(PARK JIMIN)

Siempre he oído decir que los niños pueden llegar a ser muy sensibles y débiles, pero los adolescentes pueden serlo todavía más. Aunque la afirmación de que todos los adolescentes son débiles y sensibles es un estereotipo que no refleja la realidad. La adolescencia es una etapa de la vida marcada por grandes cambios físicos, emocionales y sociales, lo que puede hacer que algunos individuos se muestren más vulnerables en ciertos momentos. Sin embargo, esta vulnerabilidad no es sinónimo de debilidad.

Porque en la adolescencia, las emociones suelen ser más intensas debido a los cambios hormonales y el desarrollo cerebral. Por eso ser adolescente no te hace más sensible y débil, sino más bien un indicador de que estás pasando por un proceso natural de crecimiento. Eso es lo que se supone que tengo que hacerle entender a mi querida paciente de 17 años. No obstante, la muy testaruda parece no comprender algo tan simple, explicado por la misma ciencia.

Mí paciente recurrente estaba sentada en el borde de la camilla, ligeramente reclinada hacia atrás. Choi Minsi. Es mi primer caso, desde que ingresé a trabajar en esta clínica privada. El caso fue que ir al instituto cada día se convirtió en un calvario para ella. Durante meses se durmió entre lágrimas. Sentía miedo y rabia, rencor y una gran humillación. Pero sobre todo culpa, pues lo peor del acoso y las humillaciones es que hacen que quien las padece se culpe a sí misma por no ser capaz de ponerles fin.

Pues resulta que su hermano mayor falleció, desde entonces se volvió muy depresiva y distante del mundo. Cambió drásticamente de personalidad y vestimenta. Eso causó que en el instituto donde asiste, comenzarán a burlarse de ella. Minsi, en vez de defenderse y ponerle fin a tales humillaciones, solo llora. Culpándose por nacer. Entonces aquellos solo usan esa debilidad para burlarse aún más. A veces las personas pueden ser muy crueles. Sonrió levemente, me parece gracioso, la verdad. Yo haría lo mismo, hablando honestamente. Rápidamente me pongo serio. Y escucho cómo continúa hablando:

―Es que… él se fue al cielo y yo me quedé aquí, con una sonrisa fingida porque desde que se fue no he vuelto a sonreír como antes solía hacerlo. Aún hay días en los que sigo esperando su regreso porque tengo esperanza de volverlo a ver, volverlo a abrazar y conversar de todo lo que ha pasado en su ausencia. ¿Sabe, doctor? ―insistió ella, «A veces, lo que más recordamos son las cosas pequeñas», pensé. Su mirada alegre desapareció de repente y su sonrisa vaciló. Aunque solo fue por un segundo, igualmente se dio cuenta y me pareció raro. Bajo la cabeza y miró en sus manos, así tenía una pequeña fotografía donde su hermano la abrazaba como si no hubiera un mañana― A veces miro el cielo y le digo… espérame ahí y apartame un lugar porque algún día tendré que irme también, hasta entonces me conformo con encontrarte en mis sueños.

¿Es normal que me sienta un poco asqueado por tantas palabras llenas de cursilerías?

Yo sé que soy un psicólogo diplomado, un profesional en esta área, pero realmente me da mucha rabia escuchar sus sentimientos y no poder reírme. Porque seamos honestos, en el mundo que vivimos es natural que algún momento muriéramos. No tenemos la vida comprada, y tampoco somos inmortales. Basta. Un profesional, debo continuar con mi labor. «Concéntrate Jimin, no nos dejes mal. Demuéstrale al mundo de lo que eres capaz, en secreto», dicen ellas en mí cabeza. Sonrío levemente. Recién es el primer día de la semana que me toca sesión con Minsi, y ya había sido horrible, al menos para mí mente. El cigarrillo del cenicero que tenía delante, estaba consumido.

―¿Lo encuentras en tus sueños?

Sus lágrimas comienzan a recorrer su rostro, yo en cambio ni me inmute. Solo miraba fijamente su rostro, sus ojos quizás habían suplicado, gritado y arañado por ayuda o un abrazo. Un momento excelente para tomar decisiones importantes sobre la contratación de nuevos pensamientos inclusivos, desde luego. En su defensa, tenía que decir que daba por hecho que ella renunciaría casi de inmediato a venir a atenderse. Sin embargo, aquella mujer era inquebrantable. Lo había intentado todo, no se había dejado nada en el tintero, ni siquiera el asesinato de sus padres.

―A veces sí y a veces no…

―¿Cómo te sientes cuando es un sí?

―Mal, demasiado mal, muy mal. ―respondió con sequedad antes de volver a centrar la atención en un informe que yo sostenía en la mano.

―¿Por qué, Minsi?

Cerré los ojos por un instante. Abro los ojos y un fuerte zumbido inunda mis oídos. El cuerpo me dolía por haber permanecido tantas horas en la misma posición.

―Porque en ese sueño parece tan real, como si lo estuviera viviendo… luego me despierto y me doy cuenta de que no, que solo fue eso. Un sueño. Y aunque muchas veces no quiero despertar, siempre termino haciéndolo. Y me duele tanto. ―las palabras salen duras penas de su boca.

―Soñar con personas que han muerto puede resultar doloroso porque muchas veces sugiere repensar el vínculo que se ha tenido y, al mismo tiempo, lleva a revivir el duelo de su pérdida. ―digo, y ella quedó perpleja, como si fuera yo quien acabara de decir algo absurdo― ¿Y cuando es un no?

―Y cuándo es un no… es más diferente, porque es más fácil aceptar que no está y no va a volver a estar.

―Soñar o no soñar con alguien que hemos perdido es un proceso muy personal y puede variar mucho de una persona a otra. No existe una respuesta única, ya que los sueños son complejos y están influidos por nuestras emociones, experiencias y forma de procesar el duelo.

