez sea muy tonto, pero no quiero que nuestra primera vez sea grabada. - habló Louis de nuevo, esperando una respuesta de su amigo.

- ¿Quieres hacerlo por primera vez?. - preguntó torpemente el rizado.

- Si. - susurro el castaño.

- Bien, lo haremos. - dijo el rizado. - Y... ¿Cuándo sería?. - se atrevió a preguntar.

- No será hoy, yo... será cuando me sienta cómodo o dispuesto. - respondió.

- Si, claro. - aceptó el rizado.

- Bien. - sonrió Louis.

Ahora Harry no podía dejar de pensar en que él y Louis tendrían una primera vez sin cámaras, su corazón se aceleró de solo pensarlo.

『 ... 』

Don't wanna be friends, we tried it.
no quiero ser amigos, lo intentamos.

Varios días después.

Harry estaba en su habitación, tranquilo, hablando por mensajes con algunos de sus viejo amigos, nada interesante en realidad cuando la puerta de su habitación fue golpeada.

- Hazz, ¿Estás ocupado? - se escuchó la voz de Louis.

Los sentidos del rizado se pusieron en alerta.

- No. No. - negó nervioso apagando su celular.

- ¿Puedo pasar?. - pregunto.

- Claro. - respondió Harry sentándose en su cama, arreglando su cabello, para lucir bien.

La puerta de la habitación se abrió lentamente, dejando ver a un Louis muy nervioso y sonrojado.

- Creo, que hoy es el día. - susurró el castaño cerrando la puerta.

- ¿Qué? - dijo el rizado un poco desorientado.

- Ya sabes... tú y yo...

- ¡Oh ya! - interrumpió el rizado, entendiendo a lo que se refería su amigo.

Louis suspiro y camino hacia la cama de su amigo, con un poco de dificultad y nerviosismo.

- Creo que primero, debes animarte un poco. - susurró el castaño.

Harry miró su entrepierna y rió nervioso.

- Si, tienes razón.

- ¿Te ayudo?

- No, yo... ¿Por qué no te quitas primero la ropa?. Acuéstate. - dijo levantándose de la cama para dejar espacio al pequeño.

Louis asintió y comenzó a quitarse lentamente su ropa.

Harry por su parte sentía el corazón acelerado, sus manos sudaban, se sentía ridiculo, como todo un niño virgen.

- Hazz, puedo girarme de espaldas, si quieres pensar que soy alguien más o por si...

- No. - interrumpió de golpe. - No quiero imaginarme a nadie más. Solo tú, nadie más. - agregó sin despegar su mirada del castaño. - ¿O tú quieres pensar que soy alguien más? - cuestionó.

Louis sonrió.

- No, por supuesto que no. - negó el castaño. - Yo solo lo decía, por si acaso tú...

- Tranquilo. No quiero pensar en nadie que no seamos tú y yo en este momento. - volvió a interrumpir el rizado.

El castaño asintió una vez más y continuó en su labor de quitarse la ropa.

Harry comenzó a hacer lo mismo.

El rizado sintió casi ahogarse con su propia saliva al ver a Louis vistiendo lencería bajo sus jeans.

Louis abrió las piernas a disposición de Harry.

- Louis....

- Creí que ayudaría un poco. - explico. - ¿Quieres quitarla o lo hago yo?. - preguntó.

"Quiero hacerlo con ella puesta", pensó.

- Yo. - respondió Harry una vez que se quedó solo en boxers.

Louis cerró los ojos, tratando de mentalizarse para lo que iba a suceder a continuación, tratando de controlar su respiración.

Las manos grandes del rizado se colocaron en su cadera.

- Quiero ver como luce tu lindo trasero con ellas, girate. - ordenó Harry sin mirarlo.

Louis obedeció de inmediato, pegando su rostro al colchón, alzando un poco su trasero a disposición de Harry, apretando en puños sus manos en las sabanas.

El rizado casi soltó un jadeo al verlo.

Aquella tela negra de encaje se ajustaba a la perfección a cada curva fina del trasero del chico, su piel caramelo se veía aún más brillante y suave al tacto.

Harry soltó las caderas del castaño, para retirar sus boxers, sin dejar de mirar el cuerpo que estaba por poseer.

- Realmente te quedan muy bien. - susurró Harry volviendo su manos a las caderas del castaño.

El rizado pegó su entrepierna al trasero del castaño y comenzó a moverse, creando fricción entre ellos.

Louis soltaba leves jadeos por la sensación.

- Eres precioso. - susurró Harry inclinándose al rostro del castaño, cubriendo el cuerpo del pequeño con el suyo.

- Hazza, ya... - suplicó Louis, sintiéndose ansioso.

El rizado asintió, girando el cuerpo del castaño, para mirar su rostro.

- ¿Estás seguro? - susurró Harry colocando sus manos en la ropa interior de Louis.

- Si. Si. - murmuró en respuesta con los ojos cerrados.

