𝐈. 𝐋𝐨 𝐫𝐞𝐚𝐥
❝Porque contigo sé que tengo lo real❞
━Real thing - Pink Sweat$ feat. Tori Kelly.
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Me tiemblan las manos y el cuerpo entero también. El ramo en mi izquierda oscila un poco, pero lo mantengo firme para no verme tan tonta mientras la derecha se aferra del brazo de mi padre. Él sonríe divertido a mi lado, no comparte mis horribles nervios, y no sé si eso me hace sentir mejor o peor.
A lo lejos puedo ver a los invitados parados esperando mi entrada. Una vez la música suene deberé caminar por un sendero improvisado hasta el altar donde el amor de mi vida me espera para casarnos. Si, al fin ha llegado este día y no puedo describir con palabras las diferentes emociones que me afectan en estos instantes.
La organizadora nos avisa que ya es momento. Intento respirar profundamente mentalizándome para no hacer el ridículo, mi padre afianza mi mano alrededor de su brazo. Las puertas se abren dejándonos escuchar la emoción de todos al vernos.
No he tenido tiempo de ver la decoración y demás. Está boda es diferente. No es la típica en una iglesia.
Escogimos un lugar apartado en Jeju-do, cerca del mar, porque a JungKook le hacia ilusión hacerlo de esa forma y porque, según él, le trae ciertos recuerdos. Nuestros invitados son pocos, la familia y algunos amigos cercanos, incluso vinieron desde Alemania especialmente para este día. El más importante se encuentra al final, vestido completamente de blanco esperándome con una gran sonrisa que atenúa todo malestar en mí.
Mi padre besa mi frente y acaricia mi mejilla con ternura. Extiende mi mano hacia JungKook diciéndole algunas palabras que no entiendo porque estoy perdida en él. Cuando nuestros dedos se entrelazan nos miramos fijamente, sonriéndonos y riendo entre medio del silencio por el chillido de emoción con aplausos incluido de nuestra pequeña hija en los brazos de su abuela materna que capta la atención de todos.
La ceremonia inicia, la palabras del sacerdote se escuchan. Jurare amor eterno a Jeon JungKook, a él por quien doy todo. Estamos en casa, tenemos a nuestra hija, a nuestra familia, tengo a mi Gukki-yah a mi lado. Vistiendo a Luz de Luna como debía ser.
Le hice algunos ligeros cambios, como que el detalle principal ya no es la luna, sino que son estrellas, brillantes así como las que hacen que los ojos de JungKook iluminen todo a su alrededor. Son como faros resplandecientes que me guían directamente a su alma. Otro detalle es que el escote es sutil, pero lo suficientemente bajo como para que mi tatuaje del sol y la Luna se vean y el dije con forma de luna llena que él me regaló cuando me propuso ser su novia.
Podríamos decir que desde que nos conocimos todo fue una simple y extraña coincidencia, pero no es así. El destino, la vida, Dios o quién sea que esté a cargo de este cosmos infinito hizo coincidir a dos almas probando la teoría de que el verdadero amor existe. De que por más obstáculos puedan haber en el camino, si son destinados, se encontrarán una y otra vez.
—Si, acepto.
Un día decidimos prometernos ser el para siempre de otro, dos años apartados o una amnesia no fueron suficientes para acabar lo que sentimos.
—Si, acepto.
Concebimos una hermosa niña, algo que nos conectara de por vida. Hemos formado una familia, jurado ante Dios estar juntos hasta que la muerte nos separe y aunque suene de ensueño, luego de eso estaremos juntos hasta la eternidad.
Arreglo mi vestido agradeciéndole a Joss por ayudarme. Otro de los cambios es que hice la enorme falda desmontable, por lo tanto tengo una mas cómoda ceñida a mis caderas y corta que me llega por encima de las rodillas. Me sirve a la hora de bailar, para moverme mientras sucede la pequeña reunión. Arreglo mi cabello que cae en ligeras ondulaciones por mi espalda. Mi maquillaje es un poco más elaborado, pero simple. Todo está bien.
Al salir regresando al salón me encuentro con Taehyung y el pequeño Janggu, se ve demasiado bonito con su pequeño smoking, es un par de meses más grande que Danielle, mientras él está por cumplir los dos años, mi nena está por el año y tres meses. Ambos se llevan increíble.
Mi hermano lleva una mochila maternal a su espalda, por lo visto lo ha cambiado. Y por Soojin sé que no le gusta esa parte de ser padre, pero lo hace sin problemas. Mientras JungKook es todo lo contrario, disfruta de hacer el trabajo sucio, de bañarla, vestirla combinando tiernos atuendos, darle de comer, pasearla por las calles de Busan, calmar sus llantos o malestares, hasta hacerla dormir cantándole alguna canción.
Con el éxito de su libro se animó a escribir algunos cuentos infantiles, son buenos, muy buenos de hecho, hasta su editor le ha recalcado que debería sacarlos a la venta, pero es imposible cuando lo ha hecho solamente y especialmente para su hija. Así que dudo que lo haga por más que intenten convencerlo.