―Igual, ya me resigné…

Minsi se sentó nuevamente en la silla que había frente a mí, se apartó los rizos oscuros de la cara y cogió un montón de papeles, dispuesta a ordenarlos. La falda de color verde cubierta de florecillas se arremolinó a su alrededor mientras proyectaba toda la fuerza de su alegría hacia el «me resigné».

―Escúchame… resignarse a la muerte de alguien es un proceso emocional complejo y profundamente personal que implica aceptar la realidad de que esa persona ya no está presente en nuestra vida. Es un paso importante en el proceso del duelo, aunque puede ser extremadamente doloroso y difícil.

―No entiendo doctor Park… ―dice, con una mezcla de picardía y sinceridad en los ojos, replicó―: ¿Estoy haciendo bien o mal al resignarme? ¿Qué opina usted?

Pues la verdad estuve tentado de agacharme para esquivarla. Pero el mero hecho de verla sonreír con soberbia, me puso como loco, ahora entiendo muchas cosas. No siempre es todo como aparenta. En vez de esquivarla. En vez de eso, opté por aprovechar su comentario como distracción.

―Yo solo soy tu terapeuta… no puedo decirte lo que estás haciendo bien y lo que estás haciendo mal. De eso te tienes que dar cuenta tú sola… lo que te puedo decir es que… ―su mirada alegre desapareció de repente y su sonrisa vaciló― Resignarse implica aceptar la realidad, soltar el apego, integrar la pérdida y encontrar un nuevo equilibrio. ―seguí hablando de todas formas, casi por instinto― Aceptar la realidad: Reconocer que la muerte ha ocurrido y que no hay vuelta atrás. Soltar el apego: Dejar ir la esperanza de que la persona pueda volver o que las cosas vuelvan a ser como antes. Integrar la pérdida: Aprender a vivir con la ausencia de esa persona en tu vida diaria. Encontrar un nuevo equilibrio: Reconstruir tu vida y establecer nuevas rutinas y relaciones. ―ella se obligó a fijar la mirada en el cenicero de mí escritorio― Es importante destacar que: No hay un tiempo establecido para resignarse. Cada persona lleva el duelo a su propio ritmo. Resignarse no significa olvidar: Puedes seguir amando y recordando a la persona fallecida, incluso después de aceptar su muerte. Resignarse no es lo mismo que rendirse: Es encontrar la fuerza para seguir adelante, a pesar del dolor.

―¿Sabe doctor? Siento que entonces no estoy resignada… ―oigo como los papeles que ella tenía en las manos crujían. Debía de estar agarrándolos con fuerza― ¿Por qué es tan difícil resignarse?

Si ella pudiera escuchar mi mente, estaría cagada del miedo. Creo que ya se acabó mi amabilidad, necesito ser más brusco.

―Dolor emocional intenso: La pérdida de un ser querido provoca una gran variedad de emociones, como tristeza, ira, culpa y confusión. Miedo a lo desconocido: La muerte es un misterio y puede generar miedo a lo que vendrá después. Apego emocional: El vínculo que teníamos con la persona fallecida puede hacer que sea difícil soltar ese apego.

―¿Usted ya pasó por algo así?

―Señorita Choi… yo soy el terapeuta, no usted. Estoy aquí para ayudarla, para ser ayudado. ¿Comprende? —decido preguntar ignorando el tamborileo acelerado en mi pecho, dejé la libreta en la mesa a un lado de la lámpara, junto mis ambas manos hasta entrelazarlas entre sí, coloco mi cabeza justo encima de las manos y fijo mis ojos en ella, con una mirada sobradora― No quiera confundir los roles, eso no es bueno para usted. Y se lo digo para ayudarla… o ¿quiere salir espantada?

Pude notar que la voz ronca que salía de mis labios erizó cada vello de su piel. La frialdad y el poder que transmitía mi voz la hace congelarse en su lugar. Un gesto de espanto se había apoderado de su alegre fachada. Y ese espanto se convirtió en vergüenza cuando se percató de que la estaba mirando fijamente, con una mirada con poca o nada de compasión. Eso no era para nada cierto. Solo en los últimos siete días, había oído hablar a ese pequeño estorbo más que a cualquier otro ser humano que hubiese conocido antes.

Y lo peor era que recordaba todas y cada una de las palabras que había dicho. Tres golpecitos a la puerta hacen que ella tome la iniciativa de levantarse de sopetón, y con pasos torpes se acercó hasta la puerta blanca, abriéndola y saliendo de allí lo más rápido que pudo. Yo sabía que mi tiempo con ella había terminado para el día de hoy. La puerta que había quedado entreabierta se abre por completo, dejando ver a mi secretaria, con unos papeles en mano. Seguramente otro informe clínico de algún otro paciente.

Hola, gente linda de esta plataforma color naranja ❤️
Primero que nada quería comentarles... Que tengo más que seguro que les va a aparecer un capítulo muy pesado y abrumador, que quizás no vayan a entender nada.
Pero... Porque si, todo tiene un pero.
Pero más adelante va a tener concordancia con la historia, recuerden de que la estoy editando de cero, y como mencioné con anterioridad va a haber capítulos nuevos, capítulos viejos completamente editados y capítulos de relleno.
Porque la idea es que esta historia sea un poquito más larga, y además de eso que los personajes, la trama y el ambiente tengan más desarrollo. Y para ellos necesito sí o sí crear estos capítulos de relleno.
Les doy un consejo va a ser muy necesario que la lean de cero, si quieren entender los sucesos que van a transcurrir a medida que avanza la historia.

Bueno eso es todo...
Muchísimos besos, Mica <3