Las calles se encontraban tan vacías que podían correr sobre el pavimento, se limitaban en no hacer escándalo en un vecindario tan popular en la ciudad, un sitio rodeado de árboles mientras las casas modernas están bien construidas, donde habitan personas con gran cantidad de dinero, le divierte demasiado, para nada sentía miedo si "el asesino más peligroso del mundo" lograra atraparlo.

Jimin está cabreado, le irrita demasiado este sujeto que lo moleste en un merecido día de descanso, no está para juegos y lo tiene decidido que lo va matar cuando lo atrape, corría como podía, le importa una mierda que no tenga lo necesario para salir con vida, la suela de sus zapatos era lo que se escuchaba, siendo la compañía de sus respiraciones aceleradas, vaya que este chico blanquecino es más rápido, puede que estuvo entrenando para revivir una revancha.

Yoongi para nada miraba hacia atrás, sabe bien que sigue siendo perseguido, lo tiene todo planeado y reconoce perfectamente los sitios donde no hay cámaras, no piensa decir lo que tiene en mente pero mucho menos de admitir que quiere volverlo a ver.

Se preguntaba mentalmente como es que Jimin no se cansa, aún seguía por detrás suyo, ni siquiera le gritaba en que se detenga o algo, vaya que si es silencioso como describían.

Cuando dobló en una esquina, no tuvo tiempo de reaccionar, ambos cuerpos habían caído y el de Yoongi ha impactado en el suelo, para que en un abrir y cerrar de ojos Jimin estuviera encima suyo, tomándolo de la cabeza mientras el mayor está bocabajo, este se había lanzado para atraparlo y fuera el rubio quien tuviera el control, maldijo bajo antes de gruñir, apretando sus puños.

Jimin lo obligó voltearse antes de que se le ocurriera atacarle, para tomarlo de su chamarra y mirarlo directamente a los ojos, estando una cercanía que ni sus alientos chocaran, siendo una lástima para Min.

Intentó tranquilizar su respiración, agradecido que este vecindario es solitario y los autos de lujo no pasan muy seguido, el mayor soltó una irónica risa, observando al rubio con una falsa admiración, por primera vez ha sido derrotado, pero quien diría que un chico lindo como el que tiene en frente lo haría. Realmente cuando a Yoongi le llama alguien la atención, se lo toma tan en serio, pero como sabe que Jimin pertenece con el objetivo y es un estorbo para sus planes, no se sabe que clase de intenciones tendrá.

Es una lastima, quería ver a su gatito después de hacerle una visita a su amigo, por primera vez un plan ha fallado. Gracioso ¿no? De que uno de los mejores asesinos fallara en un objetivo, y ser atrapado.

—Ahora si... — Habló primero el menor, aún sin soltarlo. — Vi que no lo pensaste dos veces, debiste haber sido agradecido que pertenezco a la mafia que da la oportunidad de alejarte.

Yoongi elevó una ceja.

—¿Solo eso? — Indagó con burla. — Tsk, ahora resulta que no hay segunda oportunidad de escapar.

—Me agrada tu valentía.

—Visitar al imbécil que se cree el rey de todo, lo fue. — Suspira sin interés, desviando la mirada en otro lado. — Creí que me olvidaste, gatito. Pero jamás imaginé que vendrías hacia mi.

Apretó los puños arrugando la chamarra, apretando un poco los dientes.

—¿Crees que quiero verte cuando en realidad es al contrario? — Soltó incrédulo, pero su voz sonaba tan dura e intimidante. Nada temeroso para Yoongi.

—Apenas nos conocemos, pequeño. Ni que fuera tan especial de que quiera verte. — Ladea un poco la cabeza. — Aunque quisiera pedirte una cita, pero esa cara que pones me dice que no lo harás.

—Estás en lo cierto, ¿Por qué saldría con alguien como tú? Si piensas que soy un estorbo, será mejor que ahora mismo saques lo mejor que tengas y me mates.

—Estás loco para decir algo así.

—Mi locura es lo mejor de mi, estoy tan loco que me gusta jugar con fuego y con la muerte misma, si dices que te sigo encantando o estás a punto, es un gran error, cariño. — Acercó un poco su rostro a la ajena. — Si vuelves aparecer en mi casa o escuche que tu sucia presencia ha sido vista, serás asesinado pero no de la manera rápida.

Yoongi soltó una ligera sonrisa, llevando sus manos sobre los antebrazos ajenos, eso le ha alarmado demasiado al rubio.

—Jamás creí que un niño bonito como tú, sea tan juguetón estando al borde de la muerte. Los dos estamos tan retorcidos, tú tienes un objetivo mientras tanto yo, simplemente quiero tener tu atención.

—E ir por mi jefe, vaya que es un gran paso romántico de tu parte. — Soltó con sarcasmo. — Ahora desaparece. — Lo empujó para levantarse, dejando al blanquecino en el suelo aún. — Y ya no hace falta de saber quien es la persona que te contrató, será mejor que canceles ese trabajo porque no vas a recibir ni un pago.

