
14. ¿𝑮𝒖𝒔𝒕𝒂 𝒖𝒏 𝒃𝒂𝒊𝒍𝒆?
✩。:•.───── ❁ . ❁ ─────.•:。✩
✩。:•.───── ❁ . ❁ ─────.•:。✩
— Entiende... no creí que se fueran a comportar así.
— Pues debiste suponerlo, chispitas. —Lo miró bruscamente, furiosa—. ¡No puedo creer que ahora me vean como una futura traidora a Asgard!... Después de todo lo que estoy haciendo para aprender.
— Tienes que entender... —Thor suspiró, buscaba las palabras adecuadas—. Es difícil para ellos creer que tú y mi... hermano no tengan segundas intenciones.
— Espera, espera... —sus ojos se entrecerraron, dolidos—. ¿Acaso tú también dudas de mí?
— No es eso... yo no...
— Por favor, Thor. —Negó con la cabeza, decepcionada—. No confías en mí. Wow... Esto es... ¡agh! Olvídalo, mejor ni lo digo.
Sin más, abrió de golpe las puertas de su habitación y se adentró con pasos rápidos. Estaba furiosa. No solo porque la estaban juzgando, sino porque le dolía que incluso Thor dudara de su lealtad. ¿Qué parte de ella les hacía pensar que pondría en riesgo todo por amor? ¿Acaso el cariño anulaba la lógica?
Aunque lo entendía. Loki no era fácil de defender. Pero tampoco era justo.
— ______, por favor, cálmate. —Thor entró tras ella, cerrando la puerta con cuidado.
— Estoy calmada. —espetó bruscamente, girando de espaldas.
— ¿Estás segura? —Le tocó el hombro con suavidad—. Te ves aún alterada...
— ¡HE DICHO QUE ESTOY CALMADA!
Una onda de energía estalló a su alrededor. Objetos volaron por la habitación y Thor fue arrojado contra la pared con fuerza. El silencio fue inmediato.
_____ quedó inmóvil, sin aliento. No lo había querido hacer. Su magia había salido disparada sin control.
— No... no, no... —corrió hacia él con desesperación—. Lo siento, lo siento tanto... no sabía que pasaría.
— Tranquila... —Thor se levantó con ayuda de ella, sacudiéndose el polvo—. Estoy bien.
Pero antes de que pudieran reaccionar más, los guardias irrumpieron.
— ¡Retírense de inmediato! —ordenó Thor, alzando la voz—. Ella no hizo nada malo. ¡Es la invitada de Odín!
Aunque dudosos, los guardias soltaron a la joven. Ella bajó la vista, avergonzada. Ya era evidente que no era bien recibida.
Thor la guió de nuevo dentro de la habitación. Cerró la puerta y se acercó con cautela.
— En serio, lo siento. No quería hacerte daño.
— Ya... —dijo ella apenas en un susurro—. Yo tampoco quería.
— No me hiciste daño, pequeña. Estoy hecho de cosas más fuertes que eso. —Intentó bromear, pero el ambiente seguía tenso.
Ella cubrió su rostro con las manos.
— Perdón... perdón... —Su voz se quebró.
Thor la abrazó, y en ese instante, el muro se rompió. _____ lloró con fuerza, como si su pecho no pudiera contener más.
— Estoy haciendo todo mal... —murmuró entre sollozos.
— ¿A qué te refieres?
— Nada me sale bien. Ahora soy una amenaza, todo por lo de Loki... —lo miró con los ojos llenos de dolor—. Pero no quiero alejarme de él. Apenas controlo mis poderes... extraño a mi papá... y las tostadas francesas de Nat.
Su respiración se tornó entrecortada. Las lágrimas no paraban, pero lo peor eran las voces en su mente:
"No debiste venir."
"Eres un peligro."
"Te traicionará."
"Monstruo."
"Todo es tu culpa."
Su cuerpo comenzó a temblar violentamente. Thor la sostuvo justo a tiempo antes de que se desplomara.
— ¡Hey, linda! ¿Estás bien? —La llevó hasta la cama—. ¿Quieres agua? ¡Sí! Agua...
— En mi mochila... —balbuceó, apenas audible—. Busca las pastillas... las pequeñas...
Thor corrió, revolvió la mochila sin éxito, y en desesperación vació todo sobre la cama.