A ella le encanta escuchar a su padre relatarle esas historias, le gusta estar con él e incluso me dejan de lado algunas veces, alegando que me encuentro tan ocupada trabajando que prefieren darme mi espacio, por lo que se van horas los dos solos. No lo culpo, Danielle nos enamoró desde el primer momento en que nació, todo el dolor del parto valió la pena cuando la tuve en mis brazos. O el tiempo de embarazo en que debí reposar sin poder salir durante meses.
A JungKook le pasó lo mismo, se enamoró tanto de su hija que su lado gruñón salió a reflote otra vez cuando Yoongi y Taehyung se burlaban de él, los dos expresando que debería cuidarla todavía más, insinuando que de tan bonita los novios le caerían en tropel. No le emocionó esa parte, no le emociona y tampoco dará su brazo a torcer. Apenas tiene un año y ya veo que le sacará canas verdes a su padre.
Cuando me acerco a la mesa principal, está con Dani en sus brazos intentando comer algunos bocadillos. Sus mejillas está llenas, ha aumentado un poco de peso así que se ve lindo con su rostro redondito, incluso con todo el ejercicio que hace. Es el encargado de cocinar en casa, al parecer empezó a gustarle toda la cuestión y se anotó en un curso, ahora hace competencia con Jin para ver quién es el mejor chef de la familia.
Sonríe cuando me ve, Dani, en cambio, se inquieta y extiende sus brazos hacia mí lloriqueando. La alzo repartiendo besos por su pequeño rostro mientras balbucea y sus manitos de aferran a mi pecho. JungKook nos mira sonriente, me obliga a sentarme en su regazo teniéndonos a las dos. Beso sus labios, la bebé coloca su mano en el rostro de su padre impidiendo que sigamos. Sonreímos, ahora, ambos besándola a ella.
Se queda concentrada jugando con la tela de su vestido, una copia casi exacta del mío. Mi esposo aprovecha dejando pequeños besos en mi cuello, los invitados se encuentran en sus mesas, pronto se servirá la comida comenzando está velada, la mayoría están distraídos, así que nos mantenemos nosotros tres en nuestra pequeña burbuja de amor.
Desde que llegó nuestra hija, la vida sexual entre nosotros se ha vuelto escasa, casi nula diría. No es algo que nos moleste a decir verdad, ambos disfrutamos de dormir con Dani en la misma cama, no obstante, cuando sucede detenernos por un respiro no es opción.
Sunji, la organizadora, me avisa que es momento donde los novios hacen un pequeño baile de presentación delante de los invitados. Dani pasa a los brazos de su abuela Soah, se van juntas y yo sujetó la mano de mi esposo para empujarlo a la pista de baile. La melodía de una lenta canción comienza a sonar. Las manos de Gukk se apoyan en mi cintura, las mías en sus hombros. Nos movemos lentamente mirándonos fijamente a los ojos.
You make me feel like heaven is a real place.
(Me haces sentir que el cielo es un lugar real)
I bet on this ‘cause I know it’s the real thing.
(Apuesto por nosotros porque sé que es real)
You make me feel like heaven ain’t so far away.
(Me haces sentir que el cielo no está tan lejos)
‘Cause with you, I know I got the real thing.
(Porque contigo se que tengo lo real)
Besa mis labios con ternura, nos acercamos sin un centímetro de espacio entre nuestros cuerpos mientras nos mecemos despacio, se supone que hay una coreografía que armamos, pero nos olvidamos de ello en el momento preciso en que todo a nuestro alrededor se esfumo. Su nariz acaricia la mía, mis manos acarician su espalda bajando y aferrándome más a él si es posible, besa mi mejilla, beso sus labios, nos susurramos cantando.
Your eyes on me, collide
(tus ojos en mí chocan)
Adore you, I do, no lie
(Te adoro, lo hago, no miento)
I’m yours and you’re mine for life.
(Soy tuyo y tú eres mía de por vida)
Repito, somos el para siempre del otro.
Estoy cuestionándome si fue buena idea escaparnos en medio de la fiesta, no es que me importase, la cuestión es si nos intentan localizar para alguna foto o algún otro baile. Danielle no me preocupa, se ha quedado dormida junto a su primo Janggu, tanto Soah como Soojin se encargaron de acostarlos y la niñera de mi sobrino los cuidara a ambos. Pues no nos encontrarán porque accedí a la entretenida petición de mi esposo.
Me trajo hasta la pequeña habitación que use para arreglarme. Es como un pequeño estudio, desde aquí se puede ver el mar a lo lejos, la luz de la luna llena entra al interior siendo la única iluminación mientras intento respirar en medio del beso. Aún falta para que todo termine, apenas bailamos, se supone que es momento de que sirvan la entrada principal, las fotos, el pastel y no se cuánta tontería más, pero no, me encuentro encerrada cual adolescente hormonal junto a mi esposo quien no aparta las manos de mi cuerpo.
Lo peor es que se lo permito.
