Sus puños golpearon la bolsa una y otra vez, tenía tanto por descargar, que esa sesión no era suficiente.
Las lágrimas emanaban tanto dolor, que daba la impresión de quemarle la piel cada que rodaban por sus enrojecidas mejillas. Jungkook se repetía la misma pregunta con insistencia, ¿Porqué la Dios Luna se equivoco? Él no estaba destinado a ser así, por error de la diosa vive atrapado en un lobo equivocado.

Nunca sintió atracción por ningún alfa que le rodease, no importa la perseverancia o el cortejo que hicieran, el peli azul quería ser como ellos, no ser marcado por ellos.
Papá no comprende, mamá cree que solo es una etapa de rebeldía, su hermano prefiere actuar como si no existiera. Se mira al espejo y tampoco encuentra soluciones, muy pocas veces siente gustó por su rostro, existe consuelo en ver el avance corporal que ha logrado, lejos de su cuerpo delicado de los quince años, ostenta un porte masculino y musculoso, excelente con su 1,79 de altura.

Golpear la bolsa disminuye su tensión, pero el dolor sigue ahí, el sueño imposible de ser lo que no le ha sido concedido por naturaleza destroza su alma. No hay noche en que no haya llorado imaginando lo diferente que sería todo sin ese error.

Jamás podrá ser un alfa, solo conformarse con la vida tranquila de un beta, a veces siente mareos por tantos supresores e inhibidores juntos, sus amigos le piden que pare, que detenga esa locura de una vez, sin saber que eso tan loco es en realidad su liberación. Al menos como un beta habrá dejado atrás esos años de dudas e inseguridades instaurados en sus recuerdos.

Las piernas tiemblan y fallan una vez más, derribando a Jungkook, tentandolo a tocar el suelo. El entrenador se acerca preocupado, conociendo muy bien su situación y temiendo por el resultado final.

―Jungkook-ah ¿Estas bien?

El mayor lo obliga a sentarse en una banca cercana, para que sus pulmones lograr llenarse de aire unos minutos.

―S-Si hyung ―miente, cuando su cuerpo está excedido de cansancio y su mente excedida de problemas.

YuGyeom no es ciego ni sordo, conoció al omega hace unos cinco años atrás, y se ha transformado en un hermano mayor para él. Es imposible que el alfa no perciba lo que sucede.

―¿De nuevo? Ya hablamos sobre esto. ―responde con parsimonia, dándole caricias en la espalda.

―¿P-Porqué soy así? ―sus ojos se cristalizan y el llanto le impide seguir hablando, oculta la cabeza entre las piernas, tocándose la nuca con ambas manos.

El castaño lo envuelve entre sus brazos, triste al ver como su menor se rompe cada vez más.

―El destino quiso que fueras así, porque la Diosa Luna sabe que eres un guerrero y podrás ganar cualquier batalla. ―murmura palabras de consuelo.

Jungkook asiente, buscando convencerse de ello una vez más. No tiene otra opción, si quiere seguir en pie debe ser valiente.

―¿A qué hora comienzan las peleas? ―pregunta cambiando rápido de tema.

―En dos horas más, ¿Seguro que quieres participar? Podemos ir a casa para que descanses. ―sugiere, recibiendo una negativa.

―Puedo hacerlo, me hará bien, iremos a casa más tarde. ―limpia los rastros de agua salada en sus mejillas.

Para nadie es un secreto que Kim es como un tutor respecto a Jeon, el menor vive en su casa hace ya dos años, empezó a morar en el hogar del alfa cuando su padre lo hecho de casa, humillando al omega. En ese tiempo iba y venía como un nómade en casa de amigos, hasta que YuGyeom le ofreció un lugar a donde ir.

―Bien, si eso quieres, ve a los vestidores a descansar, nos vemos luego. ―YuGyeom revuelve su cabello azulado con la mano derecha.

―De acuerdo hyung, nos vemos. ―sonríe apenas.

Se mete en los vestidores y toma el banco de en medio como una cama. Antes de acostarse coloca la mochila de almohada y cierra los ojos. Sumido en el cansancio que ataca de repente.

―Arriba campeón. ―abre los ojos a causa del pequeño impacto en su frente.

Saliendo de la ensoñación logra ver a Jimin, un amigo y contrincante picarle la frente con el dedo corazón. En ese instante recuerda que le tiene algo de envidia, no es alguien muy alto, pero es un alfa muy fuerte, con grandes músculos y aspecto varonil.

―¿Ya es la pelea? ―pregunta confundido.

―Todavía no, ―Lo alivia, ―falta media hora, YuGyeom hyung pidió que te despierte.

―Ah, gracias. ―se estira en su sitio. Aliviando la rigidez en los músculos.

―Traje a un pequeño amigo de contrabando. ―anuncia Jimin.

Jeon frunce el seño, preguntando con la mirada de que esta hablando, esta seguro de que no es lo mismo de la ultima vez, cuando trajo a un gato, tantea el ambiente con la mirada. Divisa una figura de menor estatura, saliendo detrás de Jimin, con los pies juntos, las manos entrelazadas y cubiertas por las mangas largas de su camisa cuadrille, piel blanca como la nieve, contrastando con su cubrebocas blanco marfil, el cabello oscuro y el gorro azul que parece de tapita.

―Hola... ―saluda reflejando timidez.

El peli azul lo reconoce por fin, ese chico suele acompañar a Jimin en casi todas sus peleas o sesiones de entrenamiento. Un bajito muy adorable con vocabulario de camionero. Aun recuerda la última vez que le toco enfrentarse a Jimin, un centenar de insultos salieron de esos labios rosados dirigidos a su persona.

―Hola, tu eres Yoongi ¿Verdad?

El nombrado asiente, Jungkook percibe un ligero sonrojo debajo del cubrebocas y le sonríe.

―Si, yo-

―Mi omega quiere disculparse contigo. ―Interrumpe Jimin.

El chico pálido golpea directo en el estómago del alfa, el barbijo se desprende de un lado, dejando apreciar el tierno color carmesí que recubre sus abultadas mejillas.

―Si vine a disculparme, pero no soy su omega. ―hace pucheros mientras se queja del, ahora, adolorido alfa.

―Esta bien, ―su reacción hace reír a Jeon, ―¿Por qué te disculparias conmigo? ―indaga a propósito.

Jungkook quiere que el más bajo se lo diga, adora molestar a los demás y escuchar la frase completa de su boca.

―Ya sabes, ―su sonrisa de conejo aparece al notar que el sonrojo va en aumento. ―La pelea, fui muy grosero contigo, lo siento ¿Ya?

Yoongi baja la mirada avergonzado, desliza el cierre de la mochila negra que traía consigo y saca una caja pequeña, cuya anatomía extiende hacia Jungkook.

―¿Es para mí? ―de nuevo sonríe con diversión esperando su respuesta.

―Si si, ya tómala o me desmayare aquí mismo de la pena. ―Insiste, agitando la caja por los nervios.

―Bueno, muchas gracias, ―toma el presente y lo abre, observando una pulsera de acero inoxidable con tres dijes, un conejo rosado, guantes de boxeo y dos letras que forman las iniciales "JK". ―Es hermoso, me encanta. ―dice colocando el presente en su muñeca de inmediato.

―No es nada, me alegra que te guste. ―Yoongi reafirma el agarre en la correa de su mochila.

―Vamos a prepararnos, ―Jimin los trae de vuelta a la realidad y se dirige al omega más bajo, ―Yoon, ve con los chicos, es la primera vez que Hobi verá a Nam pelear y no se si resista, ―ríe pensando en los nervios de su amigo.

Yoongi ríe, olvidando que Jungkook aún lo sigue con la mirada. Toma el rostro del alfa entre sus manos y le sonríe.

―Ánimo, lo harás genial, te estaré alentando. ―masajea sus hombros por algunos segundos.

Yoongi se retira por fin del vestidor, Jungkook suspira, deseando tener a alguien como él para alentarlo.

Aquí Kitten de regreso con una  nueva historia. La verdad no tenía previsto sumar publicaciones hasta que acabara de organizarme pero estaba muy ansiosa por subir Beta Mega y no me aguanté.    >\\\< ¿Qué les parece este primer capítulo?

Creo que van a amar mucho a Jungkook pero también van a sufrir con las cosas que le vayan sucediendo.

Ojalá les guste y sigan la historia capitulo a capitulo.

Dejen sus hermosos comentarios ♡

Lxs Amo♡