— ¿¡Dónde carajos están esas cosas!? ¡Ah! ¡Aquí! —Agarró el pastillero lila, pero al abrirlo con fuerza, las pastillas cayeron al suelo—. ¡No puede ser!
Rápidamente juntó una que parecía limpia y corrió hacia ella.
— Toma.
_____ la tragó con un hechizo que hizo aparecer un vaso de agua. Cerró los ojos con fuerza mientras las lágrimas le recorrían el rostro.
Pasaron diez largos minutos. El silencio era abrumador, solo interrumpido por su respiración que poco a poco se normalizaba. Aun así, los temblores no cesaban del todo.
— ¿Te sientes mejor? —preguntó Thor con suavidad.
— Un poco... —le sonrió débilmente—. Perdón por todo esto...
— No tienes que disculparte por sentir. —Le tomó la mano—. Estoy aquí para ti.
— Gracias... en serio...
Thor no apartó la mirada de ella. Su expresión era más suave, más vulnerable. Pero entonces, sin previo aviso, la tomó por el rostro y la besó.
Sus ojos se abrieron de par en par. Lo empujó con fuerza y le dio una bofetada que lo lanzó al suelo.
— ¡¿PERO QUÉ DIABLOS TE PASA, THOR?! —gritó furiosa mientras hacía aparecer una daga—.
— ¡N-No es lo que crees! —se levantó rápidamente, alarmado.
— ¡ME BESASTE! ¿¡QUÉ MÁS QUIERES QUE PIENSE!? —le apuntó con la daga, temblando de rabia.
Una ráfaga de luz lo envolvió... y en su lugar apareció Loki.
— ¡¿LOK—
— ¡SHHHH! —Le tapó la boca—. ¡No se supone que esté aquí!
— ¡AGH! —apartó su mano—. ¡¿Entonces qué haces aquí, lunático?!
— Solo quería aprovechar un rato contigo...
— ¿¡APROVECHAR?! —le volvió a apuntar—. ¡¿ME BESASTE POR ESO?!
— ¡NO, NO! No me malinterpretes. —Se alejó con las manos en alto—. No te quiero en ese sentido. O sea, sí, pero no... ¡AHH, MALDITA SEA!
Ella lo miró, confundida, furiosa, herida. Loki se acercó y le quitó la daga con cuidado.
— Solo quería sacarte de aquí un rato. Que no pensaras en toda esta basura. Pero no pensé bien cómo hacerlo.
— No. Claro que no pensaste. —Se apartó bruscamente—. ¿Sabes lo que hiciste? ¿Lo que me hiciste sentir?
Fue hacia su armario con pasos firmes, murmurando algo en voz baja. Loki se quedó inmóvil.
Había cruzado un límite. Lo sabía.
Y por primera vez en mucho tiempo... no tenía idea de cómo repararlo.
⊱❑┇ Loki ┇❑ ⊰
¿Que si hice una estupidez? Sí, la hice.
—Mi pregunta es: ¿cómo demonios lograste que nadie se diera cuenta? ¿Y desde cuándo lo planeaste? —preguntó ella, dándose la vuelta justo cuando salía del gran armario, recogiendo su cabello con aire indiferente.
No voy a negar que mis intenciones esta noche con ______ eran otras. Quería distraerme, sacarla de mi mente de una vez por todas. Y aunque fingí que no me importaba nada serio con ella... es como si supiera exactamente cómo hacerme arrepentirme de cada palabra. Sin siquiera intentarlo.
Verla con esa prenda —prácticamente inexistente— me hizo reconsiderar todo.
—La gente del palacio es increíblemente fácil de engañar. Eso lo sabes mejor que nadie —me encogí de hombros, desinteresado, desviando la mirada—. Esta vez fue sencillo pasar desapercibido.
—Ajá. Ve al grano, Loki —resopló, levantando algunas cosas del suelo antes de cruzarse de brazos y sentarse en las escaleras que daban al balcón.
—Thor me debía un favor desde hace tiempo... así que creé una ilusión mía en su cuerpo —me levanté y comencé a caminar por la habitación—. Y como mañana es ese ridículo baile, decidieron ser "misericordiosos" conmigo y dejarme pasar la noche en mi habitación. Intercambiamos lugares justo cuando él se fue con las tres chillonas y Lady Sif al bazar.
—No puedo creer que lo hayas imitado tan bien —dijo entre risas, negando con la cabeza mientras me observaba con incredulidad.