El rizado pasó saliva y comenzó quitarle la lencería al castaño, despacio, sintiendo la suavidad de la piel bronceada del pequeño al paso, deleitándose con el brillo de esta.

Louis jadeo, mordiendo su labio inferior para retener los sonidos que querían salir de su boca.

- Joder - jadeó Harry al mirar la entrada dilatada del castaño. - ¿Te has preparado antes? - preguntó subiendo su mirada al rostro del chico.

- Si - susurró Louis un poco avergonzado.

Harry pasó una vez saliva, aún no podía creer lo que estaba por ocurrir, él realmente iba a tomar a su amigo.

El rizado estiró su mano, abriendo el cajón del pequeño mueble que tenía junto a su cama, tomando un poco de lubricante en su mano.

- Si te duele, puedes decirme. - susurró.

- Lo se - respondió Louis desviando su mirada de Harry, no se atrevía a mirarlo.

Harry pasó su mano por su erección, cubriendola de lubricante, jadeando a su propio toque, sintiéndose ansioso por entrar en Louis.

- ¿Listo? - preguntó alineándose a la entrada del castaño.

Louis sonrió, ni siquiera en un momento así Harry dejaba de ser lindo y cuidadoso con él.

- Estaré bien Hazz. - aseguró. - Hazlo. - susurro.

Harry asintió y con un poco de dificultad comenzó a entrar.

Louis curvó su espalda, sus manos se apretaron en puños en las sabanas inmediatamente, su respiración se escapó de su cuerpo, sentía como era abierto por completo, estirándose para recibir a Styles.

Por su parte Harry retenió su respiración, poniéndose rígido, sus venas marcándose en sus brazos, soltando un gruñido grave y todo el aire que había retenido una vez que entro por completo en Louis.

- Oh Joder. - jadeo el rizado, regulando su respiración.

Era nuevo, para ambos.

Tal vez el no haber tenido relaciones sexuales hace mucho tiempo influía en cómo se estaban sintiendo en ese momento.

Pero ambos sabían en el fondo que esa no era el motivo de sus sentimientos reales en ese instante.

- Eres una bestia. - murmuró Louis con la voz débil, sonriendo, comenzando a mover sus caderas para adaptarse aquel pedazo de carne en su interior.

Harry cerró los ojos y rió por el comentario.

- Tu eres una princesa delicada. - murmuró.

- Tonto. - murmuró Louis doblando las rodillas, para sentirse mejor. - Muévete grandote, muéstrame que puedes hacer. - dijo listo para el movimiento.

Harry sonrió de lado, mostrando uno de sus encantadores hoyuelos y Louis sintió desmayarse en ese instante.

Movió su pelvis hacia atrás y luego la regresó a su lugar anterior de golpe, ganándose un gemido agudo de Louis.

Los movimientos comenzaron con Harry estableciendo un ritmo constante.

- Joder. Si que eres bueno. - jadeo Louis colocando sus manos en los brazos del rizado para sostenerse.

El rizado se esforzaba por complacer a Louis, aumentando la velocidad de sus movimientos.

El ver a Louis gimiendo y jadeando, con sus ojos cristalizados, piel brillante por el sudor y labios rojizos, debajo de él era una imagen que nunca pensó que fuera hacerse real.

Pero lo era en ese instante.

Louis se estaba entregando a él.

- Oh. Harry. - gimió Louis cuando rizado dio en su punto especial.

- Lou. Lou. - jadeó Harry encantado por la sensación de estar dentro del castaño, sintiendo su estrechez apretandolo.

Sus ojos se abrieron, ambos dilatados, brillantes.

Ambos jadearon cuando sus ojos se encontraron.

- Precioso. - murmuró Harry continuando sus movimientos fuertes.

Louis jadeo sin dejar de mirar los ojos verdes de Harry.

- Vamos Hazz... ya casi. - susurro.

El rizado gruñó y aumentó sus movimientos.

Louis soltó un chillido de placer al sentir como aquel punto sensible en su interior era golpeado por el rizado.

El castaño fue el primero en llegar, jadeando fuerte, manchando el pecho de ambos.

- Te llenare tan bien. - susurró Harry con la voz ronca al oído de Louis.

- Quiero que lo hagas. - respondió con dificultad.

- Joder. Lou... - gimió Harry aferrándose a las caderas del castaño, sintiendo como aquel estrecho lugar se llenaba de su esencia.

- Oh Harry. - gimió Louis con los ojos y los labios abiertos, sintiendo a Harry llenarlo al tope.

El rizado soltó sus caderas y salió de él, cayendo a su lado exhausto.

Lo habían hecho.

Ya no había vuelta atrás.

Louis no podía dejar de jadear por lo sensible que sentía, con el semen de Harry saliendo de él.

En cambio Harry trataba de controlar sus respiración.

Ninguno de los dos dijo algo, no creían capaz de hacerlo.

Ninguno podía creer que realmente lo habían hecho.

Su primera vez...

De muchas más...

『 ... 』