Comenzó por irse, Yoongi no se iba quedar ahí procesado lo que acabó de pasar, como buen depredador que es, no dejará escapar a su presa. Se levantó para ir directo donde está el rubio, siendo rápido en haberlo tomado por el brazo, jalándolo sin necesidad de lastimarlo, aunque si fuese así no lo haría, para después hacer que apegara su espalda contra la pared y acorralarlo.

Jimin sintió un escalofrío cuando el pelinegro le tomó por el mentón, la sonrisa de Yoongi no le cooperaba, quiso empujarlo pero simplemente terminó por poner sus manos sobre el pecho del mayor, una cercanía que jamás ha experimentado, siendo lo contrario como solía hacerlo, porque a Jimin siempre le ha fascinado a las mujeres.

—Dije que quiero verte ¿Tienes tiempo para mi? — Soltó seductor, Jimin rio bajo, negando con lentitud. — Debes tomarme en serio, porque quiero verte y saber de ti.

—Sería diferente si nos hubiéramos conocido de otra manera. Pero por obras del destino, comenzaste un juego que puedes llegar a perder.

—Y al haber seleccionado al perfecto jugador, no estoy equivocado el hecho que me va divertir demasiado.

—No podré tomarte en serio si me tomas como un juego. ¿Es lo que quieres? ¿Que esto sea diversión para ambos? — Para pagarle con la misma moneda, Jimin acercó al mayor hasta a tal punto donde sus labios están por rozar.

Maldita sea por esa cercanía, no hay nadie nervioso por eso, es obvio que estos dos están jugando, algo que están a punto de entenderlo.

Para nada se había alejado, a nadie le importa que vayan a ser vistos, las calles solitarias y ese silencio ayudaba, Yoongi puede estar tranquilo mientras tiene a su pequeño acorralado, aunque es a sabiendas que Jimin no va caer.

—¿Quieres jugar conmigo cuando no vas a tener ningún objetivo a cual matar?

—¿Qué insinúas, Jimin? — El menor encoge de hombros.

—Lo mismo te lo diría, no bajaría la guardia aunque si piensas estar detrás de mi, sin importar que no hayas tenido un pago.

—Puedo hacer que cambies de opinión, lo haría a mi manera. — Plantó un casto beso sobre los labios ajenos. — Quiero ver si haz investigado quien es la persona la que me contrató, así para tener unos cambios de planes, aún ni te librarás de mi.

Sin decir algo más, Yoongi de nuevo besó esos carnosos labios, lo cual no ha sido correspondido y teniendo al menor extrañado por esto, para después retirarse y perderse entre los árboles. Jimin quedó allí atónito, sorprendido por lo que acabó de decir cuando claramente se ha convencido que no le va seguir el juego, ahora está allí parado con ese nuevo cosquilleo sobre sus labios, teniendo su corazón palpitando con algo de velocidad, ni él mismo sabe porque dijo esas palabras, insinuando que quiere algo y puede ser un punto fácil para el contrario, no era de esperar que pueda aprovecharse.

Para nada se ha movido de su sitio, ignorando por completo su celular vibrar, no entiende porque su respiración se ha acelerado un poco, y más sobre los latidos que siente en su pecho, teniendo en mente de hablarlo con Soomi para saber de más sobre este chico.

Jungkook se encontraba de nuevo en la habitación de Taehyung, había terminado de comer, aunque no quisiera pero terminaron por convencerlo, hará lo posible de que eso jamás ha pasado, cuestionándose un poco si los antiguos acompañantes del mafioso han pasado por una situación así, tecleaba sin ánimos para responder las preguntas de Seokjin, pensando en buenas mentiras para tranquilizarlo.

Bueno, no va decir que se tiene que acostumbrar este tipo de cosas, con gusto puede irse de ahí y decirle a Taehyung que todo termina desde aquí, algo que no va hacer, Jungkook aceptó esto a sabiendas de como son las cosas, más teniendo en mente si llegara a presenciar una escena así. Sorprendente de que brincaran desde el segundo piso, para correr a un punto y desaparecer sin una lesión alguna, más Jimin que no llevaba algo especial para enfrentárselo.

Estuvo llorando por unos minutos, que ahora sus lágrimas estaban secas, sus labios húmedos por lo mismo y su piel volviendo a su tonalidad, había quedado pálido por el miedo, aún sentía esa punzada en su estómago pero se siente tan agotado, al menos pasará la noche con Taehyung y eso le tranquiliza, justamente en la cama donde sucedió ciertas cosas en la noche anterior y en la mañana, llevó una de sus manos sobre las nuevas cobijas, el olor a detergente y lavanda emanaban entre la tela, juntos habían ordenado ese desorden dándole saber que no siempre los millonarios van a estar pidiéndole a alguien que hagan las cosas más sencillas de hacer por ellos, supo que hay ocasiones que Hoseok da días de descanso, para aprovechar una limpieza y dividirles los trabajos, ese hecho es tan justo para unas personas que siempre han acostumbrado desde sus cunas de oro.