—Pasar años a la sombra de alguien te da ciertas ventajas en ese sentido.
—Me sorprende, la verdad —se recostó, cruzando las piernas—. Pero no cambia el hecho de que me mentiste para hacer eso.
—¡No me dio tiempo!
—Por los dioses, Loki —rodó los ojos—. ¡Tuviste toda la noche para decírmelo!
—No quería incomodarte, eso es todo.
¿En serio? "No quería incomodarte". ¿Quién soy yo y qué hice con el verdadero Loki? ¿Por qué me comporto como un imbécil cada vez que está cerca? ¿Y por qué cuestiono cada cosa que digo o hago con ella? Esta mujer me tiene atrapado. Y lo peor es que... me gusta.
Y no sé por qué.
—¡Con esto no voy a poder mirar a Thor a la cara jamás! —exclamó de pronto.
—¡Entonces no lo mires! Solo piensa que era yo desde el principio —respondí, algo a la defensiva.
El silencio se instaló entre nosotros. ¿Cómo se me ocurrió hacer semejante idiotez?
—Yo... creo que es mejor que te vayas —dijo en voz baja mientras se acariciaba el brazo—. No quiero que nadie crea que maté a Thor después de lo de hace rato...
Asentí, sintiendo una punzada de decepción. Pero no podía engañarme: me lo merecía. Nunca imaginé que esto la afectaría tanto.
Cuando casi se desmayó en mis brazos, sentí que la perdía. Intenté leer su mente, pero estaba tan desordenada, tan confundida, que apenas pude entender algo.
Me dirigí a la puerta... pero algo en mí me obligó a girarme para mirarla una última vez.
—Lamento... todo lo que pasó hoy.
—No tienes que disculparte —se recostó contra la columna de la cama—. Solo... no me mientas otra vez.
Qué irónico... pedirle eso al dios del engaño, pensé. Sonreí con suavidad.
—Descansa. Mañana tendrás un día bastante ocupado... con este prisionero —bromeé, y noté cómo sonreía mientras miraba a otro lado.
—Espero que no me dejes plantada.
—¿Desde cuándo te he fallado, mi reina?
Sus mejillas se tiñeron de un leve rojo, y por los Nueve Reinos... se veía preciosa.
—Ya vete... —murmuró, ocultando su rostro con las manos.
Le dediqué una última sonrisa y, antes de cambiar de forma, me acerqué a ella y tomé su mentón con delicadeza.
—No eres ninguna amenaza, ______.
Le besé la frente suavemente, me giré y, con un último suspiro, me transformé para salir de la habitación de la chica que, sin quererlo, había empezado a hacerme cuestionar todo.
⊱❑┇ _____ Stark┇❑ ⊰
Definitivamente, este no era mi día. Ni mi noche. Ni mi semana. Y si seguimos así, ni mi vida.
Seguía aturdida por lo que había pasado. ¿Me besó Loki disfrazado de Thor? ¿En qué clase de episodio de Keeping Up with los Asgardianos estoy metida? ¿Y por qué, por qué, me gustó?
Pero no, no era solo el beso. Era ese ataque. Las voces. Los recuerdos que insistían en hacerse los protagonistas de mi cerebro, como si no tuvieran ya suficientes repeticiones.
Y Loki... Ay, Loki.
El muy idiota se había colado en mis pensamientos como un anuncio publicitario imposible de cerrar. Sarcástico, cínico, arrogante, con esa sonrisa como de quien se sabe el villano y el protagonista al mismo tiempo. Lo detesto.
Y me encanta.
—"Mi reina"... —repetí en un susurro, enterrando la cara en la almohada como una adolescente ridícula.
Un tonto. Un tonto encantador con complejo de Shakespeare. Me estaba gustando más de lo que es legal. Más de lo que es sano. Más de lo que estoy dispuesta a admitir en voz alta.
Y no solo por cómo besa. Sino por cómo me mira. Como si supiera algo que yo no...Como si pudiera romperme y armarme de nuevo en un segundo.
Me dormí pensando en él. Qué cliché más barato.
Unos golpes suaves me despertaron. Quise ignorarlos, pero no hubo caso.
—Buenas tardes, Lady ______ —dijo una mujer con voz tan dulce que me dieron ganas de pegarle una almohada en la cara.
