018. Ahora lo único que queda es atrapar al verdadero culpable

— me han mordido, mi magia está defectuosa— explico musa.

—Es momentáneo, tu magia volverá a la normalidad.

—¿Riven y Sky?— pregunto preocupada Astra.

—No lo sé, Andreas empezó a luchar contra ellos, pero no era él o por lo menos no solo él, percibí en su mente alguien más.

—una bruja de sangre, hay que romper la conexión, ¿qué más sentiste musa?

—ira, años y años de ira, resentimiento, también quien lo controla, lo conoce— dijo musa.

—Vale, quédate donde estás, Silva está de camino— informó Astra— debemos descubrir quién diablos está utilizando a Andreas.

—Sebastian me entregó esto y todo indica a que es alguien de fuera, es una gran ayuda más que nada por su odio a Andreas.— dijo Bloom

—¿qué dijiste?—fue como un balde de agua, todo siempre estuvo frente a sus ojos.

—que es de ayuda.

—no, lo otro, ¿te ha dicho que odia a Andreas?

—sí.

—por dios Bloom date cuenta, cuando Sky llegue decidle que fui a acabar con esto— se levantó dejando a todas confundidas.

(...)

—como no me di cuenta antes—murmuro entrando a la tienda de Sebastian, la magia vibrando en su sangre y los ojos ya de otro color— no puedo creer que confíe en ti.

El hombre se giró dejando ver sus ojos color sangre— no te sientas mal, soy muy de fiar— sonrió cínicamente levantándose— preguntale a mis amigos, a Silva no, no estará muy contento. Eres valiente al venir sola.

—Imagine que tus raspadores estarían en el hotel.

—Buena suposición, pero llegarán pronto.

—No, ya estarás en Alfea conmigo, no trates de usar tu magia conmigo, no funciona en hadas—le recordó.

—eso es cierto— tomo un dulce de la mesa—sin embargo, he estado trabajando en ese problemilla— su cuerpo se iluminó con el poder de beatrix—¿qué crees que he estado haciendo con el poder de las hadas?, ¿guardarla en un frasco para cuando me hiciera falta? Al principio no me salió tan bien, un hada de luz muy débil y una patética hada de agua, devin tampoco era la mejor hada de la mente— demostraba cada poder, al punto de que Astra lo escucho en su mente— pero al final llego un digno concursante— la electricidad afecto todo.

—te felicito, pero no eran yo— dejo salir sus halas.

—oh, no hace falta presumir, sé que eres poderosa, lo sé todo sobre ti y bloom para ser exactos, donde habéis crecido, a que se dedicaban tus padres, adoptivos, obviamente, pero también sé cosas de los otros.

—¿sabes quienes son mis padres biológicos?— se detuvo un segundo.

—tus padres y tu hermana.

—¿qué?—mentiras, eso debían ser, solo quería distraerla.

—Piénsalo si te quedases conmigo, ya podrías tener todas las repuestas, quizá no sea demasiado tarde, ¿no quieres saber?, si te unieras a mí podrías saber cosas— la televisión voló golpeando casi a Sebastian— supongo que es un no.

—Astra, ¿cómo te vas sola?— se acercó a ella, Sia preocupada.

(...)

Llegaron a la escuela viendo que Rosalind había vuelto— Señoritas, ¿habéis encontrado a la bruja de sangre?, Saul me ha dicho que habéis roto la conexión.

—es sebastian.—murmuro aún confundida, no quería creerle, pero al mismo tiempo ni Rosalind tenía respuestas.

—desgraciado, ¿dónde está ahora?

— en algún lugar del primer mundo, había un portal en su tienda— contó Sia.

—¿os ha dicho algo?

—que sabe cosas sobre mis padres y los de Bloom, que me lo diría si te traicionaba— admitió.

—ya te dije que jugaban sucio, pero podemos usarlo en nuestro favor. Disfrutad vuestra victoria.

—chicas— grito Bloom apareciendo seguida de sus amigas— me alegro de que hayáis vuelto.

—Stella necesito tomarle foto a esa cosa en tu espalda, voy a quitártela de una forma u otra—informo Sia— tú ve con tu Ken, yo les cuento qué paso.

—Sky, por dios— susurro Astra al ver a su novio lastimado llegando a la escuela corrió a su lado— amor perdón, debí de haber ido contigo, te mentí, yo lo siento tanto.

—me has salvado la vida, rompiste la conexión, pero solo por un segundo... él era demasiado fuerte y sebastian era demasiado fuerte... yo— sabía a donde quería llegar, en sus ojos veía el dolor de lo que había tenido que hacer.

