‗ ❍ [𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐈𝐗] ¡! ❞
╰►𝐷𝑟𝑒𝑎𝑚𝑠

Carl

EL BIENESTAR DE EVOLET trajo consigo muchos suspiros de alivio.

El alivio de que una de mis amigas estaba a salvo, pero también trajo el comenzar con la búsqueda de Sophia.

Al cabo de menos de dos días, el resto del grupo llegó a la granja Greene.

En la habitación donde Evolet descansaba, estaban a su alrededor las personas las cuales consideraba familia.

──Bajó la fiebre──informa la más grande de las hijas Greene luego de tocar la cara de Evye que aún yacia dormida en la cama.

Aunque esto no duró mucho ya que Evolet comenzó a removerse en la cama.

──¿Cariño?──habla mamá luego de levantarse del asiento.

Mamá le agarró un gran afecto a Evye.

Ella se preocupaba por su bienestar, le daba abrazos y besos, le hacía trenzas y cuando se desarmaban no dudaba en arreglarlas.

Evye abre sus ojos y los cierra a los segundos por la luz cegadora que entró por ellos.

──¿Evye?── pregunta Daryl a su lado.

Al escuchar el llamado de mamá y Daryl, no dudé ni un segundos en dejar la merienda, que la adorable Maggie me había preparado, justo al lado de la cama de Evye.

──¿Sophia?──fue lo primero que salió de la boca de Evye luego de días sin hablar──¿Está bien?.

Los mayores no tardaron en darle una mirada preocupada. Preocupados por decir cualquier cosa que le afecte y vuelva a pasarle algo.

──Está bien──miente papá──Descansa.

──Estaremos a tu lado, ¿sí?──mamá la tranquiliza mientras le da una mirada maternal.

Evolet no duda en asentir y lleva la mirada hacía mí, que estaba justo al lado de ella.

Evye me da una sonrisa sincera que no dudo en corresponder.

Evye estira su mano para que la tomara, entrelazando nuestras manos y Evolet no tardó en quedarse dormida nuevamente.

──Están aquí──informa T-dog al momento de entrar en la habitación.

Al salir de la casa, el resto del grupo se deja ver.

──¿Cómo está la pequeña?──pregunta Dale.

──Se recuperará──le informa Daryl.

──Gracias a Jane, Hershel y a su gente──continúa mamá.

──Y a Shane──la corta papá──Habríamos perdido a Evye si no fuera por él.

Dale no tarda en abrazar a Daryl, aunque el último se resistió un poco.

Y así nuevamente el grupo estaba unido.

Solo faltaba encontrar a Sophia.

Evolet se había despertado varias veces ese día. Tratando de averiguar qué era lo que pasaba afuera.

Le había hecho un pequeño resumen de lo que pasaba, habían hecho un pequeño funeral al hombre el cual le disparó, accidentalmente, y el cual luego dió su vida por salvarla.

Jane Greene había entrado en la habitación cuando Evye trataba de pararse, en vano ya que su herida dolía mucho y además que yo no la dejaba.

Jane la miró con diversión.

──Aunque lo intentes no podrás salir de ahí──comentó con gracia.

Evye la miró cansada y dejó de intentar.

──Aquí me aburro──comentó con una desesperación fingida.

Solté una pequeña carcajada.

──¿Quieren hojas y lápices?──Evolet la miró como si fuera su ángel de la guarda.

Jane rió y fue hacia la habitación de su pequeña hermana a tomar prestado lo que nos había ofrecido.

Así que con Evolet nos pasamos la tarde dibujando.

Ella le había hecho un dibujo a su verdadero ángel de la guarda. Otis.

Dibujo el cual le entrego a la viuda de este. La mujer la había abrazado y llorado mirando el dibujo. Un Otis, según en la imaginación de Evye y la breve descripción que le había hecho Jane, estaba dibujado en el centro de la hoja con unas alas de ángel y una corona.

Patricia no dudó en pegarlo en el refrigerador de la casa.

Por mí parte había hecho muchos dibujos, para Evye, para mamá y papá, para los Greene, como agradecimiento.

Nuevamente le había contado que estaban haciendo un plan para buscar a Sophia.

Otro de los dibujos fue destinado a nuestra amiga. En el dibujo se podía ver a tres niños con piedras en sus manos.

Daryl se despidió de ella para ir en busca de Sophia.

──Tráeme la primera rosa que toque tu hombro──Evolet trató de aguantar la risa al ver la mirada cansada de Daryl.

──Deja de citar películas de Disney o lo que te traeré será un sapo, mocosa──dijo Daryl levantándose de la cama.

──¡Cuídate!──gritó divertida.

Soltó un suspiro y giró su cabeza para verme.

«Hacerlo enojar es definitivamente de mis cosas favoritas──dijo para luego recostar su cabeza en mí hombro y seguir dibujando.

Otro de los temas de los cuales Evye se enteró, está vez por parte de Jane, fue del pequeño accidente en el pozo de agua.

Pozo en el que un caminante estaba metido. Pozo en el que Glenn casi muere.

Chino estúpido...

──¿Qué haces?──pregunto luego de haberme quedado dormido a su lado.