—¿Tardes? Genial. Dormí como estrella de reality show en día libre —mascullé entre dientes, apenas abriendo los ojos.
—En diez minutos llegarán las doncellas para ayudarla a prepararse —añadió antes de desaparecer como si no acabara de lanzar una bomba de relojería.
—Y yo que pensé que por estar en Asgard me libraba de Jarvis y sus madrugones asesinos.
Con toda la elegancia de un gato aplastado, me arrastré hasta el baño. Me lavé la cara, me vestí con magia rápida, y me hice el peinado más decente posible: dedos, agua y fe.
Agarré un pedazo de pan que alguien había dejado como ofrenda y lo devoré sin culpa. Si Loki puede cambiar de forma, yo puedo desayunar como ser humano funcional.
Tomé uno de los libros que había robado—digo, tomado prestado—de la biblioteca y me perdí en él hasta que una estampida de doncellas irrumpió como si estuviera por grabar un comercial de perfume real.
Honestamente, parecía una mezcla entre la Met Gala y una quinceañera de alto presupuesto. Prepararon un baño con pétalos, flores, hierbas, y probablemente el alma de un unicornio.
Intentaron meterme en la tina como si yo fuera un bebé sin voluntad. Obviamente las paré con una mirada tipo "hazlo y te convierto en rana".
Me metí yo sola, gracias. El agua estaba increíble, lo admito. Hundí mi cuerpo hasta que solo la punta de la nariz quedaba fuera. Podría haberme quedado ahí todo el día.
Intenté no pensar en nada.
Spoiler: fracasé.
Loki, Loki, y más Loki. Como si mi cerebro fuera una playlist titulada "Me niego a superarlo". Su voz, su mirada, su sonrisa cínica. Esa forma que tiene de decir "mi reina" como si supiera lo que provoca.
Basta.
Ese maldito dios tenía la capacidad de invadir todos mis espacios mentales como si fuera el Wi-Fi de la casa. Y no hay manera de reiniciar este modem.
Unos golpecitos en la puerta me salvaron de volver a flotar por el espacio de los pensamientos tóxicos.
—Mi lady, ya es hora de vestirse.
—Perfecto, justo estaba por escribirle un poema dramático a mi caos emocional —bufé, saliendo de la tina con una toalla enrollada como capa.
Me puse el camisón que me habían dejado. Al salir, casi me da un mini infarto.
Vestidos. Joyas. Zapatos. Accesorios. Todo digno de una novia en crisis o de una alfombra roja. Faltaban solo las cámaras y la voz de Ryan Seacrest preguntándome quién me vestía.
Suspiré.
Y la única voz en mi cabeza era la suya: "¿Desde cuándo te he fallado, mi reina?"
—Dios... tengo que dejar de enamorarme de hombres que pueden convertirse en otras personas.
Casi tres horas después de probarme más vestidos de los que podía contar, me encontraba en los "últimos" detalles de mi atuendo. Al fondo, comenzaba a escuchar la música que retumbaba por todo el palacio, señalando el inicio de la celebración.
El vestido que finalmente escogí se ajustaba perfectamente a mi cuerpo; las incrustaciones de piedras preciosas eran lo que más me encantaba. Opté por un peinado sencillo y decidí no llevar joyas por el momento. Sin duda, me sentía como en uno de esos cuentos de hadas donde la princesa encuentra a su príncipe encantador... aunque el mío tenía la peor reputación.
Me miré una última vez en el gran espejo y agradecí a las mujeres antes de salir de la habitación.
Al cruzar la puerta, me percaté de algo: un guardia en cada extremo.
—Esto tiene que ser una broma... —di un aplauso y me acerqué a uno de ellos—. Amigo, no tienen por qué alterarse tanto; el príncipe y yo solo estábamos jugando a las tacleadas —expresé nerviosa.
Lo único que recibí de aquel hombre fue una fría mirada; al parecer, ni siquiera sabían hablar. Ignoré el hecho de que ahora tenía más ojos sobre mí cada vez que caminaba por el palacio. No solo se limitaban a pararse en las puertas de mi habitación, sino que también me seguían a cada momento.
Observé por los grandes ventanales la inmensa cantidad de invitados que llegaban. Claro, esto no tenía comparación con ninguna fiesta a la que hubiera asistido antes.
Llegué a la entrada del gran salón y noté que ya había personas bailando al hermoso compás de la música.