—shh, ven acá— lo abrazo mientras este colocaba su cabeza en su hombro, con lágrimas en los ojos.

—iba a matar a Saul...no tuve opción Astra—susurraba aun sin poder creer lo que había hecho.

—tranquilo— susurraba acariciando su espalda, ¿pero como se consolaba a una persona que acaba de asesinar a su padre para salvarle la vida al hombre que lo crio?

—Ayuda—grito Riven interrumpiendo, llevaba a musa en brazos, llena de sangre y lastimada.

(...)

—Sky—susurro Astra al rubio que dormía a su lado, parecía estar teniendo una pesadilla, se movía bruscamente— amor— volvió a decir al ver que este no se levantaba.

—no, no—susurraba moviéndose, como si estuviera en una pelea.—¿astra?

—shh estás bien, estás en mi habitación— sintió como este se aferraba a su pecho para luego la chica acariciar su cabello—¿otra pesadilla?

—sí.

—¿cómo te ha ido en el entrenamiento?—cambio de tema, ya que Sky no quería hablar mucho de lo sucedido.

—no fui, no estaba de humor—le resto importancia.

—sky— murmuro— ir a tus entrenamientos te ayudará a despejar la mente.

—silva me ha dicho que vuestra trampa para sebastian ha vuelto a fallar— decidió evitar el tema Sky.

—Bloom insiste en que hay que ofrecerle algo, como un soborno, pero yo opino que lo único que podemos ofrecerle es un mejor sentido de la moda— bromeo sacándole una risa a su novio.

—espera, ¿por qué no le ofrecéis el libro de brujas de sangre?, el que cogimos de mi casa, recuerdas ese día, ¿no?

—claro que recuerdo ese día—sonrió mientras sky besaba su cuello—montamos a caballo, fue estupendo.

—¿oh sí?, ¿solo eso?— siguió el juego— diría que el incendio le siguió de cerca— se acercó a ella—¿no paso nada más?—se besaron— tendrás que refrescarme la memoria.

—sky...no puedes ignorar lo que paso tratando de follarme— se separó.

—¿estás segura?—le ofreció aquella sonrisa que hacía que las piernas le temblaran, pero no podía seguir dejándolo evitar sus problemas.

—No puedes—negó con la cabeza dándole un último beso—tenemos que hablar de esto, de todo.

El teléfono del rubio vibro—tengo que irme, estoy de turno—se levantó besando su frente a lo que la chica bufo yendo detrás de él—adiós, chicas—se despidió saliendo de la suite.

—¿cómo está?—pregunto preocupada Sia, no solo era el novio de su mejor amigo, era su amigo más cercano.

—No muy bien—sonrió un poco triste—da igual lo mucho que finja, tu lo conoces Sia.

—Solo puedo decirte que le des tiempo, ya que mientras tenemos otras cosas que resolver.

Astra asintió, pero aun así su cabeza no dejaba de pensar en Sky, que debía estar ahí para él y que debió actuar más rápido—nada de esto es tu culpa, no podías hacer nada diferente y ahora lo único que queda es atrapar al verdadero culpable, Sebastian.

—Sky me ha dado una idea, podemos ofrecerle el libro de las brujas de sangre. 

—Esto es todo estúpido, no podemos poner tu vida y la de Bloom en riesgo dejando que os reunáis con un psicópata, por eso Aisha y yo estamos buscando otras formas de recuperar la magia de Musa.

(...)

—no me gustan los cementerios—murmuro llegando al punto de encuentro con Rosalind—¿por qué me has citado aquí sola?

—Para ti esto es más importante que para Bloom—era la lápida de Andreas, simple, fría y sin ningún tipo de sentimentalismo

—Es una lápida preciosa.

—Acaba de llegar, de una cantera en Eraklyon cerca de donde se crio—hablaba de Andreas—es sencilla, pero "cabronazo, miserable, sensiblero" no cabria—a él le hubiera parecido gracioso.

—Al parecer le tenías cariño—no estaba segura de que Rosalind pudiera albergar esos sentimientos por alguien.

—¿Te sorprende?

—Pensé que enfocarías la muerte a tu estilo, fría y sin emociones.

—¿eso creías? Enterré a muchos amigos en mi vida, puedo superar las muertes que sirvan un propósito mayor, pero ¿algo como esto?, es una mierda.

—Lo siento, si quieres pasar del entrenamiento...

—No, te necesito en tu mejor forma y hoy solo a ti.