Parejas aquí y allá. Regalos aquí y allá. Amor aquí y allá. ¿Es necesario demostrar tanto amor?

En este lapso de tiempo me dí cuenta que el amor no duele, lo que hace que a uno le duela es el enamorarse de la persona equivocada. Siempre habrá alguien que te hará sentir especial y querido, no importa si es un amigo, un familiar, un conocido o incluso tu mascota. Siempre habrá alguien a quien le importarás.

Uno es joven como para sufrir por amor, ya llegará la edad en que encontrarás al ser que perdurará a tu lado.

Ojalá lo hubiera entendido el día en que heriste mis sentimientos.

Haber aceptado el trabajo de camarero en este restaurante fue un error pero la paga es buena. Sólo llevaba dos días aquí y ya quería huir.

- Tadashi,  te toca atender a aquel chico -

No queda de otra más que obedecer, el chico parecía absorto en su móvil; me recordaba a cierto individuo.

- buen día joven, ¿En qué puedo servirle? -

Me dijeron que este empleo también trata de ser alegre con los clientes sin importar cuando aterrador se vean.

- sólo una tarta de manzana - habló sin siquiera observarme.

- enseguida se lo traigo -

Al marcharme de la mesa recién ocupada, la campanilla de la tienda sonó dejando ver entrar a cierto pelinegro muy conocido para mí. Se había dirigido hasta donde había acabado de tomar la orden.

- está en la misma mesa que acabas de ir, también debes atenderlo -

¿Yo?¿Acercarme a él?

No puedo quejarme, necesito el empleo.

- buen día, ¿Ya tiene planeado que ordenará? -

Sonrisa no me falles por favor; piernas aguanten un poco, se los suplico.

- eh sí, yo voy a querer un...¿Yamaguchi? -

- lo siento no vendemos eso, pero puedo ofrecerle una...- no te voy a observar, no quiero y no puedo.

- no, no, lo siento, no iba a pedir eso - soltaste un ligera risa. - es sólo que me sorprendió verte aquí - pude observar disimuladamente como el primer chico me observaba sin expresión alguna en su rostro. - ¿Qué haces aquí? No supimos nada de ti desde principios de Enero -

- me gradué y ahora tengo un empleo, si me disculpan tengo que seguir trabajando; ¿Va a pedir algo? - era mejor terminar la conversación o mi jefe me regañaría.

- Oh sí, quiero un pie de limón por favor-

- en un momento les traigo sus órdenes -

Ha decir verdad, no quería verlo. Supe que se había vuelto más cercano a Kei, espero no se le ocurra decirle que me ha visto por aquí.

- ¿Son amigos tuyos? - el pelicafe del demostrador apuntó disimuladamente hacia el par recién atendidos.

- no, sólo conocidos -

- pues pareciera que el dichoso Tetsurō quería platicar contigo, si quieres hablar con ellos puedo darte adelantado tu descanso -

- ¿Lo conoces? -

- sólo he escuchado de él más nunca hemos conversado, ¿Entonces te vas a tomar el descanso ahorita? -

- no gracias, yo no quiero hablar con ellos -

- ¿Seguro? Porque en verdad pareciera que quería hablar -

- no insistas Rintarō -

- bien, bien, yo solo decía - sonrió burlesco provocando que sus ojos se achicaran más de lo que ya eran y se retiró de ahí después de darme los postres de aquellos dos.

Si Tetsurō y Kozume están aquí...¿Él también?

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- ¡Adivina qué me pasó hoy! -

- no tengo ganas de adivinar, ¿Qué vas a querer para cenar? -

- ¡Yams, siéntate un rato y descansa! Aún es temprano como para cenar - me halaste de la playera para llevarme al sofá y sentarme ahí.

Te sentaste a mi lado mientras recostabas tu cabeza en mis piernas y escribías en tu celular.

- pero debes tener hambre...-

- comí algo en el camino, ¡Adivina, hombre! -

- mmm, ¿Conseguiste novia? -

- ¡Ja! Qué más quisiera, pero no. Intenta otra vez - sonreiste cuál niño con dulces.

- ¿Una chica bonita te dió su número? -

- ¡No! No tiene que ver con chicas -

- ¡Va a llover! -

- ¡La ropaaaaa! -

Y así fue como saliste corriendo al balcón para quitar las prendas colgadas, al levantarte de mis piernas casi te caías por tropezarte con una mochila tuya que estaba en el suelo pero cuando regresaste después de ese momento, lo hiciste con una cara de molestia. Provocándome reír a carcajadas.

- ¿Por qué dijiste que llovería? ¡El día está más soleado que nada! -

- no me refería a que en verdad llovería, era sólo una expresión debido a que esta vez no me hablarías de chicas, es raro cuando no lo haces -

- ¿Quieres que te hable de chicos? Por mí no hay problema, hay chicos guapos de los cuales te puedo contar - corriste y caíste sobre mis piernas y el sofá quedando boca abajo.

- no quiero saber nada de eso, ya mejor dime qué era eso que tanto te emociona -

- ¡Conseguí otro trabajo en una peluquería! Incluso podré teñirme el pelo gratis si soy el que tenga más clientes -

- ¿Por qué quieres tantos trabajos? Ya tienes 3 con este nuevo, yo muy apenas y puedo con uno -

- para tener dinero suficiente y llevarte a perforar algún oído -

- eso yo lo voy a pagar -

- no, porque tú pagarías la comida cuando saliéramos, recuerda. Yo te pagaré algunas perforaciones o un cambio de look -

- ¿Sigues con la idea de un cambio? - rodé los ojos y seguí jugando en mi celular mientras él pellizcaba mi pierna.

- ¡No tiene nada de malo! Podrías recortar tu cabello en la parte de los costados, hacerte un mullet o teñir una parte de tu cabello de algún color gris o blanco; te quedaría bien -

- deja de pensar en eso y mejor piensa en qué vamos a cenar -

Me levanté del sofá provocando que te cayeras al suelo mientras terminabas de acostarte en él. A veces pareces ser un flojo pero no lo eres en verdad.

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