Todo era como un sueño, excepto por algo.
—No, no —me di vuelta y señalé a los entrometidos—. Ustedes llegan hasta acá. Dejen el chisme, mijos, que eso es contagioso.
Pero al parecer, hicieron caso omiso a mi petición, y sin más remedio, me adentré en el gran salón.
Las miradas no se hicieron esperar. Claro, más que entrar en compañía de los guardias, llamaba la atención por la fama que me cargaba.
Sentía cómo me juzgaban con cada paso que daba, pero... no hice nada malo en realidad, no he lastimado a nadie. ¿Por qué me avergüenzo?
Levanté la mirada y enderecé mi caminar; nada haría que me sintiera mal de nuevo, y menos en este día.
Busqué con la mirada y me encontré con nadie más que con el mismísimo Thor. Efectivamente, no pude evitar recordar el incidente de la noche anterior, pero hice a un lado aquel bochornoso recuerdo.
—Pero vean a quién tenemos aquí, lady ______ —hizo una reverencia en burla—. ¿Acaso ha venido a conquistar a algún príncipe esta noche?
—Preferiría quitarme a la guardia nacional de encima en este momento, beach boy —le pegué un pequeño puño en el brazo, y este dio una señal a los guardias para que se retiraran—. Gracias, me tenían harta de lo tanto que hablaban —bromeé.
—Jajajaja. Me imagino que era parte del interrogatorio —comentó mientras me ofrecía su antebrazo.
Caminamos casi por todo el salón mientras el peliteñido saludaba a cada invitado, y yo me limitaba únicamente a dar una sonrisa.
—Tú y Loki me la van a pagar en algún momento por lo que pasó anoche —reclamé entre dientes mientras sonreía a uno de los invitados—. Debes inventarte por lo menos otro tipo de excusa.
—A mí no me metas en esos juegos; yo solo cumplí mi parte —se excusó mientras me veía—. Aunque caíste en el engaño, ¿no es así?
—Cállate —le miré—. Si me hubieras dicho desde el principio que Loki tomaría tu lugar, habría sabido cómo comportarme en ese caso.
—Sí, me enteré de la gran conversación de la noche —mordió su labio inferior—. Tienes bastante autocontrol.
—Claro, es algo que la princesita traicionera debe hacer —contesté fastidiada al recordar cómo me habían llamado.
—Ignora lo que digan; tú más que nadie sabes cuáles son tus intenciones.
—¡HEY, THOR!
Ambos volteamos a ver, y nada podía arruinarme más la noche que los cuatro amigos de Thor en ese instante.
—¡Amigos míos! —me arrastró hasta donde se encontraban ellos—. No creí que fueran a venir.
—Sabes que no desaprovecharíamos este momento para disfrutar del gran festín.
—De verdad que no tienes llenadera, Volstagg —le regañó Sif—. Buenas noches, princesita —me saludó dándome una mirada odiosa.
¿De verdad creía que me iba a ofender nuevamente con esa mierda? Está equivocada si creía que eso pasaría.
—Buenas noches, lady Sif —saludé sin mirarle al rostro.
—Pero qué belleza la que se nos presenta esta noche.
Maldije para mis adentros; la verdad, Fandral no era alguien que me agradara mucho por el momento. De hecho, ninguno me agradaba tanto.
Excepto por Hogun; él sí me cae bien.
—Espero no interrumpir la charla —me miró, y temí lo peor—. ¿Me concedería este baile, lady _____?
No, no y no.
—Ve, _____, no todos los días bailas con uno de los Tres Guerreros —me alentó Thor soltándose de mi agarre.
—Je... Me imagino que es un gran honor en ese caso —contesté con ironía mientras le miraba mal—. No es como si me sintiera presionada para no quedar como una presumida —susurré.
Tomé el antebrazo de aquel hombre a regañadientes, no sin antes levantarle el dedo medio a Thor disimuladamente.
Llegamos a la pista de baile, y este tomó una de mis manos y apoyó la otra en mi cintura, dando inicio a aquella tortura para mí.
Busqué con la mirada aquella figura que no lograba sacar de mi cabeza, pero por más que nos desplazáramos por la gran pista de baile, no lograba visualizarlo. ¿Y si se arrepintió? No, no me fallaría en esto... ¿o sí?