Aprieta mi cintura antes de bajar a mi trasero presionando la zona con apremio, las mías van a sus hombros por dentro quitándole la chaqueta mientras intentamos respirar.
—¿Alguna vez te dije lo bien que te queda el blanco?
—Si —jala mi labio inferior entre sus dientes alejándose pocos centímetros de mi rostro— recuerdo que luego de eso terminaste encima de mí volviéndome loco con tus caderas —¿es normal sentirse excitada con unas pocas palabras y un caliente recuerdo?— podrías recordármelo, ¿no crees?
—Estamos en la fiesta de nuestra boda, los invitados nos esperan, si Dani despierta se inquietara al no vernos cerca.
Gimo muy despacio cuando sus manos aprietan mis senos besándolos.
—Solo será un momento, uno rápido, nadie se dará cuenta.
—¿No quieres esperar a que lleguemos a la habitación para nuestra noche de bodas?
—También, pero esto que haremos será rememorar aquella vez —sonríe ladino, odio que con tan solo un gesto me tenga a sus pies— piensa en la relación clandestina que teníamos, en lo bien que la pasábamos y seré sincero, esa noche cuando te presentaste con ese vestido de espalda abierta mi único deseo fue arrancartelo.
Me río, no sé si de vergüenza o por su morbosa revelación.
—Lo hiciste, ¿no lo recuerdas? —asiente— también recuerdo que rompiste mis bragas.
Rueda los ojos.
—Ya me disculpé y te compre varios conjuntos.
—Discúlpate otra vez.
—Hare algo mucho mejor —me levanta entre sus brazos y yo rodeo sus caderas con mis piernas, lanza al suelo todas las cosas que hay sobre la peinadora y me sienta metiéndose entre mis piernas. Todo lo estamos haciendo con prisa.
Levanta la falda de mi vestido, yo desabrocho su pantalón y luego su camisa, hace a un lado la tela de mis bragas y se mete sin preámbulos sacándome un gemido agudo que logra callar con su boca. Desde aquí podemos escuchar la música mientras los invitados disfrutan de la velada y nosotros dos nos disfrutamos a nuestra manera. Tampoco me preocupa que nos interrumpan, la puerta está cerrada con llave, así que deben esperar.
Me cuesta mantenerme callada, y más si está moviéndose bruscamente, su piel está algo sudorosa y caliente, me gusta como huele cuando beso la piel de su cuello y hombro. Sus manos aprietan fuerte mis muslos, temo que deje marcas que me sean imposibles cubrirlas ahora. Los jadeos cerca de mi oído me excitan, lo noto molesto por no poder tenerme desnuda —o a mis senos— ya que el vestido tiene una manera de abrir en la espalda que requiere tiempo y paciencia ya que la tela y las terminaciones son delicadas.
En estos momentos en que me embiste rápido y profundo no existe la paciencia. Ni si quiera el raciocinio, estamos tan metidos el uno en el otro que no nos importa nada.
Me acerca más disminuyendo los movimientos de caderas, rodeo sus hombros, une nuestras frentes dejándome ver su ceño fruncido, sus labios están rojos e hinchados, abiertos exhalando, a pesar del esfuerzo su cabello sigue bien peinado y solo unos mechones rebeldes caen por su frente haciéndole ver más irresistible, todo en él es irresistible, como se mueve contra mí, los músculos tensos de sus brazos sosteniéndome, los de su vientre tensarse.
Tengo al esposo más hermoso y sensual del mundo. Que me hace inmensamente feliz.
Ambos llegamos después de un rato, dejo mi espalda caer contra el espejo y el sobre mí, me río le está costando recuperar la respiración normal. Me mira sonriendo, escondiendo su rostro en mi cuello y aprovecho de acariciar sus hombros. Estamos acalorados y alborotados. Fue algo divertido si lo pienso, algo que volvería hacer sin dudas. Besa mis labios con dulzura acariciando mi cintura. ¿Es posible enamorarse todavía más?
Nos ayudamos mutuamente a vestirnos, se me hace un poco difícil arreglar mi maquillaje cuando lo tengo abrazando mi cintura y espalda besando ruidosamente mi cuello. Me hace cosquillas, le gusta hacerme reír, incluso cuando me susurra al oído que lo que hicimos minutos atrás solo fue un pedazo pequeño de lo que podría pasar en nuestra noche de bodas. Le sigo el juego porque me divierte verlo entusiasmado y un poco más feliz.
Llegando al salón, todo sigue igual, la mayoría están comiendo y socializando, nadie se dio cuenta de nuestra huida. Así que podemos disfrutar lo que resta de velada con nuestro pequeño secreto.
Primer extra 😆
A todas las personitas que me dieron su opción de canciones gracias, la que escogí ganó porque me enamore de las voces, la letra, como sonaba 😭 igual no se preocupen, guarde en una playlist especial sus sugerencias para próximo proyecto.
Tal vez sea de su agrado, tal vez no. Pero me enamore del vestido cuando lo vi.
Les presentó a Luz de Luna:
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