Siente algo de curiosidad de como ha sido la educación de cada uno, no le gustaría tomar temas delicados y que todo sea un malentendido, tan cuidadoso es con sus palabras tanto al hablarlas como escribirlas, estas personas son tan dependientes de sí mismos, tantas cosas que la gente de clase alta no suelen ser como aparentan, así como los describen en libros, series, películas o rumores, al menos es saber con quien juntarse y no caer en manos de alguien millonario que sea una mierda de persona.

Prefirió tomar un poco más de comida al sentirse con hambre aún, Hoseok le había dicho que no ignore a su estómago si pide de más, así para seguir comiendo moderadamente.

Por el otro lado, ambos mayores estaban en espera de Jimin, atentos de lo que podría pasar. Hoseok dejó su celular sobre el escritorio, rendido de que su amigo ha de estar tan ocupado para deshacerse de alguien, el silencio de Taehyung le explicaba demasiado de que está molesto, de nuevo mucho trabajo que eliminar, revisaba con tranquilidad su correo electrónico, notando que Taeyong le ha mandado la información que esperaba.

Comenzó por leer, bufando al ver que el tipo que metió a prisión está involucrado, teniendo su magnífico plan b en mente, de querer visitar a alguien conocido en esa prisión para que le hiciera un favor y de matar a ese hombre, aseguraba de que algún aliado no sea un traidor sino debería hacer unas lindas visitas en estos días. Elevó una ceja y pegó el interior de su mejilla con su lengua, luego se acercó donde está Taehyung para extenderle su tableta, en espera de que lo tomara, el pelinegro vio de reojo tomándolo.

Leyendo con atención para que al final una media sonrisa burlona, cínica y sarcástica aparezca, devolviéndolo a su dueño para levantarse, los pasos era lo que sonaba en su despacho.

—¿En qué momento la gente va entender que insistirle al peor villano, para cumplir con una venganza tan barata será en vano? — Soltó incrédulo, Taehyung se ha molestado aún más. — Error tras error, eso es lo que van a estar cometiéndolo, para que sus consecuencias sean de las peores.

—Hablaré con Jimin cuando regrese, es mucho trabajo de lo que imaginé.

—Oh claro que lo harás, y mandar al Ángel Oscuro a matarme no va solucionar nada.

—Y del chico, Jungkook, será mejor que...

—Lo seguiré viendo. — Hoseok lo miró extrañado como si acabó de decir una locura.

—Taehyung sabes que...

—Jungkook va pasar sus días y trabajar en el casino con normalidad, no le diré que deje de verme o alejarme de él como si fuese un fantasma. — Será mejor no mencionar ciertas cosas en un asunto tan importante. Hoseok hizo una mueca conteniéndolo y manteniendo esas palabras en su garganta, dejándose por vencido y concentrarse.

Taehyung giró un poco su cuerpo para mirarlo, esa mirada tranquila es difícil de descifrar que clase de emoción estará expresando, lo conoce perfectamente y no es necesario decirlo.

—Hice promesas que jamás imaginé hacer. — Admitió. — No dejaré a Jungkook solo y no tomaré decisiones que lo puedan lastimar, sé que él no va traicionar a nadie y ¿Cómo lo sé? — Las sospechas de Hoseok comenzaron a ser analizadas, puede que no lo diga ahora pero es mejor darse cuenta antes de estar desprevenido. — Un ángel tan puro como él, no va ser fácil para mentirme, pero sé que no voy a llegar esos extremos, no contaré lo que hice con el antiguo acompañante como advertencia. — Le señala. — Quiero que lo cuiden también, y pobre de quien se quiera pasar de listo conmigo, escoge a las personas más confiables, si descubro que estas personas están dando su información personal, diciendo quienes son sus amigos, su familia, a donde va y toda esa mierda, no volverán a ver la luz del sol.

Hoseok puede admitir que está tan sorprendido por ese cambio tan repentino, asintiendo con lentitud entendiéndolo, no se ha esperado escuchar algo así cuestionándose que clase de decisiones esté tomando el menor, dejándolo para otro día esa charla, confía demasiado a su amigo, claro que lo hace, si está empezando a tener algún interés hacia ese chico no hay nada para impedirlo. En cualquier momento podría ver esa versión del menor estando enamorado, dándose la idea que clase de decisiones estará dispuesto en pensarlo, que tipo de promesas puede decir.

Kim Namjoon había vuelto, pero esto no será nada agradable, ambas mafias lo saben.

Así que Taehyung sacó su celular para buscar dichas personas de confianza, cambiando seguido de opinión para dar esa advertencia en persona, Jungkook tiene que está fuera de esto y así lo será, así lo va mantener para tenerlo a salvo.