—Veo que hay algo que la tiene distraída, mi lady —buscó con la mirada a donde también yo observaba—. ¿No es así?
—¿Ah? No, no es nada en especial, Francisco —contesté sin darle mucha importancia mientras seguía buscando con la mirada a Loki.
—Es Fandral, mi lady.
—Sí, Fernando, como digas —di el giro como indicaba el baile y le di una sonrisa forzada a aquel hombre.
—Eres bastante graciosa, lady ______.
—Es de herencia —aumenté el ritmo del baile.
No era difícil para mí aprenderme este tipo de bailes tan rápido; aparte de que también sabía un poco de baile de salón, era algo que se me facilitaba un poco. Aunque he de admitir que él baila... mmm... medianamente decente.
—Esta canción parece eterna... —susurré agobiada.
—¿Tan lento pasa el tiempo conmigo, linda? —soltó mi mano y me sostuvo simplemente de la cintura.
Uhhhh... You're done, you're done.
—Un poco...
Fijé mi vista, y ahí estaba Thor burlándose de mi sufrimiento; él sabía que no deseaba estar aquí bailando con este tipo, y aun así me convenció de hacerlo, el muy desgraciado.
La canción terminó y pasó a una más movida, algo un poco desconocido para mí, pero no imposible para acoplarme a ella.
Fandral me tomó nuevamente de la mano y posó su otra mano un poco más arriba de mi cintura, casi en mi espalda, y empezamos a dar giros al compás de la música como el resto de las personas lo hacían.
༻✧༺
𝑌𝑒𝑎𝑟𝑠 𝑎𝑔𝑜, 𝑤ℎ𝑒𝑛 𝑖 𝑤𝑎𝑠 𝑦𝑜𝑢𝑛𝑔𝑒𝑟 𝑖 𝑘𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑙𝑖𝑘𝑒 𝑎 𝑔𝑖𝑡𝑙 𝑖 𝑘𝑛𝑒𝑒𝑤... 𝑆ℎ𝑒 𝑤𝑎𝑠 𝑚𝑖𝑛𝑟 𝑎𝑛𝑑 𝑤𝑒 𝑤𝑒𝑟𝑒 𝑠𝑤𝑒𝑒𝑡ℎ𝑟𝑒𝑎𝑟𝑡𝑠
༻✧༺
Entretanto movimiento se me hacía difícil ver a mi alrededor con claridad, y aparte de que tenía que estar pendiente de los pasos del dichoso baile se me hacía más complicado aún.
Intenté ignorar a mi alrededor, al fin y al cabo no encontraría a loki entre toda la multitud.
༻✧༺
𝐼𝑚 𝑖𝑛 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝑎 𝑓𝑎𝑖𝑟𝑦𝑡𝑎𝑙𝑒
𝐸𝑣𝑒𝑛 𝑡ℎ𝑜𝑢𝑔ℎ𝑡 𝑖𝑡 ℎ𝑢𝑟𝑡𝑠...
༻✧༺
Me concentré en el baile, intentando ignorar al hombre que tenía justo frente a mí. Los recuerdos de cada día junto a Loki invadieron mi mente: las visitas furtivas a su celda, las lecciones de magia, las bromas que hacíamos a los guardias fingiendo ser una pareja, y aquella discusión por la petición a Odín. Sin embargo, nada se comparaba con el recuerdo de nuestro primer beso.
Loki se había convertido en una parte esencial de mis recuerdos desde el momento en que lo conocí. Al principio, me resultaba molesto, pero con el tiempo comprendí que estaba equivocada. Sabía que sus intenciones no eran malas, aunque estuviera pagando por sus errores.
༻✧༺
𝐸𝑣𝑒𝑟𝑦 𝑑𝑎𝑦 𝑤𝑒 𝑠𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒𝑑 𝑓𝑖𝑔ℎ𝑡𝑖𝑛𝑔
𝐸𝑣𝑒𝑟𝑦 𝑛𝑖𝑔ℎ𝑡 𝑤𝑒 𝑓𝑒𝑙𝑙 𝑖𝑛 𝑙𝑜𝑣𝑒...
༻✧༺
Me frustraba no verlo por ninguna parte. ¿Y si me había dejado plantada después de todo? ¿Después de haber conseguido el permiso para que asistiera?
—No está nada mal para ser de Midgard, mi lady —comentó Frandal.
