𝟒𝟔.𝐔𝐧𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐝𝐚💘
Los días que siguen están llenos de un entusiasmo renovado, como si Jake y Sunghoon hubieran encontrado una nueva fuerza en su amor.
Mientras la rutina de la cafetería sigue su curso, ambos comienzan a planear un futuro más tangible, uno donde las distancias y las incertidumbres son cosa del pasado.
Es un viernes por la tarde cuando Jake decide tomarse un descanso antes de la hora punta en Moonlight Sun.
Está sentado en una de las mesas junto a la ventana, revisando algunas facturas, cuando Sunghoon entra con dos cafés en la mano y una sonrisa traviesa en el rostro.
—¿Qué planeas ahora? —Pregunta Jake, levantando una ceja al notar la expresión de Sunghoon.
—Nada en particular, solo quería recordarte que tienes al novio más guapo del mundo —Responde Sunghoon mientras deja un café frente a Jake y se sienta frente a él.
Jake ríe entre dientes, sacudiendo la cabeza.
—¿Te he dicho lo insoportable que puedes ser a veces?
—Lo mencionaste ayer, pero también dijiste que soy encantador, así que creo que estoy a salvo.
Ambos ríen juntos, disfrutando de esos pequeños momentos de ligereza que hacen que todo valga la pena.
Sunghoon se inclina hacia adelante, apoyando los codos en la mesa.
—Hablando en serio, ¿cómo va todo aquí? ¿Crees que podamos llevar el proyecto de expansión a cabo?
Jake suspira, mirando por la ventana mientras piensa en la respuesta.
—Es posible, pero también es complicado. Abrir una sucursal en Seúl sería un sueño, pero no quiero descuidar Moonlight Sun. Este lugar significa mucho para mí, y para Félix, Danielle y Maki.
Sunghoon asiente, entendiendo la importancia de la cafetería para Jake.
—Lo sé, y no quiero que sientas que tienes que elegir entre esto y nosotros. Pero creo que podemos encontrar una manera de hacerlo funcionar.
Jake lo mira con curiosidad.
—¿Qué tienes en mente?
—Podríamos convertir esto en algo que conecte nuestras vidas. Una cafetería en Seúl, sí, pero con el espíritu de Moonlight Sun. Algo que refleje lo que hemos construido aquí y lo lleve a un nuevo lugar.
Jake se queda en silencio, procesando las palabras de Sunghoon. La idea tiene sentido, y en el fondo sabe que Sunghoon tiene razón.
—Suena increíble, pero aún hay mucho que resolver.
—Por supuesto. No digo que sea fácil, pero podemos hacerlo juntos.
💘
Jake toma un sorbo de su café, sintiendo cómo la calidez del líquido se extiende por su cuerpo.
Mira a Sunghoon, quien lo observa con una mezcla de determinación y ternura.
—¿Cómo es que siempre logras que todo parezca posible?
Sunghoon sonríe, alcanzando la mano de Jake sobre la mesa.
—Porque contigo, mi Jakey, todo lo es.
Esa tarde, después de cerrar la cafetería, deciden salir a dar un paseo por el parque cercano en compañía de sus peluditas.
El aire fresco y el canto de los pájaros crean el escenario perfecto para continuar su conversación sobre el futuro.
Caminan de la mano, disfrutando de la tranquilidad del momento.
—¿Crees que nuestras familias entiendan esta decisión? —Pregunts Jake de repente, rompiendo el silencio.
—Mis padres ya te adoran y aún no te han visto en personas, y aunque puede que tarden un poco en acostumbrarse a la idea de que yo viva entre dos países, sé que lo aceptarán.
Lo importante es que estemos seguros de lo que queremos.
Jake asiente, apretando suavemente la mano de Sunghoon.
—Estoy seguro de lo que quiero, mi Hoonie. Y lo que quiero eres tú.
Las palabras de Jake resuenan en el aire, cargadas de sinceridad y emoción. Sunghoon se detiene, girando para enfrentarlo.
—Y yo a ti, mi Jakey. No importa dónde estemos, mientras estemos juntos, todo lo demás encontrará su lugar.
Jake sonríe, parándose de puntillas para dejar un beso suave en los labios de Sunghoon.
Bajo las estrellas que comienzan a aparecer en el cielo, ambos sienten que el camino que han elegido está lleno de desafíos, pero también de promesas y esperanzas.
Esa noche, mientras descansan en el sofá de su sala, Jake con la cabeza apoyada en el pecho de Sunghoon, comienzan a trazar los primeros esbozos de su vida compartida.
Hablan de nombres para la nueva sucursal, de cómo decorarían el espacio, de los sabores que llevarían un pedacito de Brisbane a Seúl y viceversa.
La conversación eventualmente se desvanece en risas y susurros, hasta que el cansancio los vence.
Pero incluso en sueños, ambos saben que han dado un paso más hacia el futuro que tanto anhelan...
Siempre juntos.
Gracias por leer la historia 💘
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