──Juego un partido de fútbol──responde sarcásticamente.

──Estar a punto de morir no te mejoró──digo luego de reacomodar mí cuerpo a su lado.

Evolet carcajea y a mí me parece de los mejores sonidos.

Había hablado con papá del porqué cada vez que veía a Evolet mí corazón parecía querer salirse de mí pecho, como también cada vez que le hablaba un inusual rubor aparecía en mis mejillas.

Papá trató de responderme y explicarme que tal vez Evye me gustaba. Eso me descolocó un poco ya que en la escuela escuchaba a mis amigos decir que la niñas eran feas. Pero cada vez que la veía a Evye, lo que papá me había dicho parecía tomar sentido.

Me explicó también que mis sentimientos podían cambiar, para bien o para mal.

Que era, por ahora, una simple atracción, que era la primera niña que me gustaba.

Así que en este momento, con Evolet riendo y dibujando, me di cuenta que si. Me gustaba Evye.

Evolet al notar que solo ella hablaba giró su cabeza nuevamente hacía mí. Me avergonzó que me haya atrapado mirándola así que dejé de hacerlo y un sonrojo apareció en mis mejillas.

──¿Todo bien?──preguntó al notar mí incomodidad.

──Si, muéstrame tus dibujos──contesté queriendo cambiar de tema.

Jane entró a la habitación con una charola llena de comida para nosotros. Había dividido los platos, ya que Evolet necesitaba otras comidas al estar recuperándose.

──¡Que rico!──gritó Evolet pero al darse cuenta de que su comida era distinta miró con un puchero a Jane.

──Lo siento Evye. Reposo──contestó la recién nombrada.

──Ripisi──arremendó sacándonos una carcajada.

Jane salió riéndose de la habitación.

Evolet no pudo evitar notar que Glenn había vuelto de su excursión más sonriente. Pero agradeció que él le haya traído unos chocolates, vencidos, pero eran chocolates.

Chocolates los cuales Jane le quitó, prometiendo que se los daría cuando se recuperara.

Al cabo de unos minutos nos quedamos dormidos. Pero sentimos cuando mamá entró en la habitación, nos arropó y besó nuestras cabezas para luego apagar la luz y salir de la habitación.

Al despertar nos dimos cuenta que papá estaba junto a nosotros.

──Hola Comisario Woody──saludó alegremente Evye.

──Hola, papá──hablé mientras me estiraba.

──Evye──susurró papá.

──¡Ay no!. La cosa se puso seria──respondió Evolet.

──Te dije algo sobre Sophia...──comenzó papá pero Evye lo cortó.

──Ya lo sé. Lo noté, vi sus miradas. Soy inteligente Ricky, no lo olvides──Evye aunque estaba mal y triste por lo de Sophia no dudó en calmar a papá con una sonrisa.

──Ya estaba listo para confesar. No quise mentirte, pero no quería preocuparte. Es una excusa estúpida, pero es verdad──explicó.

──Está bien Ricardo──comenzó Evye. Papá al oír uno de los miles de apodos que ella tenía para él, sonrió.

──Muy bien Evangelina──Evye abrió grande su boca de la impresión.

──Evangelina se llamaba la novia de una luciérnaga en la película de la princesa y El sapo.

Y así fue como Evye comenzó a cantar y a llorar porque esa canción era muy triste.

Al otro día desperté a Evolet para mostrarle que papá me había regalado su sombrero de Sheriff.

Sombrero el cual Evye no tardó en tomar prestado.

──Puede ser que me quede mejor que a ti, Carl──bromeó Evye mirándome con una sonrisa.

──En tus sueños──Respondí, sentándome a su lado para leer los cómics que había traído para pasar la tarde con ella.

──¿Sabes?, estuve pensando en que pasaría si Sophia no regresa.

Evye al ver qué no contestaba y me quedaba con la mirada fija en una parte de la habitación, suspiró y continúo.

« Lloraría mucho, demasiado. Pero también sé que ella le tenía mucho miedo a los caminantes, tal vez sea mejor. No lo sé. Este ya no es nuestro mundo, dejó de serlo hace mucho.

Evye recostó su cabeza en mí hombro.

──Lo sé, pero también sé que nosotros somos sobrevivientes y eso es grandioso. Sabemos cuidarnos y cuidar de los nuestros. Yo no quiero morir, ni ahora ni cuando sea mayor. Quiero encontrar un lugar para nosotros, poder de una vez por todas descansar sin tener que abrir los ojos cada vez que escuchamos un sonido──llevaba soñando eso desde que conocí a todo el resto del grupo. No quería ni una gota de sangre más en nuestras manos.

──Yo también lo quiero. Quiero formar una familia, sueño con tener dos hijos, una niña y un niño. Casarme, aunque sea en este mundo, solo con saber que alguien me amará yo soy feliz──sueña despierta Evye.

──Lo lograremos Evye y estaremos juntos siempre.

Lo siento por la inactividad.

No olviden apretar la estrellita para saber si la historia les está gustando.

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© 𝐌𝐚𝐠𝐬/𝟐𝟎𝟐𝟑📎