No negaré que me molestaba que repitiera "mi lady" a cada momento. Solo se lo toleraba a Thor y, más que nada, a Loki.
—En la Tierra también sabemos bailar vals, barbitas —respondí, desviando la mirada—. Puedes llamarme ______, simplemente.
—Como desees, bella dama —sonrió Frandal.
Le hice una mueca. Nos soltamos y giramos para volver a nuestra posición inicial. Era difícil no pelear contra mis pensamientos mientras bailaba, y claramente yo estaba perdiendo.
༻✧༺
𝐼 𝑑𝑜𝑛𝑡 𝑘𝑛𝑜𝑤 𝑤ℎ𝑎𝑡 𝑖 𝑤𝑎𝑠 𝑑𝑜𝑖𝑛𝑔
𝑤ℎ𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑑𝑑𝑒𝑛𝑙𝑦 𝑤𝑒 𝑓𝑒𝑙𝑙 𝑎𝑝𝑎𝑟𝑡...
༻✧༺
No pude evitar recordar aquel tranquilo baile en la biblioteca con Loki. Me sentía en paz en ese instante; su tacto cálido y su respiración calmada eran una necesidad creciente en mí desde entonces. Pero ahora solo intentaba seguir los pasos que cada vez me confundían más debido a mi desconcentración.
Los aplausos comenzaron a sacarme de mis pensamientos. El baile parecía aumentar de velocidad, convirtiéndose casi en una serie de vueltas. Agradecí haber practicado ballet, porque sabía que no habría aguantado ni un minuto después de tantos giros.
༻✧༺
𝐼𝑚 𝑖𝑛 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝑎 𝑓𝑎𝑖𝑟𝑦𝑡𝑎𝑙𝑒, 𝑒𝑣𝑒𝑛 𝑡ℎ𝑜𝑢𝑔𝑡ℎ 𝑖𝑡 ℎ𝑢𝑟𝑡𝑠
'𝑐𝑎𝑢𝑠𝑒 𝑖 𝑑𝑜𝑛𝑡 𝑐𝑎𝑟𝑒 𝑖𝑓 𝑖 𝑙𝑜𝑠𝑒 𝑚𝑦 𝑚𝑖𝑛𝑑
𝐼'𝑚 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑎𝑑𝑦 𝑐𝑢𝑟𝑠𝑒
༻✧༺
En un momento, bajamos el ritmo y, entre mi casi mareo, pude fijar mi vista en aquellos ojos que tanto había buscado desde el principio. Estaba allí, caminando entre la multitud sin dejar de observarme. No bajé más el ritmo y, automáticamente, una pequeña sonrisa de alegría se formó en mi rostro, provocando también, en mi opinión, la sonrisa de él.
—Espero que después de este baile no termine con alguna arma de filo en mi cuerpo —comentó Frandal al notar a quién observaba.
Era muy obvio. Estuve casi todo el tiempo buscándolo y, cuando finalmente lo veo, me pierdo completamente en su mirada, bailo torpemente y parece que mi mente se desplaza a otro lado.
༻✧༺
𝑆ℎ𝑒'𝑠 𝑎 𝑓𝑎𝑖𝑟𝑦 𝑡𝑎𝑙𝑒
༻✧༺
Hubo un momento en el que paramos e hicimos una pequeña reverencia para volver a tomar las posiciones iniciales, pero con la diferencia de que empezaríamos a girar todos los presentes de adentro hacia afuera, formando un círculo donde, intercaladamente, cada pareja entraba y salía dando giros. Finalmente, se zapateó varias veces y se terminó en una gran reverencia ante Odín, quien acababa de entrar al gran salón junto con Frigga.
Rápidamente, regresé al lugar donde estaba Thor, quien no paraba de reír al ver mi cara de enojo. Sabía lo que había hecho y le divertía.
—Los veré en un rato —tomó mi antebrazo y nos alejamos del grupo.
—En tu vida me vuelvas a mandar a bailar con Facundo —limpié mis manos en la armadura de Thor mientras buscaba a Loki con la mirada por todos lados.
—Su nombre es Frandal —se rió mientras me miraba.
—¡Como sea! —reproché como una niña pequeña—. Bailar con Happy todo un día es mejor que con él.
—Eres cruel, ______.
—Soy sincera, que es diferente.
✩。:•.───── ❁ . ❁ ─────.•:。✩
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro