J U N G K O O K

Un golpe, dos golpes, tres golpes y así sucesivamente fueron tomando más fuerza hasta que logre despertar y darme cuenta de que no estaba soñando, en verdad había alguien que tocaba a mi puerta con desesperación.

Me levanté un poco somnoliento, era de madrugada, aproximadamente las tres o algo así lograba ver en el reloj junto a mi cama, ni siquiera podía abrir bien los ojos.

Fui a la sala donde todo estaba a oscuras, Sunye dormía en la casa de una amiga, por lo tanto solo estaba yo. Los golpes cesaron por unos instantes, pensé que si lo había soñado, pero en el momento que me di la vuelta para volver a mi habitación, de nuevo la puerta fue tamboreada.

La abrí, no me quedaba de otra.

No pude ni hablar, apenas y abrí mis labios Jimin ingresó como un loco adentro del departamento y con él venía Taehyung. ¿Qué hacían a estas horas aquí?.

—¿Dónde está?— preguntó Jimin.

—¿De qué hablas?— encendí las luces y sobe mis ojos.

—¿Dónde está mi hermana?.

—¿Eh?— repliqué desconcertado. Al parecer esa no era la respuesta que buscaba, pues no tardó mucho en ponerse frente a mí y tomar mi camiseta con sus manos.

—¿Dónde está Lena?— me sacudió.

—¿Qué demonios te pasa?— lo alejé de un empujón —Tu hermana no está aquí.

—Ella dijo que saldría de compras con Sunye. ¿Dónde está?— levantó más el tono de voz.

—Si, eso es cierto, pero Lena jamás llegó— le expliqué —Sunye la estuvo esperando toda la tarde y como nunca vino la tuve que acompañar yo. Y si no me crees, revisa el departamento.

—Jimin debes calmarte— Tae le dio un masaje en los hombros. Yo seguía sin entender que pasaba.

—Si Lena estuviera aquí te lo diría o ella te lo hubiera avisado.

Jimin suspiró y se sentó en uno de los sofás, miré con algo de confusión a Taehyung pidiéndole con mi mirada que me explicará porqué su novio estaba apunto de llorar.

—Lena salió está tarde y no ha vuelto a su casa— me explicó Taehyung —No sabemos dónde está, aquí era el único lugar donde podíamos buscarla.

—¿Y Irene y Hoshi?.

—Ellos tampoco saben donde está— sollozó Jimin —Mi hermana está allá afuera, sola, con quien sabe que persona horrible.

—No pienses en negativo— lo reprendió Tae.

—¿No ves noticias?— se levantó —Cada día una nueva chica desaparece en la ciudad, las calles se vuelven más peligrosas y esos depravados se aprovechan de cualquier chica que esté sola.

Mi corazón se volvió pequeño al solo pensar que algún desgraciado esté lastimando a mi ratita. Ya me la imaginaba, sola, desprotegida, con miedo.

—Owen— los dos chicos me miraron —¿Y si está con él?.

—Deberíamos ir a la casa del director para averiguarlo— opinó Tae.

—Vamos entonces— impuso Jimin.

Cambié las pantuflas por unas zapatillas, tomé las llaves de mi auto y salimos a la calle. Parábamos en cualquier esquina por si la veíamos, pero nada. En estos momentos prefería saber que está con Owen, a pensar que algún hombre asqueroso podía estar tocándola contra su voluntad.

Estacioné frente a la casa del director, Jimin no espero y salió casi corriendo para tocar el timbre con la misma desesperación que tocaba mi puerta. Las luces no tardaron en prenderse y la puerta abrirse, el director salió en bata, con el cabello todo despeinado y los ojos casi cerrados.

—¿Qué hacen a estas horas aquí?— gruñó.

—Director lo sentimos...

—¿Dónde está Lena?— me interrumpió Jimin.

—¿Lena Park?.

—Si, ella— Jimin estaba muy alterado.

—No lo sé. ¿Por qué ella estaría aquí?— interrogó sin entender.

—¿Y Owen?— pregunté rápido.

—Mi hijo está en un centro de rehabilitación, ayer se lo dije a Lena— Jimin, Tae y yo nos miramos algo desanimados. Nuestras esperanzas se habían ido directo a la basura —¿Por qué buscan a Lena?.

—Está desaparecida desde ya muchas horas— le informó Taehyung —Pensamos que podía estar con Owen ya que ellos eran amigos.

—Eso es una lástima, Lena es una chica muy buena. Les ofrezco mi ayuda.

—Muchas gracias director— le agradecimos y volvimos al auto.

Y así nos pasamos la madrugada entera, fuimos a cada rincón de la ciudad, visitamos todas las bibliotecas habidas y por haber, vigilamos todas las calles, pero nada. Volvimos a la casa de Jimin como habíamos salido de la mía, sin Lena y angustiados.

Fuera de esta había un patrullero de policías y dentro se encontraban dos sentados con los padres de Jimin, en el jardín estaban nuestros amigos, todos preocupados y sin novedades sobre la ratita.

Daría lo que fuera por tenerla aquí y oírla insultarme o mirarme mal.

—¿Algo?— averiguó Sunye, yo negué con mi cabeza.

—Nada— musité —Es como si se la hubiese tragado la tierra.

—¿Quién se llevaría a Lena?— preguntó Irene —Ella no tiene enemigos, ¿o si?.

—Los policías dijeron que por ahora no pueden hacer nada, deben pasar setenta y dos horas antes de hacer la denuncia— avisó Hoshi.

—¿¡Setenta y dos horas!?— bramó Jimin —Mi hermana puede estar corriendo peligro y ellos quieren que esperemos todo ese tiempo para buscarla. ¿Qué clase de policías son?.

—Solo están siguiendo las leyes— habló Junhui.

—Las leyes se pueden ir a la reverenda mierda, si ellos no pueden buscarla entonces lo haré yo mismo— entró a la casa solo para volver a salir, Taehyung corrió detrás suyo para evitar que hiciera una locura.

Yo mismo estaba así, quería incendiar toda la ciudad con tal de solo tenerla de nuevo, pero ya lo habíamos hecho, buscamos en cada diminuto rincón y no conseguimos nada.

¿Dónde estás ratita?.