Se desarrolla más como un trance trivial y fugaz que cualquier otra cosa.

Ringo recuerda haber escuchado el final de la campana de la escuela y, antes de darse cuenta, está saliendo de la sala de conferencias, junto con un enjambre de estudiantes por el pasillo.

A pesar de estar completamente desorientado, su memoria muscular lo guía de alguna manera a su casillero.  Deja un libro, las otras cosas en su casillero se reducen a colores borrosos y saca un cuaderno grande.  Cuando la cierra, un repentino estallido de risa de un grupo de estudiantes que pasan hace eco en el pasillo, su ruidosa charla resuena en sus oídos.

Al darse la vuelta, jadea cuando ve una inconfundible cabeza de cabello castaño rojizo que sobresale entre la multitud.  Ringo hace un movimiento para acercarse a ellos, pero el grupo desaparece tan rápido como llegó.

Luego, sus pies lo llevan a otra parte, su entorno cambia rápidamente ante sus ojos, hasta que se materializa un camino de ladrillos frente a él.  Ringo se encuentra justo afuera de un edificio de conferencias, aún dentro del complejo universitario, y camina hacia un café, como si inconscientemente se sintiera atraído por él.

En ese momento, se despierta, despertando sobresaltado de su guiño nublado de un sueño.  Ringo no sabe qué hacer con eso, pero trata de escribirlo de todos modos.

Olvidándose momentáneamente de la fecha, echa un vistazo al calendario y se da cuenta tardíamente de que las clases empiezan en una semana. Gruñe.

Descontento, entierra la cabeza debajo de las almohadas, con la esperanza de ser engullido por otro sueño con John pronto.